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SALUD FUERZA UNIÓN

Al empezar a dar lectura a mi plancha, quiero agradecer a nuestro querido hermano V.M. por la oportunidad que me brinda para hacerles llegar mi modesta plancha labrada en base al interés que surgió en mi persona el concepto de la emoción con relación a la conducta de los Masones.

La emoción se la define como la modificación brusca de la afectividad que se produce bajo la influencia súbita de un estímulo exterior y que rompe por un tiempo generalmente bastante corto el equilibrio fisiológico con el equilibrio psíquico.

Una teoría de la emoción como la afección del alma, fue dada por Aristóteles, al referirse lo hizo como una de las tres clases de cosas que se encuentran en el alma, las emociones son afectos tales como el apetito, el miedo, la envidia, el odio y en general todos los sentimientos acompañados de placer y dolor, las emociones se manifiestan casi siempre ante la perspectiva de algo.

Los filósofos han discutido mucho acerca del papel que las emociones desempeñan en el ser humano algunos han proclamado que debe buscarse una armonía de las emociones otros que deben cultivarse aquellas emociones que causen alegría y placer, algunos cualesquiera que sean las emociones deben experimentarse con moderación, también otros proclaman que deben descartarse las emociones.

Los filósofos que mas se inclinaron por descartar todo tipo de emociones fueron los Estoicos, lanzando su doctrina en la idea de que la emoción es la perturbación innecesaria del ánimo, también su doctrina dice que esta perturbación empaña la serenidad que acompaña la racionalidad del hombre, por lo que la emoción es considerada entonces opuesta a la razón. Sin embargo los filósofos que han acentuado la necesidad de sobreponer la razón a la emoción no han ido tan lejos para predicar que se supriman todas las emociones puesto que existen emociones buenas y malas, a la vez que nobles e innobles.

La tendencia de predicar el dominio de las emociones fue continuada por muchos pensadores particularmente los de inclinación Agustiana, quienes relacionaron frecuentemente con la voluntad como dijo San Agustín, la voluntad justa es un amor bueno, la voluntad perversa es un amor malo. En cuanto a la manifestación de las emociones se tienen dos teorías, una que primero es la emoción y luego vienen las alteraciones fisiológicas y otros que sostienen que ocurre lo contrario, finalmente de acuerdo a otros autores, la vida emocional posee su propia autonomía.

Todo ser humano debe ser dueño de sus emociones, ya que la naturaleza es un cliclo de esdos de ánimo y nosotros debemos considerarnos parte de esa misma naturaleza, adí como la marea sube y baja en la misma forma nuestros estados de ánimo subirán y bajarán, ya que todas estas situaciones son las estratagemas de la naturaleza, escasamente comprendidas por nosotros. El gozo de ayer se convertirá en algunos casos en la tristeza de hoy, sin embargo la tristeza de hoy pasará a ser el gozo de mañana.

Dentro de nosotros parecería que hubiera una rueda, que cambia constantemente la tristeza en gozo, de los estados de alegría a la depresión, de la felicidad a la melancolía. El hombre oo ser racional debería ser permanentemente el dueño de sus propias emociones, dominando todos los estados de crisis emocional a fin de que cada día sea productivo y no se deje llevar por la melancolía súbita y evitar que su vida sea un fracaso.

Los árboles y las plantas dependen de una serie de factores climatológicos para producir y realizarse como tales, en cambio el hombre puede programar disponer y planificar su propio tiempo, adecuándolo a sus propios intereses. Los masones debemos estar siempre dispuestos a irradiar todos los días los más altos conceptos de moral y basar nuestra conducta en normas que se encuadren al honor y la verdad para cumplir el ciclo diario de nuestras vidas con una alta productividad dentro  la sociedad en la que vivimos manteniendo la serenidad y proponiéndonos dominar todas nuestras emociones siguiendo un plan de batalla permanente, para no ser capturado por las fuerzas de la tristeza, de la autocompasión y del fracaso.

Un masón también debe saber tolerar el enojo y la irritación de hoy en la sociedad en la que vive, siendo este el secreto para dominar la mente y los estados emocionales. No debe juzgar a sus semejantes por las simples apariencias sin antes verificarlos, para no caer en el reproche de su propia conciencia, doto esto en lo futuro  le permitirá reconocer e identificar fácilmente los estados emocionales de sus semejantes y de el mismo, en base a la tolerancia para enfrentarse a cualquier tipo de personalidad pasiva o irritada, con el dominio total de su carácter.

De todos los seres vivientes el único que tiene el don de la risa es el hombre por esto siempre debería cultivar el habito de la risa, sonriendo cuando tiene dificultades para sentirse mejor y aliviarse de todas las cargas.

También un Masón debe tener mucha fe en los momentos difíciles o de angustia o cuando se enfrenta a un misterio superior a su comprensión o experiencia normal, invocando en estas circunstancias al G.A.D. finalmente debería vivir cada día como si fuera el último día de su existencia, valorando todo, sin lamentarse de las desgracias y derrotas de ayer, sin desperdiciar lo bueno por lo malo olvidándose de todo lo malo de ayer y de no atormentarse con problemas de mañana que tal vez no sucedan.

Cada día procurará distinguirse, eludiendo con ahínco todo aquello que mata el tiempo, destruyendo la indecisión con la acción, sepultando las dudas con la fe, el temor con la confianza y abrir su corazón con todo cariño y grandeza de espíritu como si fuera el último día de su existencia.

M.M.

Orlando Prudencio

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