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El templo y mi templo

Las Sagradas Escrituras al hablar de Dios se refieren Al «Sabio y Gran Constructor» que puso la piedra fundamental de su creación, por eso es el «Supremo Arquitecto del Universo», quien quiso tener un Templo para morar entre los hombres.

Por eso Templo, significa Casa de Dios y Culto a la Divinidad. Es un espacio cerrado seguro y protegido, destinado al recogimiento, donde reina el silencio y la abstracción para favorecer la concentración del pensamiento y su elevación hacia lo trascendente y hacia lo sublime. Es un recinto sin ventanas donde no es posible percibir alquila luz exterior y toda la iluminación que recibe es interna.

¿Por qué Dios quiso que se construyera un Templo en la tierra y transmitió este deseo a Salomón, hijo de David, para que así lo hiciera?

La respuesta es simple. El hombre tiende a olvidar a Dios, a perder el sentido de cercanía hacia Él. Si el hombre fuese completamente espiritual no necesitaría de un Templo para tributar un culto, vería a Dios

En todas partes y sentiría Su presencia permanentemente. Pero como el hombre, en su imperfección, solo es capaz de ver para creer, a través de formas físicas, Dios quiso conducirlo hacía un estado de restauración espiritual edificando un Templo.

En nuestra Orden, el Templo Masónico es el sitio donde celebramos nuestras tenidas o trabajos, también lo denominamos Logia. La filosofía lo interpreta como el lugar donde se enseña el «Logos» o «Verbo» usando sinónimos como, Taller de Iniciación, Escuela de Enseñanzas o Santuario de Adoración y Trabajo. Es un recinto que está cuidadosamente vigilado por un Guarda Templo Externo que armado de una espada evita el ingreso de profanos durante la realización de los trabajos.

Al ingresar a nuestros Templos observamos que cada detalle de su construcción, desde sus cimientos hasta el techo, refleja un simbolismo que nos transmite verdades espirituales.

Un análisis de este simbolismo no solo nos conducirá a un estado espiritual más alto, sino que cada vez que ingresamos a esta estructura sagrada se nos revelará, a través del entendimiento de cada significado, una verdad oculta iluminada por la infinita sabiduría del Todopoderoso.

Así como los antiguos masones operativos construyeron el Templo material como morada de Dios, los masones especulativos de hoy, reconociendo un estado espiritual inicial de oscuridad o tinieblas, debemos construir un templo espiritual en nuestros propios corazones, haciéndolos puros para albergar a nuestro Gran Señor, desterrando todos los malos pensamientos y malas acciones convirtiéndonos en hombres de bien y sanas costumbres

Las referencias geográficas de un Templo son las mismas que tiene el Universo, es decir de Oriente a Occidente en su longitud, de Norte a Sud en su latitud y de Cenit a Nadir en su altura, tal como inicialmente fue construido el Templo del Rey Salomón

Estas mismas son las direcciones que deben guiar acertadamente nuestros pasos por el mundo profano.

Al Oriente con la salida del Sol, corno principio de vida, que significa nuestro diario despertar con amor, entusiasmo y alegría; representa el nacimiento del Sol después de su descanso, enseña al hombre la continuidad de la vida y del esfuerzo, así como de la evolución y el principio de la vida espiritual.

Al Occidente con el ocaso o puesta del Sol, que representa la finalización del día, satisfechos de haber cumplido con nuestros propósitos, procurando en ese momento, la inmediación para asimilar las experiencias vividas durante la jornada. Se refiere al sendero de la vida o camino de progreso diario. Es el lado positivo; todo pensamiento altruista proviene de esta parte del templo. El Sol espiritual derrama en este punto toda su iluminación y manifiesta en él, el reino de la espiritualidad.

Al Norte, como el lugar oscuro donde el Sol no derrama suficiente luz representa la oscuridad, la ignorancia, la insensatez; es el punto donde se originan los deseos inferiores, egoístas y malsanos.

Al Sud encaminando nuestros actos por el camino de la verdad, la honestidad, el amor, la tolerancia, entendiendo todos los días lo que queremos hacer y por qué lo hacernos, dándole un sentido definido a nuestros actos, con una orientación clara, sin temores ni miedos; el Sud marca la ley de los ciclos que nos acerca paulatinamente al dominio de las causas y efectos.

