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LOS SÓLIDOS PLATÓNICOS

En Geometría, los sólidos de caras planas reciben el nombre de “poliedros”, del Griego polys = múltiples y hedra = cara. Los poliedros cuyas caras son polígonos regulares iguales se llaman poliedros regulares. Los poliedros regulares son cinco: El Hexaedro, el Tetraedro, el Dodecaedro, el Icosaedro, y el Octaedro.

Los poliedro son cinco, para mostrar por qué son cinco y no más, se suele razonar del modo siguiente:

1º Cada vértice debe ser común por lo menos a tres caras para que se forme un sólido. Si fuera común a dos, las caras estarían pegadas y no tendríamos un sólido.

2º La suma de los ángulos interiores de las caras que se encuentran en cada vértice debe ser menor que 360°, de manera que la figura se cierre, que no sea plana.

3º Dado que cada ángulo interior de un triángulo equilátero mide 60°, en un vértice podrían concurrir tres, cuatro o cinco de ellos. Ésos son los casos del tetraedro, el octaedro y el icosaedro, respectivamente. Cada ángulo interior de un cuadrado mide 90°, de modo que sólo podemos hacer coincidir tres de ellos en cada vértice

Los poliedros regulares y los griegos antiguos

Los Pitagóricos que veían en los resultados matemáticos algo parecido a una verdad religiosa, consideraban muy importante la observación de que había sólo cinco poliedros regulares posibles. Muchos creen que fueron ellos quienes la hicieron por primera vez y por eso llaman “sólidos pitagóricos” a los poliedros regulares Se cree que fue Platón quien primero asoció el cubo, el tetraedro, el icosaedro y el octaedro con la tierra, el fuego, el agua y el aire, respectivamente. Estas sustancias eran los cuatro “elementos” de los griegos antiguos. Luego Platón asoció el dodecaedro con el Universo pensando que, dado que era tan distinto de los restantes, por sus caras pentagonales, debía tener relación con la sustancia de la cual estaban hechos los planetas y las estrellas. Por entonces se creía que los cuerpos celestes debían estar hechos de un elemento distinto del que estaban hechas las cosas que rodean al hombre en la Tierra. De aquí que a los poliedros regulares se los conozca también como sólidos platónicos.

Las figuras geométricas más sagradas son: los cinco sólidos platónicos, el Círculo y la Espiral. Los sólidos platónicos son: el tetraedro, el icosaedro, el cubo, el dodecaedro, el octaedro y las espirales: la Aurea y la Fibonacci. Los sólidos platónicos son llamados así porque Platón fue el primero en estudiar a profundidad su geometría y asignarle características metafísicas. Ellos son la base de la construcción de la materia. Los sólidos platónicos son formas completamente simétricas que tienen lados y ángulos iguales y que todos caben dentro de la matriz universal que es la esfera.

El Tetraedro tiene 4 caras triangulares, 4 vértices y 6 aristas.  Es el símbolo de la sabiduría y la manifestación. Su elemento es el fuego y se asocia con el Chakra del Plexo Solar.

El  Cubo o Hexaedro tiene 6 caras cuadradas, 8 vértices y 12 aristas. Es el símbolo de la conexión con la vida y la naturaleza, ratifica nuestros propósitos en el plano físico. Su elemento es la tierra y se asocia al Chakra Raíz.

El Octaedro tiene 8 caras triangulares, 6 vértices y 12 aristas. Es el símbolo de la integración, de la perfección de la materia por el espíritu. Su elemento es el aire y se asocia al Chakra Cardíaco. El Icosaedro tiene 20 caras triangulares, 12 vértices y 30 aristas. Es el símbolo de la transformación, de la forma del universo y del poder masculino. Su elemento es el agua y se asocia con el segundo Chakra llamado Esplénico que se ubica en el ombligo

DESDE EL PRINCIPIO DE LA CREACIÓN, LA GEOMETRIA SAGRADA ESTA CON NOSOTROS

El símbolo de La Flor de la Vida es considerado sagrado entre diversas culturas alrededor del mundo, tanto antiguas como modernas. Dentro de este símbolo se pueden encontrar todos los bloques de construcción del universo que nosotros llamamos los Sólidos Platónicos. El símbolo puede usarse como una metáfora para ilustrar la conexión de toda la vida y del espíritu dentro del universo.

