1. Introducción. – Términos como “Verdad” y “Razón”, conllevan un sinfín de conceptos que han generado un interesante y enmarañado conjunto de definiciones filosóficas, religiosas y científicas, que talvez resulten algo confusos el explicarlos en forma resumida debido a su complejidad, de antemano debo aclarar que las “verdades absolutas”, empezaron a perder sus luces cuando el análisis de la lógica y la razón derivaron en estudios más profundos, y cuando el ser humano, que era guiado por un sentimiento interno de preceptos como “Ley Moral” o valores espirituales empieza a comprender que puede encontrar explicaciones de manera coherente frente a conceptos dogmáticos que a veces eran incuestionables debido a la posible excomulgación u ostracismo, salta la conciencia de responsabilidad, que es concebida a priori de hacer el bien antes del mal, y llevó a filósofos y pensadores, desde hace miles de años atrás, a cuestionar la pre existencia de la Verdad frente a la Razón.
2. Desarrollo. – Considerando la compleja variedad de conceptos que se tiene con respecto a los términos de Verdad y Razón, y además que se debe tomar en cuenta situaciones personales, culturales, sociales y hasta de tiempo, es que paso a detallar algunos que considero serán los fundamentos analíticos para lograr una aceptable conclusión.
La palabra verdad deriva del latín veritas, llegando a ser ésta una concomitancia entre lo que se dice, se piensa y se cree con lo que «es», se podría resumir que es aquello que damos, por cierto, de lo que se no puede dudar. Pero cuando entramos en materia religiosa, empezamos a tener problemas, ya que toda religión dice ser portadora de la verdad, sobre todo aquellas que son trascendentes para el ser humano. El sentido de la vida, de dónde venimos y hacia dónde vamos, son respuestas que toda religión otorga y son rotuladas bajo el término de verdad.
Frente a estas aseveraciones, encontramos un punto de inflexión en Platón, que sostiene que “el mundo en el que vivimos no es más que un reflejo imperfecto de un mundo suprasensible, de las “ideas”, donde la verdad es un ideal a alcanzar junto a la belleza y el bien.” El querer alcanzar la perfección, depende de nuestra alma, que no pertenece a este mundo, sino al de las ideas, tan sólo debe “recordar” lo que fue en otro momento de su existencia.
Un segundo punto que genera disonancia en los acostumbrados conceptos de la verdad, es cuanto el padre de la filosofía moderna, René Descartes, rompe con la tradición occidental en el siglo XVII, planteando la teoría de la que se conoce como duda hiperbólica o duda de los sentidos, este filosofo, matemático y físico francés cuestiona si estamos despiertos o no, o si somos engañados por un “genio maligno”. Utilizando la duda como método para alcanzar la verdad. Luego de una serie de reflexiones, llega a lo que conocemos como argumento del cógito, que dice; “cogito ergo sum”, que significa “Pienso, entonces existo”, y no así, como hoy en día se suele sostener “pienso, luego existo”, cosa que es un error. De esta manera, la única verdad indiscutible para Descartes es que existimos, soñando o no, engañados o no, ya que todo esto requiere como base alguien que sueñe o sea engañado.
Estas controversiales posiciones son claramente ejemplos de que el análisis de la verdad puede variar de tal manera que la duda es más segura que aquella, actualmente contamos con tres grandes teorías sobre la verdad:
- Teoría de correspondencia. Es la más extendida, que afirma que debe haber precisamente una correspondencia entre los hechos del entendimiento y lo real.
- Teoría de la coherencia. Se limita a la estructura lógica de la verdad.
- Teorías de consensos. Entienden la verdad como construcciones sociales.
Cuando el ser humano, en la búsqueda de la verdad, se pone a pensar y reflexionar para llegar a una conclusión o formar juicios de una determinada situación o cosa, está aplicando la razón, palabra que proviene del latín ratio y se entiende por cálculo o razonamiento. En este entendido, el término razón puede tener varios significados dependiendo de cómo es empleado. La razón es el argumento que una persona alega para probar algo o persuadir a otra persona de sus argumentos. Asimismo, razón es la causa determinante del proceder de una persona y de un hecho.
