El término Cábala (Kabbalah) fue empleado por vez primera en la España medieval del siglo XI por el filósofo, poeta y místico judío español, Salomón Ibn Gabirol, de Málaga, donde es recordado con un muy espléndido monumento de bronce. El término Cábala deviene del Arameo KBL, Kibel, que significa «recibir», pero su hermenéutica expresa la idea de ser un muy atento receptor, o estar consciente o despierto, para que en esa actitud se esté apto para recibir perceptivamente las enseñanzas orales superiores de los sabios cabalistas. Anteriormente se les denominaba «los viajeros de la carroza» o «los que saben»; es decir, señalaban a aquellos que habían alcanzado el nivel superior profético, de la visión del profeta Ezequiel, y que contemplaban los Mundos Superiores simbolizados por la imagen de la carroza junto al trono y la figura de un hombre de fuego. Estos tres símbolos representaban los tres cosmos superiores según los Sabios Maestros de la Cábala. En los medios Académicos Universitarios, la Cábala es una notable creación espiritual, simbólica y filosófica de la mentalidad judía, y un aporte muy significativo a la historia del pensamiento de la humanidad. Todo a partir de la Torá escrita y la no escrita, la oral; desde los primeros tiempos se distinguirán los judíos en dos niveles: los Hijos de Israel y la Casa de Israel. Los primeros son las almas menos evolucionadas -Hijos de Israel- y la Casa de Israel son los sacerdotes y levitas, que representan a las almas más elevadas o evolucionadas. Por ello se dice que la Casa de Israel son los cabalistas pioneros nombrados por la Torá, ellos tenían un conocimiento más elevado, profundo y anfibológico. Estos siguieron con la tradición durante todos los periodos, desde los Patriarcas, Profetas y Reyes hasta la destrucción del primer y segundo templo, continuando en las casas de Oración y la formación de las comunidades Sinagogales. Fue en ellas donde se formaban pequeños círculos de estudio de la «Tradición», después de los servicios regulares de la sinagoga… ahí se quedaban los que profundizaban sus conocimientos, eran siempre un singular y pequeño remanente que meditaban y descubrían algo más- en la «Tradición» oral o Cábala y recibían la cadena (debekut) de enseñanzas antiguasa medida que avanzaban por el camino. Todas estas enseñanzas remanentes de la larga historia de Israel con su acerbo científico e histórico y filosófico, más los aportes creativos de los sabios de cada generación, desde épocas antiguas y pretéritas, crecerían para dar los textos más axiales de la tradición Cabalista, como el Sefer Yetzira (libro de la Creación), atribuido al notable Maestro Rabi Akiba, yel libro El Sefer Ha Zohar,o Zohar, el libro del resplandor, este último atribuido al legendario Rabi Bar Yojai, aunque lo editó el Dr. Moisés de León, eminente sabio español y rabino notable. Seguro que reescribió a partir de textos celosamente guardados desde épocas remotas. Son una colección de muchos tomos, según las ediciones de las distintas imprentas es una obra monumental. Estos códices antiguos todavía los poseen en las Kehila (comunidad) del oriente y norte de África y no han sido traducidas; en el mismo Safed, capital espiritual de la Cábala, están celosamente guardados. De hecho, en el Tarbut Sefarad de Barcelona, en la biblioteca de estudio, el Dr. Mario Saban puede mostrar algunos textos que todavía no están traducidos. El Zohar es un canon muy completo del misticismo judío, con una variedad muy diversa en su temática, de gran belleza, profundidad y altura. Hubo una gran pléyade de sabios y pensadores que contribuyeron a la creación y arquitectura del templo filosófico y espiritual de la Cábala; especialmente en España, Provenza, y norte de África. Podemos destacar a algunos: Azriel Ben Menahem (Rambam de Gerona), el