CONTEXTO HISTÓRICO
Babilonia conquistó el reino de Judea, luego de tres años de sitio a Jerusalén; el ejercito de Nabucodonosor destruye las murallas, incendia el Templo y gran parte de la ciudad. Luego de la invasión, el pueblo judío es deportado a Babilonia, junto con su rey Jizquiahu (Ezequías). Este episodio es conocido como el Primer Exilio ocurrido entre el 586 al 538 a. c.
En Octubre del año 538 a.c., Babilonia abrió sus puertas al ejército persa, pocas semanas después, el conquistador Ciro hizo su entrada triunfal en la ciudad derrotada. Una de las disposiciones del nuevo soberano de Babilonia consistió en conceder a los exiliados judíos plena libertad para regresar a Judá, además ordenó que se les proveyese de lo necesario (metales preciosos, alimentos, ganado) y también la devolución de los tesoros sagrados.
Un número relativamente amplio de judíos exilados (50.000 según Esdras, 2, 64-65) cumplió esta disposición; el caudillo de este movimiento fue Zorobabel, descendiente de la familia real de Judá, a quien el monarca persa Ciro, había investido con el gobierno de la subprovincia de Judá y confiado los “vasos preciosos” que habían pertenecido a la casa de Yahvé. A su lado estaba el sacerdote “Josué, el hijo de Josedec” como cabeza religiosa de la comunidad que regresaba del exilio, y que pertenecían en su mayoría a las tribus de Benjamín y de Judá.
El noble Príncipe Zorobabel hijo de Salathiel, tomó el gobierno de Judea, y a su llegada fue recibido por Ananás en el año de 535 a.c., alentado por los profetas Zacharias y Haggeo como Primer Ministro de Estado y el Gran Sacerdote Jeshua, organizaron un consejo de doce ancianos, y con el apoyo del Pueblo Liberado y los moradores se determinó reconstruir Israel y el edificio del Templo.
LA HISTORIA LEGENDARIA
De acuerdo con la leyenda masónica, los tres Moradores son descritos como piadosos y devotos judíos, que se quedaron más tiempo que sus compatriotas en el Reino que los mantuvo cautivos, después de la proclamación de Ciro Rey de Persia.
Llegados de Babilonia, a su arribo a Israel y en conocimiento de la reedificación del Templo de Honor y a la Gloria del Altísimo, se presentan ante el Príncipe Zorobabel; manifestando que estaban ansiosos de morar en su tierra y participar de aquella gloriosa empresa.
Admitidos ante la corte real, se procede a averiguar sus orígenes, puesto que, no se debe permitir la ayuda de ningún extraño en esa Sagrada tarea; y mediante un interrogatorio se establece que los tres viajeros son descendientes de una raza de patriarcas y reyes de la línea Real de David y de la tribu principesca de Judá, hecho que permite reconocer su noble linaje.
Debido a su retraso, los oficios principales para la reconstrucción del Templo ya habían sido asignados y a ellos se les dio la humilde tarea de asistir en las excavaciones y la preparación del terreno para la colocación de los cimientos del Segundo Templo.
Provistos de una barreta, un pico y una pala, cumplen labores de cavar y remover el suelo sobre el que se edificará el nuevo Templo; es así que encuentran bajo las ruinas una obra de albañilería en forma de cúpula y arrancando dos de las piedras de su Arco descubren una bóveda misteriosa a la que descienden utilizando una cuerda; en el interior encuentran el Rollo de Pergamino y un altar cubierto de un velo, al levantarlo se halla una placa de oro con la inscripción del Nombre Inefable del Eterno, Tetragrámaton o nombre divino.
Vuelven presurosos para dar cuenta de su descubrimiento, Zorobabel los recibe y alaba por su piadosa cautela y por la conducta demostrada, hecho que aumenta el aprecio hacia ellos, razón por la cual son exaltados sin demora a la alta jerarquía que distinguía a sus antepasados, concediéndoles asiento entre los príncipes y gobernantes del pueblo.
