Columna libre
Ricardo García Peredo: DOCENCIA MASÓNICA Y EDUCACIÓN DIGITAL DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES PARA EL SIGLO XXI
El objetivo de la siguiente presentación es describir la situación, tanto de la Masonería en el aspecto de la Docencia Masónica, como de las Instituciones de Educación superior ante los retos de adaptación a un nuevo Ecosistema Digital de Educación. Hoy en día, nuestro entorno se encuentra en una época medieval en cuanto a su esquema educativo, porque no ha tenido la capacidad de evolucionar con la transformación digital, creación de startups y de relaciones con el mundo. Se continua con los discursos, repetidos hasta el agotamiento y que, en realidad, aportan pocas transformaciones reales a las instituciones y las personas que buscan en ellas un desarrollo integral de acuerdo al nuevo milenio en el que coexistimos.
Después de 1.000 años, hoy nos encontramos en un momento cúspide para una transformación sin precedentes en la educación, docencia masónica y universitaria. La Masonería y la Educación Superior están en un momento de inflexión en su forma de gestionarse, relacionarse con el tejido social, empresarial y la sociedad en general, incluyendo estudiantes o hermanos. Si miramos hacia atrás, podemos verificar que el concepto de universidad y docencia masónica tal cual lo conocemos, es un concepto bastante estático, que no ha cambiado durante siglos.
La universidad más antigua de Europa es la Universidad de Bologna, que fue creada en el año 1088, luego de esta se creó la Universidad de Oxford en el año 1096, es muy interesante verificar que la mayoría de las universidades en el mundo todavía replican y copian un modelo de hace más de mil años. Los factores que despuntan son: la era digital, la revolución de los contenidos, el fin del monopolio de la titulación universitaria, la información y la apertura al intercambio del conocimiento como proceso de desarrollo y evolución de todo aspecto social, económico y cultural. Estos aspectos son los que están reconfigurando un espacio del desarrollo integral de las personas en nuestra sociedad.
El desarrollo tecnológico, el acceso a la información, la globalización, la transmutación o cambios sociales de las actuales generaciones están forzando a que ese modelo de mil años evolucione. Es muy probable que el modelo de educación, docencia o Educación Superior cambie más en los próximos años de lo que ha cambiado en los mil anteriores ya que con la llegada de los avances tecnológicos, el modelo tradicional se nutre de una presión externa para avanzar y transformarse.
El desarrollo tecnológico es sin duda el mayor factor disruptivo en los cambios que se están dando hoy en nuestra sociedad. Los estudiantes de la actualidad no necesitan estar en una ubicación específica para aprender, ni necesitan en muchos casos un tutor. Las personas buscan constantemente aprender, con tan solo el acceso a Internet y aprovechando los momentos que la vida les brinda, entre sus tiempos de las actividades que desarrollan. El ser humano de hoy en día, está constantemente auto instruyéndose, interactuando e intercambiando experiencias, pensamientos y conocimientos con comunidades en red.
Este desarrollo tecnológico permite que el actual estudiante tenga acceso a una gran cantidad de información que ninguna biblioteca física en el mundo podría sostener. Lo contenidos académicos, deben ser cada vez más dinámicos, selectos y oportunos, tomando en consideración la revolución que estamos viviendo, social, económica y tecnológicamente, con cambios constante en su consistencia y configuración estructural.
La comunidad digital, tiene un acceso, sin precedentes, a proyectos internacionales de investigación sin necesidad de estar físicamente presente, permitiendo compartir conocimiento a nivel mundial y contribuyendo a que sus contenidos lleguen a muchos más públicos interesados en las temáticas de estudio en el mundo entero.
Clayton Christensen, reconocido profesor de Harvard en Estados Unidos, ha publicado, que, de acuerdo a su análisis, para el año 2035 más del 35 % de las universidades actuales cerrarán sus puertas en el continente, debido a la presión de los acelerados avances tecnológicos que resultan determinantes en términos de calidad, cobertura, acceso, financiación y los modelos alternativos de enseñanza y aprendizaje.
