INTRODUCCIÓN
El mandil tiene su origen desde las más antiguas costumbres hebreas y egipcias, donde se adoptó, para ser usado durante los trabajos materiales de: edificios, monumentos, templos y demás construcciones de arte en materia de arquitectura, su figura la observamos constantemente sobre los relieves de esas grandes obras de la antigüedad, principalmente entre los jeroglíficos.
Se tiene la seguridad de que el mandil se implantó para el uso de los neófitos, durante las ceremonias de admisión en los templos iniciáticos que se conocen como las costumbres más remotas de aquellos tiempos, en especial entre: esenios, caldeos, asirios y druidas.
Dentro de cuya interpretación se le atribuían: perseverancia, constancia y firmeza en las acciones humanas, como cualidades indispensables en los iniciados.
DESARROLLO
El mandil del maestro secreto reúne varios elementos que vamos a tratar de analizar, agrupándolos en forma, color, símbolos.
Por su forma.
a) Cuadrado: Un cuadrado blanco sobre el cual va inscrito un triángulo, la letra Z, la corona del olivo y laurel, la llave de marfil, y está ribeteado de púrpura oscura.
b) Triángulo: Solapa triangulada azul, hace alusión al principio universal e individual de la conciencia, cuya unidad el M⸫ S⸫ trata de reconocer. Lleva inscrito el ojo místico, en fondo celeste y también va ribeteado de púrpura oscura.
Por su color.
a) Blanco: Corresponde a la luz del santuario. Simboliza candor e inocencia. Emblema del ser supremo, la luz y la verdad. En suma, el blanco es el emblema de la inocencia y pureza que se requiere de los maestros secretos, estableciendo en la idea de la vida inmortal y de una esperanza que nunca muere. Su elemento es: aire.
b) Purpura oscura: Color del mandil que corresponde a la oscuridad del santuario. Es emblema de la destrucción y de la muerte, en oposición a la creación, luz y vida. El borde púrpura oscura simboliza el dolor que sintieron los iniciados del templo al saber la muerte del maestro fenicio Hiram, como también la pérdida de la palabra del maestro.
c) Azul: simboliza el zafiro, el acero, la piedad, la templanza, la dulzura, la lealtad, la sabiduría y la recompensa. El color azul de la solapa del mandil, es emblemático del firmamento. En la doctrina filosófica hermética practicada por los jueces filosóficos desconocidos, el azul clasificado como segundo entre los colores primitivos. El azul entra también en la composición de los discos mágicos de que se ocupan los cabalistas y otras ramas de la masonería llamada oculta y en combinación con ciertas sustancias produce los fenómenos de excitación general, movimientos convulsivos, deseos de dormir, pérdida de raciocinio, somnolencia y abatimiento. Su elemento es: agua.
d) Naranja: Símbolo de fuego y las llamas. Sinónimo de ferocidad, crueldad y egoísmo. El libro alquimista de Abraham Juif denomina el “color de la desesperación”.
e) Verde: Vegetación, pero también es el color de la muerte, lividez extrema. Por eso el verde es transmisión y puente entre el negro, ser mineral y el rojo, ser animal; pero también entre vida animal y descomposición y muerte. Simboliza que la vida se manifiesta en la naturaleza. Su elemento es: tierra.
f) Café: Se relaciona con la tierra y la vegetación.
g) Rojo: En contradicción aparente con el blanco, que suele ser el matiz femenino, por asimilarse al principio creado, ya que el rojo es el color de la actividad por sí mismo y de la sangre. Se asocia con: sangre, herida, agonía, sublimación. Su elemento es: fuego.
Por su símbolo.
a) Laurel: emblema de victoria alcanzaba sobre sí mismo, sobreponiendo sus Ideales a sus vicios, errores y pasiones. La corona formada por el laurel y el olivo puede merecerse sólo cunado sabemos llevar intentos nuestros ideales en el occidente de la vida material. Se trata de una planta simbólica, representativa de la gloria del triunfo. En masonería es emblema de paz y unión.
b) Llave de marfil: Es la joya del cuarto grado. emblema de discreción. Con ella se abre la urna de oro y el arca. Es un símbolo evidente de fidelidad y prudencia, discreción y secreto; es además emblema de la capacidad de penetración de la mente que se coloca en un punto de vista central: en el centro del círculo o en la cámara del medio, entre la escuadra y el compás, en donde constantemente puede encontrarse todo lo que se haya perdido.
Siendo el uso de esta llave inseparable de su posición céntrica, se recomienda incrustarla en una medalla, disco o anillo de plata, el metal q mejor se asocia con las manifestaciones de la vida en la naturaleza, y el más sensitivo a la acción de la luz, razón por la cual tiene una importancia básica en la fotografía.
