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La Conciencia y la Física Cuántica (Segunda parte)

LA CONCIENCIA. EN EL ÁREA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Existe debate sobre en qué consiste exactamente la conciencia. En el área de la inteligencia artificial se ha trabajado la idea de crear máquinas o programas suficientemente complejos como para dar lugar a una conciencia artificial, pero algunos han negado la posibilidad de que una computadora pueda dar lugar a algo genuinamente indistinguible de una conciencia.

La prueba de Turing (test de Turing), propuesta en 1950, aborda ese problema, hasta la actualidad (2018) ningún programador ha conseguido con éxito superar satisfactoriamente esta prueba (si bien un bot conversacional bautizado como Eugene Goostman de 2014, logró engañar gran parte de un jurado de humanos que fueron usados para dicha prueba). Sin embargo, el objetivo de dicho examen no es que un programa tenga conciencia, sino que nos haga creer que la tiene.

Existen dudas sobre la naturaleza de la conciencia y como se relaciona ella con la inteligencia artificial; y no se sabe con seguridad si la conciencia como fenómeno cognitivo es sólo el resultado de la complejidad computacional (o neuronal en los seres vivos), y/o es un fenómeno emergente de la interacción de la materia.

Roger Penrose se ha ocupado del problema de la realidad física de la inteligencia y ha analizado diversas pretensiones teóricas por parte de la inteligencia artificial de simular o construir artefactos que posean algún tipo de conciencia.

Penrose clasifica las posturas actuales ante la cuestión de si la conciencia es o no computable algorítmicamente:

  1. Todo pensamiento es un proceso de computación, es decir, en particular la percepción de uno mismo y la autoconciencia son procesos emergentes que son resultado directo de la computación o algoritmo adecuados.
  • La conciencia es una consecuencia del tipo de acción física que ocurre en el cerebro, y aunque cualquier acción física puede simularse apropiada a través de medios computacionales, el hecho de que se lleve a cabo un proceso de simulación computacional del cerebro no comportaría, por sí mismo, la aparición auténtica de la autoconciencia.
  • La realización de cierta actividad física en el cerebro es lo que lleva a la aparición de la autoconciencia en el ser humano; sin embargo, aunque puede ser reproducida artificialmente, dicha acción no puede simularse algorítmicamente.
  • La conciencia de tipo humano no puede entenderse propiamente en términosfísicos, computacionales o científicos de otro tipo.

LA CONCIENCIA Y LA MATERIA.

Según AnieeBensat  La conciencia y la materia se influyen recíprocamente, porque son los dos constituyentes de un todo que aparecen cuando se desdoblan sin dejar de relacionarse y desaparecen al unirse.

No existe la conciencia unitaria, porque toda conciencia requiere la íntima dualidad a semejanza de un imán cuyos dos polos se mantienen constantemente en relación recíproca, sino desdoblamiento de dos aspectos inseparables, de aquello que sin ambos es imanifestado ni puede manifestarse exclusivamente en uno o en otro aspecto, sino que se equilibra en ambos.

No hay anverso sin reverso ni arriba sin abajo, ni fuera sin dentro, ni espíritu sin materia. Se influyen recíprocamente porque son inseparables partes de una unidad que se manifiestan como dualidad en el espacio y en el tiempo.

LA CONCIENCIA CREA LA REALIDAD.

¿Qué es la conciencia? La conciencia incluye una serie de cosas. Es la forma en que percibimos nuestro mundo, nuestros pensamientos, siendo conscientes, nuestras intenciones y mucho más.

Como observadores, estamos involucrados personalmente con la creación de nuestra propia realidad. Los físicos se ven obligados a admitir que el universo es una construcción «mental». 

El físico pionero Sir James Jeans escribió:

«La corriente del conocimiento se encamina hacia una realidad no mecánica; el universo comienza a parecerse más a un gran pensamiento que a una gran máquina. 

La mente ya no parece ser un intruso accidental en el reino de la materia, deberíamos más bien celebrarla como creador y gobernador del reino de la materia. Acepte esa indiscutible conclusión. 

El universo es inmaterial mental y espiritual. «

Somos, de hecho, los observadores, podemos crear un cambio y romper los patrones para abrir nuevas posibilidades, cambiar nuestra dirección, a lo largo de la manera en que nos observamos a nosotros mismos, a otros y al mundo que nos rodea.

LA CONCIENCIA DEL ALMA Y LA CONCIENCIA DEL CUERPO

Como seres humanos nuestra tarea es coordinar y honrar a dos tipos de conciencia diferentes que conviven en nosotros y de las que paradójicamente no somos del todo concientes: la conciencia del alma y la conciencia del cuerpo.

En nosotros conviven un alma y un cuerpo físico o entidad biológica.


El alma trae la experiencia que ha recogido en miles de encarnaciones.


El cuerpo trae el legado de nuestros ancestros.

Tanto el cuerpo como el alma poseen conciencia y ambas conciencias están conectadas con la conciencia total del Universo. Son la totalidad No discriminan. No piensan. Simplemente son.

