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FE

La Fe y el Amor. El respaldo de esta virtud radica en los escritos religiosos del Cristianismo. En los siglos de vigencia de esta religión, los escritores han sido fecundos y han escrito mucho sobre la relación de la virtud teologal y el profundo sentimiento humano que es el amor. La Fe y el amor acompañan al hombre a lo largo de la historia; son la creencia en lo que no se ve y el afecto por el bien máximo deseado. Dios a quien no se ve, es el Ser máximo deseado, objeto del máximo afecto de la humanidad. Este es el resumen muy comprimido de la Fe y el Amor En los albores de la historia reportada, Dios se manifiesta primero como palabra a un personaje; luego a un pueblo y sus Patriarcas; después con su Enviado y a partir de Él, con el legado que dejo, su mensaje y manifestaciones.

El Dios de Abraham. Según el Antiguo Testamento, Dios se revela a Abraham quien recibe su señal, su palabra. No lo ve pero lo escucha. Aquí es el Dios de una persona, es el Dios de Abraham a quien lo conduce a la tierra de Canaán; le promete que tendrá una descendencia numerosa y será padre de un gran pueblo. Le manifiesta que en su ancianidad, con su mujer Sara, mujer ya estéril, tendrá un hijo a quien llamara Isaac. La palabra recibida se hace realidad y Abraham cree en el Dios que se manifiesta Único por el poder que tiene de crear vida entre un organismo agotado como el suyo, en un vientre estéril como el de Sara. Para Abraham es el Máximo Ser deseado, el objeto de su gran amor. Se sintió subyugado por su palabra y se entrego a Él por las evidencias que recibió. Fue sometido a prueba y con confianza y seguridad en Dios, se apresto a cumplir la nueva orden divina. Pese al amor por su hijo, estuvo a punto de ejecutarla, pero fue detenido por el mismo Dios, que reconoció su Fe en El. Abraham amo a Dios por encima de todas las cosas. Es el Dios creador del origen; que garantiza la vida, incluso después de la muerte. La vida no procede o no se origina de la nada o de la casualidad, sino de un acto de amor de Dios, que crea vida donde ya no la hay.

El Dios de Israel. Es también el Dios de la palabra. Es el Dios de la promesa a un pueblo escogido llamado Israel. Moisés es el vínculo de comunicación de Dios con ese pueblo y quien dirigirá la travesía por el desierto. Ese sera el tiempo de adoración del Pueblo a Dios. Es el mismo Dios de Abraham, Isaac, Jacob y de Israel.

El Pueblo recibe las pruebas del Dios fiel. Es liberado de la esclavitud; es acompañado por El durante la travesía en el desierto; atraviesa el mar Rojo como si fuera tierra seca, mientras que los egipcios persecutores, mueren ahogados en el mismo paso que se abrió a los israelitas; es protegido de las adversidades que se presentan; es recuperado del peligro de la idolatría que pretende apartarlos del Dios

Creador; es el receptor de las tablas de la Ley, norma de conducta social; es mantenido unido y fuerte alrededor del mediador Moisés; es conducido nuevamente a las tierras de Canaán.

Al Dios fiel que promete y cumple; le corresponde el pueblo fiel que lo ama y cree en El. Son el Dios y el Pueblo de La Fe y el Amor. El Dios de los Patriarcas. A partir de Abraham, los hombres esclarecidos y videntes de Israel anunciaban al Redentor; aquel que vendría a redimir al género humano. Anunciaban al Mesías Salvador. San Agustín afirma que los Patriarcas tenían la Fe puesta en el Cristo que había de llegar.

El advenimiento del Redentor. La historia de Jesús, es la manifestación plena de la fiabilidad de la intervención de Dios en la humanidad; del amor Divino por el ser humano. Es la garantía más grande que Dios puede dar, para asegurar el amor que profesa a su criatura. Envía a su Hijo, para que sea ejemplo de vida entre los hombres; predique el amor, la bondad y de ejemplo de vida coherente en su hablar y actuar; pese a ello, ser la victima de la maldad; su muerte, será la muestra del mal que reside en la mente del hombre y que se impone sobre el bien; pero la resurrección, es el ejemplo de la victoria definitiva y eterna del bien sobre el mal, inclusive más allá de la muerte.

La hora de la cruz es el momento culminante de la Fe y del amor. Se contempla una escena terrible. Está el moribundo que predico durante su vida el bien, con su palabra y ejemplo, como víctima de la maldad; los gobernantes que con poder de vida y muerte, no dudan en condenar al inocente y ser injustos con el justo; la madre dolorosa que acompaña hasta la muerte ignominiosa al hijo inocente, humilde y desamparado; están los seguidores que no dudan en negarlo por el miedo al poder humano y las seguidoras fieles que arriesgan todo con tal de aliviar el dolor de la víctima inocente; los inhumanos que le alcanza vinagre para calmar la sed devoradora y el que hunde su lanza en el costado del indefenso. Habrase visto un cuadro más patético de la miseria y grandeza humana. ¿?. Esta imagen puede hacer perder la Fe de los hombres. Es increíble el alcance de la maldad y la cobardía de la indiferencia. Pero también es admirable la fortaleza del amor y el compromiso.

