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De la Conferencia presentada por el R.G.M. Rudy Barbosa Levy: El dilema del masón

COLUMNA LIBRE 

De la Conferencia presentada por el R.G.M. Rudy Barbosa Levy: El dilema del masón 

El respetable Hermano Rudy Barbosa, Ex-Secretario Ejecutivo de la Confederación Masónica Interamericana (CMI), brindó en Uruguay una conferencia titulada «EI dilema del Masón» El conferencista dejó en claro que no hay un solo dilema que deba ser atacado, sino que se trata de un conjunto de cosas que están sucediendo en la sociedad y la Masonería, y en la cual desde el lugar de organización humana, no escapa. «Estamos pasando por crisis que muchas veces queremos ignorar. No solamente a nivel latinoamericano sino, y sobre todo, a nivel norte y a nivel europeo», comentó. Para Barbosa estar al frente de la CMI «ha sido una experiencia extraordinaria» como Masón, como hombre, como profesional. El conferencista se congratuló de poder dirigir esta confederación» que consideró la organización masónica más grande y mejor estructurada del mundo. «Es así, por más que nosotros no sepamos valorar eso», dijo al tiempo que agregó «no estamos entendiendo el significado y la responsabilidad que eso implica» y por ello es que atribuyó que a veces se tocan puertas en lugares donde «no deberíamos de estar». 

En la presentación conferencia, el Gran Secretario de Relaciones de la Gran Logia de la Masonería del Uruguay, Respetable Hermano Oscar Figueredo, explicó el porqué de dicha conferencia. Según dijo, Barbosa «ha podido concentrar y desarrollar una visión interesante de la Masonería, en América del Sur, en Europa y América del Norte, por eso se consideró oportuno que antes de que al finalizar su gestión como Secretario Ejecutivo la pudiera compartir con los Hermanos de la Masonería esa particular visión». Barbosa comenzó su participación diciendo: «hoy quiero compartir con ustedes una experiencia de vida de casi 30 años que involucra estudios y análisis. Es una realidad que muchas veces se ignora, o no se quiere ver, ni como Grandes Maestros ni como masones de base», comentó. 

Para el secretario ejecutivo de la CMI la región sudamericana no solo debería de destacarse por exportar buenos jugadores de futbol, «creo que la Masonería Interamericana está más que nunca capacitada para poder exportar un modelo, exportar ideas que es lo que está faltando en la Masonería a nivel mundial». 

Para explicar mejor una de las bases del dilema, recurrió al concepto de inmediatismo. «EI inmediatismo es cuando todos buscamos algo que nos produzca beneficio lo más rápido posible, el 100 % de nosotros está detrás de eso, en cualquier campo donde operemos estamos pendientes de cómo vamos a lograr un beneficio haciendo el mínimo esfuerzo o dedicándole menos tiempo’ ‘Es cuando un Venerable Maestro se aboca solamente a su gestión, olvidando el resto», graficó para el caso de la Masonería. 

Relegar los proyectos a largo plazo es lo que afecta a las organizaciones y su desempeño y desarrollo, no solo a la Masonería, sino a organizaciones culturales, políticas y académicas. 

En la Masonería, durante muchos años era fácil encontrar personajes la integraran (presidentes, investigadores, actores, personajes de todos los campos de la actividad humana), pero hoy día «la Masonería ha perdido un poco el rumbo» reconoció Barbosa. 

Este es el mensaje que se ha recogido durante los últimos años y a partir de allí es que surgen las incógnitas de qué pasará de aquí en adelante. «Seguramente en el círculo interno en el que nos movemos hoy en día no nos ocurra nada, pero si se observa de manera macro, lo que sucede es muy diferente» Como líderes de una organización, refiriéndose a todos los que son masones, Barbosa señaló que están llamados a ser de una forma o de otra líderes y para eso lo primero que hay que hacer es darse cuenta de la realidad que los rodea. Si no se parte de un punto real, de hechos concretos de verdades, no se podrá avanzar. 

