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VIRTUD, HONOR Y MISERICORDIA (Tomado del Catecismo del Ritual Emulación)

Al Oriente del Titicaca 

Aristides

VIRTUD, HONOR Y MISERICORDIA (Tomado del Catecismo del Ritual Emulación) 

VIRTUD 

Leyendo la historia de la antigua Roma, encontramos que el Cónsul Marcellus intentó erigir un Templo dedicado a la Virtud y el Honor; habiendo sido prevenido, a tiempo, en cuanto a ejecutar el diseño, alteró los planos y erigió dos Templos, contiguos el uno al otro, situados de tal modo que el único camino al templo del Honor era a través del templo de la Virtud; dejando una elegante enseñanza moral a la posteridad, en cuanto a que la Virtud es el único camino directo al Honor. La Virtud es el más alto ejercicio de y el mejoramiento hacia la razón; la integridad, armonía justo balance de los afectos; la fuerza, y belleza del alma. 

La perfección de la Virtud es dar a la Razón toda su proyección; obedecer a la autoridad de conciencia con diligencia; ejercitar los talentos defensivos con fortaleza, los públicos con justicia, los privados con templanza y todos ellos con prudencia; estos en directa proporción con los otros, con calma y difusiva beneficencia; amar y adorar a Dios con afecto incomparable y desinteresado; y para consentir las dispensas de la Divina providencia con alegre disposición. Toda aproximación a este comportamiento es un paso hacia la perfección y felicidad, y cada desviación consecuentemente es una tendencia al vicio y la miseria. 

HONOR 

Puede justamente definirse como el espíritu y sublimación de la Virtud; la verdadera base de la fe mutua y la credibilidad, y la real interrelación con las cosas de la vida que son transadas con seguridad y placer. Esto implica la unidad de sentimientos de Virtud, Verdad, y Justicia, llevada a cabo por una mente generosa más allá de las meras obligaciones que la ley requiere, o para las cuales se penaliza su violación. El verdadero honor, a través de principios diferentes a la religión, es el que produce los mismos efectos; las líneas de acción, no obstante se tracen desde diferentes partes, terminan en un mismo punto. 

La Religión abarca la Virtud, en cuanto está considerada en las leyes de Dios. El Honor, es una gracia y ornamento a la naturaleza humana. El hombre religioso teme, el hombre de honor desprecia hacer cualquier mala acción; este último considera el vicio como algo por debajo de él; el otro como algo ofensivo al Ser Divino. Un verdadero hombre de Honor no debe contentarse con el descargo literal del deber de un hombre y un ciudadano; él da, cuando corresponde quitar; él perdona, cuando puede con justicia resentirse. Toda su conducta está guiada por los más nobles sentimientos de su propio corazón libre de vicios; una verdadera rectitud moral es la regla uniforme de sus acciones; y una justa alabanza y aprobación es su debida recompensa. 

MISERICORDIA 

Es una refinada virtud, que cuando la poseen los monarcas, agregan lustre a cada gema que adorna su corona; si es el guerrero, da frescura incesante a la guirnalda que sombrea su frente. 

Es el compañero del honor verdadero, y el mejorador de la justicia, cuya silla, cuando se entrona, interpone un escudo de defensa en beneficio de la víctima, impenetrable a la espada. Y como las aguas vernales descienden sobre la tierra, para restaurar y vigorizar a toda la creación vegetal, tal misericordia, actuando en el corazón, cuando los fluidos vitales se condensan por el rencor y la venganza, por su regocijante calor vuelve la naturaleza a su fuente en corrientes más puras.

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