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El Fútbol (soccer) un invento Masónico

Si bien el juego de pelota tiene su origen en la Noche de los tiempos , en Londres en 1863, unos hermanos masones le dieron reglas y lo llamaron Fútbol , o juego de pelota con los pies. El juego de pelota evidentemente hace cientos o hace miles de años no era un simple deporte , sino que casi a nivel universal era un tipo de ritual religioso , un algo místico y con implicaciones muy profundas en la psique del inconsciente colectivo de la Humanidad. Con el beisbol sucedió algo muy parecido con que el Fútbol , fueron masones los que le dieron reglas a ambos deportes . Sin duda , la obsesión de nosotros los masones por darle orden a todo , es que le dimos orden tanto al beisbol como al Fútbol soccer, así como a otras disciplinas . Los invito a investigar junto conmigo , las connotaciones historicas del fútbol soccer, ya años atrás escribí de como la Masonería influyó en la creación del Beisbol , pero ahora le toca el turno al Fútbol soccer.
Los orígenes del fútbol y The Freemasons Arms
Como aficionado al fútbol (soccer) y habiendo leído de Masonería , me di cuenta de una historia , sobre el pub inglés en el que se encontraba la Football Association. fundada el 26 de octubre de 1863 en Londres , me propuse ahondar más en el tema. Ese primer día se redactaron las primeras reglas del juego, como la prohibición del uso de las manos para los jugadores de campo . Ese momento marcó la separación entre el fútbol y otras formas de juego de pelota como el Rugby .

La historia que da origen al deporte que hoy conocemos como Fútbol soccer recorre los orígenes del fútbol desde los juegos prehistóricos.

Se afirma que la creación de la asociación de fútbol tuvo lugar en The Freemasons Arms ubicado en Great Queen Street. Ese pub en realidad ya no está allí sino en otra calle: la calle Long Acre, a unos 100 metros del lugar original.

Se proporciona una explicación plausible : la fundación de la Asociación de Fútbol tuvo lugar en la Taberna de los Freemasons, pero ese pub aparentemente fue demolido y para continuar con su negocio se construyó el Freemasons Arms a unos 100 metros como les decía, que no es lo mismo pero aparentemente reivindica el legado de la anterior. De hecho, la Taberna de los Masones habría estado ubicada en Great Queen Street, donde hoy se encuentra el nuevo Freemasons Hall.

Ese lugar la Taberna de los Masones está adorando con los orígenes de un juego como el fútbol.

Hoy el lugar solamente es de interés para masones , pero no tanto para aficionados ; ya que sólo hay un pequeño altar en una pared con algunas piezas que recuerdan la relación del pub masónico con el fútbol. Incluso los camareros del bar apenas y tenía una idea de cuál es la relación del Fútbol Soccer con la Masonería.

Lamentablemente, en todo esto un pedazo de la historia parece haberse perdido, pero conociendo lo masónico , un simple hecho como este , que podría ser casual , da pie a lo que es muy posible , y es que, esos eventos dan a mover unos engranajes con implicaciones insospechadas en sus repercusiones , y determinan poderosamente a que millones de personas sean influenciadas , en este caso por el deporte del fútbol. ¿el fútbol de verdad un invento masón? Se preguntarán. Y este evento tan determinante , recoge la historia que un 26 de octubre de 1863 se fundó oficialmente la asociación inglesa de fútbol soccer que es la primera en la historia y Por ende la más antigua del mundo ese día hermanos masones establecieron por escrito las Origen primeras reglas básicas del fútbol casi íntegras a como las conocemos hoy en día.
Así, la reunión de masones se llevó a cabo en la taberna de masones perteneciente a la logia reina Elizabeth número 11 de Londres Inglaterra. Donde de Masones determinaron las reglas y características de dicho juego, en el cual destaca a su influencia masónica; tomando en cuenta lo siguiente: el campo de juego posee las proporciones áureas características de la arquitectura masónica, arquitectura de proporciones áureas sagradas para la construcción de templos masónicos, la forma en cada esquina asemeja el compás masónico , el balón oficial de juego con cuadrados negros y blancos, que se puede identificar perfectamente , con el piso ajedrezado en la logia. También, los primeros escudos de los clubes de fútbol eran Características triangulares y la mayoría de ellos se encuentran cargados de alegorías masónicas. La cantidad de jugadores es el número primo 11 y así mismo la cantidad de cargos que pueden conformar una logia justa y perfecta. Pues con el mínimo de siete integrantes se puede también jugar un partido de fútbol la duración de un partido de fútbol son 90 minutos en promedio; en referencia a la escuadra y cada medio tiempo dura 45 minutos simbolizando la apertura del compás. También , el fútbol retoma el espíritu masónico de libertad igualdad y fraternidad; al no ser distinción de nacionalidad raza ideología religión, ni género ideología política o posición económica social. Entonces el fútbol sin duda es un invento masónico .