La llave de marfil es la comprensión iluminada que ha podido realizar dentro de su propio corazón, entre la escuadra y el compás, juicio y razón respectivamente. El marfil es en todas las tradiciones orientales, es uno de los emblemas de la misma sabiduría. Además de relacionarse con el elefante, considerado como símbolo de la inteligencia, es uno de los materiales usados de preferencia en la confección de reliquias y objetos de veneración. Con la blanca llave alegórica de la pureza de las intenciones con que el M⸫ S⸫ lleva de su último viaje, le es posible averiguar el contenido del arca. Sin embargo, la fragilidad del material de que se compone requiere un extremo cuidado: la llave puede romperse y el contenido permanecer oculto e impenetrable.
c) Ojo Místico: El ojo divino bordado en la solapa azul hace evidente alusión al principio universal e individual de la conciencia, cuya unidad el M⸫ S⸫ trata de reconocer. El ojo dibujado sobre la falda del mandil, es el símbolo del sol, ojo del universo, que para los antiguos era la imagen de la divinidad, el G⸫ A⸫ D⸫ U⸫ Un ojo era el jeroglífico egipcio de la palabra IRI y la segunda sílaba de OSIRIS, el sol deificado, personificación del principio del bien.
d) El olivo: Emblema de la luz del alma que se deriva de la conquista sobre sí mismo. La paz que sigue a las tempestades interiores, a la lucha oscura con los instintos y tendencias negativas, enteramente desconocidas para quien no haya triunfado alguna vez victoriosamente en la lucha sobre las tendencias inferiores. El olivo es un árbol que fue objeto de gran veneración entre los pueblos antiguos. La masonería le concede un lugar preferente entre sus emblemas, y en el simbolismo de los grados, se presenta el M⸫ recibiendo la iniciación debajo del olivo y laurel. El olivo de la paz es la planta especialmente consagrada a la diosa Minerva, por tanto, se identifica simbólicamente con el mismo Salomón, el rey conocido por su sabiduría y cuyo nombre significa igualmente paz.
e) Triangulo o delta: Se presenta como una figura imaginaria que hacemos para representarnos el equilibrio, de ahí siempre se piensa en el triángulo equilátero. Un triángulo equilátero es en esencia el delta luminoso que encontramos en O⸫ El ojo se halla en su centro, es símbolo de la conciencia del ser, que es el primer y fundamental atributo de la realidad. El triángulo es el símbolo que mejor puede expresar la realidad y su manifestación ternaria en los tres lados que la constituyen.
En el mandil encontramos, sin embargo, dos triángulos invertidos, en equilibrio inestable. Descansan sobre el vértice A. La gravedad les atrae y pueden en cualquier momento. Al igual que la llave de marfil, presentan una fragilidad aparente. Representan la fuerza instintiva desprovista de la voluntad que caracteriza al aprendiz y su primer paso. En el interior del primero está el ojo místico y en el segundo la letra Z. Uno en fondo café y el otro en fondo blanco, bordado de naranja.
f) Letra Z: En el alfabeto hermético de los jueces filosóficos desconocidos, esta letra corresponde el número 16, tiene por jeroglífico a Júpiter y es inicial de Zangle o la guadaña del tiempo, emblema de la muerte. Es la séptima letra consonante del alfabeto hebreo Zain, corresponde a la letra Z, que significa flecha o espada, es evocar la espada flamígera y desear que la victoria sea completa y perfecta. Es inicial de la palabra Ziza, palabra hebrea que se traduce: resplandeciente, esplendor o superabundante, es el nombre de un personaje bíblico.
CONCLUSIÓN
Debemos entender la transmutación de los colores claros a los oscuros, de la tiniebla a la luz. El mandil mismo es emblema del cuerpo físico con el cual venimos para trabajar sobre la tierra y con el objeto de adquirir aquellas experiencias que nos transformarán en artistas verdaderos de nuestro destino y nos darán el magisterio o dominio completo sobre nuestro mundo. Pero cabe preguntarse que mundo queremos construir, existen nuevos paradigmas modernos que debemos dilucidar y resolverlos.
Vladimir Aliendre
Grado IX
Camp.·. de Cochabamba, 14 de agosto de 2019 e.·.v.·.
BIBLIOGRAFÍA
Lavagnini, Aldo (2001). Manual del Maestro Secreto. Argentina: Editorial Kier.
Adoum, Jorge (2003). El Maestro Secreto y sus Misterios. Argentina: Editorial Kier