Toda  la  información que traen, se combina en cada uno de nosotros, aquí, hoy, dando lugar a esta, nuestra experiencia particular en el planeta Tierra.

Estas dos conciencias, son diferentes y necesitan convivir.

Los deseos, anhelos y aspiraciones son propios del alma.

La supervivencia y la seguridad son necesidades del cuerpo, o de nuestra entidad biológica.

Es importante honrar las necesidades de ambas.

Sin embargo no es sencillo para nosotros dialogar con ninguna de ellas.

Porque hemos desarrollado otro tipo de conciencia, a la que llamamos mente conciente o mente analítica. Hemos adquirido la capacidad de pensar.

Y si bien evolutivamente la mente conciente es un avance extraordinario, que nos permite ser concientes de nosotros mismos, nos permite observarnos, nos permite elegir, nos permite buscar intencionalmente, nos posibilita el pensamiento a través del cuál creamos nuestra vida; está en una etapa de su evolución que no le permite aún ser con facilidad el nexo entre cuerpo y alma.

“Desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China, el ser humano es aquel que une lo celeste con lo terrestre. Es decir, la conciencia del hombre unifica al ser material con el ser espiritual a través de energías-conciencia que evolucionan…” (Celia Iñiguez Sánchez)

La mente conciente está aún aferrada a sistemas de creencias, que no le permiten percibir la realidad sin preconceptos, sin prejuicios, sin condicionamientos. Tiene tendencia a interpretar, y a explicar sus percepciones, antes que aceptarlas por lo que son.

En consecuencia aún le es difícil percibir y comprender los lenguajes del cuerpo y del alma.

“Se necesita una mente en extremo sagaz, un corazón extraordinariamente flexible, para darse cuenta de lo que es y seguirlo; porque lo que es está en movimiento constantemente, está transformándose constantemente; y si la mente está amarrada a la creencia, al saber, deja de seguir el veloz movimiento de lo que es. Lo que es no es estático, se mueve constantemente, como veréis si lo observáis muy de cerca. Y para seguirlo necesitáis una mente activa y un corazón flexible, algo imposible cuando la mente es estática, cuando está fija en una creencia, en un prejuicio, en una identificación; y una mente y un corazón secos no pueden seguir fácil y velozmente a aquello que es.” (Krishnamurti)

Para lograr armonía en el ser humano. Necesitamos poder armonizar todos los aspectos de su ser y para eso necesitamos comunicarnos con todos ellos.

La conciencia celular guarda los patrones de conducta adquiridos y nos impulsa a dar respuestas automáticas a los diferentes estímulos con que el medio nos confronta. Como busca nuestra seguridad y supervivencia, se asegura de que repitamos los patrones conductuales que resultaron eficaces en algún momento.

La conciencia del alma, sabiéndose eterna, busca darle significado y propósito a nuestro tránsito por esta vida. Conectándonos con ella, recibiremos inspiración y ampliaremos nuestras perspectivas.

Tenemos entonces que coordinar la mente conciente, la conciencia celular y la conciencia del alma. ¿Cómo hacemos para comunicarnos con cada una?

El lenguaje verbal, ya sea en forma de pensamiento o de la palabra hablada o escrita, es la vía de comunicación que tenemos con la mente conciente.

El testeo muscular nos permite conectarnos con la conciencia celular.

A la conciencia del alma podemos acceder a través de la intuición, la meditación y fundamentalmente la intención. Muchas veces nos es difícil poder confiar en nuestra intuición, debido al cuestionamiento permanente de la mente conciente y, con frecuencia, dejamos de intentarlo.

Tanto el cuerpo como el alma están en comunicación permanente con la conciencia total del Universo, del que son y somos parte. Por tanto están en comunicación entre sí sin la intervención directa de la mente conciente. Entonces a través de la conciencia celular, vía el testeo muscular, podemos acceder a la comunicación con la conciencia del alma. De esta forma, y sabiendo preguntar, podemos recibir parte de su sabiduría.

Para hacer esto es fundamental lograr un alineamiento con el alma antes de utilizar el testeo para evitar que la mente conciente interfiera.

CONCIENCIA CELULAR

Como técnica, busca facilitar el reequilibrio de aquellos aspectos que percibimos  y están en desarmonía.

Una vez establecida una alineación Alma-Mente-Cuerpo, la mente conciente formula preguntas que son respondidas con la asistencia del alma y utilizando la información que el cuerpo nos brinda a través del testeo muscular.

De esta manera, integrando los tres aspectos, establecemos un diálogo en el que podemos saber qué es lo que necesita la persona con la que estamos trabajando, cuáles son sus prioridades y qué herramientas son más adecuadas para utilizar en cada particular situación.

EL ESPIRITU, EL CUERPO Y EL ALMA.

En la filosofía de lo rosacruces, se dice «que el hombre es un espíritu que habita en un cuerpo y que tiene un alma«.

Pero en realidad el Espíritu propiamente dicho es la energía que necesita nuestra alma para que el vehículo el coche, que es el cuerpo físico, pueda trasladar al alma,  es decir después de la muerte desaparece el cuerpo como vehículo del alma en esta vida (en esta dimensión) y después de la muerte es el espíritu, que no es más que la energía, es el que se encarga de mover al alma a través de todas las dimensiones.

