Categories

LA ALQUIMIA

INTRODUCCIÓN

La alquimia occidental ha estado estrechamente relacionada con el hermetismo, un sistema filosófico y espiritual que tiene sus raíces en Hermes Trismegisto. En los comienzos de la época moderna, la alquimia dominante evolucionó en la actual química.

Actualmente es de interés para los historiadores de la ciencia y la filosofía, así como por sus aspectos místicos, esotéricos y artísticos. La alquimia fue una de las principales precursoras de las ciencias modernas, y muchas de las sustancias, herramientas y procesos de la antigua alquimia han servido como pilares fundamentales de las modernas industrias químicas y metalúrgicas.

En el plano espiritual de la alquimia, los alquimistas debían transmutar su propia alma antes de transmutar los metales. Esto quiere decir que debían purificarse, prepararse mediante la oración y el ayuno.

DESARROLLO

Alquimia son las experiencias de fenómenos químicos que anteceden al método científico. El objetivo de la alquimia era el conocimiento sobre la transmutación de la materia, mezclado con motivaciones consideradas religiosas o esotéricas.

La teoría más aceptada sobre el origen etimológico de la palabra alquimia es aquella que se forma con el prefijo árabe al- y el vocablo griego khyma que significa “mezcla o fusión de líquidos”.

Fue en 1661, cuando el irlandés alquimista Robert Boyle introduce el método científico que utilizamos hoy en su obra “El químico escéptico”, cuando la alquimia comienza a ser reemplazada por el método científico.

TRANSMUTACIÓN MENTAL “La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental.” (El Kybalion).

Como indicamos anteriormente, los hermetistas fueron los verdaderos creadores de la alquimia, de la astrología y la sicología, habiendo sido Hermes el fundador de esas escuelas de pensamiento. Entre los muchos aspectos y tópicos de conocimientos secretos de los hermetistas se encuentra lo que se conoce como “transmutación mental”. “Transmutación” es el término generalmente empleado para designar el antiguo arte de transmutar los metales, especialmente los de poco valor, en oro. La palabra “transmutar” significa “cambiar de naturaleza, de sustancia y de forma, convirtiéndose en otra; transformarse en otra cosa” (Webster). Y de acuerdo con esa definición, “transmutación mental” significa el arte de transformar o cambiar los estados, cualidades, formas, condiciones mentales etc., en otros. Así que la transmutación mental no es otra cosa que una especie de química mental.

La alquimia entonces, se basa en experiencias heredadas de la antigüedad y se referían al laboreo de los metales y las aleaciones. También se practicaba en la producción de piedras preciosas artificiales.

La Masonería busca el oro interior y lo encuentra en la perfección humana. Esta es la comparativa y complementación entre los valores espirituales y materiales contenidos en una concepción científica filosófica única: el convencimiento del alquimista de que Dios sólo confiaría este secreto a quien hubiera alcanzado el más alto grado de perfección humana. La búsqueda de la Luz, de la Verdad y de la Vida, para que individualmente se revele el conocimiento eterno y se manifieste a través de nosotros, convertido en impulso y factor de todo progreso.

El carácter universal del conocimiento humano atinente a una sola disciplina histórica se deduce lógicamente al establecer que nada puede ser verdadero sino contiene un principio universal. La universalidad masónica como  ciencia del espíritu, como índice orientador en la esfera moral, como diáfana expresión del bien que debemos a todos nuestros semejantes, conforma categóricamente un cuerpo doctrinario de normas de conducta individual y de acción social que convierta a todos los hombres en múltiples sistemas y procesos de trasmutación alquímica por elevados caminos, que les permita lograr la total identificación con el Ser Supremo o el Todo en un maravilloso estado de interrelación y armonía propios de todo ser viviente en analogía con la constitución del universo.

Coincidente en todos sus simbolismos la masonería y la alquimia nos muestra todo un mundo de simbolismos creados: la serpiente que se muerde la cola, el león rojo y verde, el monocerote, el hermafrodita alquimista como criatura perfecta por llevar en sí caracteres masculinos y femeninos, el ave fénix que resurge de sus cenizas, el dragón que ha de ser sacrificado para convertirse en un ser superior, son parte del contexto de infinitas obras, fórmulas y recetas alquímicas.

