- INTRODUCCIÓN
Es inevitable «sentir” Lo Bueno, Lo Bello, Lo Verdadero y no enlazar a los hechos que estamos viviendo estos días en el país y el mundo entero. Podemos percibir con claridad el pánico, terror, miedo, zozobra e incertidumbre.- originado por una pandemia causado por un nuevo virus (COVID 19), vemos cómo se desmoronan todas las estructuras de la forma y ritmo de vida más que todo la repercusión en la economía del Estado y de todos los países (ricos y pobres).
La belleza y armonía, del modelo de vida está sufriendo un cambio en la humanidad experiencia no vivida en el último siglo., lo que está ocurriendo no podemos llamar mala suerte lo que existe es “causa y efecto” que nada es “casual” todo es “Causal”
Debemos crear conciencia todas las personas que habitamos en la faz de la tierra obedeciendo a las disposiciones de los gobiernos de estado, aislándonos de las personas y quedándonos en casa y asi frenar que continúe la propagación de la pandemia, con esta experiencia y viendo un panorama sombrío, comencemos a valorar la vida de cada uno de nosotros, nuestras familias, hermanos y de cada habitante del universo. para Esta realidad tan difícil, nos da la luz de cambiar de actitud y comportamiento en el futuro, con un modelo diferente de vida del hombre.- Acostumbrado a vivir en un sistema materialista y descuidando lo más valioso que es la salud y la vida.
No puede ser desapercibido por los hermanos masones lo bueno que está causando esta crisis mundial de salud, poniendo en manifiesto por las personas en el mundo entero los principios de la Francmasonería, Libertad, Igualdad, Fraternidad., Y virtudes como ser la bondad, solidaridad, hermandad etc. etc. que los masones practicamos en el día a día,
Lo bueno, de esta pandemia es mostrar, lo inservible que son las armas ,lo débil que es el poder, lo inútil que es la riqueza y lo bello e importante que es GADU. Tal vez cuando salgamos de esta adversidad, podamos caminar mas despacio, mas unidos, más humildes ,mas humanos.
Queridos Hermanos por todo lo manifestado existe una verdad absoluta la existencia de la “enfermedad y la muerte”
2. DESARROLLO
Para una mejor comprensión del tema objeto de análisis, puntualizaremos el significado de cada uno de los tres elementos y en función a ello estructurar su interpretación efectiva en nuestro Grado. que, al ser tan variados, hacen inviable una definición única y delimitada.
Entre el cómo son las cosas y el que sean buenas y bellas y verdaderas hay una conexión absoluta, una identidad incluso. Pero esta conexión es totalmente inexplicable para cualquier pensamiento que separe lo bueno y lo bello de lo verdadero.
Así, la belleza es buena y verdadera, por lo mismo que el bien es verdadero y bello y la verdad es buena y bella. Al interrelacionar tan íntimamente los tres conceptos nos encontramos con que son entes inseparables, por lo que un objeto no será lo uno sin lo otro.
Ahora entendemos mejor por qué consideraba Platón que la cosa más hermosa de todas era la sabiduría, porque en ella se encierran de la mejor manera posible lo verdadero y lo bueno y, por tanto, lo bello.
Esta tríada lleva a una concepción extraña del mundo, vista desde nuestro punto de vista, por la que alguien o algo perverso no puede ser bello, por lo menos en el verdadero sentido de belleza. debilite al espíritu, dejando “pasar” solamente a la relación y afines, que sirvan para fortalecerlo. No hay lugar para la belleza sin sus dos compañeras.
De toda esta gama de definiciones de lo bueno lo bello y lo verdadero, me atrevo a resumir que la misma representa la facultad o habilidad del ser humano de darse cuenta del aspecto o elementos exteriores, alegóricamente ver o comprender la Figura física de las cosas. En este sentido, se puede considerar que lo bueno sería la puerta de inicio para la interacción de los tres elementos motivo de la presente balaustrada, mediante la cual empezamos a comprender o conocer nuestro entorno.
Ahora veamos el significado de lo Bueno, Lo Bello, Lo verdadero. En la masonería
La masonería nos muestra que es básico entender que la repetición de los actos buenos nos llevan a crear el habito de lo bueno, este habito de lo bueno es lo que llamamos virtud, mientras en la repetición de los actos malos o nocivos nos lleva a crear el habito de lo malo, este es lo que evidentemente llamamos vicio. Por eso la masonería nos lleva a que los masones repitamos en nuestras logias actos como la filantropía, la fraternidad, el estudio, etc.
La palabra belleza en las gradas de la escalera simbólica que conduce al oriente, significa dotes que ha de poseer el neófito para su elevado propósito. La belleza significa que en toda acción que emprenda el masón para encontrar el yo interno, que va a mostrar en su mundo profano, debe estar impregnado del respeto, prudencia y tolerancia necesarios para el logro de su objetivo personal. La Belleza como un don que debe mantenerse siempre puro y sin mancha , con el fin de crear o formar a las conciencias.
Según los pitagóricos “la belleza“ es una conciencia rítmica entre el movimiento ya reformado de las cosas ya no casual, si no acomodado a lo interno ,convertido al espíritu .por eso tenían una frase. Un mismo ritmo mueve las almas y las estrellas.