El espíritu por tanto es la parte de la energía inmortal y eterna, que acompañara siempre al alma.

Es decir el espíritu es la energía eterna e inextinguible que acompaña y hace de vehículo al alma, como si fuera con una gran dínamo.

Por lo tanto, el hombre es un cuerpo sutil encarnado en un cuerpo físico en esta 3ª dimensión.

El alma, es la parte consciente de nuestro ser y utiliza el espíritu como vehículo energético para transportarla por las distintas dimensiones de nuestro cuerpo sutil. Y así llega a la parte más densa  como es nuestra 3ª dimensión donde el espíritu utiliza un cuerpo para que pueda manifestarse es esta 3ª dimensión.

Cuando un sujeto tiene pena o sufre un estado de profunda tristeza, generalmente es el alma la que está sintiendo esto. Lo que indica que nuestra alma puede reconducir nuestras emociones a través de la mente y de nuestro cuerpo.

El objetivo máximo del ser humano consiste en ser conscientes de lo que realmente somos es decir ser conscientes de que nosotros somos parte de un cuerpo sutil y eso lo lograremos cuando seamos conscientes de nuestra propia alma.

Para lo cual es necesario cultivar el alma, dándole conciencia e inteligencia, actualizando su contenido y sentido de vida.

Pero también tenemos que ser conscientes de nuestro enemigo que es el ego y que se traduce como nuestra mente y que es como un animalito o niño pequeño, al cual debemos imponer nuestra voluntad y no ser nosotros los que obedezcamos a la parte animal.

En el ser humano, cuando el alma adquiere conciencia es cuando podemos actuar con las fuerzas de la naturaleza. La ley de la correspondencia dice, «como es arriba es abajo, como es abajo es arriba» o como dice la iglesia, » así como en la tierra es en el cielo.».

Si aplicamos esta ley universal, a este caso en particular, podemos afirmar, que todo lo que está dentro de nosotros, también está fuera y por lo tanto, aquel que conquiste su naturaleza interna, alcanzará también el dominio de la externa.

Por otra parte la alquimia, es el arte tradicional del ocultismo, enseña a transmutar los metales viles en oro. En el aspecto espiritual, esto simboliza la transmutación de las bajas pasiones en virtudes o dicho de otra manera transmutar vibraciones negativas en positivas y así poder alcanzar otras dimensiones.

LA MENTE.

La mente es el nombre más común del fenómeno emergente que es responsable del entendimiento, la capacidad de crear pensamientos, la creatividad, el aprendizaje, el raciocinio, la percepción, la emoción, la memoria, la imaginación y la voluntad, y otras habilidades cognitivas.

La mente integra diversas facultades del cerebro que permite reunir información, razonar y extraer conclusiones.

La mente es el freno o acelerador de nuestra conciencia es decir que siguiendo la ley de la atracción es un verdadero freno o es un genial potencial a tus atracciones.

Es decir atraes lo que la mente piensa e imagina, sea bueno o malo.

Como ya sabes, atraes todo que piensas. No importa si eso es bueno o malo para ti: mientras le estés dedicando atención, energía y foco, y por tanto, imaginando, eso es lo que atraerás.

Si piensas en falta de dinero, eso es lo que atraerás. Si piensas que nunca encontrarás un buen trabajo, eso es lo que atraerás. Y si piensas que una relación estable y duradera está en proceso de llegar eso es lo que atraerás.

Para bien o para mal atraes todo lo que piensas, todo aquello donde tu mente va dirigida tu atención, todo en lo que te enfoca. Y es por eso precisamente que la mente es tan importante para atraer resultados con la Ley de Atracción.

Pero por ese mismo motivo es imprescindible que aprendas a usarla bien para lograr lo que quieres.

¿Sabías que tu mente subconsciente no distingue entre un objeto real y otro que estás imaginando?

Eso es así porque tus pensamientos, emociones, sensaciones y vibraciones son exactamente las mismas cuando tienes algo frente a ti que cuando lo visualizas.

¡Imagina todo lo que tu mente puede atraer!

Pero para eso es muy importante que antes de ponerte a visualizar sepas qué quieres exactamente en tu vida, y aprendas a enfocarte en lo que sí quieres para no dedicar más tiempo a lo que quieres evitar.

Y para eso antes debes aprender a realizar afirmaciones.

Muchas personas atraen lo que no quieren porque imaginan constantemente todo lo que quieren evitar.

Y recuerda que el universo no procesar el “NO”, y que además atraes todo aquello en lo que te enfocas. Así que por mucho que te centres en lo que no quieres nada va a cambiar: eso es lo que atraerás.

Una vez uno entiende que tu mente es muy poderosa para bien o para atraer el mal, es cuando debes usar la visualización para lo positivo es decir para atraer a tu vida todo lo que quieres.

Por lo tanto la conciencia es el amplio campo de acción en el que se mueve la mente, aunque también intervienen las impresiones y percepciones físicas, las emociones, las intuiciones, el mundo de la imaginación y las experiencias metafísicas.

