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Charles Sanders Peirce: un nuevo Aristóteles para nuestros tiempos. Consideraciones para la educación del siglo XXI

RECORDANDO LA HISTORIA

Charles Sanders Peirce: un nuevo Aristóteles para nuestros tiempos. Consideraciones para la educación del siglo XXI

¿Quién fue el genio cuya luz intelectual brilló alcanzando un fulgor comparable al de Aristóteles, rechazado por las instituciones universitarias, sin un editor, y que, al extinguirse su vida, en la pobreza, apenas fuera recordado? Su nombre es Charles Sanders Peirce (1839-1914), norteamericano considerado fundador de la corriente filosófica denominada «pragmatismo» y padre de la semiótica contemporánea.

«Pretendo hacer una filosofía como la de Aristóteles» escribió; y el mundo científico y filosófico de hoy comienza a realzar esa idea, de modo que no es exagerado considerarlo como el nuevo Estagirita, nuevo Profesor Magíster en nuestros tiempos, en virtud de su notable rigor científico y teorías de vanguardia; o bien puede ser representado como «el último gran pensador universal» (Zalamea, 2013.) Se graduó en química por la Universidad de Harvard en 1863, y pudo enseñar lógica durante cinco años en la Johns Hopkins University. Entre 1865 y 1891 desarrolló su actividad profesional como científico en la United Coast and Geodetic Survey.

Abarcó, entre otros, la lógica, filosofía, semiótica, astronomía, geodesia, matemáticas, estadística, lingüística, química, teoría e historia de la ciencia, econometría, pragmatismo, la ética, y la psicología (considerado como el primer psicólogo experimental de Estados Unidos). Fernando Zalamea explica la empresa de Peirce como «una obra gigantesca (cerca de 100.000 páginas manuscritas) y multifacética (incisiva desde las matemáticas a la metafísica, pasando por la fenómenología) (…)». (Zalamea, 2010, p. 23). Así es como figuras notables del pensamiento han evaluado la obra de Peirce; como la de Russell, «sin duda (… ) fue una de las mentes más originales de finales del siglo diecinueve, y ciertamente el pensador americano más grande de todos los tiempos» o como la de Umberto Eco, «Peirce fue (… ) el mayor filósofo americano del cambio de siglo y sin duda uno de los más grandes pensadores de su tiempo» .. ) Popper describió a Peirce como «uno de los filósofos más grandes de todos los tiempos»

El gran psicólogo William James, cuya amistad con Peirce pudo más que las discordias intelectuales entre ambos, difundió su obra y le asistió económicamente en algunas ocasiones. La Universidad de Chile, consciente del nuevo paradigma filosófico- científico, realiza el Seminario, «Transversalidad del pensamiento» de Peirce, cada dos años, liderado por el Profesor Claudio Cortés y coordinado por el profesor Jacob Bustamante.

¿Por qué repensar la educación del siglo XXI desde: la semiótica de Peirce? Porque a través de la semiótica accedemos a un potencial humano ilimitado. Porque “la semiótica es un campo de estudio cuya hora ha llegado. Es una rama de la filosofía que hasta los peor dispuestos tendrán que eventualmente aceptar» (Houser, 1992, p.286). La semiótica nos proporciona una teoría completa de la interpretación, el significado y la representación, correspondiente a un estudio universal de los fenómenos; donde la acción, se denomina semiosis. En otra oportunidad, se hizo ver que, «el educando, bajo las condiciones de la Pedagogía Semiótica-Pragmatista, está en condición de poder expresar su máximo desarrollo y crecimiento a nivel de sentimiento, de voluntad, y de pensamiento.),» (Palma, 2015,p.2). Todo estudiante y educador(a), sujeto a los principios de la semiosis de la cognición, estará en disposición o capacidades de: APERTURA, REPRESENTACIÓN, RELACIÓN, MEDIACIÓN, COMUNICAClÓN, CRECIMIENTO, CREATIVIDAD (Palma, 2015). ¿Por qué repensar la educación del siglo XXI desde el pragmatismo clásico? Porque el pragmatismo clásico de Peirce nos configura un mundo de acciones posibles que difiere del sentido vulgar del pragmatismo utilitarista de provecho materialista y personal. «El pragmatismo se describe a menudo como la teoría de que algo es verdadero «si funciona». (… ) Esta percepción popular es debida en su mayor parte a la obra de aquellos pragmatistas (James y Dewey) que originalmente hicieron visible el movimiento» (Mayorga, 2006, p. 130).

