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Y QUÉ VIENE AHORA …

Más que un año, 2020, es una época, un periodo de tiempo con hechos ocurridos y personas que protagonizaron los mismos. Un periodo que se ha caracterizado por varios cambios que han marcado la vida del hombre y de la sociedad en la que vive. Un lapso que, en este año, la humanidad acaba de ser acorralada en un encierro de resguardo, ante el ataque de un virus Covid

  1. (Corona Virus Desease 2019) inalcanzable a la vista y al inútil e incapaz poderío militar del cual las potencias tanto

alardean y se jactan de mostrarlo, como advertencia al del frente.

Hubo de todo, acontecimientos felices y sorprendentes; de cambio y transformación; de bienestar y progreso individual y social; de admirables avances científicos y tecnológicos; otros preocupantes y desesperanzadores; varios sangrientos y tristes por el odio y egoísmo clavados en ellos; y muy pocos e irrelevantes, en los cuales las virtudes han brillado, como la Madre Teresa de Calcuta.

Si realmente de todo, pero no la dedicación para absolver los interrogantes que han surgido repetidamente, en todas las épocas anteriores. Mucho se han esforzado las brillantes imaginaciones de cada tiempo, sin lograr satisfacer las inquietudes; pero al menos dejaron a la humanidad, testimonios de interés, deseos, preocupación y sobre todo de inteligencia humana que busca, exprimiendo a la mente e intelecto, respuestas a la existencia.

Varias épocas pasaron y sucesivamente en el transcurrir de ellas, se llegó a extremos que necesitaron un sacudón humano para recobrar al hombre a la realidad. Hace 2000 años la esclavitud inhumana; el dominio sangriento de unos pueblos sobre otros; la conducta inmoral vigente; el delito; el engaño; la codicia, tenían carta de ciudadanía en la población conocida históricamente. Aparicio un hombre que impacto con su verbo y conducta a la humanidad, reflexionándola, atrayéndola al bien y la virtud y revelando verdades de fe divina que responden a los interrogantes de la existencia. Fue crucificado por ello, pero su influencia cambio al mundo de ese entonces y su ejemplo perdura hasta nuestros días. Su mensaje conocido es reabierto cada vez que la humanidad está en crisis y … la desesperación se aplaca.

Las preguntas siguen irresueltas: ¿de dónde venimos? ¿Como apareció la vida?; ¿Dónde vamos y cuál es nuestro destino?; la respuesta fundada en la fe divina no satisfizo a todosy con el correr del tiempo y los sorprendentes descubrimientos del hombre, la incredulidad aumento.

Solo se confía en la respuesta humana, sustentada en el conocimiento humano, para explicar un hecho superior al humano. Mientras tanto, las dudas sobre el origen de la existencia seguirán acosando, mucho más con los espectaculares avances científicos que se lograron, los cuales reafirman con mayor consistencia la inquietud; …si nada puede surgir de la nada, … cómo surgió la vida ¿?

El pensamiento de la época actual, está marcado por el materialismo, por el individualismo, por la acción del hombre a su propia gloria y triunfo. La criatura estrella de la creación, la que goza de inteligencia, memoria, aciocinio, decisión y elección, confirmó que es la máxima obra de la creación en el planeta donde habita. Salvando las distancias es un Renacimiento con culto al genio. Saber es poder. El hombre es creado para el propio hombre y la meta es sobrepasar todo límite, inclusive el de la naturaleza y el de sí mismo. Así lo hace y así le va.

En este punto antes de seguir es justo reconocer la existencia y obra de una mente prodigiosa, el eminente cosmólogo británico Stephen Hawking quien, hasta la fecha, posiblemente es el único que alcanzó el nivel de brillantez de Albert Einstein. En la que puede ser su última advertencia, manifestó que los humanos debemos salir de la Tierra para lograr sobrevivir como especie. Dejo obras muy importantes como El Gran Diseño. Una breve historia

del tiempo. Propiedades del Universo en Expansión, entre otras.

Como decíamos, la humanidad esta acorralada e insegura. Ante la indefensión y mantener la vida, solo le queda aventurarse fuera de sus hogares con todo el riesgo personal, en sus manos. Pasaron los momentos de observación, sorpresa y horror; los de confinamiento y resguardo; los de espera a que llegue pronto uno de los justicieros, esos de aviones, barcos y cohetes, que ponga fin a esa minúscula y atrevida amenaza. Llego la triste comprobación que nadie es capaz de hacer algo; y finalmente la conciencia y la verdad que asegura: no podemos, porque no sabemos y lo que sabemos es insuficiente para lo que se necesita. El hombre décadas atrás, había traspasado su límite, … estaba seguro, que era más de lo que se creía; y cuando la realidad se presentó, retrocedió en días a esconderse, a ser lo que es, un ser vivo más de la naturaleza. El convencimiento, no lo derroto, lo puso en la realidad. Lo sustrajo de la estupidez en la que estaba soñando. No es el rey ni la estrella de la naturaleza, simplemente es un ser más, con características diversas de los otros. Ahora otra vez con los pies en la tierra y los sueños de poder esfumados, hará un recuento. “He vivido experiencias, he aprendido mucho, he estudiado y descubierto cosas extraordinarias, estoy en mi mundo y vida que ahora recuerdo, aun no terminé de conocerlos y entenderlos. ¿¿Que debo hacer…??