De todas maneras a pesar que la conciencia es el “todo nuestro” es fácil por tanto pensar que también va influir en nuestra mente, pero como a su vez la mente es parte de nuestro cuerpo físico esto implicara que ciertas actuaciones no las podremos comprender y por eso simplemente las rechazaremos.

Nuestra alma se traslada con la energía del espíritu, que se introduce e incorpora en un cuerpo físico en esta 3ª dimensión, en donde la conciencia – alma es la sabiduría, es el conocimiento, es la identificación en otras dimensiones, es la luz y como tal nuestra alma es nuestra esencia y nuestro ser.

La luz, es la manifestación de nuestro ser que llamaremos alma, la cual se ilumina una vez que el espíritu queda activado por la energía.

Por otra parte la conciencia puede ser individual o colectiva esto quiere decir que nosotros formamos parte de un todo. Es decir nuestra conciencia pertenece a una redgrupal o colectiva y este concepto también se le conoce como «archivosAkáshicos»; También la conciencia puede ser consciente o inconsciente luego Jung, la acuñó como inconsciente colectivo universal y hoy otras filosofías se le conoce como noosfera.

Así los conceptos de conciencia y alma, espíritu, mente y el cuerpo físico, van unidos solo en esta 3ª dimensión, sin embargo después de la muerte la conciencia y alma, espíritu y la mente conciencial que forman parte del cuerpo sutil se trasladan a otra dimensión astral y la mente cerebral y el cuerpo físico desaparecen y se transforman en otro tipo de energía cíclica.

LA FISICA CUANTICA.

  La física Cuántica es la rama de la Física que estudia la materia a escalas muy pequeñas: a nivel molecular, atómico y aún menor. La también llamada mecánica cuántica nace de manos de Max Planck en 1900 en la Sociedad Física de la Academia de Ciencias de Berlín, pero su nombre se le debe a otro gran científico de esta rama, Max Born, en 1924. La física cuántica es la que estudia la materia, sus cualidades y la radiación a niveles atómicos y subatómicos. La observación de la materia a estas escalas proporciona una información y un conocimiento de la misma que convierte la física cuántica en un nuevo paradigma de la ciencia.   Rompe los esquemas de la ciencia Newtoniana de acción-reacción en los que si una manzana cae del árbol lo hará hacia abajo, mientras que en la física cuántica puede estar en el árbol y en el suelo a la vez (si se tratase de una molécula). La física, o mecánica cuántica, estudia el comportamiento de la materia cuando las dimensiones de ésta son tan pequeñas que empiezan a notarseextraños efectos como la imposibilidad de conocer con exactitud la posición de una partícula o simultáneamente su posición y velocidad, sin afectar a la propia partícula. Los principios básicos de la física cuántica son fundamentalmente dos:   El primero es que las partículas intercambian energía en múltiplos enteros de una cantidad mínima posible, es el llamado quantum de energía.   El segundo es que la posición teórica de las partículas está dada por una función probabilística, es decir que no es una certeza sino más bien una posibilidad.   TODO ES LUZ   El término cuántico proviene de quantum, que es la unidad más pequeña que constituye la luz. Los experimentos llevados a cabo en los más avanzados laboratorios que estudian la física de partículas han demostrado que, en el nivel más pequeño de la materia, el nivel de las partículas elementales, todo es energía.   Para comprenderlo mejor digamos que la materia es luz condensada.   En los laboratorios se descubrió que las partículas y antipartículas se aniquilan entre sí, dando lugar a la aparición de la energía radiante y de la pura energía.   En el mundo cuántico surgen procesos de creación y destrucción, demostración científica de que energía y materia no son más que dos polos de la misma esencia, de una única sustancia universal. El hombre mismo está formado de esta misma sustancia universal: luz pura y radiante.   Cada uno de nosotros es un sistema de energías en vibración continua. Es decir que las moléculas de que se compone cualquier clase de materia, inclusive nuestros cuerpos, están en constante vibración.   Nuestros cuerpos crean, entonces, bandas de energía electromagnética con una determinada amplitud de onda que les permite, al mismo tiempo, emitir y absorber información. Así estamos en continua comunicación con una matriz cuántica universal de carácter holográfico.   LA ESPIRITUALIDAD Y LA FÍSICA CUÁNTICA   Si usamos la física cuántica en lo cotidiano de la vida seríamos capaces, gracias a la física cuántica unir la mente/emoción con la materia. Einstein fue el primero en dar una explicación de esta palabra relacionándola con la vida real, Einstein llamo a esta física, «LA FÍSICA DE LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO«, nada más acertado.   Para muchos investigadores esta física sería la responsable de lograr explicar como la mente crea la materia a niveles muy pequeños en lo que nosotros llamaremos el mundo de los quantums o de los fotones que son las mínimas cantidades de energía que se han encontrado, es lo más pequeño de algo que podemos tener, este descubrimiento lo hizo Max Planck con quien se inicia la teoría cuántica   Algo así como que el ojo del experimentador influye en el resultado, por lo que no existe un resultado único a ese experimento. Esto atrajo la atención sobre todo de los movimientos espirituales que sostienen la filosofía o creencia de que el pensamiento influye en la materia.   Esta filosofía espiritual surge a mediados del S. XIX en Estados Unidos bajo la premisa de que cada cual crea su realidad y que el contacto con Dios puede ser algo íntimo y sin intermediarios.   Existen científicos reputados que sí hacen una conexión con conocimiento de causa de la materia científica y espiritual.   No debemos olvidar que los científicos también son personas y son sensibles de tener creencias e influencias espirituales, religiosas o materialistas.   Henry Stapp: Físico, conocido por su trabajo en la mecánica cuántica y la conciencia. Su libro, Universo Consciente: la mecánica cuántica y el observador participante, une las filosofías espirituales que dicen que la conciencia crea la realidad.

