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INDIVIDUALISMO

En la naturaleza terráquea todos los seres vivos se conciben y desarrollan como unidad. Excepcionalmente – muy pocos casos – hay cigotos anti natura que estudia la ciencia médica. Puede haber concepciones múltiples pero el producto normal de cada una es la unidad. En los mamíferos el cigoto se aloja en el organismo materno donde se desarrolla como un integrante más del mismo. Es expulsado cuando el organismo madre siente que ese nonato es viable. Hasta ese momento el nonato ha sido solamente una unidad pasiva del organismo madre. Al nacer viable, choca con un ambiente hostil de frío, luz, hambre. Se siente distinto, adquiere “ego”, pasa a ser persona.

El individualismo, como conciencia de ser diferente a los demás, es una ley natural. Todos los seres vivos solo cuidan a sí mismos, no a los demás. Los animales cuidan a sus crías obedeciendo a su instinto de conservación de la especie. No es un acto consciente, es un acto instintivo. La evolución del Homo desde el grupo básico de padre, madre y crías hacia el clan, la tribu y la nación solamente buscó seguridad en el fenómeno social, que es propio de la especie humana. Mientras el resto de los animales gregarios vive, come y encuentra protección en piños, rebaños, manadas y jaurías, el humano evolucionó hacia la sociedad. Tanto en ésta como en aquellas no hay menoscabo de la individualidad, hay solamente cooperación. Por necesidad, el humano acepta un ordenamiento externo a si mismo porque garantiza seguridad y permanencia para su individualidad.

Se reconoce que muchas de las leyendas prehistóricas nacieron de circunstancias cuya realidad se olvidó con el paso de los siglos, dejando solo el adorno intelectual. En la leyenda bíblica, la respuesta de Caín a la pregunta sobre su hermano: “No soy su guardián”, muestra que el individualismo era reconocido por el homo primitivo. Si el individualismo es una ley natural , sería una inmoralidad sin ese ordenamiento externo alterara los atributos básicos individuales, tales como su libertad personal para pensar, para hacer y deshacer, su derecho a la intangibilidad de su persona , familia y bienes, su derecho a disponer de lo propio, y su derecho a compartir con otros en igualdad.

El individualismo afirma que la desigualdad es una ley natural. En los seres vivos todos los individuos de una misma especie son diferentes. En la especie humana, hay altos y bajos, flacos y gordos, inteligentes y lerdos, emprendedores y flojos, trabajadores y ociosos, blancos, rubios, negros, morenos, pelirrojos, etc. La ciencia ha descubierto que esa desigualdad corresponde a la fórmula genética de cada uno.

En lógica es posible una duplicación, pero dada la enorme cantidad de genes, la posibilidad de ocurrir es casi nula. La desigualdad humana adquiere trascendencia social porque las diferentes aptitudes y capacidades determinan diferentes ubicaciones en el fenómeno social. Ello origina privilegios y ventajas que alteran la convivencia.

Esa alteración adquiere especial trascendencia en la fase socio-económica. Durante siglos el proceso de producción, comercialización y financiamiento de bienes y servicios ha sido manejado libremente para su propio beneficio por los intereses particulares de los productores, comerciantes y financistas. Las cargas tributarias eran para sostener a los gobernantes, cuya función era solamente garantizar orden y seguridad. La mayor participación de algunos en el ingreso nacional originó fortunas privadas cuya participación en la producción y comercialización de bienes y servicios fue superior y más determinante que el trabajo.  Apareció el capitalismo. El individualismo sostiene que ese diagrama social debe mantenerse porque lo que mueve la actividad humana es el interés individual; que la interacción libre de los intereses particulares es un factor esencial para el progreso y el aumento del bienestar general; que es una ley natural que los eventos que suceden tiendan hacia la benéfico y lo útil, de manera que la libre interacción de los intereses individuales tiende a distribuir bienestar entre todos los integrantes de la sociedad.

Afirman que el fundamento básico del fenómeno social es la libertad individual que permite al hombre desempeñarse en cualquier tiempo, lugar y actividad sin otra limitación que el derecho de los demás; que el Estado no debe intervenir en las actividades de las personas a menos que afecten el orden y la seguridad social. La sociedad moderna soluciona las necesidades básicas de educación, salud, vivienda y previsión de los desposeídos mediante la filantropía privada; y solamente en subsidio de ésta puede intervenir el Estado. En materia tributaria el individualismo rechaza los impuestos al patrimonio. Solamente acepta los impuestos a la renta y los que gravan el consumo de artículos suntuarios, sea a través de la aduana o directamente a su comercialización. A mediados del siglo XIX aparecen en Europa las doctrinas socialistas. En esencia postulan que el Estado debe mitigar los efectos de la desigualdad y del egoísmo humano. 

Dr. Juvenal Hernández Stevens

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