La alquimia en su actitud intelectual es de origen gnóstico. Característica de la gnosis es la contemplación estática del cielo, de la Luz y del Ser Supremo. En la concepción alquimista del mundo, volveremos a encontrar esta herencia babilónica de la gnosis, así como la polarización masculino-femenina de cada fenómeno. El empeño gnóstico para liberar a los elementos espirituales de su ligazón material se convierte en receta alquimista, al igual que la fusión de los elementos masculinos y femeninos del cosmos. Por ello, un lema alquimista dice: «Solve et coagula» que significa: Disuelve y Coagula.

Los alquimistas presentan esta fórmula en la Tábula Smaragdina de Hermes Trismegisto, nombre griego que significa «El tres veces Supremo Hermes».

Hermes, el mensajero griego de los dioses responde en el sincretismo alejandrino al Dios Egipcio Toth, inventor de los números de la escritura.

Sí se toma la Tábula Smaragdina como una receta para fabricar oro y los alquimistas así lo nacen, entonces las sentencias claves del misterioso Hermes no representaban ninguna dificultad.

Este descubrió el concepto del «átomo», pues pensó que toda la naturaleza estaba compuesta de átomos, o sea de partículas inmutables e indestructibles.

La práctica alquimista de los primeros tiempos se desarrolló en forma continuada a partir de Demócrito según lo demuestra un autor llamado Zósimo de Panópolis. A diferencia de sus precursores, Zósimo era teórico y práctico y poseía muchos conocimientos químicos. Conocía el arsénico que definía como «segundo mercurio». La afirmación de Zósimo de que con ayuda del «segundo mercurio» se puede transformar el cobre en plata.

Sinesio, contemporáneo de Zósimo, decía, que los alquimistas se expresaban a base de figuras, símbolos y analogías, para que sólo pudieran ser comprendidos por los iniciados, devotos e iluminados.

ESQUEMA DE LA ALQUIMIA.

Al intentar trazar un esquema sobre la alquimia, no podemos limitarnos a una sola época como la de Zósimo. A partir de Hermes Trismegisto quedó apuntado el método para extraer al oro su germen y luego lavarlo. Pero para ellos se requería un elemento auxiliar, y muy pronto se encontró en «la piedra que no es piedra alguna». Este elemento ha recibido en la literatura hermética muy diversos nombres: «tintura», «elixir», pero el más usado es el de «Lápiz philosophorum» o «piedra filosofal».

Imaginemos que en este proceso un mineral era sometido a la acción de «la piedra». En ningún caso debería ser mineral de oro, pues según la teoría alquimista, este está contenido en los demás metales y todos ellos no son sino formas fenoménicas de la materia prima de Aristóteles. En consecuencia, la materia prima debe contener la «piedra». Entonces sólo hay que abrir la materia prima y extraer de ella «la piedra”. Este elemento llamado «materia prima» o también «tierra virgen», corresponde al caos, al desorden. Sólo se sabe de él que está formado por los cuatro elementos aristotélicos que los alquimistas llaman «esencias», y son: Fuego, Agua, Aire y Tierra. Además estas cuatro esencias deben contener asimismo una quinta, la «quinta essentia», o sea, «la piedra». Según Aristóteles, cada uno de los cuatro elementos puede transformarse en otro.

Cada elemento posee dos características básicas: humedad (estado líquido) y sequedad (calor o frío).El fuego es caliente y seco. La tierra, seca y frîa. El agua, fría y liquida. El aire, húmedo y caliente.

Si la tierra pierde sequedad, se convierte en agua. Si el agua pierde el frío se convierte en aire. Si el aire pierde humedad se convierte en fuego. En consecuencia, según Aristóteles, lo único que cambia es la forma, la materia sigue siendo la misma.

LA MASONERÍA, que de «operativa» evolucionó a «especulativa», para el empleo precisamente de su lenguaje simbólico, con el respaldo de una «vigorosa voluntad» para el mejor logro de una superior conducta humana, debe realizar la moderna y permanente tarea de TRANSMUTAR sus vicios, hábitos, instintos, pasiones, defectos, desvíos y humanas limitaciones, en actitudes y normas virtuosas que le permitan una mayor y ejemplar relevancia moral y equilibrada sapiensa, ante el contorno humano que la rodea.

CONCLUSIONES*

El Masón es, ante todo, un hombre y como tal vive sometido a las presiones de la familia, del trabajo y de la sociedad. El día a día le plantea problemas y desafíos, algunos son domésticos y están relacionados con sostener el hogar, satisfacer las necesidades afectivas y sociales de su pareja y educar a sus hijos. En el trabajo, los problemas y desafíos ocupan el ámbito de los conocimientos específicos y las relaciones humanas. Por lo tanto, que está claro es que todo hombre debe enfrentarse a problemas y desafíos, y debe saber cómo hacerlo.