LOS MICRO TÚBULOS

Las neuronas en el cerebro están organizadas en una red de micro túbulos de tamaño microscópico, pero de número astronómico. … “Los físicos Roger Penrose y el neurofisiólogo Stuart Hameroff sostienen que la conciencia emerge de estos elementos a niveles cuánticos del cito esqueleto del cerebro.

Según Brad Hunter La Física Cuántica comienza a abrir un nuevo camino al conocimiento verdadero reconociendo la divinidad en nosotros mismos y el poder de cocreación que todos poseemos. El hombre dejó de ser un “astronauta” del destino para darse cuenta de que puede elegir y crear de forma consciente cómo quiere interrelacionarse con la realidad.

LAS IMAGENES HOLOGRÁFICAS

El campo energético biofotónico es holográfico o holografía o visión grafica, es una técnica avanzada de fotografía que consiste en crear imágenes tridimensionales basada en el empleo de la luz, por lo que posee la propiedad de que la parte (individuo) contiene la información del Holograma completo (Todo). Existe una conectividad instantánea entre la parte y el resto de las otras partes, y entre las partes con el Holograma entero.

Aquello que promulga el misticismo que reza “descubrí la verdad dentro tuya” es una verdad irrefutable en la teoría del Holograma Cuántico. Esta propiedad de no-localidad de información es un principio postulado por la dinámica cuántica en el Teorema de Bell y demostrada en el primer experimento realizado al respecto en el espacio por el astronauta Edgar Mitchell en su misión del Apolo XIV.

Nuestro Universo sería un gigantesco almacén de información al que puede accederse desde cualquier otro lugar del universo en cualquier momento que se desee.

Al igual que un ordenador central de una red informática, toda la información queda almacenada en un disco rígido al que puede accederse desde cualquier computadora del sistema cuando el operario lo considere oportuno.

Lazlo nos dice que la percepción cuántica del mundo es tan real como la percepción sensorial ordinaria:

“Todas las coas en el tiempo-espacio emiten ondas, y estas ondas interactúan con las ondas producidas por otras cosas. Crean patrones de interferencia de ondas. Las ondas de presión en el aire y las ondas eléctricas y electromagnéticas en el espectro EM disminuyen con la distancia y los patrones que producen se limitan a nuestra cercanía inmediata. Sin embargo, las ondas cuánticas (ondas que se propagan en el dominio de la energía virtual casi infinita que llena el espacio cósmico) se mueven instantáneamente sobre cualquier distancia.

Estos tipos de patrones de interferencia constituyen hologramas cuánticos, los cuales están entrelazados –están conectados instantáneamente-. Como resultado, la información de un holograma cuántico puede ser transferida a cualquier otro holograma cuántico.

De esta forma un sistema que puede leer la información de un holograma tiene acceso a la información que contienen todos los hologramas. Nuestro cerebro decodificador de resonancias cuánticas puede en principio capturar la información de cualquier cosa y de todo lo que crea una onda de interferencia cuántica en el universo”.

LAS IMÁGENES HOLOGRAFICAS Y LA CONCIENCIA

Puede afirmarse que nuestro cuerpo contiene, entonces, un patrón holográfico de energía que trasciende el marco conceptual de la energía física, ya que sería energía consciente.

A niveles cuánticos, la conciencia es parte integrante, esto significa que la realidad cuántica no es objetiva; entonces el observador forma parte de la realidad y tiene incidencia sobre la misma.

Esto puede comprenderse bajo un principio clásico de la dinámica cuántica, el de la dualidad onda-partícula: el observador, con el simple acto de observar, determina el estado de la función en onda o en partícula.

La visión es una propiedad de la conciencia, entonces la conciencia co-crea lo que observamos. Somos partícipes de un mundo cuántico que cambia de estado de acuerdo a los observadores-participantes de la realidad.

La dinámica cuántica es un pilar clave en la unión entre la materia y la conciencia, estableciendo una nueva concepción de nosotros mismos. La dualidad de la existencia onda-partícula (o bien energía-materia) está entonces determinada por nuestra observación.

TEORÍA CUÁNTICA DE LA CONCIENCIA

EL ALMA NO MUERE, SINO QUE REGRESA AL UNIVERSO:

Según esta teoría, la conciencia ha existido desde el inicio del universo, y está procesada en los micro-túbulos de nuestro cerebro.