Empezar a valorar lo que es la propia comunidad es importante. «Nuestro recurso más valioso es el recurso humano», dijo, Barbosa identificó y mostró como uno de los dilemas que enfrenta la Masonería la falta de renovación, la caída en los números de asistencia, basado en datos estadísticos de Grandes Logias, por ejemplo de América del Norte. 

A su vez, llamó a reflexionar sobre el crecimiento y la relación que ha tenido el crecimiento de la Masonería respecto del crecimiento de la población mundial. «Mientras la población mundial sigue creciendo, la Masonería sigue bajando», dijo. «Esto es una situación real, no hay cifras que muestren otra realidad», se lamentó. A propósito, analizó los números de la región sudamericana, que en 2011 constató que la membresía estaba en torno a los 380,000, el año pasado se hizo un estudio igual de preciso y los números no llegaban a 350.000. «Esto quiere decir que también nosotros estamos experimentando algo que no representa un crecimiento acelerado de la Orden». 

En Argentina se publicó un estudio en el que en los últimos tres años habían ingresado a la Orden 1.800 profanos y habían abandonado unos 1.400 Hermanos en el mismo periodo. Brasil también muestra un fenómeno interesante con datos asombrosos sobre el desconocimiento de la población acerca de la Masonería «El 60 % de la población brasileña no sabe qué es la Masonería, el 20 % tiene una opinión indiferente, el 13 % tiene una opinión negativa y el 7 % piensa que se hace una buena labor‖. El año pasado el Gran Maestro de Brasilia hizo un estudio para mostrar cuáles eran las causas de la evasión Masónica solamente— en una región de Brasil, pero que sirven a manera ilustrativa. Si se juntan todos los elementos podemos darle a este fenómenos un nombre común que se llama desmotivación». 

Según el estudio el 60 % de la gente que deja la Masonería es porque no encuentra la motivación para quedarse. Si bien hay factores en algunos casos de fuerza mayor, en la mayoría de los casos opera la desmotivación. «Por algún motivo los que asumimos cargos no estamos haciendo todo el trabajo que deberíamos hacer». Barbosa dijo sorprendido que en algunas regiones lo único que se hace es estudiar la historia de la Masonería. Estudiando historia vamos a saber más de historia, pero no podremos proyectarnos hacia el futuro», mencionó. ‘Es algo que está sucediendo y es claro, sobre todo en Inglaterra», agregó. 

Para Barbosa allí debería de haber un poder de orientación para el resto de las Órdenes y ―no lo están teniendo porque tampoco tienen las respuestas». Previo a la celebración de los 275 años de la Masonería en Londres, la revista The Economist había realizado un reportaje en la que se hizo una «sana crítica», diciendo que «la Masonería inglesa por lo menos era respetada, o temida por su poder y que ahora era una organización que estaba temiendo por su vida Hace meses atrás, se celebraron, también en Londres, los 300 años de la Masonería, de la fundación de la Gran Logia de Londres, se celebraron 300 años de historia, porque eso ya no representa nada más». 

Si bien Barbosa no se refirió de forma crítica, sí hizo la salvedad que en la mayoría de esos eventos, incluso en los Trabajos de Logias, se ve una cantidad importante de personas mayores, «Esto muestra algo fundamental y es que no parece haber un proceso de renovación» agregó. «En Escocia sucede lo mismo, no hay procesos de renovación, lo mismo en Escandinavia y en Estados Unidos». 

En el otro extremo, mostró en otras partes que se realizan desfiles con mandiles, collarines, joyas y otras cosas ―que no sé qué simbología tendrán, como los tambores», dijo. Lo que es cierto, destacó Barbosa, es que desde hace muchos años analistas e investigadores muy serios vienen hablando de una realidad que la Masonería está queriendo ignorar: El fin de la Masonería. 

El fin de la Masonería no quiere decir que vaya a desaparecer, sino que puede ser interpretado como que la Masonería está perdiendo la vigencia que tenía antes. ―La Masonería debería de tener muchísima más participación en lo que es la conducción de nuestros propios países, no como partido político, sino con masones participando de una manera mucho más activa, porque eso es lo que está pidiendo la sociedad a gritos. Algunos integrantes de la Masonería, en las regiones del norte, también señalan la necesidad de una participación más activa de la institución. 