El símbolo de La Flor de la Vida puede ser encontrado en diversas ubicaciones alrededor del planeta. Nadie sabe con certeza qué tan viejo es realmente este símbolo. Podemos tener una idea aproximada de una edad mínima por el templo medio de Osirión en Abydos, Egipto, en donde se encuentra este símbolos. El templo estaba enterrado en el tiempo en el que el faraón SetiI estaba construyendo los otros dos templos en Abydos.

Lo mas probable es que éste templo sea el más antiguo del planeta. También se encontró la figura de la Flor de la Vida en Karnak y en Luxor así como en Islandia, Turquía, Inglaterra, Israel, Egipto, China, Tibet, Grecia, España, Suecia, México; en todos ellos ha tomado el mismo nombre, no sólo porque parece una flor, sino porque representa el ciclo de un árbol frutal. Este patrón geométrico no le pertenece a ninguna cultura, ni a los hebreos, ni a los egipcios. Este patrón está más allá de cualquier raza o religión. Es una parte íntima de la naturaleza. Esta figura, la Flor de la Vida, realmente contiene TODA la información sobre nosotros, sobre quienes somos, sobre nuestro origen y hacia donde vamos.

Dentro de la Flor de la Vida encontramos todas las formas geométricas básicas. Ahí están los 5 sólidos platónicos: el cubo, el tetraedro, el octaedro, el dodecaedro, y el icosaedro. La combinación de los dos últimos forma la Red de Conciencia Crítica alrededor de nosotros, en nosotros y alrededor de nuestro Planeta. Queridos Hermanos, para concluir y haciendo un resumen de todo lo expresado, diremos: Los poliedro son cinco, y no más. Las figuras geométricas más sagradas son los cinco sólidos platónicos, el Círculo y la Espiral.

Los poliedros están relacionados y ciertos valores, elementos y Chacras: El tetraedro es el símbolo del fuego y se asocia con el Chakra del Plexo Solar. El Hexaedro es el símbolo de la conexión con la vida y la naturaleza, su elemento es la tierra y se asocia al Chakra Raíz. El octaedro es el símbolo de la integración, de la perfección de la materia por el espíritu, su elemento es el aire y se asocia al Chakra Cardíaco. El Icosaedro es el símbolo de la transformación, de la forma del universo y del poder masculino, su elemento es el agua y  se asocia con el segundo Chakra llamado Esplénico que se ubica en el ombligo. El Dodecaedro es el símbolo de la ascensión, del poder femenino de la creación y la forma madre Gaia, es el quinto elemento el Ether y se asocia con los Chakras superiores. El símbolo de la Flor de la Vida puede usarse como una metáfora para ilustrar la conexión de toda la vida terrena con el espíritu dentro del universo.

La Flor de la Vida, realmente contiene toda la información sobre nosotros, sobre quienes somos, sobre nuestro origen y hacia donde vamos. Finalmente los sólidos platónicos nos induce el propósito de unir ciencia, arte y espiritualidad acercándonos al Todopoderoso mediante la telaraña de la imaginación. Con estos elementos de inspiración, a través de ideas y geometría unifican y verifican nuestras visiones del cuerpo de energía de la tierra, y por ende del universo en sus diferentes escalas de organización e inteligencia.

Con toda esta información nos  podemos ir imaginado una realidad de armonía, “otro mundo posible” cooperando, así, con la mente planetaria, controlando nuestros pensamientos y escuchando el silencio…. entonces la música del cosmos es percibida en toda su magnitud.

C. Juan Carlos Chavez

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