“Os ciño esta corona de LAUREL y de OLIVO por la Gloria que os cabe al emprender vuestro viaje, y la Ciencia que os dirige para conseguirlo, y os entrego esta LLAVE DE MARFIL para que penetréis en el SANTUARIO.”
Momentos sublimes que todos vivimos al iniciar nuestro compromiso y trabajo en el escocismo; es el primer momento que escuchamos de esta llave, nos entregaron la LLAVE DE MARFIL y en medio de tanta información y confusión sujetamos la llave; que sin saberlo ya en el juramento previo juramos ejercitar la razón y sin darnos cuenta teníamos en nuestras manos el símbolo del saber iniciático.
Mediante la muerte en masonería encontramos la puerta para una mejor comprensión de la vida. Así es que el Maestro perdido en momentos de meditación ante la tumba de Hiram busca encontrarse a sí mismo sin salirse de la realidad; trae del Sepulcro la urna de oro que contiene el corazón embalsamado de Hiram para poder imitar sus valores, sus virtudes y su ejemplo, y es la llave de marfil, la comprensión iluminada que ha podido realizar dentro de su propio corazón, entre la escuadra del Juicio y el compás de la razón. La vida y la muerte son iguales porque la muerte no existe. Estas las primeras preguntas que te dirigirán:
— ¿Qué conceptos tienes de la vida?.
— ¿Qué ideas tienes sobre las diferentes formas de la manifestación?.
— ¿Crees que la vida puede cesar con la existencia de la muerte?.
De esta forma, el Maestro Secreto llega a saber que la muerte no puede
existir porque para morir debe haber nacido, y para nacer debe haber existido
o haber tenido preexistencia; luego, lo que tiene preexistencia sobrevive a la manifestación exterior, que es la muerte.
Así, la Tumba de Hiram, o nuestro cuerpo, es el Templo de la Vida
Única, aunque nuestro intelecto no pueda comprender qué sea la vida ni sienta
su manifestación.
El marfil es, en las tradiciones orientales, uno de los emblemas de la sabiduría, que además de relacionarse con el elefante, considerado como símbolo de inteligencia, es uno de los materiales usados de preferencia en la confección de reliquias y objetos de veneración.
Los trabajos del Grado Cuarto, Maestro Secreto, tienen como objetivo demostrar que la Conciencia es la capacidad intuitiva de conocer el bien que debemos hacer y el mal que debemos evitar para la conservación del individuo y de la especie humana; asimismo, el Grado pone en evidencia cómo la educación profana es capaz de llegar a falsear los instintos sociales que se llaman Honor, Virtud y Justicia. Enseña también que el mundo físico no da a conocer el mundo moral. El candidato encuentra los fundamentos de la Libertad y de la Fraternidad por medio de la Justicia, guiada por la Conciencia.
En masonería, la llave de marfil con la letra “Z” es la joya del Maestro Secreto. Representando en principio el silencio en forma de prudencia y discreción y, más allá, el saber filosófico integral.
Esotéricamente, una vez que hayamos alcanzado la iniciación y sepamos mantener el secreto a la revelación de los misterios impenetrables, es que podemos indicar que “poseemos la llave”.
En heráldica, La llave es una figura o mueble común en muchos blasones. Su significado suele venir por ser el atributo de San Pedro o pueden ser debido a su importancia para guardar cofres y tesoros.
Su invención se atribuye a Teodoro de Samos en el siglo VII a. C. aunque con toda probabilidad se usaban mucho antes. Existe la creencia de que las primeras cerraduras eran grandes cajas metálicas que necesitaban para abrirse llaves de hierro muy grandes y pesadas, lo que solamente es cierto en parte, porque también se utilizaron llaves pequeñas para tapaderas de cajas pequeñas, como joyeros u otro tipo de muebles. Cierto que había una cierta relación entre la importancia de la puerta y el tamaño de la llave.