Barbosa señaló que «uno de los hermanos llamó a lo que sucede actualmente como una bancarrota moral. Al igual que como ocurre con los grandes grupos corporativos que no han tenido la capacidad de renovarse en el tiempo, eso es lo que sufre la Masonería‖. 

Esto fue planteado en la Conferencia Norteamericana y fue asimilado por los Venerables Maestros más jóvenes. «Por algún motivo, para algunos hay cierta indiferencia sobre el tema, o no se quiere ver lo que está pasando. Por eso mencioné al comienzo que, mientras no empecemos a aceptar y a analizar nuestra propia realidad va a ser muy difícil que podamos encaminar esto hacia el rumbo que corresponde», repitió. Pero esto no termina allí, porque mientras la Masonería cede —tal vez de manera involuntaria— lugar, se comienzan a observar otros fenómenos, como la Masonería disruptiva, según Barbosa, «hubo un conocido caso en Brasil, de una pareja que utilizaba Masonería para embaucar y estafar a la gente, esa pareja fue presa en 2014». Barbosa relató que, esta gente llegó a utilizar medios muy prestigiosos para publicitarse y así captar gente a la que pudiera estafar, haciéndose pasar por masones. 

Citó otros casos que han generado mala publicidad a la Masonería y la asociación y la percepción de la sociedad, que ve el nombre de Masonería envuelta en ese tipo de cosas y genera una publicidad que no es lo que queremos, ni necesitamos». No obstante, criticó «nosotros no hacemos nada para revertir aquello y quedamos entonces con algo así como una realidad masónica incómoda «Es necesario comenzar a crear consciencia para poder ver cómo los problemas internos que tiene la Masonería se suceden y se van repitiendo de una región a la otra agregó. 

En la conferencia mostró algunas regiones que la CMI considera problemáticas, por regularidad y reconocimiento, algo que muchas Grandes Logias lo utilizan como un arma coercitiva. «En este momento tenemos que empezar a repensar muchos de esos conceptos que han sido importados a nuestra región, no los hemos creado nosotros y en muchos aspectos están siendo mal utilizados». La Masonería disruptiva son esos grupos irregulares que van creciendo todo el tiempo porque van ofreciendo un producto, que «tal vez sea de mayor alcance, más fácil de acceder y que poco a poco van adquiriendo mayor fuerza», dijo. 

Además hay otros aspectos a tomar en cuenta desde la Masonería: adaptación, participación, comunicación. «Son cosas que afectan de una manera muy clara y precisa», agregó. «Pero en el fondo lo que tenemos ahora dentro de lo que es la Masonería mundial es una falta clara de objetivos, de propósitos y de metas. Lo que hace 300 años era válido ahora ha perdido validez». Cualquiera podría haberle cuestionado, pero desde el punto de vista de Barbosa, la Masonería no tiene una percepción clara hacia dónde quiere conducirse porque vive el día a día y eso afecta al desarrollo institucional. «Incluso esa afectación del desarrollo institucional es lo que a su vez, retroalimenta la incertidumbre de hacia dónde se quiere ir», dijo. 

«Es hora de que la Masonería, por lo menos al nivel de quienes toman decisiones, empiece a ver qué es lo que está ocurriendo más allá de los templos, con ese objetivo es que se realizan este tipo de conferencias», destacó. 

Se debe de observar qué sucede más allá de la Masonería, «debemos de abrir esa ventana y empezar a ver qué ocurre, cómo se van a entender los problemas que tiene cada institución, porque los problemas que existen hoy no son propios ni exclusivos de la Masonería, ocurren en todas las instituciones humanas». 

Organizaciones que no han sabido renovarse en el tiempo están sufriendo los mismos embates». Hoy se estudia Masonería para sacar conclusiones acerca de ella y lo que se debería de hacer es —en caso de abrir la mencionada ventana – , abarcar muchas más disciplinas, muchos más campos, para entender lo que sucede dentro de la Masonería», señaló. «Hay infinidad de literatura, con miles y miles de proyectos que se han hecho, con millones de dólares invertidos que han estudiado estos fenómenos que, si bien no tienen que ver con Masonería, al final los resultados tienen todo que ver con la Masonería, porque dan una orientación’. «Pero para eso hay que empezar a manejar otro lenguaje más allá del Grado, el Ritual y la Tenida», dijo Barbosa. «Hay que comenzar a manejar un lenguaje mucho más dinámico, más ejecutivo, algo que se está dando más allá y que muchos ya conocen, porque son términos conocidos. 