Según las últimas cifras brindadas por el Banco Mundial, en el año 2035 y con casi 60 millones de estudiantes, Latinoamérica se convertirá en una de las tres regiones del mundo con mayor volumen de estudiantes universitarios. El crecimiento y desarrollo económico en la región, generará una demanda muy relevante de profesionales calificados y en este sentido, incrementar el acceso a la educación superior de calidad es una prioridad para Latinoamérica y nuestro país.
Por todo esto, la educación en Latinoamérica cobrará un rol cada vez más importante en la transformación social, transformación que las Instituciones como masonería y las de educación deben adoptar si desean sobrevivir al futuro.
Desarrollo La Era Digital y las presiones para transformar la docencia
Nos encontramos viviendo en la era digital, en donde todo el panorama se encuentra cambiando para nuestra sociedad, toda institución, así como las universidades, se enfrentan a un nuevo entorno de interacción que requiere alta tecnología, nuevas competencias, desarrollo de capacidades y nuevas profesiones para una nueva generación que busca perfeccionar sus capacidades de acuerdo a las necesidades de las actividades que desarrolla y sus intereses particulares.
Durante las próximas dos décadas, a medida que la tecnología asume tareas más monótonas/automatizables, solo quedarán los trabajos que exigen más habilidades analíticas y creativas. Esta situación nos obliga a repensar el sistema de educación y el cómo preparar nuestras mentes para el futuro de la fuerza laboral.
Las limitaciones físicas de donde trabajamos, se están venciendo con el aumento de la fuerza laboral circunstancial. Un informe de Ardent Partners reveló que el 30% de las fuerzas de trabajo de la empresa ahora están compuestas por empleados que no trabajan a tiempo completo, y que pueden crecer hasta el 50% para 2020.
Este fenómeno se da por la posibilidad de hoy en día, que nos permite trabajar desde cualquier parte del mundo y elegir con más libertad para quién trabajamos, cuánto tiempo trabajamos para ellos y qué hacemos con nuestras carreras.
El desarrollo tecnológico contribuye a una mayor competencia laboral, por ende, a la creación de una fuerza laboral más productiva, un mayor crecimiento económico y, en consecuencia, más puestos de trabajo en nuevas áreas. Las instituciones pondrán el momento de seleccionar gente, mayor énfasis en habilidades como la creatividad, el pensamiento analítico y la abstracción.
Debemos despertar y darnos cuenta que el aprendizaje es ya, a lo largo de toda la vida, y que esa será la única manera en que podremos seguir adelante sin quedarnos estancados. Estamos en la era de transformación digital, y nuestro desarrollo y crecimiento en todo ámbito, no depende solamente de la tecnología, depende también de nuestra inquietud y deseo de aprender y de mejorar nuestras habilidades y capacidades para reaccionar a los cambios en nuestro entorno.
Hoy en día, las escuelas de enseñanza priorizan sobretodo el desarrollo de las habilidades duras (Hard Skills), mientras que en el mercado el 85% de las empresas están dispuestas a contratar y capacitar a los recién graduados que demuestren durante el proceso de selección, el desarrollo de habilidades blandas (Soft Skills). Las habilidades blandas son aquellas que no se desarrollan con la enseñanza tradicional, como la confianza, la empatía o la capacidad comunicativa, que tienen que ver con la inteligencia emocional (5). Estas habilidades son a las que las empresas e instituciones están dando una prioridad en el momento de la contratación. Es muy posible que las instituciones hacia adelante trabajen bajo la premisa de que las habilidades duras pueden aprenderlas mientras desarrollan sus actividades, con el aprovechamiento que pueden llevar adelante mediante los estudios con las Tecnologías de la Información, que hoy abren un mundo de aprendizaje, mucho mayor inclusive que las universidades tradicionales. La pregunta de hoy es si podrán encontrar en la red, la información filtrada, como para tener un mayor aprovechamiento del tiempo, y las tutorías que puedan aclarar algunas dudas que normalmente se producen cuando hay mucho desconocimiento de un tema.
