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LA TOLERANCIA COMO IMPERATIVO EN LA MASONERIA

El objeto de este trabajo es definir la TOLERANCIA COMO IMPERATIVO EN LA MASONERIA, un tema que sin duda permite ser analizado desde diferentes puntos de vista, razón por la que siempre se encontrarán diversos criterios al respecto, ya que la Tolerancia es una virtud que muy pocos entre los humanos están en la capacidad de practicarla en su verdadera dimensión. Para ingresar al tema fue necesario conocer la definición de TOLERANCIA como tal, dentro del ámbito Masónico, así como en el campo profano.

En el diccionario Masónico, en forma resumida se define a la TOLERANCIA como la capacidad de respetar las ideas políticas y religiosas de los H:.M:., es decir cada hermano esta en la libertad de pensar sobre estos temas en la forma que el más crea conveniente, temas que no pueden ser discutidos dentro de la logia.

En el mundo profano se encuentra como definición de la TOLERANCIA como: Indulgencia, respeto y consideración hacia la manera de pensar, de actuar y de sentir de los demás, aunque estas sean diferentes a los nuestros; en otras palabras: la virtud mas útil en la vida social, es la tolerancia.

De acuerdo a la definición de otros autores, se encuentra que la TOLERANCIA es sinónimo de Masonería, es decir, la Masonería y la TOLERANCIA son una misma cosa. Al respecto, considero que la definición dada sobre la TOLERANCIA en el diccionario Masónico es demasiado limitada, ya que solo habla de la religión y de la política, sin embargo, no podría existir el vínculo y la fraternidad masónicas sin la TOLERANCIA de sus miembros y solo a través de esa TOLERANCIA respecto del actuar y de pensar pudo lograrse que la Hermandad Masónica subsista a lo largo de todos los tiempos. En uno de los rituales de iniciación, el V:.M:. pregunta, ¿cuál es la virtud que mas apreciamos los H:.M:.? el candidato ignora, por lo general responde el amor, la amistad o cualquier otra virtud, pero casi nunca acierta en definir la TOLERANCIA, como la virtud mas apreciada, la misma que debemos practicar, no solo en el ámbito político, y religioso sino en todos los instantes de nuestra vida diaria.

Cada persona o H:.M:., está en la libertad de poder pensar y actuar como lo desee para alcanzar la Verdad, nadie podrá juzgar esa libertad de pensamiento, ya que las personas actúan de acuerdo a la capacidad de su inteligencia y de su propio entendimiento, pues en cada expresión siempre se encontrará parte de la verdad y en cada censura también se encontraran varios errores, ya que la fragilidad de la mente humana, no nos permite tener el cien por ciento de la razón para juzgar la opinión de los demás.

Debemos observar como principio, que toda opinión sincera vertida por los H:.M:. debe ser respetada, aunque no compartamos con esa idea o criterio, sin embargo, también es una obligación el tener que orientar al H:.M:. respecto de sus ideas si estas están erradas, y debemos hacerlo en la forma sutil, evitando el ofenderle. La diferencia de ideas no debe ser motivo para producir antipatías, o enemistades entre los H:.M:. mas al contrario, se deberán encontrar puntos compatibles para eliminar estas diferencias.

Por otra parte la TOLERANCIA no significa que se deban ocultar los errores y encubrir los actos que van contra la moral de los H:.M:., por el contrario, allí donde exista falsedad llevemos la verdad y a la oscuridad llevemos la luz. Por lo expuesto hasta el momento, la TOLERANCIA, como virtud para los miembros de la orden Masónica debe ser IMPERATIVA en la vida cotidiana de sus miembros, no solo con los HH:. sino con los colegas en el trabajo, en la familia con la esposa los hijos, con los padres, ya que ellos no tienen la gracia divina para buscar la luz y la verdad como lo hace el H:.M:., por lo tanto, les será mas difícil el comprender el verdadero significado y alcance de esa poco practicada virtud llamada TOLERANCIA.

Esa imperiosa necesidad de los H:.M:., de practicar la TOLERANCIA dentro y fuera de nuestra orden, tiene la virtud, de buscar el entendimiento entre los hombres, de buscar la igualdad entre estos evitando el enfrentamiento, la intolerancia, la falta de comprensión, en general buscar el bienestar de la humanidad. Al iniciarnos, nos informan que en la orden no se reconoce jerarquías de nobleza ni de fortuna; que todos somos iguales y que reunidos en el templo nos diferenciamos únicamente por los diversos grados que ostentamos y aquellos que tienen mayor grado, son los mas tolerantes y humildes, sobre todo con los recién iniciados que están empezando a pulir la piedra bruta.

Ya que se esta hablando de la TOLERANCIA, también resulta útil el tener que referirse a su antónimo, la INTOLERANCIA. Lamentablemente esta vive en el corazón de la humanidad y se la practica con mas frecuencia que la TOLERANCIA, ya que la mezquindad, el egoísmo, la falta de comprensión, el juicio a las personas, etc. podemos tomarlos como sinónimos de intolerancia, y se encuentran en la vida cotidiana del ser humano, allí es donde se originaron la mayor parte de las guerras, la pobreza y la falta de libertad de los hombres, sobre todo esta última, que es la razón de ser de la masonería, está cambiando vertiginosamente, si bien no se tiene la falta de libertad corporal como existía en la antigüedad, el dominio viene en la actualidad dentro del campo económico y la esclavitud ahora tiene otra cara, situación sobre la que debemos meditar. Por otra parte la alienación de ideas y de costumbres, es una forma de intolerancia que se practica en el mundo moderno.

Al terminar la presente plancha, considero que la práctica diaria y continua de la Tolerancia por parte de los H:.M:. debe ser un deber que cada uno se impone, por haber tenido la gracia de haber sido elegidos para pertenecer a esta hermandad que nos orienta a dar nuestros pasos hasta alcanzar la verdadera luz; aquella luz que nos permita vislumbrar la paz y amor entre los hombres, como predicaba Jesús.

E.Q.G.

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