La palanca es un símbolo que expresa fuerza; su forma misma sugiere esta fuerza; Solo un punto de apoyo es suficiente para levantar un gran peso bajo la simple presión muscular de un brazo.
Arquímedes dijo: «Dame un punto de apoyo en el que levantaré al mundo», una manifestación filosófica de valorar el «punto de apoyo».
En nuestras vidas, cuando encontramos un obstáculo para ser eliminado que expresa un esfuerzo imposible, el masón debe evocar la palanca y buscar ese «punto de apoyo».
A veces la solución está cerca de nosotros y no la visualizamos porque nuestra atención se centra en el gran obstáculo.
La lección de la palanca es que no hay peso que no se pueda quitar, por lo que los obstáculos se eliminarán, aunque lentamente, ya que la palanca solo se levanta y, al desequilibrar el peso, hace que se mueva.
Si hay un problema, la próxima será la solución; solo encontrarlo no es una tarea abrumadora.
El «punto de apoyo» es que soporta todo el peso del obstáculo y, por lo tanto, resulta ser la parte más importante. En una fraternidad, cada hermano constituye un «punto de apoyo»; debemos aprender a usar este poder que solo proporciona la Masonería.
Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, – 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 35.
16 de enero.