Prácticamente el conocimiento albergado en las redes, la estructura tecnológica digital y nuestro nivel de adaptación al aprendizaje en el entorno del ecosistema digital, será la base fundamental que permitirá responder a las expectativas y realidades a las que nos enfrentaremos en estos años de inflexión hacia una nueva era.
La Revolución de los Contenidos Digitales
Las nuevas tecnologías han cambiado progresivamente en los últimos años la forma de aprender, investigar, enseñar, entretenerse, disfrutar de la música o el cine y de comunicarse, generándose una industria a su alrededor. En el área educativa existen iniciativas cada vez más sofisticadas, y el ingreso de grandes jugadores tecnológicos anuncia que será un nuevo campo de innovaciones disruptivas.
La aparición de nuevas plataformas digitales se encuentra disminuyendo las brechas sociales y económicas, promoviendo el principio de universalidad en el ámbito de la educación y el desarrollo socioeconómico en general.
La cobertura en Educación Superior en América Latina crece a un ritmo acelerado, gracias a la oferta de programas virtuales, el surgimiento y éxito de los MOOC (Massive Online Open Course), mejor conocidos como Cursos En Línea Masivos y Abiertos. Iniciados hace más de nueve años, se ha creado una nueva tendencia en la educación a distancia para las universidades y centros educativos de todo tipo, representando un nuevo reto pedagógico y tecnológico
En nueve años se han demostrado transformaciones significativas en el mundo de la formación, equivalentes al progreso y desarrollo en décadas en el pasado. El panorama se ha ampliado y los recursos educativos de libre disponibilidad para la sociedad mundial, e incluso recursos en línea, se han consolidado como una opción para aquellas personas que buscan constantemente aprender y mantenerse informado de cambios y evoluciones en la configuración general de nuestra sociedad.
Los MOOC poseen múltiples ventajas para las personas sedientas de conocimiento y crecimiento personal en distintas áreas, y ha generado también un sentido de disciplina, organización, independencia y automotivación. Estas habilidades son ampliamente valoradas en nuestra sociedad, tanto en el ámbito institucional, como laboral y de liderazgos en nuestra sociedad.
Los cursos MOOC hoy en día son considerados como recursos de altísimo valor que han permitido en todas las escalas democratizar y brindar acceso al conocimiento. Los MOOC, sin embargo, aún se enfrentan a una serie de retos que no solo se encuentran relacionados con el contenido, sino también con los recursos, métodos, modelos y metodologías, pero se están convirtiendo en promotores del cambio, en transformadores del desarrollo y evolución de las generaciones actuales, de la sociedad actual y de las instituciones de educación en general.
No obstante, todas las herramientas que han aparecido en este nuevo ecosistema digital en los últimos años, para que se avance en la implantación de este nuevo modelo de estudios, investigación y aprendizaje en general, todavía es necesario superar algunas dificultades como la Brecha Digital existente en nuestra sociedad. Entre las necesidades están la creación de comunidades colaborativas, el contar con hábitos de interactuar en la red, el acceso rápido y viable económicamente de las tecnologías digitales en los centros públicos y la estructuración del nuevo ecosistema digital.
El fin del monopolio de la Titulación Universitaria
Durante más de 1.000 años las universidades han tenido el monopolio casi exclusivo de certificar conocimientos y competencias, a través de títulos universitarios o diplomas de grado, eso era lógico en un contexto en el que los profesores estaban, en su gran mayoría, afiliados a una institución educativa. Con el auge de las tecnologías, las nuevas generaciones ingresan a las aulas y la velocidad del internet para conectarse e intercambiar conocimiento. Las empresas han visto en esta revolución digital una oportunidad enorme para compartir, crear redes y capacitar.