Utilizar verdades que se repitan en todos los campos, gobiernos, países, instituciones. Si una organización no tiene la capacidad de renovarse en el tiempo, de buscar nuevos mecanismos, indefectiblemente comenzará a caer, y la Masonería, durante 300 años ha mantenido un solo modelo», concluyó. 

Clayton Christensen reconocido profesor de Harvard Business School— señalaba que entender al cliente es la unidad equivocada de análisis, «si nosotros por analogía traducimos eso podría decirse que al entendernos nosotros como personas estamos equivocando el rumbo para analizar nuestra situación». Lo que quiere decir Christensen es que hay que entender el trabajo que el cliente está queriendo hacer, la necesidad que él está cubriendo para desarrollar ese trabajo, sí es lo que más importa. «¿Si nosotros acarreamos eso y empezamos a descubrir la verdadera respuesta, de por qué ingresamos a la Masonería, cuál es la necesidad que nos trae acá?». 

Hay muchos estudios que abordan el tema de por qué la gente se va de la Masonería: pero si ‘nos qué preguntamos porque nos quedamos, qué es lo que nos une’ agregó. El conferencista dijo que desde esa visión se podría encontrar una respuesta mucho más efectiva para el problema que hoy atañe a la Masonería. ―En la Masonería se sigue diciendo que el individuo mejorará para poder salir a la sociedad y hacer la influencia que debe hacer», pero según Barbosa, «ese es un objetivo que ya ha sido superado. Tal vez hace 300 años la Masonería era la única que ofrecía esa herramienta y por ello ganó popularidad en el tiempo. Pero ahora hay muchas organizaciones que ofrecen lo mismo», dijo. Por eso Barbosa llamó a buscar objetivos propios y para eso hay que empezar a entender el problema que existe. Porque si cada uno comienza a aportar su solución, desde su realidad, nunca vamos a llegar a un consenso», agregó. 

«Antes las soluciones salían de un solo punto, que tal vez era Inglaterra, ahora existen tres bloques que deben trabajar en conjunto. Porque uno solo no va a encontrar una solución que vaya a ser afín a todo el restó’ sentenció. Barbosa contó que todo apunta a que el modelo institucional que existe en este momento «es un modelo agotado, un modelo que necesita empezar a ser analizado pero de manera profunda, no basta con hacerle retoques». «Tenemos que empezar a analizar nuestro propio modelo institucional, de una manera mucho más sólida, mucho más profunda. EI modelo de hoy en día, que está en las mentes de cada uno está orientado a ver el pasado, lo grandes nombres, las grandes obras», explicó. Al tiempo que reflexionó, ‘la idea para adelante es buena, porque hay una necesidad manifiesta de avanzar, pero el modelo institucional que hay hoy en día no va a permitir avanzar, por mucho que se modernicen algunos de los aspectos. Si no se cambia lo fundamental que sería como las ruedas, no se podrá avanzar. ‘Ahí es donde se resume el dilema del Masón», al tiempo que se preguntaba sí vamos a seguir haciendo lo de siempre y seguir en picada o vamos a optar por otro camino sin saber exactamente a dónde vamos a llegar si no hacemos un análisis serio de lo que está ocurriendo en Masonería». Muchas veces se escucha hablar de un modelo institucional, pero hay que analizar eso también. Lo que tienen en común la religión, una corporación, un hospital, el terrorismo, la Masonería; es precisamente el modelo». Todos deben partir de un marco teórico y debe llegar a desarrollar ese objetivo que tienen a través de una estructura y si hay algo común en todos ellos es que utilizan recursos, desarrollan procesos y evalúan los resultados. «Todos se valen de recursos materiales, humanos, económicos en la búsqueda de un resultado, lo que cambia es la propuesta de valor. EI terrorismo quiere acabar y causar caos en el mundo y el éxito desde su punto de vista estará sujeto a la cantidad de caos que puedan sembrar». Puntualizó que, «la Masonería tiene como propuesta de valor ser mejores hombres, tiene recursos para lograr eso, también procesos y una fórmula de evaluación. Pero, cómo es que se hace esa evaluación, si estamos con un buen modelo y qué evalúa podría ser a través de estadísticas, si las Logias están creciendo en número, si se la Logia gana notoriedad dentro de lo que es la Gran Logia pueden existir, diferentes medidas». Cuando no se está de acuerdo con los resultados se comienza a realizar cambios, a nivel de procesos, mejorando la propuesta de valor, ofreciendo algo más. «Todas las medidas que se han tomado en Masonería han estado enfocadas en lo que son los recursos. Hace algunos años se iniciaron en New York 8.000 masones de una sola vez, de los que actualmente quedan muy poco, siempre se están generando alternativas en función de los recursos» explicó. «En mi modesta opinión creo que debemos de concentrarnos en esto, porque esto es lo que está cambiando la dinámica mundial en todos los campos, con el crecimiento demográfico mundial y sobre todo con el avance de la tecnología’. La participación, la comunicación y la colaboración son los tres pilares que la CMI basó hace tres años su plan de trabajo, «es en ellos que ha venido trabajando», al tiempo que señaló lo necesario de diferenciar las cualidades y la inteligencia, «podría practicar violín toda la vida y no alcanzar a ser un eximio violinista», dijo. 

