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QUÉ ES EL ALMA?

En Masonería «Dios» y «Alma» no están cargadas de un dogmático significado definido, pero si tratamos de estudiar estos temas a profundidad . Alma Inmortal y Dios Creador son términos que tienen todavía tanto poder teológico supersticioso que es peligroso emplearlos en público, sin que alguien resulte sensiblemente afectado . La opinión pública por tanto a falta de apertura debe pasar por los tormentos de las ideas fanáticas religiosas, del ateísmo y del materialismo, antes de estar dispuesta para entender una metafísica masónica sin teología y sin fanatismos ateos. Pero bien podría considerarse al Masonería como un órgano generador de la opinión pública. En efecto, muchos masones han cruzado el Mar Rojo del fanatismo religioso y el rio Jordán del fanatismo ateo. En consecuencia los masones , bien podemos decir sin peligro que nosotros los masones hemos sino purificados por esas aguas lustrales. Podemos así usar los masones los términos «Dios» y «alma» sin superstición y sin despertar esas malignas asociaciones con algún organismo religioso dogmático. Pero ¿son definidas en Masonería las significaciones que se les asignan a estos términos? -Ahora lo son, aunque, por supuesto, no ha sido así durante muchos siglos. La última persona que empleó en Europa las palabras «Dios» y «alma» como términos exactos fue probablemente Tomás de Aquino. ¡Después de él, el diluvio! Estoy convencido de que Lutero no tenía un concepto más exacto de lo que quería decir por «Dios» que el que tiene hoy el Papa Francisco. Los masones usamos, secretamente, Antropomorfismos al considerar a Dios como un Arquitecto . Observará que los deístas clásicos: quiero decir los que insistían en una imagen clara de Dios con características humanas se refugiaron en Logias Masónicas desde hace cientos de años. Por otra parte, los demás masones que se desligaron de teísmos y deísmos eran demasiado refinados para considerar a Dios como un hombre y demasiado no-metafísicos para considerarlo claramente como una idea. En consecuencia, muchos masones a atreves de los siglos erraban en la neblina, y veían a Dios y al alma como quimeras o imágenes proyectadas en la Caverna de Platón y, por último, como supercherías. Para ellos Dios y el alma habían dejado de tener la más mínima existencia real: las palabras Dios y Alma estaban vacías, y así se creó el cisma masónico, entre masones ateos y creyentes , cisma comenzó el 17 de Julio de 1751 que dura hasta hoy 9 de enero de 2021. Pero creo que ahora hemos vuelto a la posibilidad de una definición masónica : una definición que defina verdaderamente la controversia . Por ejemplo, no hay nada vago en la definición de «Dios» en Masonería como la «causa del ordenamiento original del Universo». Podrá Usted decir, si así lo desea, que no hay nada necesariamente cómodo en esto, nada esencialmente beneficioso, nada, en efecto, de lo que por tradición se asocia con el Dios Bíblico. Para mí, por el contrario, todo está en el ordenamiento original de la materia, con excepción de una sola cosa: el «alma». -¿Y su definición del alma en Masonería , si mal no recuerdo, es la consciencia, o aquello que llega a percatarse de la manifestación del ordenamiento de la materia? -Sí, es cierto; pero verá la dificultad de obtener un concepto claro de aquello, ya que somos eso nosotros mismos. EI alma no puede conocerse a sí misma, puesto que no puede ser simultáneamente sujeto y objeto de conocimiento. Pedirle al alma que sea el objeto de su propio conocimiento es como pedirle a un hombre que se ponga en pie sobre sus propios hombros, o a un pájaro que vuele sobre sí mismo, es como el cerebro humano un órgano tan complejo , pero irónicamente el cerebro no sabe nada de sí mismo , o al menos hasta que la neurociencia comenzó a estudiar el sistema cerebral y sus neuronas. El que conoce siempre permanece desconocido para sí mismo, esta es como una Ley Universal o algo así. -¡Pero, entonces, el alma debe permanecer siempre desconocida! -De ninguna manera. En primer lugar, hay una forma de conocimiento que no requiere de un sujeto y de un objeto. Es un conocimiento directo. Lo que ordinariamente llamamos conocimiento es la suma de nuestras deducciones provenientes de impresiones sensorias; esto es, se deriva no directamente, sino indirectamente, a través de una cadena de impresión y deducción. Pero hay otro medio de conocimiento que prescinde de uno o más o, al final, de todos los intermediarios. La intuición, por ejemplo, prescinde de uno de los pasos ordinarios; el genio prescinde de dos; pero lo que los santos llamaban iluminación, prescinde de todos. En segundo lugar, así como no podemos mirar directamente al sol, pero podemos