Categorías

Los dioses (Tercera parte)

Los dioses hindúes más importantes.

 El hinduismo es una de las religiones más antiguas del mundo.

El hinduismo, religión milenaria procedente de la India, ha creado un sistema de dioses complejo, donde cada divinidad tiene unas características propias que atraerán a unos seguidores o a otros. Así, los dioses hindúes no son superiores unos a otros, sino que cada hindú o pueblo puede elegir a los dioses que prefiere adorar. No obstante, para el hinduismo sí que hay una realidad superior, el Brahman, y el resto de divinidades e incluso las personas mismas son partes de esta realidad inmutable. Hay, sin embargo, algunas deidades más significativas que otras y que suelen ser veneradas por la totalidad de los hindúes.

La mitología hinduista tiene aproximadamente más de 30 millones de dioses, pero evidentemente existen unas deidades que tienen más renombre que otras y son más adoradas a lo largo de la India. Daremos un repaso a los dioses hindúes más conocidos:

Brahma.  El supremo creador del universo para los hindúes es el dios Brahma, que puede habitar tanto en los seres vivos como en los objetos inanimados. De este dios se derivan otros dos dioses hindúes, llamados Deva y Devi, los cuales representan uno o varios aspectos suyos. Así, Brahma es el creador y el primero de los dioses hindúes, el responsable de haber creado todo lo conocido por el hombre. Simboliza una fuente de sabiduría y representa la inteligencia.

En las imágenes es representado con cuatro caras, que indican su gran capacidad de conocimiento, y cuatro manos en señal de los diversos aspectos de la personalidad humana: mente, intelecto, ego y conciencia.

Según la mitología hindú, AdiParashakti es el ser Supremo. Se sugiere que ella es el creador original, la observadora y la destructora del universo. Parvati, la diosa de la fuerza es considerada como la forma humana de AdiParashakti. Sin embargo la diosa también es considerado como un ser espíritu sin forma. Ella es la Gran Diosa, y por lo tanto la fuente de todas las otras diosas.

En el hinduismo no existe un único Dios, existen varios de ellos, los dioses indios son toda una atracción, puesto que cambian todo lo establecido en la actualidad.

Indra – El Dios de mayor importancia si hablamos del hinduismo. Es el encargado de proteger a los demás dioses y al ser humano de todos los males que pueden acecharle. Es el ser supremo encargado de controlar y vigilarlo todo. Aunque es el Dios más importante, los indios no solo le rinden a él culto, también a los siguientes:

Agni – el Dios de los sacrificios, del fuego, de la cocina, del Sol y la Luna. Cuenta con una gran capacidad de controlar varias cosas y para ello necesita fuerza. Si no fuera así no podría controlar el fuego. De los más reverenciados, sin duda.

Vishnu – Otro de los dioses con más poder del hinduismo. Tiene el poder de equilibrar las fuerzas del bien y del mal. Es además el Dios conocido de que se reencarnará 10 veces y por ahora ya lleva 9.

Kama y Genesha – Se las presenta como los dioses del amor, la sabiduría y la prudencia.

Hanuman – Dios de la música, con la capacidad de armonizar el cuerpo y la mente al ser humano gracias a su propia conexión.

Desde luego que para religiones monoteístas como la cristiana, sin duda sorprende esta cantidad de dioses, pero como vemos, todos tienen una misión.

Los dioses Mayas

La cultura maya se destacó por su arte, matemática, astronomía y especialmente por su religión politeísta. En Guatemala las ruinas, artesanías y costumbres son testigo de la marca que dejaron los mayas en la cultura actual.

Los mayas creían en un reino supernatural en donde habitaban los dioses. Los sacerdotes organizaban en su honor ceremonias que incluían derramamientos de sangre, quema de incienso, danza ritual, música y, en ciertas ocasiones, sacrificios humanos.

 Ah Mun o YumKax. Dios del maíz, alimento de gran importancia para la cultura maya. Se representó como un joven que llevaba una mazorca de maíz y era vigilante de la selva.

