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QUÉ ES EL MASÓN

Bernardo Nina Rosso

Introducción
Masón proviene del francés maçon que significa albañil (persona hábil que hace o moldea algo). Este nombre proviene de una época que la historia llama tiempos bíblicos o prehistóricos; la Orden tuvo su origen entonces y los fundadores fueron los que construyeron el templo de Salomón. De aquellos remotos tiempos, por medio de la tradición primero y después por hechos narrados por los historiadores, se han venido conservando los ritos y prácticas masónicas, empleándose como distintivos de la Masonería las herramientas que usan para el trabajo los albañiles, cuyo simbolismo es el emblema de la Institución, el “Arte Real de la Construcción”

El símbolo masónico por excelencia es la escuadra masónica, que representa el equilibrio entre la materia y el espíritu. Está compuesta por la escuadra, que representa la materia y su ángulo recto se identifica con la rectitud en la que han de vivir los masones. El compás, por su parte, representa el espíritu. Y la “G” a Dios a quien llama “Gran Arquitecto del Universo”.

La masonería es una actividad emprendida por los hombres íntimamente unidos que, como se mencionó anteriormente la forma simbólica sacada del oficio de albañil y de la arquitectura, trabajan por el bienestar de la humanidad, esforzándose por mejorarse a sí mismos y mejorar a los demás con el objetivo de construir una liga universal de la humanidad. Un masón adquiere el compromiso de convertirse en una persona virtuosa con valores y principios.

Los masones son constructores y no pueden dejar de ser tal mientras sean masones, aun habiendo cambios o fuerzas destructivas, como verdaderos masones, debemos seguir afirmando y sosteniendo los Principios Ideales y Valores Morales, ya que son los cimientos para establecer en el mundo el Reinado de la Luz, de la Paz y de la Felicidad.

La masonería tiene tres únicos principios: LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD. La forma concreta de entender y aplicar esos principios no está marcada y cada uno debe buscar y realizarlo de forma personal. Se lleva adelante a través de la conciencia de cada uno.

La vivencia de cada masón será diferente ante la misma ceremonia y eso es precisamente lo que se pretende, que cada cual reflexione y estudie según su estilo, aportando su versión para el conocimiento de los demás.

La masonería está formada por hombres libres, que trabajan por su perfeccionamiento espiritual, no es una secta ni es un partido político y estima que las concepciones metafísicas son del dominio exclusivo de la consciencia.

La masonería es una institución iniciática, lo que implica que quien ingresa deberá pasar por una iniciación, que es un proceso que tiene como finalidad llevar al subconsciente lo que a la razón le resulta difícil de interpretar y que consiste en una serie de pruebas y rituales simbólicos. Con esto se busca que cada uno alcance a plenitud, el conceptualizar la libertad máxima, el libre albedrío, con todo lo que implica la libertad, tener responsabilidad por sus acciones, por el cumplimiento de sus compromisos y por alcanzar sus propias metas, libertad y responsabilidad por nuestros actos.

El ser un Mason conlleva varias pruebas, que ponen en manifiesto el potencial espiritual, las pruebas simbólicas iniciales y las pruebas posteriores del desaliento y de la decepción. Quien se deja vencer o aquel espíritu superficial, no conocerá nada de lo que la Orden encierra bajo su forma y su misterio exterior, no conocerá su propósito real y la oculta Fuerza Espiritual que interiormente la anima.

En masonería existe una vieja fórmula que propugna no tratar de política o religión, salvo para esclarecer a los demás. Esto significa que la masonería es apartidista y que en ella no se pueden dar “consignas”, no se puede tratar de imponer ideas, sino exponer las mismas. Sería un error considerar que la masonería es una organización en que las conclusiones mayoritarias obligan a actuar social y políticamente a todos, y mucho menos, en la directriz de una autoridad imponga un camino a seguir. Esta forma de actuar sería antimasónica.

La masonería es también una organización formativa, educativa, benevolente, social, tolerante y filantrópica. Es formativa porque persigue los propósitos de formar el carácter moral de sus miembros y enfatiza en la búsqueda de la armonía con el universo interior y el orden en la vida personal, el desarrollo de la consciencia y el estado que esta genera.

Emplea el método de la deducción y no de la inducción, basándose en simbolismos y en la práctica de rituales y ceremonias, enfatiza la obligación de sus miembros para interesarse por el mundo que los rodea, por descubrir y desarrollar sus habilidades intelectuales, por ser justos, seguir los preceptos de su consciencia, por tener autocontrol de sus actos, ser perseverantes, honestos y sinceros.

Reflexiones
Todos los iniciados en masonería sienten el llamado interior que nos dirigió a esta institución, está llamada es una decisión voluntaria que nace de nuestra inviolable libertad personal y se forja en la convicción, por lo que no es algo pasajero, endeble o falto de verdad.

La masonería como toda empresa del espíritu, exige no sólo la participación de la inteligencia, sino una capacidad emocional y entrega de la voluntad individual, quienes perseveramos estamos convencidos en participar en algo muy valioso para el desarrollo individual y el perfeccionamiento de nuestro ser en el mundo, por mucho que nos veamos amenazados por la duda y los límites del entusiasmo o las decepciones u otros vaivenes internos, sin embargo, un verdadero masón no abandona fácilmente, como los marineros, esperan a que la tormenta pase y se ponen en cubierto, pues confía, porque saben que en el camino de la masonería volverá a brillar el sol.

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