RELACIÓN IMPORTANTE
Aparte de la historia legendaria, aparentemente nada más se sabe sobre los Tres Moradores, una teoría[1], del H:. Albert Mackey, identifica a los moradores con los compañeros del Daniel: Shadrach, Meshach y Abedbegi (nombres hebreos Hananiah, Mishael y Azariah respectivamente) conocidos también como los “tres hijos Sagrados “, que fueron liberados del “horno ardiente”.
Este episodio es relatado en el Libro de Daniel 3, que se resume así:
“El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, en el campo de Dura, en la Provincia de Babilonia, para que sea adorada por todos los pueblos naciones y lenguas; estableciendo que quien no se postrase y la adorase sería echado dentro de un horno de fuego ardiendo.”
Tres varones; Shadrach, Meshach y Abednego; fueron llevados ante Nabucodonosor, por que no adoraban a su dios ni a su estatua de oro, y fueron condenados a ser echados en el horno de fuego ardiendo, orden que fue cumplida de inmediato. En el interior del horno paseaban los tres hombres y se juntaron los gobernadores, capitanes y grandes para mirarlos.
El Rey dijo –Bendito el Dios de ellos, de Shadrach, Meshach y Abednego, que envió a su ángel, y libró a sus siervos que esperaron en él y el mandamiento del rey mudaron y entregaron sus cuerpos antes que sirviesen ni adorasen otro dios que su Dios-“
Ese incidente, puede que date aproximadamente en el año 580 a.c. y la relación con el tema que se desarrolla no este muy clara; sin embargo esta es una narración sobre la lealtad a las creencias y la determinación para mantener los ideales, pese a peligrar la vida misma; aspectos que la Masonería trata en sus enseñanzas.
UBICACIÓN Y FUNCIÓN EN EL CAPÍTULO
Dentro de las regulaciones generales, se hace énfasis para que un Capítulo en la Orden del Santo Real Arco inicie trabajos, de acuerdo a costumbres antiguas, debe incluir entre sus Oficiales a un Primer Morador y dos Moradores Asistentes, que ocuparán sus lugares al final del lado Oeste del Templo, el Morador Principal al centro, el Segundo Morador a su derecha y el Tercer Morador a su izquierda, usarán sobre pellices (vestidura fina de lienzo que se lleva encima de otra vestidura) blancos representando la inocencia y la pureza.
El Primer Morador es el Oficial que tiene la responsabilidad de conocer profundamente el Ritual, especialmente en la Ceremonia de Exaltación, debido a que los candidatos reciben la primera impresión a través de la interacción con el Primer Morador, quien los recibe produciendo seguridad y confianza en los candidatos por ser su conductor y guía en la ceremonia.
En su conjunto, los moradores, representan a los organizadores en la construcción del Templo, ya que de ellos dependía la forma correcta de distribución y cumplimiento de normas y dictados hechos por Zorobabel para que los trabajos sean realizados por los Compañeros con la suficiente fortaleza física y espiritual.
INTERPRETACIÓN PERSONAL
¿QUIÉNES SON LOS TRES MORADORES?
- Son Compañeros distinguidos, que después de darse a conocer, manifiestan la predisposición al trabajo fecundo y productivo, considerando como un honor conferido el participar de las más humildes y serviles tareas.
- Son aquellos de noble nacimiento, que practican la diligencia, constancia, sinceridad y fidelidad a sus deberes y en sus actos para consigo mismo.
- Son los viajeros, que a través de su leyenda, ilustran la idea que el trabajo perseverante siempre es recompensado, y que la recompensa no es otra cosa que la satisfacción personal del deber cumplido, y la certeza que nuestra labor ha generado efectos constructivos a favor de los demás.
- Somos nosotros, construyendo el Templo, buscando “la verdad”, practicando las buenas costumbres, con la seguridad que ante la oscuridad y la confusión tendremos la guía y orientación, y que jamás nos encontraremos solos mientras haya voluntad e ideales.
Finalmente reflexionemos:
El hombre es por naturaleza hijo de la ignorancia y el error, y hubiera permanecido siempre en estado de tinieblas sin hubiese recibido el don de la LUZ que permite que caminemos dignamente en la claridad de pensamientos y acciones.
Marzo de 2004
C:. Richard César Robles Rodríguez
[1] OGILVIE E.E. and THOMPSON H.A.. “Fremasons Royal Arch Guide”, Cap. 11 The Three Sojouners