Símbolo por excelencia del reino mineral.
Simboliza estabilidad y firmeza, inmutabilidad. Los cimientos construidos sobre roca son inquebrantables y resistentes.
La roca está representada en el templo masónico por la piedra en bruto sin forma, y el deber del masón es cortarla, porque así es como se corta a sí mismo.
Cuando el francmasón, por cualquier motivo, se desanima, debe tener en cuenta que es roca y, por tanto, «resistente», puede afrontar los vendavales de la vida.
La piedra masónica es granito porque está formada por la mayoría de los metales y representa la tierra, uno de los cuatro elementos de la naturaleza.
Se dice que una persona que tiene una fe inquebrantable es una roca viva.
Que el Masón, siempre, sea esa roca viva, para sostenerse a sí mismo y a los demás del grupo.
Breviario Masónico / Rizzardo da Camino, – 6. Ed. – São Paulo. Madrás, 2014, pág. 343.