Con Cristo, una vez más, Dios ha demostrado su fiabilidad. Ha enviado al Redentor, para que predique el amor y el bien. Con su pasión y muerte ha demostrado que la maldad se impone al bien y reflexiona al hombre sobre los hechos y sus trágicas consecuencias. Con la Resurrección, muestra que al final, el bien termina imponiéndose al mal. Esta enseñanza clara está dirigida a la mente humana, para que abandone las practicas que hacen la maldad y se adhiera a las el bien sustentadas en al amor.

El legado hasta nuestros días. Dios ha dejado constancia de todos los hechos relatados como prueba de su existencia y de su amor a la humanidad. Sea porque ésta no quiere tomar en cuenta los hechos sucedidos; porque no cree que ellos sean reales; porque necesita modernas demostraciones de su existencia; o finalmente porque no tienen la voluntad de admitir la existencia divina; la realidad es que el alejamiento de la Fe es cada vez más patente.

Nadie o pocos consideran, que son avisos actuales, las enfermedades y males que de tiempo en tiempo asolan a la humanidad, tales como el VIH Sida, el cáncer, el stress, enfermedades coronarias y otros más que se están convirtiendo en masivos.

Tampoco reparan en los desastres que los hombres provocan. El Holocausto de la época Nazi; las masacres raciales de la era bolchevique en la ex U.R.S.S; las confrontaciones en el medio oriente donde se sacrifican masivamente razas humanas y fieles de confesiones religiosas; las guerras regionales en el mundo, que además de sangrientas, tienen como victimas principales a los niños, los más inocentes e inofensivos;

Por otra parte, son calamidades el hambre que padece aproximadamente el 10% de la población mundial 800.000.000 millones de personas; la pobreza que afecta a la dignidad del ser humano y se extiende sobre casi el 20% de la población mundial y alcanza a 1.500 millones de habitantes.

Los males sociales como la corrupción, el terrorismo, la violencia, las violaciones, el crimen, la drogadicción, la ignorancia, el desconocimiento a los derechos humanos, la impunidad, el abuso de poder, son males crecientes que cada vez, se convierten en el flagelo de las sociedades de cada continente.

Todos son avisos al mundo actual de los males que aquejan a la humanidad. Se constituyen en el equivalente de los males bíblicos relatados en los libros sagrados. Sin embargo, hay también fabulosos descubrimientos científicos, que se los considera solo eso, científicos, sin reparar que la “intuición” o esa creencia de que hay algo aún desconocido más allá de lo conocido, es la Fe en lo que no se, ve iluminado por la acción del Creador.

La realidad es que la conducta de la humanidad, se ha acercado a extremos no previstos hasta pocas décadas atrás. La Ley Universal que es Ley del Creador, como ha demostrado en el pasado, actúa para restablecer equilibrios.

Los teólogos, interpretan señales y anuncian sucesos nunca vistos en el mundo que repondran la vigencia del bien sobre el mal, pero con experiencias aleccionadoras que perduraran como lecciones por siglos.

P.- ¿Qué exigencias debería imponer la ética ante la brecha abierta por la secuenciación del genoma?

R.- Muchísimas, pero no en el sentido alarmista de la gente que imagina un futuro terrorífico, sino más bien de pensar las cosas con serenidad. La globalización nos ha llevado al corto plazo, y en temas como el del genoma el corto plazo puede ser terrible. Si una empresa ha gastado una enorme cantidad de dinero para patentar un gen, no está dispuesta a no comercializarlo inmediatamente. Cuando hemos entrado en la comercialización, todo se vuelve imparable. Más aun porque hay países que tienen capacidad adquisitiva para patentar genes y otros que no la tienen, con lo que los países subdesarrollados cada vez son más dependientes. En este proceso me parecen más responsables los científicos que las empresas, porque los investigadores son partidarios de las moratorias y de agotar todos los plazos hasta ver los resultados, mientras que la industria quiere rentabilizar enseguida la operación sin esperar y sin asumir las posibles malas consecuencias.

Importantes afirmaciones y cuestionantes que nos deben obligar a reflexionar sobre la actitud de los humanos en general, pero en particular de quienes hemos sido adornados con la capacidad del raciocinio y de la inteligencia; de los elegidos entre muchos para recibir la luz y ser llamados “iniciados”; y más en aquellos que tienen la oportunidad de con su palabra y sus hechos, cambiar algunos de estos derroteros que no le harán ningún bien a la humanidad y a nuestro planeta.

El Constructor

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