El milenario debate sobre la existencia del alma y si esta es inmortal o muere con la persona ha devanado durante siglos las mentes de grandes pensadores y sabios, y también ha despertado el interés de parte de la comunidad científica.

Dos prestigiosos científicos, precisamente, son los autores de la denominada teoría cuántica de la conciencia, que postula que el alma no sólo existe sino que tampoco muere, pues después de la muerte física de la persona ésta regresa al universo.

Dado lo misteriosa que es esta mecánica cuántica, es común que se asocie otro concepto misterioso como lo es «la conciencia».

Los microtúbulos, básicamente son polímeros cilíndricos de proteínas en forma de maní. Estos cilindros forman el citoesqueleto (soporte estructural), dentro de todas las células animales pero están continuamente moviéndose y re ordenándose

Ese «re orden» es el responsable de todo el crecimiento celular, desarrollo, movimiento, y regulación sinaptica.

Viendo como estas diminutas maquinas sabían exactamente qué hacer, se preguntaba como estaban organizadas, guiadas, si existía inteligencia y dada la complejidad, conciencia a ese nivel. Ya que las neuronas del cerebro están llenas de ellos

Podría decirse que las neuronas están realmente hechas de microtúbulos. Entonces los mismos serian la base física real de la conciencia.

En síntesis, esta teoría o modelo nos indica que la conciencia es el resultado del colapso de una onda por la gravedad cuántica y que es uno más de los componentes irreducibles del universo.

Dado que la materia se deriva de la geometría cuántica espacio tiempo. Es decir, su base es inmaterial.

Hameroff y Penrose han desarrollado una Teoría de la Conciencia basada en la física cuántica para elaborar una hipótesis. Ellos exponen una teoría en la cual la conciencia ha existido desde el inicio del Universo y se encuentra ubicada en los micro túbulos de las células, que son polímeros cilíndricos que forman el cito esqueleto que es el soporte estructural de todas las células animales.

Según ellos nuestra conciencia está conformada por algo mucho más fundamental que las neuronas o células cerebrales y estarían construidas por lo que denominan las «Telas del Universo», y existiría desde el mismo bigbang del Universo.

Desde hace 20 años, en 1996, el doctor Stuart Hameroff, profesor emérito en el Departamento de Anestesiología y Psicología y Director del Centro de los Estudios de Conciencia de la Universidad de Arizona, y el doctor Roger Penrose, un físico matemático de la universidad de Oxford, comenzaron a desarrollar esta teoría cuántica de la conciencia en la que afirman que:

El alma radica en micro-túbulos de las células cerebrales (los micro-túbulos pueden ser definidos como los polímeros cilíndricos que forman el citoesqueleto o soporte estructural o andamio, dentro de todas las células animales).

Hameroff y Penrose postulan, usando una comparación de tipo informática, que el cerebro humano sería como un ordenador o un computador biólogico, mientras que la conciencia del ser humano sería una especie de programa dirigido por el ordenador cuántico situado dentro del cerebro, que incluso continúa existiendo después de morir.

De ese modo, lo que los seres humanos perciben como conciencia sería el resultado de los efectos de la gravedad cuántica ubicados dentro de los llamados micro-túbulos de nuestro cerebro. Este proceso fue bautizado por Hameroff y Penrose como “Reducción objetiva orquestada (Orch-OR)”.

La teoría cuántica de la conciencia postula, en esencia, que cuando las personas entran en una fase conocida como “muerte clínica”, los micro-túbulos ubicado en el cerebro pierden su estado cuántico, pero mantienen la información contenido en ellos. En otras palabras, como explican los dos expertos, después que las personas mueren, “su alma regresa al universo, no muere”.

El doctor Hameroff detalla que la conciencia ha existido desde el inicio del universo, y está procesada en los microtúbulos de nuestro cerebro. “Nuestras almas están construidas de algo mucho más fundamental que las neuronas, están construidas por la misma tela del universo.

La conciencia o su precursor, llamémosla protoconciencia, ha existido en el universo desde siempre, quizás desde el Big Bang”.

Hameroff concluye finalmente que “mucha gente piensa que la conciencia emergió como un subproducto de mutaciones azarosas y a la complejidad inherente de la selección natural, pero yo lo miro desde el otro lado. Pienso que un campo primario/básico de experiencia protoconsciente, ha sido integrado desde el principio – desde el bigbang –, y que la biología evolucionó y se adaptó con el fin de acceder a ese campo y maximizar las cualidades y potenciales implícitas en él.

Yo creo que la conciencia es un proceso al borde entre los mundos clásico y cuántico. Por lo tanto, las prácticas espirituales como la meditación nos permiten sumergirnos y llegar a estar inmersos en ese mundo platónico cuántico de sabiduría y luz, que es la base de todas las cosas, materiales y mentales. Podríamos incluso llamarlo Dios, si quisiéramos… Y eso es por qué creo que si la hipótesis de la conciencia cuántica es demostrada, dará crédito a la dimensión espiritual de la vida. Socavará a los materialistas. Es posible que la información cuántica exista indefinidamente fuera del cuerpo, como un alma. Esta, por cierto, es una teoría que le dará mucha esperanza a la gente”.

