RODOLFO RIOS VILLALPANDO
Les confieso con toda honestidad que, en la elaboración de esta plancha, pude comprender de mejor modo, lo que en realidad entiendo por JUSTICIA, es así que me permitiré exponer, lo que siento que significa este concepto, y tratar que ustedes mis hermanos comprendan que este principio cardinal de la francmasonería, enaltece el espíritu y fortalece aún mas la inquebrantable moral de todo Francmasón.
Para poder conceptualizar que representa la JUSTICIA para un Francmasón, he podido revisar varios conceptos. Pero considero que el que más se acerca al espíritu de JUSTICIA que profesa nuestra Augusta Orden, según mi parecer, es la que nos brinda en las Partidas del Rey Alfonso X el Sabio la cual la define diciendo que es una de las cosas porque mejor y más enderezado mente se mantiene el mundo y es arraigada virtud que dura siempre en las voluntades de los hombres justos, da y comparte a cada uno su derecho e igualmente establece tres mandamientos:
1ro.- Que viva el hombre honestamente.
2do.- Que no haga mal ni daño a nadie.
3ro.- Que de su derecho a cada uno.
Desde un punto de vista más general, es difícil separar la JUSTICIA del DERECHO ya que el segundo es el instrumento para obtener la primera.
La JUSTICIA que es un ideal de la verdad, tiene como esta, en la apreciación de los hombres distintos prismas y es imposible de albergarla en una ley física e inmutable, esto debido a la apreciación subjetiva que la JUSTICIA tiene y ha tenido en todos los tiempos.
Producto de la naturaleza humana, la JUSTICIA sufre mudanzas que le imprimen los distintos pareceres, los cambios de opinión y las diversas apreciaciones a un fenómeno jurídico.
La JUSTICIA ha sido en cierto tiempo la esclavitud, producto de intereses mezquinos de una clase dominante sobre otras, la cual beneficiaba a sus propias aspiraciones, en franca acción de sometimiento de las demás razas, y JUSTICIA es en el presente la libertad plena del individuo de acuerdo a los más elementales conceptos humanísticos.
¿QUÉ ES JUSTICIA?
Es la aspiración más noble del ser humano de poder encontrar en cada persona un atisbo de ecuanimidad, honradez y de verdad en todos sus actos para poder llegar a hacer un mundo mejor; ver en cada ser humano a un masón, igual, fraterno y libre.
LA JUSTICIA comprendida por un masón es lo que le otorga su propia conciencia porque no puede existir otro elemento más importante que pueda evaluar nuestros propios actos, que nos dice sí nuestras acciones son justas o injustas.
En su caso, si son justas nos premia la recompensa de la paz interna del alma y la virtud de acercarnos a la verdad. En su caso, sí son injustos comprenderemos el significado del remordimiento y la angustia que provoca el haber actuado injustamente contra el prójimo y más aún contra nuestra propia conciencia.
La Justicia divina y la humana, son respetados por todo masón que con temor y gran amor venera al G:.A:.D:.U:. La divina que con inmenso amor nos juzgará y la humana que respetamos por vivir en sociedad y ser parte de ella.
Las normas y leyes establecidas, tanto por el Ser Supremo, como las humanas, son para proteger al hombre que, no comete injusticias, como para castigar a aquellos que las infringen, entonces cumplen una doble función.
Es así que las normas establecidas por nuestra noble institución son de lo misma naturaleza, que protege a aquel hermano que cumple sus deberes y obligaciones para con nuestra Orden. Como también, mediante sus órganos jurisdiccionales, somete a un proceso a aquellos hermanos que han incurrido en faltas contra los principios masónicos transcritos en la Constitución y Reglamentos de la G:. L:.B:. y por los Reglamentos Internos de cado Logia en particular.
Estas faltas, que serán evaluadas con total imparcialidad y ecuanimidad por aquellos hermanos, que tengan está difícil responsabilidad, que es la de impartir justicia.
Hablando específicamente de la administración de justicia, nuestra Augusta Orden, posee inmersa en la Constitución Masónica, un código de Procedimiento Penal, para juzgar a los HH:. sindicados de cometer alguna falta en diferentes instancias, dando lugar por supuesto, al derecho de defensa, en estricta vocación de impartir justicia a quien lo solicite.
Conclusiones.-
1ra.- El camino a la verdad, siempre está iluminado por la luz que emana la JUSTICIA, sin la cual el Masón estaría desprovisto del más y principal instrumento de defensa, para combatir la injusticia de la desgracia de la conciencia humana, que somete al prójimo a la pobreza cultural, social, económica y más que todo a la moral.
2da.- Considero que el masón, tanto en su vida masónica como propia debe siempre ser un hombre honesto y justo, recto y correcto en su proceder, para engrandecer su espíritu y de esta Augusta Orden.
3ra- LA JUSTICIA, esta comprendida en el universo axiológico que se perfecciona en nuestros actos, pues son los valores que posee el ser humano, lo que determinara la virtud de ser justo.
4ta. – La JUSTICIA divina es inmutable, es una sola, la del amor. La verdadera justicia es aquella que Dios imparte y que impartirá en un futuro no muy lejano, a la cual todos nos someteremos.
En cambio, LA JUSTICIA de los humanos, es mutable porque todo cambia, más no así en los hombres justos, que poseen la virtud de la búsqueda de la verdad, que no ven en una Diosa con los ojos vendados una expresión de JUSTICIA, IGUALDAD Y ECUANIMIDAD en su JUICIO, pues la luz de su conciencia, les permite acercarse a Dios, que es la única verdad y la más justa.