Primeros Días …
¿Mi hijo qué cosa es ésta en la que te estás metiendo?
La masonería?
Esto será bueno para vos?
Después de seis meses …
¿Es verdad que no vas más a la Iglesia?
¿Por qué?
¿Es verdad que para todo lo que vas a hacer tenes que pedir autorización a ellos?
¡Cuidado que ellos están mirando tu dinero!
Después de un año …
¿Y tu esposa, está contenta con esto?
¿No le importa tu ausencia todos los martes?
¿Has tenido muchas fiestas?
Después de 1 año y 8 meses …
Hijo, recordas aquellos aritos con aquellas dos hojas que me diste, como era el nombre … ??? ¡Ah! Acacia.
Sabes que el otro día, cuando fui al médico a hacer mis exámenes de rutina, el Dr. Ricardo me dijo: «Qué lindos aros, fue su hijo quien le dio?
¡Ven aquí señora que no voy a dejarla esperando ahí en la fila, le voy a atender ahora!
No entendí, pero estoy desconfiando de que le pediste para que me atienda pronto.
¿Estás hablando con él?
Por la tarde, en el mercado, también estaba con los aros y vi cuando un padre dijo a su hijo: «ve a dar un besito a la abuela.»
Nunca había visto al niño mucho menos el padre del niño, pero aún así me sentí muy contenta ese día con el beso cariñoso del niño.
Después de dos años …
Hijo, tengo que reconocer que esta tal de Masonería te está haciendo bien. Estás más tolerante conmigo, con tu hermana, con tu suegra y con los tíos que siempre cuentan la misma historia. Le pregunté a tu esposa si ella había percibido estos cambios en vos y ella me dijo que incluso estas lidiando mejor con miedo al desempleo, el miedo a ser asaltado, estás aceptando mejor las ideas contrarias de los demás, ya no estás comprando todo lo que ves por delante, y después quedabas desesperado para pagar la cuenta de la tarjeta de crédito, estás más casero, hasta dando atención a los animales, ya hasta percibes el crecimiento de las plantas del balcón y principalmente, le estas dando más atención a ella. Incluso has escuchado música clásica, has conversado más con las personas en el edificio, estas interesado con los problemas de los empleados. ¿Quién diría … Sólo esa tal de Masonería para cambiarte de esta manera, y yo creía que iba a ser mal para ti.
Respuesta del Hijo Madre, no es nada de esto, sólo estoy más viejo, y sólo ahora estoy practicando lo que usted me enseñó durante toda la vida y nunca quise aprender.
Perdón por no oírte, pero nunca es tarde para empezar a amarte.
Si no me hubieras traído al mundo no podría estar feliz como ahora estoy.
Estoy infinitamente agradecido por haberme generado.
Madre, la Masonería no «robó» a tu hijo querido para un mundo aparte, al contrario, ella trajo a tu mundo un montón de hijos que ni siquiera sabías que existían.
El Dr. Ricardo, el extraño del supermercado y otros que usted todavía va a encontrar, son todos mis hermanos, es decir, son todos tus hijos.
Viva las Madres de todos los masones!
Viva nuestras Madres!
Viva las Esposas!, las Madres de nuestros hijos.
Viva la Madre Mayor!
Viva la Masonería!!!
Autor: Un hombre libre y de buenas costumbres.