Aristóteles, una de los padres de la filosofía occidental, sostiene que el razonamiento deductivo o lógica deductiva, se extiende sobre lo que se sigue universalmente desde premisas dadas desde la razón humana, bajo este entender, establece los principios a priori de la lógica, que, por su naturaleza tautológica, el ser humano asume íntima y universalmente como ciertos.
- El principio de identidad, que evidencia que un concepto es ese mismo concepto (A es A).
- El principio de no contradicción, que evidencia que un mismo concepto no puede ser y no ser a la vez (A no es negación de A).
- El principio del tercero excluido, que evidencia que entre el ser o no ser de un concepto, no cabe situación intermedia (A es A, o no lo es).
- El principio de razón suficiente, que todo lo que ocurre tiene una razón suficiente para ser así y no de otra manera, o, en otras palabras, todo tiene una explicación.
La razón, forja el pensamiento, no estableciendo verdades absolutas, sino descartando falsedades absolutas que la razón identifica inequívocamente por contradictorias, de esta manera, el razonamiento inductivo, que es el estudio de derivar una generalización o una ley a partir de observaciones, es incluido en el estudio de la lógica, y fue lo que hoy se conoce como el razonamiento básico de la investigación científica. Sin embargo, hacer uso únicamente de la lógica deductiva suele llevar a errores, pues, es una generalización a partir de la observación de casos particulares, lo que nunca puede justificar un principio universal o una supuesta verdad, pero, combinándola con el razonamiento inductivo se logró el motivo del éxito y la certeza de los modelos científicos actuales. Es decir, la inclusión del razonamiento inductivo en las ciencias nos permitió tener el modelo científico actual el cual nos ha dado una cantidad impresionante de tecnología y supuestas “verdades”.
Sócrates, sostiene que el razonamiento es una realidad que se impone a la mente y la arrastra, es un sentido autónomo, superior al que razona, por lo que, con el razonamiento uno se pone en contacto con un mundo más alto, es una fuente de revelación interna, que devela un mundo superior. Ya que lo que esta revelación interior nos entrega es la verdad misma, la verdad única, que se opone terminantemente a la verdad múltiple, personal y caprichosa de los sofistas.
Y de pronto, QQ.: HH.: se me viene a la mente ese día especial, en que varios MM.: extraviados, entramos en el Sanctum Sanctuarium, buscando una guía que nos dirigiera en el camino de la Verdad. Y reconocemos la Estrella Flamígera, que es la Razón, la Conciencia que nos eleva sobre todo lo creado y nos da a conocer el por que de las cosas. Y en el centro de la estrella, el ojo que todo lo mira, el M.: que nos guiará y nos mostrará la Verdad.
3. Conclusiones. – Ahora me doy cuenta, que, para definir y comprender la Verdad, debo escuchar mi propia exaltación; en la que me decían algo así: “saber que lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, no son creaciones sociales, sino el secreto de G.:A.:D.:U.:, secreto que podemos descubrir en el mundo moral… y que si G.:A.:D.:U.: nos dio un cuerpo material lleno de necesidades y combatido por pasiones, también nos dio la «Conciencia» para que fecundada por la Razón, viese en ella al Maestro Secreto”.
Es cuanto P.: M.:
4. Bibliografía. –
Fuente: https://concepto.de/verdad/#ixzz6TK5b4roW
Fuente: https://concepto.de/verdad/#ixzz6TK5s5Hpu
Fuente: https://concepto.de/verdad/#ixzz6TK7Hh3jl
Campamento de Cochabamba, 31 de julio de la e.: v.:
4to. Grado M.: S.: Rolando Stephan Sotomayor Mausolf