La búsqueda de la verdad, sin duda, el primero y fundamental entre los deberes del masón es realizar la calidad, esforzándose en comprender lo que verdaderamente significa esta calidad. Si bien es cierto que la iniciación confiere el título de masón, la calidad tiene que ser adquirida individualmente, esforzándose en poner en práctica, como fórmula operativa, la iniciación simbólica que ha recibido.
Ahora miraremos el significado de lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero desde la filosofía que tiene un espectro muy amplio de análisis.
Desde la Grecia clásica, la Tríada que resume los grandes valores de la humanidad es lo bueno (o bondad), lo verdadero, y lo bello. Si por algo merece la pena vivir, es por contemplar la belleza. Eso nos dijo Platón en su obra el Banquete. Pero, ojo, lo que él entendía por belleza no es igual a lo que entendemos hoy. Para nosotros lo bello estaría relacionado con: “Aquello que da placer a la vista, al tacto, al oído, al gusto, al olfato. En una palabra, a los sentidos”. Los sofistas estarían totalmente de acuerdo con la idea anterior, pues entendían la belleza igual que nosotros, un gusto para los sentidos; mero placer sensual. Sin embargo, para el gran maestro, esa sería apenas una parte de la belleza. La belleza íntegra abarcaría todo lo que provocara admiración, agrado en cualquiera de sus formas. Para Platón lo más hermoso que un ser humano puede contemplar es la sabiduría. Por tanto la belleza iba más allá de los valores estéticos; incluía también los morales y cognoscitivos, al igual que el bien. Y es que, para nuestro filósofo, bien y belleza eran sinónimos. Pero, ¿y la verdad? De la misma manera que para el pensamiento platónico la belleza era buena y verdadera; la bondad, bella y verdadera… la verdad era bella y buena. Por tanto, la Tríada era indisociable. No era posible un valor sin el concurso de los otros. La resultante de los tres valores estaría en la sabiduría. Y sabio sería aquel capaz de apreciar el bien, la verdad y la belleza. A Kant le pareció demasiado exigente el planteamiento platónico, y estando de acuerdo con la Tríada, estableció que cualquiera de ellas podía darse por separado. Si para Platón, un malvado (alguien portador del mal, por tanto, lo antagónico del bien) no podría aportar belleza (una composición musical) porque su maldad corrompería todo lo demás, para Kant sí era posible y esa flexibilidad ha formado parte de la ética de nuestra época, pero… Platón era más sabio que Kant, infinitamente más. Por ejemplo, si nos mostraran unos cuadros maravillosos y nos dijeran que su autor es un asesino, ¿veríamos la obra con los mismos ojos? Posiblemente no. Eso mismo pensaba el discípulo de Sócrates. Platón es mucho Platón, aunque el utilitarismo ilustrado de Kant decidiera descargar el peso de nuestras conciencias con tanta exigencia del filósofo griego. Pero la exigencia de Platón nos permite, a modo de juego, poner a prueba nuestro grado de sabiduría. ¿Seríamos capaces de hacernos preguntas incómodas, perturbadoras, que nos hicieran pensar de verdad si las causas que cada uno apoya o considera justas incorporan en ellas el bien, la verdad y la belleza simplemente preferimos no recapacitar y dejarnos arrastrar por la marea de la complacencia. Y la confusión nos envuelve. Pero tenemos que salir de ella. para a modo de ejemplo, sin pretender otorgarles prioridad ante otras que cada uno pueda plantearse. Las elijo por una sola razón: ser espinosas. ¿Hay bien, verdad y belleza en una sociedad que considera al hombre y a la mujer, por el mero hecho de serlo, enemigos históricos en vez de compañeros de viaje complementarios? ¿Hay bien, verdad y belleza…? Preguntémonos cosas incómodas. Tenemos que decir se acabó, y eso no se consigue con comodidad y sin enfrentar a la confusión.
3 CONCLUSIONES
Debemos volcar nuestros haberes, nuestro poder emanado de la mucha o poca Verdad que conocemos, en nuestros semejantes y su entorno. Debemos mantener encendido el fuego de las virtudes cuya práctica nos conduce a la triada de lo Verdadero, lo Bueno y lo Bello. Debemos cortar de raíz, los vicios que nos encadenan y nos impiden avanzar. El hombre consciente de sí mismo, es también consciente del espíritu de unidad con su medio, con su sociedad. Este es un sutil medio de relación entre individuos que no tiende a ningún fin utilitario, sino a su propia verdad esencial, que persigue no como una suma aritmética, sino como un valor vital.
Queridos Hermanos a mi entender y a modo de reflexión, si conociéramos la verdad, la causa y el núcleo de nuestras desventuras, sabríamos verdades de luz, donde lo malo no es malo y lo bueno es un triunfo de la conciencia, la luz y la sombra, malo y bueno, al final, ambos contribuyen al despertar interno. Vagamos en mares de contradicción por culpa de la ignorancia.
Es cuanto P:M
Jhonny Céspedes Arzabe
Maestro Secreto
BIBLIOGRAFÍA:
- Artículos varios del internet
- Catecismo de I; II y III Grado
- Liturgia del Grado IV
- Diccionario