Una llave tiene cuatro partes básicas que son: Tija o asta, anillo, ojo y paletón. La palabra Tija, derivada del francés Tije (Varilla), tiene aplicación exclusiva en castellano a un elemento que corresponde al ASTA de la llave, pieza que conecta al anillo con el paletón. El Anillo y el Ojo forman una unidad, que generalmente es la parte más elaborada desde el punto de vista ornamental, y mecánicamente constituye la palanca de la llave. El Paletón, que se encuentra en el extremo opuesto al conjunto ojo-anillo y es la pieza que da nombre, de manera indirecta, al objeto que nos ocupa, puesto que contiene la CLAVE o, lo que es lo mismo, las combinaciones que se adaptan a cada cerradura en particular. Y finalmente, podemos hablar de la Guarda, explicando que, aunque es un elemento fundamental dentro de la individualidad de cada conjunto cerrojo–llave como sistema de seguridad, no es una estructura básica, ya que podríamos encontrar llaves sin guardas propiamente dichas. Concretando, la guarda es una especie de acanaladura observable en el perfil del paletón, abierto hasta la tija, que se adapta a la abertura (chapa o rodete) de la cerradura para la cual fue fabricada cada llave en particular.
Es por esto que mediante esta alegoría, este símbolo de secreto, conocimiento, razón y conciencia nuestra vida real se halla establecida en la eternidad; y si trascendemos el punto de vista ilusorio de nuestra personalidad limitada, llegando al corazón de nuestro ser, esta realidad se nos hará individualmente alcanzable, como la Llave de Marfil que nos permite la Perfecta Comprensión de la vida.
La cándida llave, con la cual el Arca puede abrirse, representa el entendimiento espiritual, alcanzado por medio de la visión interior, con el cual se comprende la Ley de la Vida.
Con esta llave blanca y pura, como las intenciones para las que fue creada, y que el Maestro Secreto lleva en su último viaje, se debe tener mucho cuidado con la fragilidad del material del que esta fabricada, la llave puede romperse fácilmente, si fuerzas ajenas y opuestas a su creación original son usadas, el contenido del Arca permanecerá oculto e impenetrable.
La joya del maestro secreto, que es la llave de marfil con la que se abren la urna de oro y el Arca, es un símbolo evidente de fidelidad y de prudencia, de discreción y de secreto; es, además, emblemática de la capacidad de penetración de la mente que se coloca en un punto de vista central: en el centro del circulo o en la Cámara del Medio, entre la escuadra y el compás, en donde constantemente puede encontrarse todo lo que se haya perdido.
Aquí se nos muestra otro sentido de la Leyenda de Hiram, siempre es la Vida Superior latente –muerta o dormida- que tiene que ser encontrada, reconocida y vivificada por medio de la Palabra que produce el milagro de la resurrección. En el simbolismo de este grado, dicha vida se halla concentrada en el corazón –habiéndose vuelto cenizas la forma ilusoria- y este corazón embalsamado (con las esencias santificantes de la Eternidad) tiene que trasladarse por encima del Ara o Piedra Cubica, para que la transmita, identificándose la urna que lo contiene con el Arca de la Alianza, abriéndola con la Llave de Marfil.
El momento de iniciar nuevamente, de volver a la vida de la búsqueda de la verdad en el escocismo, se nos otorga la Llave de Marfil, instrumento que es la unión entre lo desconocido y un universo de conocimiento y valores embalsamados en el corazón de Hiram, y que tenemos la posibilidad de poder crecer y fortalecer nuestro yo interior mediante la razón, la conciencia y el conocimiento para adquirir.
Dependerá de cada Maestro Secreto el uso que quiera dar a la Llave de Marfil, la puerta está abierta, el conocimiento está esperando ser encontrado; el corazón embalsamado de Hiram nos espera; usemos la llave de marfil el mayor tiempo posible; tengamos la urna de la sabiduría abierto cuanto sea posible; y compartamos los conocimientos adquiridos, compartamos la razón y comprensión iluminada en nuestro ser.
Carlo Patrick Zenzano Arnez
M:.S:. Grado IV
Camp.·. de Cochabamba, 11 de Abril de 2018 e.·.v.·.
BIBLIOGRAFÍA
Lavagnini, Aldo . Manual del Maestro Secreto.
Liturgia del Grado IV° del R.·.E.·.A.·.A.·.. Bolivia: Edición Reservada.
Adoum, Jorge Elías. El Maestro Secreto Y sus Misterios
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