Debe ser una condición en la vida cotidiana de cualquier masón: la puntualidad. Cuando somos puntuales, estamos siendo respetuosos y fraternos con nuestros semejantes, al valorar el tesoro más preciado del ser humano: el tiempo. Nuestros Estatutos Generales, en su Título XV, artículo 218, expresamente dice:
«Las Logias abrirán sus trabajos a la hora indicada en la Plancha de Citación correspondiente».
Estatutos Generales, en su Título XV, artículo 218. G:. L:. Venezuela
Lo que se interpreta como un mandato a iniciar los trabajos a la hora indicada. Se ha hecho costumbre, en algunos Talleres, que los trabajos comiencen sin tomar en consideración la referida observación, generalmente porque los Dignatarios u Oficiales de la Logia llegan sobre la hora de inicio y en ese momento se disponen a resolver asuntos administrativos, retrasando el inicio de los trabajos y prolongando indebidamente la tenida.
Una buena práctica sería que los queridos hermanos Directivos estén en Logia al menos una hora antes, a objeto de comenzar los trabajos con puntualidad, prontitud y orden, tal como lo señala la Norma Institucional, y demos honra y respeto a los queridos hermanos sobre el valor del tiempo nuestro más preciado don.
Recopilado y elaborado por: Francisco Castillo Serrano. M. M. Resp. Log. «Deberes Humanos» No. 237. Mérida – Venezuela.