Ahora vamos a la sorprendente historia del juego de pelota , que fue previo al nacimiento masónico del Fútbol Soccer.
Conoceremos cómo fueron los orígenes del fútbol. Y veremos que algunas versiones primitivas del fútbol los jugadores podían usar toda la violencia que quisieran, excepto matar al rival. Ya sabrán que el fútbol es el deporte rey en muchísimos países de todo el mundo. Si preguntamos por el mejor jugador de la historia, , seguramente saldrán nombres como :Franz Anton Beckenbauer, Maradona, Pelé, Garrincha, André-Pierre Gignac, Hugo Sánchez, Puskas, Beckenbauer, Cruyff, Di Stéfano, George Best, Ronaldo Nazario, Van Basten o los más actuales Cristiano Ronaldo y Messi, entre otros. En la actualidad hay unos 3500 millones de aficionados en todo el planeta, que viven con gran emoción, cada cuatro años, la disputa de la Copa del Mundo.
Pero los juegos de pelota tienen una larga tradición. Desde hace siglos, incluso milenios, pueblos de todos los continentes han practicado deportes que tenían por objetivo pasarse una pelota entre los jugadores de un mismo equipo, ya fuera con las manos, los pies o incluso, como veremos en el México Prehispánico con la cadera, y conseguir que esa bola terminara atravesando o golpeando una marca o estructura que hoy llamamos portería.
El conocer esos deportes antiguos que fueron los precursores de lo que hoy es el fútbol moderno. Les aseguro que hay mucha historia e incluso mitología detrás de ellos. Viajaremos a lugares como la antigua Grecia, en Mesoamérica con los Aztecas , los Mayas , los Olmecas, China, Japón, Tailandia, Roma, Florencia e Inglaterra. Leer de esto durará mucho menos que un partido, pero será interesante ver como la Masonería inventa el Soccer con evidentemente fines esotéricos , como si se tratara de proseguir con ese pasado místico del juego de Pelota.
En lugar de ir en orden cronológico, nuestro viaje lo realizaremos por continentes. Y la primera parada la haremos en América, en los pueblos precolombinos de Mesoamérica, territorios que abarcan los actuales países de México, Belice, Guatemala, Honduras, El Salvador, parte de Nicaragua y Costa Rica. Hace unos 3500 años, en estas regiones se empezó a practicar… el Juego de Pelota. A menudo, más que una práctica deportiva, era un ritual religioso; y, como tal, podía incluir sacrificios humanos.
El juego de pelota no solo estaba ligado a actos religiosos: también a eventos políticos y de recreación social, y por ende a la distracción de los problemas sociales, y así el Deporte del juego de Pelota fue y es el pan y el circo del pueblo, y de esto se ideo así desde las Logias Masónicas . E incluso en el antiguo México ,se hacían apuestas para bellas docellas, hay un punto que no comprendemos ahora, y es que entre los antiguos mayas , no se sacrificaba al perdedor sino al vencedor, ya que iría a un lugar paradisíaco a disfrutar de los mejor.
En el México Prehispánico se asegura que el Juego de Pelota recreaba de forma simbólica el mítico combate entre el Sol, Huitzilopochtli, y su hermana la luna, Coyolxauhqui. El juego era un rito que propiciaba, gracias a los jugadores, el movimiento de los astros en el cielo. La pelota simbolizaba el Sol, y, como el juego es una representación del cosmos, nunca debía detenerse. En el ‘Popol Vuh’, también conocido como Libro del Consejo y en el que encontramos gran parte de las tradiciones de la cultura maya -es una obra de gran valor histórico y espiritual–, se cuenta la historia de dos gemelos, Hunahpu y Xbalanqué, que derrotaron a los dioses malvados del inframundo en una cancha del Juego de Pelota y después ascendieron al cielo convertidos en el Sol y la Luna, respectivamente.
