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LA VENGANZA APLICADA O PROCLAMADA

Este trazado será redactado con la lectura de algunos fragmentos de la leyenda del grado IX° que son necesarios para las explicaciones oportunas que coadyuvarán a tratar de comprender algunos conceptos; o por lo menos nos dará referencia para generar nuestros propios conceptos.

VEN.·.PRES.·.

“¿Quiénes de vosotros, por la venerada memoria del Maestro, desean ir voluntariamente a arrestar a los asesinos?

Tomad vivos a los asesinos y traed los hasta aquí para que sean juzgados y castigados en conformidad con sus crímenes.

Johaben, quien ingresó con el ánimo de cumplir las órdenes de Salomón, trata de tomar vivo al asesino, pero este lucha y se defiende, y en el fragor de la lucha, el criminal cae sin vida sobre su lecho. Para asegurarse de quién es el muerto, el desconocido acompañante de Johaben le corta la cabeza y la lleva a Jerusalén. “

Cuantas veces no vamos por la vida decididos a hacer lo correcto; a realizar los actos que nos han sido encomendados, pero como no podemos controlar todos los factores externos que se nos presentan terminamos haciendo daño con las mejores intenciones.

Desde bien pequeños aprendemos a distinguir que es el bien y el mal. Todos tenemos claro que matar está mal y que ser generosos está bien, y es que, con cosas tan drásticas no hay problema. Sin embargo, existen muchas situaciones en la vida en las que las cosas no están tan claras. El bien y el mal no tienen los colores de blanco y negro y saber lo que está bien o mal para nosotros mismos es algo más complicado. Porque hacer lo correcto o lo que la sociedad dice que debemos hacer no siempre nos hace felices, por ello sí, hemos de hacer lo correcto, pero aquello que sepamos que va a ser bueno para nosotros tras un proceso de reflexión. Todo este proceso incidirá de forma positiva en nuestro desarrollo personal y nos aportará claridad en aquellos momentos que más complejos nos resultan.

Aceptar un trabajo, tener una relación, comprometerse con un proyecto…. estas decisiones no tienen la claridad del bien y el mal, y en muchas ocasiones no sabemos si decir si sí o si no será el camino correcto. En cualquier caso, tomar decisiones siempre nos lleva algo de estrés

 “-        ¿Qué significa, Johaben, esa sangre que mancha tus vestiduras?

¿Cómo has osado desobedecer mis órdenes de tomar vivos a los asesinos y traerlos hasta aquí?

  • ¡Oh sabio y poderoso rey! No os precipitéis en vuestro juicio y escuchad antes de censurar a un inocente. Despertado por el ruido, el hombre se levantó de un salto y se precipitó, cuchillo en mano, sobre Johaben, quien obligado a defenderse, luchó con denuedo y valentía, cuando yo, recuperado ya mi puñal y al grito iracundo de «Nekam» me abalanzaba en socorro de Johaben, su contendor retrocedió vacilante, se pasó las manos por la frente, las vio llenas de sangre, se las llevó al corazón y se desplomó sobre un montón de paja. Como no estuvieramos completamente seguros de que el muerto era uno de los asesinos del Maestro, le separé la cabeza y la traje aquí, a Jerusalén, donde ha sido reconocida como la cabeza de Abairam o Jubelum, el peor de los tres criminales.
  • Bien, noble y excelente Hermano, en verdad habéis probado que no debemos juzgar por las apariencias, sino conocer y estudiar previamente los hechos.

Siempre se debe  analizar antes de emitir una opinión, lo que realmente está mal es juzgar injustamente. Si somos hijos de un Padre justo, lo que hagamos debe ser con justicia. Juzgar según las apariencia es orgullo porque es asumir que tenemos la razón sin saberlo en realidad.

Según varios pensadores, cuando juzgamos o etiquetamos a una persona o a un grupo de personas que ni si quiera hemos hablado con ella o ellas, y que tan poco sabemos cómo son nos estamos etiquetando a nosotros mismos. Nosotros nos juzgamos al mismo tiempo que juzgamos a los demás en nuestro entorno, y peor aún que no sabemos la clase y calidad de personas que pueden llegar a ser  estas personas que juzgamos sin conocer.

Sucede que cada uno de nosotros proyectamos nuestros propios defectos psicológicos en los demás de una manera inconsciente. Esto quiere decir que todos hemos juzgado a los demás y ni nos hemos dado cuenta de ello, y esto es muy lamentable.

Entonces, si juzgamos porque reflejamos nuestros propios defectos en los demás y también lo hacemos por nuestros propios miedos. ¿No sería mucho mejor que antes de juzgar a otros nos auto juzguemos?

Pero para algunos es mucho más fácil el reconocer los defectos en los demás que reconocer sus propios defectos.

La venganza consiste en el desquite contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida.