AhauKin o KinichAhau. Dios del sol, casado con Ixchel, la luna. Era el gobernante de los dioses y patrono de la música y poesía. Se le representó como un viejo de ojos cuadrados

Ah Muzenkab o Mulzencab. Dios de las abejas y la miel, fue parte de la creación del mundo. Aparece con la cabeza abajo y se le llamaba dios descendente.

BolonDzacab o K’awiil.  El dios del rayo y fuego, relacionado con los linajes reales. Representaba abundancia, agricultura y en algunos casos fertilidad.

BulucChabtan. Dios de la guerra y los sacrificios humanos.

ChacBolay Dios jaguar del inframundo. Representado con cabeza de jaguar, su piel salpicada de manchas simboliza la noche llena de estrellas. Era el paso del sol por el inframundo.

Itzamná o Zamná. Dios del cielo, el gobernante del día y la noche. Según la leyenda, le enseñó a la civilización maya el uso del lenguaje, a cuidar del maíz, a escribir, usar calendarios, etcétera.

Ixchel. Diosa luna, el amor, de la gestación, agua, trabajos textiles y la medicina. A veces se representaba como una mujer vieja vaciando cólera sobre el mundo.

Los dioses Mexicas.

El rico y complejísimo panteón del México central no es una creación súbita o espontánea sino el producto de largos siglos de tradición, gran parte de los dioses, de sus ritos y la mayoría de sus mitos son comunes a toda Mesoamérica y se remontan al período Clásico. Esto es cierto para dioses como Quetzalcóatl, Tláloc, Xipe, los dioses del fuego y de la muerte, y resulta probable para otros muchos.

Coatlicue. “La de la falda de serpientes”. Fue una de las diosas madre en la cosmogonía mexica. Coatlicue, a quien quiso matar su hija Coyolxauhqui, diosa de la Luna, fue madre de Huitzilopochtli, dios principal de los mexicas. Huitzilopochtli mata a Coyolxauhqui y la arroja desde lo alto del Coatépetl.

Huitzilopochtli. “Colibrí zurdo o colibrí del sur”. Era dios de la guerra y patrono de los mexicas, y se le dedicaban rituales diariamente. En varios mitos aparece como uno de los dioses creadores de los humanos, aunque destaca su papel de guía durante la peregrinación mexica desde Aztlan hasta Tenochtitlan. Se le representaba con un yelmo con forma de colibrí, ave asociada con el Sol.

Tláloc. Dios de la lluvia y patrono de los campesinos. Era uno de los dioses más antiguos e importantes de Mesoamérica; se le representaba con una especie de anteojos formados por dos serpientes entrelazadas, cuyos colmillos se convertían en sus fauces. Su cara estaba pintada de negro y azul y a veces de amarillo, y su ropa estaba manchada de gotas de hule que simbolizan gotas de lluvia. Se le ofrecía en sacrificio, en el mes de atemoztli, niños, hombres y perros.

Coyolxauhqui. “La del afeite facial de cascabeles”. Diosa de la luna. Era hermana mayor de Huitzilopochtli. Coyolxauhqui se enteró del embarazo de su madre, Coatlicue, y por eso trató de matarla ayudada por sus hermanos, los cuatrocientos huitznahua. Huitzilopochtli salió del vientre de Coatlicue y, armado con una xiuhcóatl, dio muerte a Coyolxauhqui, desmembrándola.

Tezcatlipoca. “Espejo humeante”. Dios que daba y quitaba la riqueza; también era protector de los esclavos. Fue uno de los dioses que gobernaba el destino de los hombres y quien, transfigurado con los atributos de Quetzalcóatl, obligó al Sol a mantener su diario recorrido.

Los dioses incas

Los dioses incas y sus atributos son reconocidos por la representación del entorno natural y cósmico que conformaban el panteón religioso del antiguo imperio inca, una civilización suramericana ubicada en la Cordillera de los Andes.

Esta civilización estaba formada por una población muy religiosa. Sus creencias estaban totalmente entrelazadas en la vida cotidiana. Todo lo que los incas hacían tenía un significado religioso.

