Escudriñando
AMPARTAPA
El Plan Divino
La historia de la humanidad es un reflejo vivo de la evolución del hombre como individuo. Debe entenderse que la humanidad en su conjunto representa el campo de actividad en que trabaja el Logos Planetario; su voluntad se manifiesta en los distintos movimientos sociales, políticos, religiosos o artísticos que se dejan ver en la tierra; bien se dice que si queréis entender al hombre, es preciso estudiar su biografía, su vida, sus actos. Para querer entender la Voluntad Divina, es preciso estudiar la dinámica de sus transformaciones, su historia, su metamorfosis y tratar de explicarnos cuáles son las razones que impulsaron tales movimientos.
Sistematizar un estudio que es universal es siempre una labor compleja y difícil de captar, sin embargo, adoptaremos un marco de referencia desde donde de una manera segura, podamos movernos para tratar de explicar las razones de la historia.
Enfoques sobre el tema.
Veremos desde cuatro ángulos: uno de ellos será la Ciencia, otro será la Religión, otro será el Arte y otro mas la Filosofía. El porqué de estas cuatro grandes perspectivas, pudiera ser entendido de la siguiente manera:
La ciencia busca explicar el mundo físico, la ciencia ve a través de los cinco sentidos del hombre y parte de allí en un viaje infinito a tratar de explicar los misterios del universo.
El arte como una manifestación de la belleza y de las emociones en su conjunto, podríamos decir que es el camino que refleja al mundo astral de la humanidad.
La religión en su intento por explicar a Dios y por acercar al hombre hacia lo Divino, podría muy bien representar al astral superior y a los planos mentales inferiores; será justamente la religión entendida en su concepto más elevado, la que proporcione al hombre el camino de retorno hacia la fuente de dónde provino.
Y finalmente, la filosofía, que es un movimiento que por excelencia busca a través de la intuición, tratar de entender las primeras causas que originan todo cuanto existe, para después establecer las bases lógicas del razonamiento, que permitan allegar al hombre los chispazos de Luz Divina que se requieren para reorientarlo en sus actividades, en su regreso hacia la Casa del Padre.
Así pues, la filosofía a nivel intuitivo y mental superior, la religión en el astral superior y el nivel mental inferior, el arte en el plano astral en sus distintas manifestaciones, desde los planos más inferiores hasta los sublimes planos donde mora el espíritu, y finalmente la ciencia, en su esfuerzo continuo de explicar los porqués de la realidad física; todos juntos forman una visión coherente de la realidad en que el hombre se mueve en la actualidad.
Queda pues establecido el marco a través del cual intentaremos explicar al Plan Divino.
Surgimiento de la humanidad como cuerpo de manifestación de un gran ser colectivo. Empecemos tratando de entender que así como en un principio la vida apareció en este planeta a través de pequeñas células o conglomerados de células, que en forma aislada venían manifestándose en los medios acuosos, de la misma manera, los pueblos que en un principio poblaron la tierra, se venían manifestando de una manera aislada, siguiendo rutas de evolución diferentes y guiados exclusivamente por su inconsciente colectivo.
De la misma forma como llegó un momento en la evolución de la vida orgánica de la tierra, que los distintos organismos conjuntaron una flora y una fauna y dieron lugar a todo el sistema ecológico que hoy cubre la superficie del planeta, de la misma forma, los diferentes pueblos empezaron a enlazarse hasta formar una humanidad coherente, unida y que proporciona un mejor cuerpo de manifestación a ese gran ser colectivo que se ha denominado Adan Kadmon.
En un principio, durante la evolución primera del hombre, cada uno de sus integrantes actuaba de una forma particular, manifestando una vida que buscaba por sobre todas las cosas, la sobrevivencia de la especie.
Durante la primera fase de la evolución humana, la sobrevivencia de las especies fue la nota que caracterizó al ser humano; para esto fue necesario establecer el germen de la familia; la vida en colectividad fue indispensable para poder defenderse unos a otros y garantizar esa supervivencia.
Primeras manifestaciones del vehículo astral. La vida en colectividad generó una serie de reacciones propias del mundo astral, surgieron en el hombre una serie de emociones que constituyeron la primera manifestación de su vehículo astral. Este fue el segundo gran logro de la humanidad: Constituir su vehículo astral.
El hombre empieza a ejercitar su mente. De manera paralela, las primeras asociaciones mentales le daban al hombre la posibilidad de ejercitar su mente, que de una manera incipiente, permanecía ya dentro de su ser.
La aparición de los primeros cultos. Las preguntas acerca de lo que existía en el cielo, acerca de las manifestaciones de la misma naturaleza que lo llenaban de terror, produjeron los primeros cultos como un intento de acercarse a la Divinidad. El hombre reconoció fuerzas superiores a él y en su ingenuidad, ideó diferentes formas para rendirles culto y de esta manera allegarse su protección.