¿Una respuesta será la que brota de su interior y le dice: VUELVE A LA HUMANIDAD, A LA FRATERNIDAD, A LA IGUALDAD … ABRAZA EL AMOR ALEJATE DEL MAL.? ¿Será el cambio que el Creador, anuncio en la respuesta divina hace 2000 años? ¿Sera la advertencia del cercano final? ¿O que sucederá ahora?

Ante tamaña incógnita que se cierne sobre el ser humano, demostrado como está que no es el sobrenatural que se creía, ¿Debería esperar el desarrollo de los acontecimientos y esperar el esenlace? Claro, es una alternativa. ¿Acaso no paso esto otras veces en tiempos pasados y remotos? Cobro millares de víctimas, el precio de la experiencia, y después se descubrió que se trataban de infecciones, bacterias, microbios, etc. Se inventó la vacuna, el tratamiento sanitario y todo solucionado y presto para continuar con el ritmo de vida y gozo vigente. Fue así, siglos atrás, con una población también de siglos atrás. Ahora, siglos después, ¿tendremos la misma actitud de esa población y seguiremos

creyéndonos, el sobrenatural? Es una alternativa de reacción muy actual y acorde con el pensamiento de muchos líderes, no solo políticos, en diferentes partes del mundo. No importa si mueren y cuantos mueren, importa quien detenta el poder, como tener influencia, acumular fondos imprescindibles para una vida de comodidad, lujo y ostentación. Pero, … ¿y los demás?, … son lo de menos.

El hombre, tiene muchos problemas en su hábitat natural, que son insolubles si mantiene la actual actitud. Solo la desaparición de la especie haría posible el retorno de la quietud y paz pues inclusive la victoria de pocos sobrevivientes, sobre los muchos desaparecidos, repetiría la confrontación entre ellos, por los mismos intereses anteriores. No es presunción, es la actitud del hombre demostrada en las pasadas épocas. El egoísmo, la violencia y el sometimiento son las constantes de su

existencia. En el pasado era de unos, contra otros. Y no aprendían, pese a todo tipo de resultados y lecciones que se les proporcionaba, Pues bien, ahora es de alguien, contra todos. De quien no es visto, pero existe, contra todos que son visibles y palpables. Pero que abuso¡¡ dirán algunos; es desigual¡¡ exclamaran otros, como si fueran los jueces dueños de la Creación. El hombre fue puesto sobre la faz de la tierra para dar vida, dar amor, construir sociedades de hombres de bien. Termino dando muerte, odio, creando terror, violencia, formando pandillas, mafias, asaltantes, terroristas, delincuentes, con jueces venales, corruptos sobornables.

Este no es el objetivo de la creación de la humanidad; o acaso hay alguien que pueda demostrar lo contrario; que estamos yendo por buen camino, orientación y al mejor destino. Acaso en la formación humana legal, hay una institución o al menos un tema que sea de educación pedagógica, científica moral y obligatoria que enseñe el mal. No la hay. El mal es la ausencia del bien. El bien es humano y espiritual, el ser y el espíritu. El mal es materia e instinto, es cuerpo y reacción

Esperanzadoramente, puede haber otros, ojalá la mayoría, para que esta situación de pandemia, la vean como una oportunidad para una alianza del género humano en su totalidad, con los otros seres con los que compartimos el hogar grande. Un compromiso de respeto, a los respectivos sitios de residencia y convivencia, de los seres humanos a los otros seres vivientes. Consideración a la propia vida y a la ajena; buen trato a la existencia individual de las personas y de los

otros habitantes; reconocimiento a los derechos de cada uno y de todos los que existen en el planeta, de acuerdo a las características que tienen; compartir según las prerrogativas otorgadas y reconocidas, los bienes y favores que la naturaleza otorga. Cuidar el medio ambiente según como cada ser lo utiliza y se sirve de él, para tener una vida en concordia, estable y segura.

Esta es en gran parte, la armonía de convivencia natural. Tan extraño, cándido o ingenuo resulta leer y escuchar este planteamiento, cuanto más hemos acostumbrado nuestra animo al abuso, irrespeto, desconsideración, escarnio, burla, reinante en nuestra época. Sin embargo, son las condiciones necesarias que se requieren para una existencia terrenal plena, serena y feliz, como el ser humano aspira, pese a todo.

Es el momento de la reflexión, en la parada de la marcha, que la pandemia obligo al hombre a hacerla, en el camino hacia su destino.

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