Generosidad. Es una característica de la personalidad que se expresa por la voluntad natural de ayudar a los demás, no solo con medios materiales sino también con actitud individual de estar disponible para el apoyo, sin esperar nada a cambio, con pleno desinterés.
Como virtud humana y social, está influida por el entorno cultural y social del ser humano y de la comunidad. Una actitud que puede ser considerada como un acto de cortesía o de buena educación en una cultura, puede ser considerada en otras como un gesto de enorme generosidad. Es frecuentemente asociada con el altruismo, la filantropía y la solidaridad.
Magnanimidad. Es la virtud que tiene por objeto el ejercicio de acciones grandes conforme a la recta razón, contando para ello con una grandeza y elevación de ánimo, que conduce a la culminación magnifica de las acciones. Esta virtud que tiende a la realización de objetivos grandes, prescinde de las dificultades que entrañan la culminación. Es una virtud de clara tendencia a la perfección. Es la virtud que mueve a la alabanza, porque su ejercicio, tiene por objeto las cosas grandes realizadas conforme a la recta razón. Es el mejor apoyo de la esperanza y la resistencia más eficaz contra la desesperación. Es una actitud generalmente del poderoso hacia los demás. Se representa en forma de una mujer de majestuoso continente en actitud noble y elevada, tocada con casco cubierto por la piel de león. Se apoya en la basa de una columna y tiene en la mano un dardo con la punta hacia abajo, símbolo de la clemencia.
Honestidad. Es la virtud que caracteriza a las personas por el respeto a las buenas costumbres, a los principios morales y a los bienes ajenos. Es la acción constante de evitar apropiarse de lo que no nos pertenece. De igual manera la honestidad es armonizar las palabras con los hechos, es tener identidad y coherencia en sí mismo. La honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa, se dice y se hace. Conducta que se observa hacia los demás y se exige a cada quien lo que es debido. La honestidad es un valor, vital y medular para poder convivir en sociedad, orienta todas las acciones y estrategias de nuestra actividad, se trata de ser honrado en las palabras, en la intención y en los actos. Ser honestos nos convierte en seres de honor. Aspirar a la honestidad es buscar la grandeza. Quién miente, roba, engaña o hace trampa; su espíritu entra en conflicto, la paz interior desaparece y esto es algo que los demás perciben porque no es fácil de ocultar. Las personas deshonestas se pueden reconocer fácilmente porque engañan a los otros para conseguir de manera abusiva un beneficio, generando así desconfianza. Una persona que actúa con honestidad lo hace siempre apoyada en valores como la verdad y la justicia, y no antepone a estos sus propias necesidades o intereses. En este sentido, es una persona apegada a un código de conducta caracterizado por la rectitud, la probidad y la honradez. Se puede concluir que cuando un ser humano es honesto se comporta de manera transparente con sus semejantes; es decir, no oculta nada, y eso le da tranquilidad. Quien es honesto no toma nada ajeno, ni espiritual ni material: es una persona honrada.
Cuando se está entre personas honestas cualquier proyecto humano se puede realizar y la confianza colectiva se transforma en una fuerza de gran valor. Ser honesto exige coraje para decir siempre la verdad y obrar en forma recta y clara. Modestia. Se denomina a la cualidad que modera nuestros actos y pensamientos, impidiendo la sobreestimación personal, creerse más de lo que es. Es la virtud de quien no demuestra una elevada opinión de sí mismo El modesto, no presume de sus virtudes o sus logros ante los demás. Se contiene dentro los límites de su propio estado o condición, y se comporta de acuerdo a ciertas conveniencias sociales y personales. La modestia regula sentimientos como la presunción, la vanidad o la altanería, que son sus antónimos. En este sentido, se asemeja, más bien, a la humildad.
El modesto no tiene o no manifiesta una alta opinión de sí mismo, sino que le resta importancia a sus virtudes y sus logros, y tiene, a la vez, la capacidad para reconocer sus defectos y errores. De allí que el principio fundamental de la modestia sea evitar atraer la atención hacia uno mismo, y evitar los comportamientos excesivamente egoístas o individualistas. Por otro lado, la práctica de la modestia varía entre culturas, épocas y grupos de personas. De modo que hay países donde la modestia es un valor importantísimo, y otros donde es considerada como demostración de debilidad, pues se le da mucho valor al yo, a la autoestima y a la autoafirmación. Finalmente, modestia también puede significar pobreza o escasez de medios o recursos.
Responsabilidad. La palabra Responsabilidad proviene del término latino responsum (ser capaz de responder, corresponder con otro). La responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones o cuidado al hacer o decidir algo, o bien una forma de responder que implica el claro conocimiento de que los resultados de cumplir o no las obligaciones, recaen sobre uno mismo. Responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo. La responsabilidad es también el hecho de ser responsable de alguien o de algo. La responsabilidad se puede ver como la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás. En el campo del estudio o del trabajo; por ejemplo, el que es responsable lleva a cabo sus tareas con diligencia, seriedad y prudencia porque sabe que las cosas deben hacerse bien desde el principio hasta el final y que solo así se saca verdadera enseñanza y provecho de ellas. on la responsabilidad el individuo aprende a comportarse de manera que puedan confiar en él, ya que ésta garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas. El ser responsable reflexiona seriamente antes de tomar cualquier decisión, pensando en los resultados y efectos que pueda afectar la propia vida o la de otros; es capaz de sentir lo que otros sienten y entender las necesidades de los demás; reconoce los errores cometidos y se muestra dispuesto a repararlos. Todo lo expuesto es referido a la responsabilidad ética, moral y social, ésta última tienen gran relevancia en una comunidad familiar, en donde los padres tienen el deber de ser responsables en la formación de sus hijos y en la contribución de ellos en la sociedad, con el aporte de su misma experiencia de comunión y participación.
La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o una circunstancia, como un puesto de trabajo o la paternidad. En una sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus derechos y desempeñando sus obligaciones como ciudadanos. En muchos casos, la responsabilidad obedece a cuestiones éticas y morales.