Constituye una de las siete ciencias o artes liberales.
Es la elocuencia del discurso; son las palabras usadas correctamente, sin palabrería; es la expresión de un pensamiento franco, sincero y elegante.
En el interior del templo, quien use la palabra debe demostrar conocimiento de la Retórica, ya que es su deber cultivar este arte, para que los presentes puedan estar cada vez más ilustrados.
La masonería es una escuela, especialmente en el grado de Compañero; el objetivo para quien toma la palabra, y todo el mundo adquiere este derecho y tiene esta oportunidad, es medirla, construir y nunca destruir.
El francmasón tiene templanza incluso en su discurso, por lo que agradará a sus Hermanos, que ya lo admiran por su elocuencia sencilla, clara y juiciosa.
Breviario Masónico / Rizzardo da Camino, – 6. Ed. – São Paulo. Madrás, 2014, pág. 342.