La aceptación social y empresarial de la certificación o titulación por parte de expertos, empresas o instituciones no universitarias, representa una amenaza y/o reto para las universidades, mismo que tienen pendiente llevar el aprendizaje a millones de estudiantes a través de la educación digital.
Jugadores de talla mundial como Google no necesitan ser universidades para educar, es tal el impacto que una certificación en Marketing Digital de Google o una Certificación en Amazon Web Services son apreciada en el mercado laboral tanto o más que una certificación universitaria .
Las empresas de hoy en día, han dejado de mirar las hojas de vida de los postulantes a puestos de trabajo, para empezar a fijarse en las habilidades de las personas que están contratando. Sam Ladah, Director del Departamento de Talentos de IBM, explica que cuando buscan a nuevos talentos, consideran más sus habilidades que su historia académica, es más, si encuentran a los profesionales con las habilidades necesarias, a través de programas como el de Educación Profesional, IBM puede entregar las certificaciones faltantes, desarrollando en estas personas las capacidades relevantes para la industria de hoy y del mañana. Esta acción incluye a los solicitantes que no obtuvieron un título de cuatro años, pero que demostraron sus conocimientos técnicos de otras maneras, algunos de los mismos cuentan con certificaciones técnicas y otros que con certificaciones de habilidades blandas.
Conclusiones
El contexto explicado en este trabajo nos lleva a preguntarnos: ¿Significa esto el fin de la enseñanza tradicional? No del todo, es más, actualmente esta situación se ha convertido en un llamado, una señal de alerta para que la enseñanza tradicional tome acción, como ha sucedido en muchos casos y pueda estar a la par en materia de herramientas, temas y competencias que las tecnologías de la información ya están ofreciendo, gracias a que no temieron, ni dudaron en dar la oportunidad al ecosistema digital y trabajar sobre estas plataformas que están naciendo.
En ese sentido la educación tradicional tiene que sumergirse en el mundo actual y ecosistema digital habilitado por la tecnología, rico en información y profundamente interconectado.
Si se consigue enlazar la Docencia Masónica con esta revolución tecnológica transformadora, las nuevas generaciones de hermanos masones podrán acceder a más oportunidades de desarrollo personal y esto significaría un hito en la historia. No existen soluciones mágicas que resuelvan todos los desafíos a los que las instituciones estamos enfrentando en materia de educación, pero lo que sí debemos tener presente es que se tiene un potencial enorme, que aún no se aprovecha completamente: el campo de la tecnología educativa e interacción digital de nuestra sociedad.
A medida en que nuestras instituciones mejoren su infraestructura, también debemos invertir en tecnologías innovadoras, que puedan transformar la manera en que enseñamos y la manera en que nuestros miembros interactúan, aprenden y se desarrollan.
¿Cómo debemos emprender el camino para adaptarnos a este nuevo contexto desde nuestra Orden Masónica?
La respuesta está en la infraestructura tecnológica y el factor educación, la educación desde su base más elemental es pilar fundamental para la formación del nuevo ciudadano. En la Masonería consideramos que trabajando en la educación se puede dar la transformación del hombre bueno que busca ser mejor, para llegar a una humanidad más civilizada.
Somos parte de una institución eminentemente formadora, docente por excelencia, consagrada a través de los siglos a la noble y generosa tarea de formar un tipo ideal de hombre culto, solidario, fraternal, tolerante, amante de la verdad y la belleza, libre de prejuicios y dogmas. Ahora es la oportunidad de aprovechar y fomentar el uso de las nuevas plataformas tecnológicas en nuestras vidas, para tener un mayor y mejor alcance en nuestras sociedades e incluso no solo con nuestros miembros.
Ha nacido un ecosistema digital, que está ingresando a una gran velocidad en nuestras vidas, que esta para quedarse y de la cual, tanto nuestra orden como sus miembros, no podemos abstraernos, sino desarrollar velocidad en nuestro accionar y desarrollo personal e institucional, para continuar creciendo y acompañar los tiempos actuales.