Dr. y Rabino Moisés de León, Abraham Abulafia, Isaac Luria (el Ari), Moisés Cordovero, Yehuda Hasid, Salomon Molcho, Isaac el ciego (este vino de Francia), Natan de Gaza, Sabbatai Zvi -muy celebre en Estambul. Tantos y tantos… muchos eran Astrónomos, Alquimistas, Filósofos, Médicos, sin embargo, les tocó vivir persecuciones y destierros, y algunos cayeron en franca locura. Ahora, las enseñanzas y doctrinas son una espiral en el PARDES; que es el método gradual de ascensión de los textos bíblicos, y es el modo judío para conocer la Torá. De ello los cabalistas sacaron un especial provecho, más sus descubrimientos, aportes, y creaciones en sintonía acroamática. Pero en el mismo Tanaj (la Biblia) hay vivencias místicas que los profetas dejaron escritas en el volumen sagrado. Ejemplo de ello son Job e Isaías, dos escritores del Tanaj muy disímiles entre ellos y separados por el tiempo histórico. Ambos afirman algo inaudito para sus épocas, Juan que la Tierra era redonda y estaba sostenida por sí sola en el vacío -en contra de la opinión unánime de la ciencia de su tiempo que consideraba ello una verdadera locura. «Él está sentado sobre el círculo de la Tierra». Isaías 40:22 «Él extiende el norte sobre el vacío y cuelga la Tierra sobre nada». Job 26:7 Estos textos fueron inspiradores para las comunidades judías científicas y se dice que los cabalistas de las Islas Canarias encontraron en estos versos la inspiración para construir mapas, astrolabios y el primer mapamundi esférico en el siglo XII, donde aparecen los continentes e islas conocidas en ese tiempo, pero no aparece América, porque no había sido descubierta, Este primer mapamundi esférico se encuentra en el Museo de Tenerife; inclusive la comunidad judía quería llevárselo a Israel, pero las autoridades españolas no lo permitieron. La Torá es el principio y fin de todo conocimiento y búsqueda. La base de la Cábala es la investigación de la Torá, de ella parte toda su obra y su obrar. Los temas esenciales de la Cábala son los estudios del Árbol de la Vida, la metafísica de sus emanaciones y el concepto del Ain Soph. Además, están la numerología y guematría, los rituales litúrgicos y una muy importante, la «hitbonenut»… la meditación judía. Los maestros y Rabinos señalan que la hitbonenut empieza con la conciencia de que el Altísimo nos ordenó meditar sobre Él y su omnipresencia, para vivenciarlo en cada faceta de nuestra vida. Por esto se le recuerda a Josué, antes de entrar a la Tierra Prometida, que el pueblo de Israel debe estudiar y meditar… “Nunca se aparte de tu boca este libro de la Torá sino que de día y de noche meditarás en él…” Josué 1:8 Por ello el Poeta Pastor David nos escribe: «Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti». “Se enardeció mi corazón dentro de mí. En mi meditación se encendió fuego” Salmos 19:14 y 39:3 La irrupción de la Cábala y su propalación va a tener sus efectos benéficos y salutíferos para los círculos pensantes y conscientes de la Europa Cristiana, en especial en los claustros universitarios y en las corrientes humanistas y espiritualistas de inclinación más liberal. En todos los tiempos y en todos los sitios emergen los buscadores que investigan, descubren y fortalecen su voluntad y espíritu libertario irrumpiendo sobre las cárceles y grilletes mentales y sociales de los dogmáticos y fanáticos que ahogan el derecho y la libertad. Es el joven filósofo Juan Pico de la Mirándola, que al escuchar sobre los temas de laCábala quedará vivamente intrigado e impresionado, por ello contrató a un estudioso Maestro Judío Cabalista para que tradujera algunas porciones del Zohar y otros textos de la Cábala. De todo ello hará un sistema con su simbolismo, metafísica y teosofía, donde Jesús ocupa el lugar central. Dando origen con ello a la Cábala