El educador y filósofo chileno Enrique Molina Garmendia señaló que «el pragmatismo está a la fecha de moda en el campo de la filosofía, i es de presumir i en parte (en cuanto rechaza todo dogmatismo) de esperar, que no sea una moda pasajera». (Garmendia, 1910. p.4). Peirce realizó un avance significativo en la teoría del conocimiento, a través de la máxima pragmática, mediante la cual especificó los términos para alcanzar un tercer grado de claridad de los conceptos; es decir, el fin no es la acción misma, sino en lo concebible. Para considerar el pragmatismo clásico, Jaime Nubiola, en una visión ampliada, nos habla de un camino intermedio alejado de los enfoques extremos, tanto de la visión radical del positivismo lógico, como del relativismo mediante el cual «todo vale». ¿Cuáles son los fundamentos del pragmatismo clásico de Peirce? Anticartesianismo.

Se considera al ser humano integral: razón y sentimientos. Falibilismo. El error y la duda real, permiten avanzar en el conocimiento científico. Claudio Cortá.

Experiencialismo. La experiencia vivida es la base del conocimiento humano. Continuidad. Existe una continuidad entre ciencia, filosofía y vida. Meliorismo. Es una propuesta positiva de la ciencia y del desarrollo humano. Comunitarismo. La comunidad científica trabaja organizada y en cooperación. Etica. Permite un autocontrol que hace posible dirigirse hacia el bien superior. Abducción: un desafío para la educación de hoy Uno de los grandes logros de Peirce fue haber aclarado el proceso de la investigación científica que permite descubrir cosas nuevas, a través de un nuevo tipo de razonamiento, diferente de la deducción e inducción. Se necesita dar un salto creativo, y por ello, la abducción es aquella hipótesis o conjetura que es capaz de explicar un hecho sorprendente o una irregularidad inesperada. La abducción es el primero de tres pasos en el proceso de la investigación científica creativa, y la más fecunda, pues permite el descubrimiento científico. Kepler, Galileo, Newton Einstein, entre otros, formularon hipótesis abductivas para sus problemas científicos.

¿Cuáles son los tres pasos para la metodología de la investigación científica creativa?

1) En el paso Abductivo, observar y ponderar los hechos que nos sorprenden y formular la hipótesis abductiva, aquella que resulta más simple, natural al instinto, los sentimientos y la imaginación. Es falible. Requiere conocimientos previos. La abducción sugiere que algo puede ser.

2) En el paso deductivo se infieren las posibles consecuencias experienciales de la hipótesis adoptada, mediante análisis lógicos. Sugiere que algo debe ser.

3) Finalmente, en el paso inductivo, las predicciones de la hipótesis deben ser comprobadas empíricamente. Sugiere que algo es operacionalmente. Sobre fines y propósitos de la educación

Los fines y propósitos de la educación serán los hábitos cuyas consecuencias permitan una continuidad entre filosofía, ciencia y vida. La semiótica y el pragmatismo clásico de Charles Sanders Peirce, vienen a considerar que, en todo proceso educativo, disciplina y grado, la práctica y el ejercicio para la abducción, constituyen la base para la creatividad, como formas inseparables de una evolución humana razonable para el siglo XXI. (Extractado de la Revista Occidente editada en Santiado de Chile)

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