Finalmente de Cenit a Nadir que significa una estrecha e íntima relación con Dios como nuestro Creador y como el G:.A:.D:.U:. intentando tener un profundo conocimiento de nosotros mismos, como seres racionales e imperfectos que somos.

La base del Templo es la Tierra, representada por el piso de mosaicos blancos y negros. Significan los pares opuestos que se encuentran constantemente uno cerca del otro y por contraste les hacen apreciar todo lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira, el dolor y el placer la virtud y el vicio, la luz y las tinieblas, el día y la noche, el éxito y la desilusión etc. Esta dualidad aparece donde quiera que dirijamos nuestra atención, en diferentes posiciones sociales, creencias religiosas, razas y pueblos; esta dualidad que demuestra la admirable y perfecta armonía de nuestra Orden nos motiva a marchar con ánimo sereno y equilibrado sin dejarnos exaltar por las condiciones favorables, ni deprimir por las apariencias desfavorables

El techo del Templo está sembrado de estrellas y derrota el carácter universal de la Masonería. Puede ver en este Cielo particular una imagen de nuestra mente o mundo causativo interior que preside a las condiciones de vida, las aprovecha constructivamente y las transmuta.

Existen Tres Grandes Columnas que sostienen el Templo y son Emblemáticas de los atributos de Sabiduría, Fuerza y Belleza.

La Sabiduría simbolizada en el Templo por el V:.M:. nos permite crear, dirigir orientar; nos inspira a tener cada día un mayor conocimiento de la vida. La Fuerza, representada por el P:.V:. es para sustentar y ejecutar, es la fortaleza que nos sostiene en nuestras dificultades y se esmera en realizar lo que la primera concibe, nos da la suficiente energía para afrontar las dificultades y contratiempos que se presentan en el mundo profano, y por último la Belleza representada por el S:.V:. es para adornar u ornamentar la mente humana, embelleciendo y perfeccionando la obra realizada por las dos anteriores. Cada uno de vuestros actos debe ser motivado por un objetivo bello.

Al Occidente, a ambos lados del pórtico de entrada del Templo, se erigen dos hermosas columnas que simbolizan la ciencia y la virtud, el amor y el progreso, el espacio y el tiempo y representan el aspecto dual de nuestra existencia en el Mundo Objetivo o Reino de la Sensación. Sobre la columna de la izquierda y de estilo Corintio se lee la letra «B» también llamada columna del Norte o de los aprendices y sobre la columna de la derecha realizada en estilo Dórico se lee la letra «J», esta columna es llamada columna del Sud o de los Compañeros.

Sobre el contorno de la Logia se encuentran repartidas doce columnas, cada una de ellas corresponde a los doce signos del Zodiaco, del mismo modo que dentro del cuerpo físico, se hallan doce facultades que están influidas por estos signos y se encuentran repartidas alrededor del Sol espiritual del hombre. Así mismo estas columnas representan los doce meses del año, pues efectivamente abarcan el tiempo que sentida sin interrupción, recordando al Masón que cualquier hora, día, mes o año de su existencia es bueno para tener en mente, los deberes que asumió en el momento de su iniciación.

Rematando las doce columnas y rodeando los muros del Templo, se encuentra una soga o un grueso cordón anudado a distancias proporcionales, formando doce lazos, que simbolizan la unión de todas las facultades espirituales del hombre y la confraternidad de todos los Masones esparcidos a lo largo y ancho del globo y en el infinito del universo. En otras palabras, representa el abrazo figurativo de todos los Masones sobre la humanidad y la estrecha unión que debe existir por encima de cualquier diferencia personal, convirtiéndonos en una familia universal. Cada uno de nosotros debe sentirse parte de esta cadena de unión transmitiendo y recibiendo toda la energía que poseemos. Esta soga queda abierta a la altura de la puerta del Templo para permitir él ingreso de otros hermanos que deseen comprometerse con nuestra Orden.

En el centro del Templo se eleva sobre el pavimento de mosaicos el ARA o ALTAR, símbolo de la elevación de nuestros pensamientos que nos permite percibir la verdad trascendente, oculta bajo la visión dualística de la vida representada por los pares opuestos.