Los rasgos culturales más sobresalientes de los mitos incas se centraban en la descripción y culto al mundo natural que los rodeaba, donde cada aspecto y elemento era animado por espíritus poderosos y antepasados que trascendían al plano sagrado.

Los dioses vivían tanto en el cielo como en la tierra y cada uno de ellos tenía funciones específicas que influenciaban cada aspecto de la vida de los incas.

Los incas creían que sus dioses tenían patrones de comportamiento humano, especialmente los antropomorfos; eran capaces de sentir amor, odio, compasión y más emociones humanas.

Como muchas de las mitologías de civilizaciones antiguas, la incaica ponía especial importancia en los relatos sobre la creación del mundo y del hombre. Estas historias fueron pasadas de generación en generación de forma oral, ya que ninguna de las civilizaciones andinas desarrolló un sistema de escritura.

Viracocha. Era el dios primordial que creó el cielo, la tierra, el océano, el sol, la luna y a la primera raza que habitó el lago Titicaca.

El dios, mandó un diluvio que mató a todos salvo a dos, un hombre y una mujer, que en algunas versiones son Manco Capac y Mama Ocllo, fundadores de la civilización inca.

Otra versión de la creación de los hombres dice que Viracocha intentó una segunda vez haciéndolos de barro. Después de darle luz y orden al mundo los dejó emerger de las cuevas para expandir su civilización.

Los Dioses Aymaras – Quechuas.

 WIRAQUCHA.  El nombre de Wiraqucha  representaría al dios andino creador y omnipotente de los Andes. Sin embargo, basta decir que wiraqucha representa el nombre de varios héroes, y que probablemente la concepción de creador se deba a un acomodamiento al dios cristiano y a sus características por los primeros evangelizadores.

THUNUPA. Algunos autores piensan que la iconografía de la puerta del sol en Tiwanaqu representaría a Thunupa, héroe que aparece en el espacio semántico de Tarapaqu, es decir, de oposición a Wiraqucha y su orden establecido. Este es objeto de burla y risa, es castigado y martirizado en el lago Titicaca, donde finalmente, resucita.

IQUIQU (EQUECO). Se encuentra en tiendas y mercados del sur andino miles de pequeñas figurillas cargadas de productos y bienes. En términos populares representa el deseo de bien estar, de riqueza y fortuna.

ACHACHILAS. Los Achachilas, espíritus protectores, son seres sobrenaturales de extrema importancia que sólo son superados por la Pachamama. Son los grandes protectores de las comunidades aymaras. Habitan en las montañas y los cerros y abrigan al hombre. Básicamente existe una relación filial entre los aymaras y los achachilas, puesto que éstos son los espíritus de sus antepasados.

Y así encontramos a las diversas comunidades, reinos, poblaciones, agrupaciones de seres humanos que habitan juntos, venerando a sus propios dioses de los que reciben protección y enseñanzas. Acá encontramos la desaparición de muchos dioses debido a que los pueblos van siendo conquistados y/o aniquiladas por el “vencedor” quien asimila sus creencias de los dioses de estos  o definitivamente “desaparecen”.Esta práctica del vencedor se repite sucesivamente a los largo de los siglos, llegando a prevalecer los más convincentes o los más protegidos por sus autoridades de reino sumado a los rectores detentores de los códigos religiosos.

La historia de la humanidad nos cuenta que el poder de sus ejércitos son determinantes para que ciertos cultos religiosos permanezcan hasta nuestros días con una influencia poderosa en el comportamiento social respectivo.No es nuestro propósito señalar cuál de las religiones es la mas importante e influyente en las decisiones de cada ser humano, la elección de los pueblos por venerar a “sus dioses” les corresponde a ellos únicamente, así como la de cualquier ciudadano o habitante de la tierra elija a su dios, aspecto éste que nos merece el mayor de los respetos, cual es profesar la religión que desee.

AMPARTAPA

Vistas:
877
Categoría:
General

No se permiten comentarios.

Si deseas publicar un trabajo envíalo a esotomayor@alianzafraternal.org