Una aproximación tradicional y ampliamente empleada nos dice que la resolución de un problema pasa por fijar claramente el objetivo, acudir a referentes como guía o respaldo y seguir un método paso a paso.

Como todo problema personal, familiar, social o nacional involucra la participación del hombre como individuo, nuestra Augusta Orden tiene como objetivo el perfeccionamiento de este ser, a veces racional, muchas veces emotivo, pero siempre necesitado de una guía de comportamiento.

¿Dónde encontrar esta guía?

La masonería elige hombres, los educa, los organiza y disciplina, corrigiendo los defectos de herencia, les enseña a elegir los elementos útiles del ambiente en que se desenvuelven, les indica el rumbo de las evoluciones que los llevará a su destino. Les purifica por el propio esfuerzo. Para ello usa un método iniciático, que no es académico. Somete a sus miembros a experiencias de vida, entre las que se encuentran ceremonias, ritos, análisis de trabajos arquitectónicos cargados de especulación, simbolismo y alegorías, para que el iniciado quede profundamente impresionado, de suerte tal que el conocimiento se haga naturaleza en él.

La masonería usa el conocimiento y la sabiduría de fuentes con carácter universal y respeta la libertad de pensamiento, parte esencial de su doctrina.

Queda para cada uno de los QQ:. HH:.  elegir las fuentes de referencia entre los libros sapienciales, el pensamiento filosófico de los pensadores antiguos y actuales, y/o el propio raciocinio basado en las experiencias personales.

¿Y qué podemos decir del método?

Existen campos del conocimiento que difícilmente pueden ser estudiados vía método científico, ya que tienen que ver con un mundo de percepciones y experiencia personales que no pueden ser clasificadas y evaluadas estadísticamente o para las que no se puede establecer un modelo matemático. En estos casos, ¿Existirá algún método de análisis?

Los adeptos del Arte Real disponen de una doctrina y un método: el Hermetismo es la doctrina, y la Alquimia es su método.

No olvidéis, QQ:. HH:. :  que el método científico tiene cinco siglos de edad, mientras que la Doctrina Hermética, que en nada choca con la ciencia actual, está presente hace ya más de treinta siglos.

La metodología alquímica, nos propone, entre otras cosas, hacer lo siguiente:

Solve et coagula:  disuelve y solidifica.  Para resolver el problema o enfrentar un desafío, separad y analizad el problema en sus diferentes aspectos esenciales, reagrupad luego los elementos en grupos significativos desde el punto de vista del objetivo que perseguís.

Ora et Opera: reza y actúa.  Reflexionad y analizad, actuad después.

VITRIOLUM: “Visitad el interior de la tierra, rectificando encontrareis la piedra escondida, verdadera medicina”. En una interpretación libre significa: Entrad en el interior de vuestro propio ser, en vuestra conciencia, purificando vuestros pensamientos encontrareis el significado de la piedra escondida, que es la solución de todos los males y problemas. Esta piedra escondida puede entenderse como la piedra filosofal, símbolo de la unidad de todas las cosas, elemento capaz de trasmutar lo grosero, ordinario y bajo, en lo evolucionado, sublime y trascendente, o sea, en la sabiduría inmortal.

En resumen, la Augusta Orden tiene el simbolismo de la construcción para sus rituales y doctrina, y en el Hermetismo la simbología para el perfeccionamiento en el campo moral y espiritual, con la Alquimia como metodología operativa, desarrollada para evitar el riesgo que suponía centrar los estudios en el hombre, en la era del obscurantismo y la intolerancia religiosa.

Los problemas y desafíos de la vida pueden ser más fácilmente enfrentados por los hombres con mayor desarrollo y fortaleza espiritual, mientras que el accionar de los débiles e ignorantes lleva el sello del fracaso, pues caminan en la obscuridad. (Artus, El Bardo)

He cumplido V:.M:.

V\de Cochabamba, 09 de marzo 2020 e\v\

BIBLIOGRAFÍA

El Kybalion, De Hermes Trismegisto, 3ra Edición.

*http://gdrcochabamba.org/web/2016/01/27/la-alquimia-en-la-masoneria/  (GDR – Valle de Cochabamba, Mayo de 2009, e:. v:.)

http://conocer-es-saber.blogspot.com/2012/03/la-alquimia-y-la-masoneria.html
Views:
804
Article Categories:
General

Comments are closed.

Si deseas publicar un trabajo envíalo a esotomayor@alianzafraternal.org