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EL PROGRESO MORAL

Tiempos que transcurren, vientos que llegan y vientos que se van, Así es el transcurrir de la vida natural. Los aires que llegan traen novedades, posible de ser útiles y recepcionadas, y los que se van se llevan otras que ya han cumplido su misión y dejado su obra en el espacio si es que fueron aceptadas.

En la observación del transcurrir del tiempo, de los sucesos que ocurren, la comprensión de los mismos, que se llama historia, hay algo que se ha cumplido sagradamente, es la evolución de las especies obedeciendo una ley natural que es el mejoramiento continuo de las especies y sus condiciones de vida.

Alejándose de los sucesos y procesos en concreto, para observarlos en perspectiva a todo el conjunto, se observa el avance, la evolución. Pero, acercando la observación a lo más concreto, se aprecia avances, retrocesos, crisis, pugnas, etc. y con esto la convicción que la evolución tiene costos bajos, altos, excesivos pero que son necesarios para que el desarrollo continúe.

El sentido común obviamente quisiera una evolución los mas indolora posible, con menos sufrimientos, con los esfuerzos y trabajos necesarios y compartidos responsablemente, y con los máximos avances posibles. Es la esencia del equilibrio como punto equidistante entre los extremos.

Cuál es el poder universal capaz de influir en la humanidad convenciéndola que la evolución puede ser menos dolorosa, con sufrimientos esperados pero tratados, con los esfuerzos y trabajos necesarios compartidos igualitaria y responsablemente y tratando de lograr el máximo logro en beneficio de todos. En otras palabras el progreso moral y ético; la virtud en la humanidad y la virtud en cada persona. Veamos una posibilidad de alcanzarlo, con herramientas como el amor, la fraternidad, la educación.

La Francmasonería, institución fundada sobre los principios de la ley natural, lleva impreso un sello de antigüedad muy remota, e irradia un espíritu de filosofía y de moral tan puros, que le dan importancia y le aseguran el respeto, consideración, y confianza en los tiempos pasados y presentes, en todos los pueblos de la tierra y en la mayoría de las instituciones vigentes en cada tiempo.

La genialidad de la francmasonería es que ha tenido siempre el instinto de lo verdadero. Aceptar y buscar la verdad como lo máximo del conocimiento humano la elevo a la cúspide, sobre todos. La verdad encontrada y demostrada rige definitivamente su criterio. La verdad deducida y alcanzada con los medios naturales la condujo al reconocimiento del Ser Supremo. Siempre es la Verdad.

La creencia en la existencia de un Dios único, el amor a la humanidad y la fraternidad universal, que son las bases fundamentales de la doctrina masónica, han sido la fuente fecunda de los beneficios para sus adeptos y para la sociedad en la cual estos forman parte.

En sus templos se aprende a amar y respetar todo lo que la virtud y la sabiduría consagran.

Su espíritu de libertad y esencia del progreso, condena y desecha el despotismo.Trabaja incansablemente para unir a la especie humana en lugar de dominarla y someterla. La unión quiere alcanzarla con los lazos del amor fraternal y extenderla a la humanidad en todos los ámbitos de la tierra con actitudes de tolerancia, simpatía, solidaridad en que la Masonería se inspira.

La masonería tiene todo cuanto es necesario para formar al hombre social. Tiene capacidad de formarlo en todas las altas condiciones de moralidad, de conocimientos e instrucción y de independencia, que son los principales atributos de la verdad y por lo tanto de la naturaleza de la francmasonería. Marca la línea y dirección de la marcha y propagación de los movimientos de las luces hacia la evolución, armonizando su acción con el espíritu de los tiempos.

En este concepto la francmasonería; según la definición oficial universalmente aceptada, y contenida en los códigos de las principales potencias y autoridades masónicas del mundo; es una institución de fraternidad universal esencialmente filantrópica filosófica y progresiva, que proclama la existencia de un Principio Creador, bajo el nombre del Gran Arquitecto del Universo y tiene por principios fundamentales la tolerancia mutua, el respeto de sí mismo y de los demás, y la libertad absoluta de pensamiento y de conciencia. Por tanto está abierta a los hombres de todas las nacionalidades y de todas razas, cualquiera sean sus creencias y sus opiniones, con tal que sean libres y de buenas costumbres.

Tiene por objeto, la investigación de la verdad, el estudio de la moral, y la practica de la solidaridad; trabajar por el mejoramiento material y moral, y por el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad, hacer extensiva a todos los hombres los lazos fraternales que unen a los francmasones sobre la superficie del globo y luchar incesantemente contra la ignorancia, bajo cualquier foro que se presente. Es una escuela de moral máxima, mas allá de la común, según establece sus Normas y documentos oficiales que la rigen, cuya norma de vida para sus adeptos se resume así: Vivir honradamente, obedecer las leyes de su país, practicar la justicia, amar a sus semejantes, trabajar incesantemente para el bienestar de la humanidad y procurar alcanzar por medios pacíficos y progresivas su emancipación.

La Francmasonería honra y dignifica el trabajo y lo considera como uno de los deberes más esenciales del hombre, por eso nomina a sus miembros con el digno titulo de obreros y proscribe la ociosidad voluntaria.

De estos antecedentes, definiciones y declaraciones propias y cumplidas, se deduce claramente que la francmasonería es una institución nacida para combatir con las armas de la persuasión y por la fuerza moral del buen ejemplo todo lo que atente al progreso de la razón y al espíritu de la confraternidad universal.

El ejemplo, es la fuerza moral que se adquiere por la virtud. La virtud es la única que la opinión reconoce como legitima y la conciencia de los pueblos la consagra como el máximo poder soberano de las naciones.

La virtud y la práctica de ella como ejemplo de conducta, cifra la masonería su mayor gloria y la causa de los grandes triunfos que con justicia la han colocado como la primera al frente de todas las grandes
instituciones nacidas del amor a la humanidad y del interés por el bienestar de los pueblos.

En resumen los conceptos adoptados por la Masonería como divisa y conducta: la Verdad, un Dios Único, amor a la humanidad, fraternidad universal, sabiduría, libertad, respeto, tolerancia, solidaridad, trabajo, moral y ética, ejemplo, son los que conceden a la Orden Masónica como la ciencia que reúne a las otras ciencias morales y se constituye en la Ciencia del Progreso Moral y resume su acción social en dos grandes atributos de la inteligencia: Luz y Verdad.

Ilustrar a los hombres sobre los principios de la ley natural, construyendo su instrucción en ideas solidas y positivas; convencerlos por la persuasión y enseñarles con el buen ejemplo, es conducirlos por la fuerza de la razón a un régimen de orden, a un estado de paz y bienestar duradero y envidiable.

Estos son los principios y los fines de la francmasonería.

La Masonería es universal y esta es una fortaleza, pues sus principios y acción en todo el globo crea una soberanía masónica, ejercida por los miembros activos y dispersos sobre la faz de la tierra.

La Masonería también es generosa, porque su soberanía universal la ejerce sin afectar las leyes del país en el que actúa y más bien comparte los efectos de su soberanía, con los estados en los que forma parte como institución y sus miembros como ciudadanos.

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