contemplar su reflejo en el agua, o aun en la luna, asi, creo yo, se refleja el alma en la mente, y puede ser conocida por su intermedio, aunque, por supuesto, sólo parcialmente. Por lo menos, es evidente que hay más en la mente de lo que la impresión sensoria ha puesto allí. -¿Qué, por ejemplo? -Bueno, sin agitar el polémico fantasma del origen de la razón (que, dicho sea de paso, no puedo considerar, según hacen los psicólogos actuales, resultado evolucionario del instinto), indicaré aquello que, en mi opinión, debe la mente a la resplandeciente proximidad del alma. El deseo y la esperanza de inmortalidad son, por supuesto, indiscutibles. Ningún animal los posee. Por otro lado, se ha argumentado que la esperanza de inmortalidad que abriga la mente humana es un simple contrapeso del pre-conocimiento humano de la mortalidad, pre-conocimiento que tampoco poseen los animales. Pero creo que este deseo de inmortalidad está tan entretejido con otras cualidades y poderes de la mente que es imposible considerarlo un simple contrapeso de nuestro pre-conocimiento de la muerte física. Por el contrario, todas las cualidades nobles que distinguen a la raza humana derivan de la creencia en la inmortalidad del alma. -Pero aunque este fuera el caso, la verdad de la inmortalidad no se habría establecido; ¿no es cierto? -De acuerdo; pero recuerde que lo que estamos buscando ahora es un reflejo en la mente de la naturaleza del alma. No estamos pidiendo una concepción
intelectual susceptible de una demostración racional. Desde un punto de vista racional, la verdad de la inmortalidad sólo puede establecerse por medio de impresiones sensorias; y puesto que por el momento esto es inadmisible, la inmortalidad es racionalmente indemostrable. Por otro lado, tenemos que explicar la presencia de esta creencia en la mente. Valgámonos de un viejo símil: si de repente un cristal puro parece rojo, deducimos que se le ha puesto cerca un objeto rojo que ha quedado reflejado en él. Análogamente, si una creencia aparece en la mente sin ningún origen perceptible ¿no es cierto que podernos inferir que se debe a la proximidad de un objeto no perceptible? Sostengo que el reflejo del alma en la mente despertó en ésta una creencia de la inmortalidad -creencia que no está basada en la razón y que no se deriva de impresiones sensorias pero que de todas maneras es una creencia. -Sin embargo, muchas veces no hay tal creencia en la mente. ¿Debemos concluir que, salvo que la creencia en la inmortalidad exista en la mente, el alma del hombre está muy distante o completamente ausente? -No tenemos que llegar necesariamente a esa conclusión, creo yo. En la mente puede existir muchísimo más de lo que sueña la conciencia articulada. La suma de nuestras creencias formuladas puede ser, y generalmente es, mucho menor que la suma de las creencias en que nos basamos habitualmente para actuar. Aún más, en muchas ocasiones negamos con palabras lo que nuestras acciones prueban que en efecto creemos. Y esto, quizá, explique la conducta de ateos y materialistas declarados en dudar y la conducta de muchos que se profesan creyentes en una fe ciega en la inmortalidad del alma. -Entonces, en realidad, ¿Por qué la Masonería Regular da mucha importancia a la creencia en un Ser Supremo? –Da mucha importancia a la creencia en Dios, pero No a las creencias religiosas generalmente expresadas en bases dogmáticas. El credo verbal de un hombre puede no tener ninguna relación real con el credo que lo hace actuar. Es muy raro el religioso que cree lo que hace y que hace la que realmente cree. Pero sólo en una mente tal, se unifican realmente el pensamiento, sentimiento y acción. -Admitiendo entonces que por lo general no se puede confiar en el informe de la mente, ¿qué pruebas hay de que el alma pura en realidad opere sobre o a través de la mente y haga actuar al ser humano en consecuencia ? Si la mente no se da cuenta necesariamente de ello, ¿cómo puede uno darse cuenta? -He dicho que hay dos maneras: la primera es directamente y la segunda por una especie de inducción. Al alma le es posible, conocerse por un acto directo, que por el momento podemos llamar constatación. Pero también es posible descubrir el alma y aun comprender su naturaleza examinando sus efectos sobre la mente. Debemos preguntarnos qué cualidades existen en la mente que parecen tener un origen no sensorio; y, en segundo lugar, podemos inferir de esas cualidades, la naturaleza del poder o alma que allí las produce. Pero cuando interactuamos con personas intuimos que hay algo en ellas , que va más allá de un simple cuerpo de carne y huesos, pero la ciencia moderna y sus métodos son incapaces de verificar exista el alma humana

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