Cristiana, como llegó a denominarse. Pico de la Mirándola esperaba con esto suplir el vacío de una Iglesia Romana perdida, y con este paso convencer a la Iglesia de que había redescubierto los secretos misterios que había perdido. Por desgracia, con Papas como Alejandro VI, un Borgia, que llevaba a cabo con gran promoción orgías en el Vaticano, tales misterios espirituales le impresionarían poco, muy poco. Dicen los tratadistas e historiadores de uno y otro lado, que si los Papas hubiesen asumido la Enseñanza, tal vez habrían contrarrestado la reforma y la modernidad y la seguidilla de errores y metidas de pata por doquier, que son su vergüenza de y ante la historia, y hubiese la Iglesia de Roma haber sabido como entrar al siglo XVIII, porque no supo cómo asumir la reforma ni la modernidad, pero en ella la materia y la materialidad han sido siempre su razón de ser, no todos pero la inmensa mayoría, sí La sabiduría y la luz de la enseñanza cabalista la hubiese hecho apta para ello… Tuvo que esperar hasta el siglo XX a Juan XXIII, que era un Iniciado, para sintonizar con la fraternidad y el amor a la verdad. Sin embargo, otro portal se abre y surge con la luz de la Cábala, en Europa, esto se debe al estudioso alemán Juan Reuchlin, filósofo e investigador notable, este viajó donde se enciende la nueva luz, a Florencia, los años 1482 y 1490 para inquirir y aprender en la Academia Platónica que resurgía en la Florencia de Cosme de Medicis. Aquí se cultivó la doctrina Platónica que se extendió por toda Italia y el resto de Europa, todo por la influencia de Gemisto Plethon. Ocupará el cargo de Prefecto de la Academia de Florencia, el celebérrimo Marsilio Ficino, que presenta en elegante latín las obras de Platón y Plotino, pero para la sabiduría Iniciática traduce también el Corpus Hermeticus y el Asclepius. Con ellos está Pico de la Mirándola y otras eminencias. En estas relaciones Reuchlin aprende de la Cábala, conocedor del griego y del hebreo, y que además publicará una de las primeras gramáticas del idioma hebreo en Europa. Él desarrollará su pensamiento filosófico Cabalístico, fundado en la creencia de «el poder de la palabra»; a su entender, los misterios metafísicos se expresan mediante la palabra revelada y, en general, porque ellas serán para Reuchlin como reveladoras de las esencias de las cosas. Su trabajo y obra tendrán efectos esclarecedores para la Europa cristiana católica y protestante; ambas incorporarán sus métodos derivados de la Cábala en una perspectiva teológica y filosófica más renovada y vitalizada. Junto a Reuchlin aparece otro paisano suyo, Comelio Agripa de Nettesheim, ambos propalaron por Alemania y Europa Central estas ideas e influencias. Pero Agripa profesará abiertamente y de modo manifiesto la Cábala y la magia. Por otro lado, Giordano Bruno dejará sentir la influencia Cabalística en sus escritos y pensamiento filosófico; y en Inglaterra aparece Elías Ashmole, Historiador Antropólogo, Alquimista y Astrólogo, hablaba Griego, Arameo, Persa, Sumerio, Sánscritos y otros idiomas, y tuvo acceso al conocimiento de la Cábala en sus escritos canónicos, por decirlo de alguna manera. Su influencia universal la hará sentir involuntariamente porque elabora la simbología y rituales masónicos, con una clarísima y palmaria enseñanza cabalística esotérica, y con ello quedó permeabilizada toda la humanidad de Occidente porque la sabiduría iniciática de la Masonería será el semillero que eclosionará en la creación de ideas y filosofemas en pro de la Paz, el Derecho y la Libertad del hombre, y será la causa activa de la voluntad para la evolución de la humanidad en su desarrollo pleno, porque la ritualidad iniciática de la masonería con- lleva las semillas simbólicas de la Cábala mística. (Extraído de la Revista Occidente-Santiago de Chile)