El ARA representa al Sol y como la Logia representa al Universo, se coloca en el centro del Templo para significar la universalidad de la Francmasonería.

Sobre el ARA se encuentran ubicadas las Tres Grandes Luces Emblemáticas de la Francmasonería constituidas por: El Libro Sagrado o Ley Divina, que nos inspira a conocer la Verdad y entenderla en su verdadera y única magnitud. El Compás y la Escuadra, que significan nuestras cualidades inteligentes, que nos permiten interpretar a cabalidad los símbolos, que aún no podemos develar. El Compás y la Escuadra se encuentran abiertos y entrelazados sobre el Libro Sagrado, son los instrumentos simbólicos que nos sirven para interpretarlo y usarlo constructivamente.

El Compás se encuentra abierto en dos direcciones con el vértice hacía el Oriente, formando un ángulo cuyo punto central simboliza al hermano y el círculo que circunscribe este ángulo representa el campo sin límites en el que éste hermano irradiará la Luz (o sea principios morales, Intelectuales y masónicos). Esto significa que cada uno de nosotros debe sentirse ubicado en el centro del Compás para irradiar permanentemente una luz sin límites en base a la honestidad, caridad y amor hacia nuestros semejantes. Esto punto que define el origen de dos líneas que van en distintas direcciones, marcadas por un determinado ángulo, representa la dualidad en el hombre, el espíritu y la materia.

La Escuadra representa a la razón que regula y gobierna nuestros actos conforme a los preceptos de la moral; es símbolo de rectitud, virtud, exactitud, perfección, justicia y equidad. Está formada por un ángulo recto que nos indica que el Masón debe examinar cada uno de sus actos y aplicar la Escuadra simbólica del deber para orientar en le mejor forma su vida. Este símbolo sirve para probar y ajustar las esquinas irregulares de las construcciones, convirtiendo la materia física en la forma deseada.

Por otra parte en el Templo existen Tres Luces Emblemáticas de la Francmasonería, conformada por el Sol, que representa la razón que ilumina la inteligencia; la Luna, que reviste las ideas en una forma apropiada y el V:.M:. que representa el principio consciente que se ilumina bajo la doble influencia del razonamiento (el So) y de la imaginación (la Luna).

A la izquierda y del lado de la columna de los aprendices se encuentra la Piedra Bruta que representa el estado tosco, natural y deforme en el que nos encontramos al momento de nuestra Iniciación; simboliza al Aprendiz que todavía se encuentra sumido en la ignorancia y velado por los prejuicios y vicios del mundo profano, quien mediante el esfuerzo, trabajo y perseverancia deberá pulir sus asperezas, mediante el dominio de sus pasiones, la práctica de las virtudes y el perfeccionamiento de su espíritu, para llegar a ser la Piedra Pulida de la derecha, apta para ser tratada solo con la Escuadra y el Compás.

Para finalizar podernos decir que cada Masón simboliza un Templo Espiritual, un Templo interno que debemos construir con nuestras propias manos observando los planos y el plan de vida que a cada uno otorga el G:.A:.D:.U:.

Respecto a todo lo anterior el Libro Sagrado en Jeremías Capítulo 7, el G:.A:.D:.U:. refiriéndose al Templo dice: «Mejoren su proceder y sus obras y Yo me quedaré con ustedes en este lugar», » Más bien mejoren su proceder y sus obras y hagan justicia a todos», «Dejen de oprimir al extranjero, al huérfano y a la viuda», «Ustedes roban, matan, toman la esposa del prójimo, juran en falso y ofrecen sacrificios, luego vienen a presentarse ante mí, en este Templo que lleva mi Nombre y dicen, aquí estaremos seguros después de cometer tantas maldades».

QQ:.HH:. que nuestro Templo no se convierta en un lugar de redención de nuestros malos actos sino en un lugar de perfeccionamiento intelectual y espiritual, para expandir sus frutos sobre la humanidad y no nos olvidemos de una frase que debe guiar nuestro accionar: SER MASÓN ANTES QUE PARECERLO.

Por: Luis Andrade Ruiz

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