Pienso luego existo…
RESPETO
AUTOR: SAFO
Normalmente escuchamos hablar y nosotros mismos lo pronunciamos varias veces en nuestro léxico corriente, el término respeto y éste se lo utiliza normalmente para exigirlo y rara vez para brindarlo a otra persona. Pero reflexionemos ¿Qué entendemos por respeto?
El respeto es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Es decir, el respeto es el reconocimiento del valor propio y de los derechos de los demás individuos y de la sociedad. Al manifestar estas definiciones comprendemos que el respeto es un camino de dos vías, donde se debe dar y recibir constantemente hasta el grado de poderlo resumir como un intercambio permanente y dinámico.
El respeto como la honestidad y la responsabilidad son valores fundamentales para hacer posibles las relaciones de convivencia y comunicación eficaz entre las personas ya que son condición indispensable para el surgimiento de la confianza en las comunidades sociales.
Acá surge otro término relacionado que se llama confianza y que según sea el punto de vista de cada uno puede ser la razón o la causa del respeto o sea que aparentemente debe existir un nivel de acercamiento y conocimiento entre dos personas para que nazca la confianza y como consecuencia se practique entre ellos los sentimientos de respeto. También este término se vuelca y mal utiliza como consecuencia de varias actitudes que ejecutamos los humanos con nuestros congéneres y no lo practicamos con otros seres vivos, como son los animales, las plantas y la naturaleza en sí, que es el ente vivo más grande, organizado y progresivo que existe, y al que los humanos nos encontramos en plena tarea de extinguirla.
Desde otro punto de vista y en el campo netamente humano, el respetar las diferencias, ya sean de raza, cultura, religión o incluso discapacidades, no solamente es importante en un mundo cada vez más globalizado, sino que prepara a los niños para ser solidarios, a valorar y aprender de otros, a ser tolerantes y respetuosos, y a evitar que tomen decisiones basadas en prejuicios y preconceptos, normalmente aprendidos de sus mayores.
El respeto es un valor muy importante que debemos cultivar día a día, en nuestro hogar, escuela, familia, amigos y todas las personas que están a nuestro alrededor, para de esta manera tener un espacio armónico, en el cual con la potencialidad de la confianza podamos compartir libremente.
El respeto a UNO MISMO se basa en el respeto que se tiene al otro como persona. El respeto a los demás es la primera condición para saber vivir y poner las bases a una autentica convivencia en paz. Según algunos autores y educadores, el respeto es un valor que no se hereda, se adquiere y posiblemente allí radique la causa de los problemas actuales. Es decir el respeto se debe aprender y luego ejercitar, de donde la importancia en que las leyes, los códigos y programas de educación y formación, deban estar impregnados de este valor fundamental para su transmisión didáctica a los niños, en el hogar de inicio y luego ser reforzada en los diferentes centros de formación escolar y académica.
Claro ejemplo de este aspecto lo obtenemos en las sociedades y países realmente desarrollados, donde la economía no es cuestión de extensión territorial o de las riquezas naturales con que se cuenten, sino fundamentalmente en la formación sólida sobre el principio del respeto que se da a sus nuevas generaciones. Allí tenemos la demostración en las culturas japonesas y en las chinas, donde los ancestrales conceptos de respeto a los mayores, a los débiles, minusválidos mentales o físicos, a las leyes y al sistema, son inculcados de manera práctica en la formación y ejercicio desde la niñez, en la que ellos mismos son los encargados y responsables del cuidado, mantenimiento y limpieza de sus aulas y pupitres, hasta llegar a la demostración pública efectuada por jóvenes y mayores en el último campeonato de futbol mundial del pasado año.
El respeto a los demás es una actitud permanente de palabras y de hechos y una forma de vida donde la sinergia juega un gran papel pues respetar es una actitud de ida y vuelta y para que se nos respete debemos empezar por el pilar fundamental, que es respetarnos a nosotros mismos. ¿Cómo hacerlo o que significa este último aspecto?
La respuesta es sencilla pues parte desde el cuidado personal que debemos tener para con nuestro cuerpo físico en la intimidad, hasta los diferentes saberes y aprendizajes que vamos adquiriendo en nuestro desarrollo mental, que luego son procesadas como ideas y convertidas en formas de actuar en sociedad. En este sentido cuando se practica violencia de cualquier género y ante cualquier otra persona, animal u objeto y hasta con uno mismo se está infringiendo la principal norma de respeto.
Además de todo lo dicho, el saber respetar a los demás es esencial, pues representa valorar y tolerar las diferencias y comprender que ellas nos hacen crecer. Hoy en la sociedad moderna del siglo XXI en la que existe una real crisis de valores en la vida práctica y que a su vez ha originado una serie de nuevas actitudes que a diario son amplificadas por los medios de comunicación e información existentes, la tolerancia, comprensión y respeto a esas nuevas formas de vivir y dejar vivir, son fundamentales para mantener una coexistencia pacífica en el diario existir. Las costumbres y las modas son pasajeras y muy dinámicas y algunas actitudes que antaño eran intolerables ahora son ejecutadas a diario y a plena luz del día, por lo cual si no existe la incorporación real en nuestras mentes, palabras y actitudes de los valores de la comprensión, entendimiento, razonabilidad y por sobre todo tolerancia, va a ser muy difícil mantener los lineamientos de respeto que nos deben y el que debemos a los demás.
Para finalizar entendamos por respeto al acto mediante el cual una persona tiene consideración por otra y actúa teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o sentimientos, eso implica conocer de cerca y constantemente los límites que cada uno tiene y debe mantener en cada una de sus pensamientos y actitudes.