Hameroff considera que hay que tomar en serio la probabilidad científica de la existencia de la conciencia, considerando tres premisas:

1. La primera sería la interconexión entre los seres vivos y el Universo, como un todo. Circunstancia que puede ser posible si tomamos en cuenta el entrelazamiento cuántico que se refiere a la habilidad de que una misma partícula esté en dos sitios a la vez y que cada una de estas partículas subatómicas puedan estar íntimamente conectadas más allá de sus limitaciones de espacio y tiempo.

2. La segunda premisa es cierto tipo de sabiduría divina o cósmica que influye en las elecciones de los seres humanos.

3. La tercera es la posibilidad de que la conciencia puede permanecer fuera del cuerpo después de la muerte. Sobre esta última premisa, digamos que el corazón se detiene, la sangre deja de fluir, los micro túbulos de las células pierden su estado cuántico.

Sobre este último punto Hameroff explica que “digamos que el corazón se detiene, la sangre deja de fluir, los micro-túbulos pierden su estado cuántico, pero la información cuántica que existe en los micro-túbulos no es destruida, no puede ser destruida, sólo se distribuye en el universo entero, y si el paciente es resucitado, esta información cuántica puede regresar a los micro-túbulos y el paciente puede creer que tuvo una experiencia cercana a la muerte.

Puede creer que vio una luz blanca o un túnel, o flotó fuera de su cuerpo. Ahora bien, si no son revividos y el paciente muere, tal vez esta información cuántica pueda existir fuera del cuerpo, indefinidamente, como su alma (…) es concebible que la información cuántica pueda permanecer entrelazada en una suerte de estado de después de la vida, y tal vez la información pueda regresarse a una nueva criatura, un cigoto o embrión, en cuyo caso tendríamos algo como la reencarnación”.

Hameroff piensa que tal vez esta información cuántica pueda existir fuera del cuerpo indefinidamente como su alma, porque es concebible que la información cuántica pueda permanecer entrelazada en una suerte de estado después de la vida. La información podría regresar a una nueva criatura, a un cigoto o embrión, en cuyo caso tendríamos algo como la reencarnación.

Los psicólogos María Mercedes Gessen y Vladimir Gessen señalan que en lugar de lo que se denomina alma la información permanece fuera del cuerpo como una forma de conciencia individual.

La conciencia, en esta teoría, es un proceso al borde entre los mundos clásicos y cuánticos. Por ello las prácticas espirituales como la meditación nos permiten sumergirnos y estar inmersos en ese mundo de sabiduría y luz.

O dicho en términos universales, estar en contacto con una conciencia universal, que sería la suma de todas las conciencias y de todo el conocimiento. Esta conciencia cósmica sería la base de todas las cosas materiales y mentales, la cual podría llamarse Dios o Conciencia Universal.

Si esta hipótesis de la Conciencia Cuántica es demostrada dará crédito a la dimensión espiritual de la vida.

Igualmente, es probable que la conciencia o información cuántica exista indefinidamente fuera del cuerpo.

Los psicólogos Gessen plantean que esta conciencia, es en realidad eterna y que surgió en el bigbang y permanecerá hasta el final de los tiempos, si es que llegara el caso.

Es posible incluso que al igual que en una célula existe toda la información del ADN del cuerpo del cual forma parte, en el caso de una partícula, esta pueda asimismo mantener toda la información del universo.

Esta idea la defiende la ciencia y lo define como el Principio Holográfico, y según Hameroff la conciencia cuántica que habita un cuerpo al morir éste, regresa al estado de entrelazamiento con todas las partículas del Universo.

Esta hipótesis se pregunta si la conciencia evolucionó a partir del desarrollo y evolución de los individuos o si fue en sentido contrario, que fue la conciencia la que existió previamente a los procesos del desarrollo del cerebro.

Los Gessen en su libro «Quién es Dios» dicen que «si nos atenemos a lo expresado por científicos podría ser que el Universo fuera infinito, y existiría desde siempre, es decir que queda claro que no fue creado, por lo que nadie fuera de él lo creo. Tendría que haberse creado a sí mismo. Lo cual nos lleva a la definición de Dios. El Universo sería Dios.

CONCIENCIA CUÁNTICA: ACCEDIENDO A TODA LA INFORMACIÓN DEL UNIVERSO EN UNA PERCEPCIÓN

El cerebro es nuestra interfaz con el mundo, la forma en la que el cuerpo humano conecta con los estímulos externos y los interpreta como la ‘realidad’. Quizás las dos analogías más usadas para describir al cerebro son una antena y una computadora; en el sentido de que la realidad que percibimos y los estados de conciencia a los que accedemos son un poco como transmisiones de radio o TV que recibimos en la interacción con el mundo exterior y nuestra propia computación de esta información: memoria e imaginación.