Surgen las primeras manifestaciones artísticas. El buscar la unidad a través de la veneración de esas fuerzas que identificaba como superiores, lo llevó a un manejo de energía que de una manera u otra provocaba reacciones en sus vehículos físicos; esto dio paso a que el ser humano empezara a crear las primeras manifestaciones artísticas, al principio para representar a esos seres o fenómenos naturales a quienes deseaba adorar, y en segundo, creando fórmulas o rituales que manifestaban una creatividad y un arte, que con el tiempo llegaría a ser una pieza clave dentro de los diferentes cultos de la humanidad.
Así pues, el hombre empezó a caminar a través de estas cuatro grandes puertas que lo acercan al universo.
Integración de los pueblos.
A lo largo de la historia, las conquistas de unos pueblos por otros, las dominaciones, las explotaciones y todos los movimientos sociales y políticos que hemos observado, no son otra cosa que un intento de poder unir a toda la humanidad dentro de un esfuerzo colectivo e integral.
Los diferentes pueblos eran unidos a través de las campañas de conquista; generalmente los pueblos bárbaros conquistaban a los grandes pueblos civilizados y mientras los primeros se veían beneficiados de la cultura de los segundos, los segundos se veían enriquecidos asimilando las formas de disciplina y de orden físico que muchas veces habían descuidado.
Distintas manifestaciones de las necesidades humanas. En los primeros intentos que la humanidad dio para acercarse a Dios, hubo otros que dedicaron su tiempo y esfuerzo a la creación de ejércitos y al desarrollo de las distintas artes de sobrevivencia. Hubo otros que se dedicaron al culto de la belleza y su vida fue un ejemplo de diversión y de arte. Hubo otros que manifestaron por sobre todas las cosas, un profundo respeto religioso y elaboraron exquisitos cultos de adoración a Dios.
Cada pueblo entonces seguía un camino predominantemente sobre los otros y las sociedades fueron reflejo de las distintas formas como el hombre ha querido conocer e integrarse al universo.
Factores que rigen a la humanidad. Los pueblos bélicos, constituían el vínculo de unión entre unos y otros, enriqueciendo las culturas y uniendo los pueblos a través de la distancia y del tiempo. Tendrían que pasar muchos años, antes de que estos movimientos bélicos pudieran ser substituidos por otro factor, que igualmente importante, produjera los mismos efectos.
Este factor fue el comercio. El comercio genera los mismos resultados desde un punto de vista espiritual entre los pueblos, constituye el paso superior en la eterna espiral, como un medio a través del cual los pueblos se unen e intercambian cultura.
De las conquistas bélicas hemos pasado a las conquistas comerciales; de la dependencia política hemos pasado a una dependencia económica, las armas han dejado de ser las flechas, las hachas y las espadas, para convertirse en las monedas, en los bancos, en los distintos sistemas económicos que hoy es posible ver en toda la superficie del planeta.
El llamado a la unidad. Es, pues, preciso que la humanidad se integrara en una sola, era necesario que todos los pueblos pudieran recibir los beneficios de los avances que se gestaban en otros pueblos. El aislamiento debe terminar, las barreras que separan las naciones habrán de terminar, los distintos lenguajes habrán de fundirse en uno solo y las distintas monedas deberán terminar convirtiéndose en una sola.
El mundo debe ser la patria para todos los seres humanos, el divisionismo no debe existir sino como una manera de organización, de ninguna forma para separar a los seres humanos y distinguir unos de otros en función a su poder económico, situación social o cultural; las mismas oportunidades que rigen en un pueblo deben regir en los otros. Tardará para que esto sea una realidad, pero los esfuerzos que los grandes seres han venido desarrollando desde el principio de los tiempos, llevarán inevitablemente a este fin a toda la humanidad.
Experiencias del pasado. Históricamente hablando, la humanidad ha conocido momentos de gloria y momentos de profunda tristeza; momentos en los que se ve a todas las sociedades en crisis y momentos en donde pereciera que toda la humanidad despierta, tales son los casos que la historia ha registrado como la gran revolución industrial, como la maravillosa época del renacimiento, o bien como aquellas otras en donde la sociedad europea se vio diezmada por el ataque de epidemias que alcanzaron proporciones mundiales: la peste negra, el paludismo y últimamente el SIDA; situaciones que vienen a conmocionar la conciencia de la humanidad.
Un llamado a la moderación. Aún cuando el SIDA sea un llamado a la moderación y al control de los instintos sexuales de los seres humanos, aún pasará algo de tiempo antes de que el problema sea completamente resuelto; es necesario que la conciencia de la humanidad sufra un shock, es preciso que esas regiones en donde las pasiones humanas son el alimento diario de los seres humanos se vean cimbradas en su totalidad, para que efectivamente esta enfermedad haya cumplido su objetivo.