En el ámbito de los valores humanos, la Sencillez es conocida como la capacidad que tiene un ser humano de manifestar sus cualidades de Humildad, Empatía, Respeto, Receptividad y Solidaridad, independientemente de su nivel social, intelectual, económico, profesional o de cualquier índole.
De esta manera, una persona que practique la sencillez como norma de vida será un individuo que a pesar de los éxitos que logre en su vida personal no olvidará el hecho de que sus semejantes respeto y que el valor que tienen como individuos, nunca debe dejarse de en cuenta. En sintonía con esto, su trato debe ser de plena igualdad con sus semejantes, sólo por el hecho de que ambos son humanos, independientemente de las investiduras que haya designado la civilización para cada uno de ellos.
La repercusión que tiene en la vida de un individuo la práctica de la sencillez, es que será percibido, por su entorno, como una persona íntegra, respetuosa, solidaria, humilde y valiosa, lo que en primera instancia le generará la posibilidad de poder establecer relaciones interpersonales basadas en la confianza.
Una sociedad conformada por individuos que practiquen el valor de la sencillez, será una comunidad humana donde se establecerán relaciones interpersonales basadas en la humildad, la sinceridad y la empatía, lo cual generará, con el tiempo, la sinergia necesaria para avanzar en el camino del desarrollo personal.
Para ser auténtico hay que empezar por ser sencillo, no escabroso, dificultoso, arduo o complicado, deseoso de mostrarse tal cual se es. El arte sencillo es el que permanece, la literatura que se recuerda es la que se entiende; y la mejor explicación es la más breve. Es difícil ser sencillo en un mundo complicado, pero se puede. Sencilla es la bondad y sencillos son la razón y el amor.
Para llegar a ser sencillo, habrá que comprender y entender la sencillez e incorporarla en la interioridad, para que desde allí se manifieste en las expresiones exteriores.
Una persona sencilla es la que pone su corazón en los detalles pequeños de cada día, se hace la vida más alegre a ella y a los demás. Una persona sencilla es transparente, auténtica, coherente con lo que cree y vive. Está en armonía consigo misma, y transmite paz, serenidad y amor.
Una persona sencilla es aquella que no aspira a grandes puestos, ni honores, sólo aspira a vivir y servir a la humanidad. Una persona sencilla es alguien que tiene un corazón abierto de par en par, es acogedor, empático y hospitalario.
Una persona sencilla es alguien que disfruta con las cosas sencillas; se fija en los detalles y saborea cada instante de la vida sin prisas. Una persona sencilla es alguien que siempre está en constante evolución, crece, comparte y disfruta la vida.
Una persona sencilla es alguien que reconoce sus fallos y errores.
Una persona sencilla es alguien que siempre tiene una sonrisa, aunque las cosas no salgan todo lo bien que esperaba.
Una persona sencilla es alguien que derrocha humanidad, fraternidad y sensibilidad.
Tiene conciencia crítica y actúa en consecuencia.
Una persona sencilla es alguien que se emociona al contemplar la hermosura de la naturaleza, de la vida.
Una persona sencilla es alguien que con su comportamiento no hace daño a nada, ni a nadie directa o indirectamente.
Una persona sencilla es alguien con quien da gusto convivir porque antepone el bien común al suyo propio.
Una persona sencilla es alguien que escucha, mira y habla con el corazón.
Una persona sencilla es alguien que parece débil, pero tiene fortaleza interior que le ayuda a superar las adversidades de la vida.
Una persona sencilla es alguien que ama y vive la verdad, aunque está vaya en su contra. No acepta la mentira, ni se queda callada ante una mentira.
Una persona sencilla es alguien que no presume de sus habilidades, simplemente trabaja y sus obras dicen mucho de cómo es.
Una persona sencilla es alguien que perdona sin tener rencor, se perdona a sí misma, perdona a los demás y sabe pedir perdón.
Una persona sencilla es alguien que se esfuerza cada día haciendo el bien. No quiere dejar el mundo sin haber colaborado para que éste sea un poco mejor.
Una persona sencilla es alguien que vive sabiendo que Dios, es el centro de su vida.
Una persona sencilla es alguien que, es consciente de su debilidad, de sus limitaciones y carencias y se acepta tal como es.
Una persona sencilla es alguien que reconoce humildemente sus capacidades y las pone al servicio de la humanidad.
Aristides