Pero hay evidencia de que nuestro cerebro no sólo opera en un nivel de procesamiento de información bioquímio y bioeléctrico. Opera también a nivel cuántico, la naturaleza de nuestra conciencia está ligada al mundo a través de una resonancia de fase, como nos sugiere el reconocido físico ErvinLazlo, nuestra conciencia es cuántica, y entendiendo la naturaleza cuántica de nuestra conciencia, entrelazada al mundo, podemos desarrollar una interrelación con todo lo que nos rodea, con los mismos procesos del universo, dando cabida a la posibilidad de que nuestra mente, en su red de relaciones, es el universo entero.

“Los físicos Roger Penrose y el neurofisiólogo Stuart Hameroff sostienen que la conciencia emerge de estos elementos a níveles cuánticos del citoesqueleto del cerebro. La red de microtúbulos podría ser responsible de la receptividad cuántica del cerebero, recibr, transformar, e interpretar información basándose en la resonancia de fase conjugada.

En la medida que desarrollemos nuestra biocomputadora cuántica estaríamos ampliando esta capacidad de procesar la información, cuyo límite sería sólo el universo entero, entrelazado, la mente en el cielo, las estrellas adentro.

  LA CONCIENCIA SOBREVIVE A LA MUERTE HUMANA   Recientes investigaciones científicas demuestran que la conciencia de los seres humanos transciende la muerte. Es decir, no muere.   Cuando la persona fallece, la conciencia se desprende del cuerpo y continua su existencia. Los avances en el campo de la neurociencia han logrado establecer que la conciencia de cada persona sobrevive después de expirar el cuerpo humano que lo habitaba.   A través de la mecánica cuántica los científicos han podido descifrar y describir lo que ocurre en el cerebro cuando se extingue y adónde va nuestra conciencia.   En los últimos años, los científicos Stuart Hameroff y Roger Penrose han encontrado una relación entre las partículas subatómicas y la conciencia de los seres humanos y plantean que existe una conexión entre los seres vivos y el Universo.   Pim van Lommel es un cardiólogo holandés que ha trabajado durante más de veinticinco años en un hospital docente. Al tratar con muchos de sus pacientes que habían sufrido un paro cardíaco, descubrió que, lejos de haber perdido la conciencia, sus pacientes recordaban haber vivido una experiencia extraordinaria. Decidió estudiar el fenómeno sistemáticamente durante veinte años en su clínica con un equipo especializado, y en 2001 publicó una síntesis de su investigación en la revista médica TheLancet.   Esta obra argumenta que las «experiencias cercanas a la muerte» son un fenómeno no atribuible a la imaginación, la psicosis o la falta de oxígeno, de tal modo que la conciencia sería algo mucho más vasto y complejo que el cerebro, y que seguiría existiendo pese a la ausencia de toda función cerebral.   CONCLUSIONES.   La conciencia es la capacidad propia de los seres humanos de reconocerse a sí mismos, de tener conocimiento y percepción de su propia existencia y de su entornoEn este sentido, la conciencia está asociada a la actividad mental que implica un dominio por parte del propio individuo sobre sus sentidos.   Así, una persona consciente es aquella que tiene conocimiento de lo que ocurre consigo y en su entorno, mientras que la inconsciencia supone que la persona no sea capaz de percibir lo que le sucede ni lo que pasa a su alrededor.   La conciencia también tiene una connotación en cuanto sentido del deber, como reflexión sobre la conducta y sobre los propios actos. De allí que también tenga un carácter ético, pues permite distinguir al individuo entre aquello que está bien y lo que está mal, de modo que a la hora de obrar pueda conducirse de acuerdo a sus valores morales.   La conciencia de tipo humano no puede entenderse propiamente en términos físicos, computacionales o científicos de otro tipo.   Hameroff y Penrose han desarrollado una Teoría de la Conciencia basada en la física cuántica para elaborar una hipótesis. Ellos exponen una teoría en la cual la conciencia ha existido desde el inicio del Universo y se encuentra ubicada en los microtúbulos de las células, que son polímeros cilíndricos que forman el cito esqueleto que es el soporte estructural de todas las células animales.   Hameroff considera que hay que tomar en serio la probabilidad científica de la existencia de la conciencia, señala la interconexión entre los seres vivos y el Universo, como un todo, existe un cierto tipo de sabiduría divina o cósmica que influye en las elecciones de los seres humanos y la posibilidad de que la conciencia puede permanecer fuera del cuerpo después de la muerte   La información cuántica que existe en la conciencia no es destruida, solo se distribuye en el Universo entero, y si el paciente es resucitado, esta información cuántica puede regresar a los micro túbulos y el paciente puede creer que vio una luz blanca, un túnel o que flotó fuera de su cuerpo.   Según ellos nuestra conciencia está conformada por algo mucho más fundamental que las neuronas o células cerebrales y estarían construidas por lo que denominan las «Telas del Universo», y existiría desde el mismo bigbang del Universo.   El considerar a la Conciencia, nos lleva más allá del tratar de comprenderla en su magnitud, solo podemos entender que hay algo en lo más profundo de nosotros que está en permanente movimiento tratando de direccionar nuestras pensamiento, sentimientos y acciones por el camino de lo justo, verdadero, honrado, pero que también existen otras fuerzas dentro de nosotros que tratan de impedir seguir el camino correcto.                                  
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