Algunas venganzas que pueden servir  de referencia y de cuestionamiento si en realidad son venganzas  son las siguientes:

  1. Literatura: El rey Creonte condenó a muerte a Antígona. Hermón, hijo del monarca, se vengó de su padre suicidándose junto a su amada. Así lo cuenta Sófocles en el drama Antígona, que escribió 400 años a. E. C
  2. Historia: Ningún responsable del gobierno estadounidense dirá que la muerte de Bin Laden fue una venganza, sino un acto de justicia. Pero pocos estadounidenses dejaron de disfrutar ese momento en el que cayó abatido el hombre más buscado por su país en toda su historia y el responsable del mayor atentado terrorista perpetrado en suelo norteamericano.

Refiriéndonos a nuestra leyenda del grado, la venganza como tal no existe; existe la justicia acontecida de otro modo; ya que desde un inicio las órdenes era aprender y llevar con vida a los culpables. Que al escuchar la versión Salomón se da cuenta de la realidad y que nada se pudo hacer para cumplir su orden; y que por cumplir su orden podrían haber perdido la vida.

“ Que Johaben sea el jefe de esta nueva Orden consagrada a la difusión de la luz y que Abairam represente en adelante a la ambición y a la ignorancia, la esclavitud de la razón y el desconocimiento de la verdad.“

En nuestro mandil esta representado el brazo que esgrime el puñal y representa el cumplimiento de la sentencia dictada por la libertad y las ciencias contra la ignorancia y el error; y la finalidad que consagran los maestros elegidos de los nueve es a la educación, que es la difusión de la verdadera luz.

 “Juro y prometo asimismo, poner todos mis esfuerzos, al servicio de la instrucción del pueblo  y contribuir por todos los medios a extirpar el error  y propagar la verdad.”

Todas las personas somos ignorantes. Esto no es un insulto, es un hecho. La persona más sabia, inteligente y culta que exista o haya existido domina apenas una parte infinitesimal del conocimiento humano. Adquirir conocimiento tiene un costo que mínimamente consiste en el tiempo invertido. Y como es imposible saberlo todo, los seres humanos nos especializamos en un área, digamos carpintería, y cuando necesitamos ayuda en otra área buscamos a un experto que nos provea tales bienes, servicios o conocimientos. Por eso en vez de mediocres ‘todólogos’ tenemos albañiles, abogados, zapateros, administradores, médicos… e incluso dentro de cada área encontramos un sinfín de subdivisiones como neurólogo, cardiólogo, traumatólogo, etc. 

La consecuencia más grave de la ignorancia es que favorece la tendencia del Ser Humano a intentar explicarse todo con respuestas fáciles, cómodas y que nos hagan sentir seguros, que nos den referencias fijas, porque ni siquiera sabemos quiénes somos, de dónde venimos y qué hacemos en este planeta y por ello nos sentimos perdidos. Entonces, lo más fácil es explicarnos todo de forma que nos guste y considerar que la realidad, que la verdad, es lo que nosotros tenemos como faro. Y aquí, nace el fundamentalismo, el dogmatismo, el fanatismo, porque tenemos miedo de que nos demuestren que toda nuestra vida, todo lo que tenemos como cierto, es una gigantesca falacia.

¿Cómo podemos superar esta paradoja? Quizás comenzando por reconocer nuestra propia ignorancia, atreviéndonos a vivir sin puntos de referencia fijos, atreviéndonos a vivir permanentemente en la incertidumbre y cuestionando todo y cuestionándonos a nosotros mismos y lo que creemos saber, cuestionándonos cada hora, cada día, aprendiendo a vivir como dice el Zen, en la seguridad de la incertidumbre, en la seguridad de la inseguridad, y si hacemos esto, no tendremos seguro salir de nuestra ignorancia pero al menos no caeremos en dogmatismos ni en fundamentalismos y estaremos abiertos a que un día, cualquier día llegue un Ser Humano y nos demuestre que estamos equivocados en todo y que por tanto nuestra ignorancia es mayor de lo que podríamos haber pensado si es que hubiésemos pensado alguna vez que somos ignorantes.

Empecemos con nosotros mismos, para influenciar en nuestro entorno diario, y ser referentes de conocimiento, inteligencia y sabiduría sobre la ignorancia.

¡Por el progreso y la dignificación del pueblo!

¡Por la luz para todos aquellos que se debaten en las tinieblas!

¡Por la educación, en lucha contra la ignorancia y el error!

¡Lucharemos eternamente por estos ideales!

Carlo Patrick Zenzano Arnez

Grado IX

Camp.·. de Cochabamba, 11 de Septiembre de 2019 e.·.v.·.

BIBLIOGRAFÍA

Adoum, Jorge (2012). El Maestro de los Nueve. Argentina: Editorial Kier.

Frau Abrines, Lorenzo y Arus i Arderiu, Rosendo (1995). Diccionario Enciclopédico de la Masonería. México: Editorial del Valle de México.

Lavagnini, Aldo (2003). Manual del Maestro Elegido. Argentina: Editorial Kier.

Supremo Consejo del Grado XXXIII para la República de Bolivia (2009). Liturgia del Grado IX. Bolivia: Edición Reservada.

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