«Cómo es que cuando ingresamos a Masonería y vemos que hay diferentes áreas en las cuales diferentes Hermanos están interesados, vamos a obligar a que todos hagan lo mismo», se preguntó. ¿No es esa una causa por la que se genera un nivel de desmotivación muy alto? ¿No sería interesante empezar a ver ahora la forma de modificar nuestros procesos para que cada quien pueda desenvolverse dentro del campo que le satisface más? Es preciso identificar y respetar qué cosa le gusta a cada Hermano, lo que no se puede hacer es meter a todos dentro del mismo modelo, ese es el gran desafío que enfrenta hoy en día. Es por eso que al reconocer eso surge la pregunta de ‘¿cómo vamos a desarrollar una propuesta de valor que sea convergente para la institución?’. «Si esto es entendido por todos será mucho más fácil dar una respuesta a toda la comunidad’ llamando a construir un sistema de valores sociales, «porque lo que más está reclamando la sociedad es eso, la sociedad se siente perdida. A su vez, los problemas que cada sociedad enfrenta hoy en día en esa materia, atañen y son comunes en los países de la región». Hace dos años atrás la CMI lanzó la idea de realizar un congreso virtual, en aquel momento era una idea inédita. Lo que se trató de hacer fue utilizar las tecnologías para poder llegar a la base de la organización. Se logró hacer en Brasil, con un índice de respuestas que se está analizando para saber qué es lo que piensan las bases». «No se pueden ignorar los cambios a nivel de tecnología, en el año 2.000 habían 400 millones de usuarios de internet, en 2017 eran 4.000 millones, esto afecta a cualquier organización humana, mayor impacto incluso tiene la red de menajes WhatsApp. Es una herramienta de producción que si se utiliza correctamente, se le puede sacar un gran beneficio. 

Lo que se está intentado realizar a nivel de Masonería es la creación de redes colaborativas a nivel de las bases de la Masonería Interamericana». Esto busca conectar a Hermanos de diferentes partes, de manera fluida y fácil, de forma directa, a través de estas redes colaborativas. Intenta permitir que un Hermano de Uruguay pueda conectarse fácilmente con un Hermano de Panamá», explicó. La CMI ya está trabajando en esto. ‘Al final del día, lo que uno diga o no es secundario, porque uno puede alcanzar llegar hasta la puerta y mostrar que hay más allá de la puerta, pero dependerá de cada uno si se quiere cruzar la puerta o no. Ese es el gran desafío como masones latinoamericanos y sobre todo como organización humana, que puede generar un cambio a nivel mundial dentro de lo que es la Masonería», concluyó Rudy Barbosa. 

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