¿Cómo eran las reglas de este juego? Resulta difícil descifrar cuáles eran exactamente, porque además había diferentes modalidades según la región donde se practicaba, pero sí nos podemos hacer una idea a través de las representaciones pictóricas o en monumentos de piedra que se conservan. Se cree que podía enfrentar a los contendientes de uno en uno, en parejas o por equipos. La bola, que pesaba entre 2 y 5 kilos, estaba hecha de hule –de caucho– y era pesada pero con mucho rebote.
Al parecer, y a grandes rasgos, cuando comenzaba el juego, se lanzaba la pelota a la cancha con la mano y, a partir de ese momento, podía tocarse con una parte concreta del cuerpo: principalmente era con la cadera, aunque en otras versiones, era con el antebrazo, cerca del codo. E incluso en algunas variantes se usaban instrumentos, como un bastón o una manopla, para golpear la bola. Las canchas en el antiguo México eran largas pistas estrechas, en algunos casos con paredes a ambos lados que los jugadores usaban para hacer rebotar la bola.
Por cierto, quizás hayan oído que usaban una cabeza humana como pelota en algunas ocasiones. El objetivo era pasar la pelota de un lado al otro, y, cuando se añadieron los aros de piedra que pueden ver en canchas como la de Chichen Itzá, uno de los principales sitios arqueológicos mayas de la península de Yucatán, en México, se podía conseguir la victoria si se lograba la hazaña de hacer pasar la pelota a través del aro. ¿Y qué obtenía el ganador? La protección de los dioses. Por cierto, que en estos eventos rituales podían incluir sacrificios humanos a los dioses. Como les decía líneas arriba, que hay dudas sobre si se sacrificaba a los ganadores, porque se consideraba que morir en ese contexto era todo un honor, y los que perdían no tenían el honor de morir , y seguramente preferirían morir a vivir en el ostracismo y la deshonra. El Juego de Pelota que jugaban en el México prehispánico para nada está muerto. Ha llegado en diferentes modalidades a nuestros días, y, por ejemplo, hay equipos, de hombres y también de mujeres, que lo practican en México, Belice, Guatemala… También en ciertas tribus indígenas en Estados Unidos.

Los conquistadores españoles, dos décadas después de su llegada a América, suspendieron la práctica del juego de pelota entre 1519 y 1521 por sus raíces religiosas, que chocaban con las católicas, y porque lo consideraban «diabólico».
Pese a prohibirlo, el juego de pelota debió de resultarles muy llamativo, porque cuando Hernán Cortes viajó de regreso a España en 1528 llevó a jugadores que un año más tarde disputaron un encuentro de exhibición ante el emperador Carlos V. Por suerte, el juego sobrevivió en el Estado mexicano de Sinaloa con el nombre de Ulama.
El Ullamaliztli, juego de pelota delegación Ullama Mexico Tenochtitlan, es el juego de pelota modalidad cadera. Es decir, solo se puede golpear con la cadera y hay que tratar de llevar la pelota desde tu lado de la cancha hasta el extremo del equipo rival. Se hace un golpe por equipo, que puede ser de aire, en medio o a ras de suelo. Cuando se logra cruzar la línea final del otro equipo, se marca una raya, que vale un punto. Tradicionalmente, en Sinaloa, gana el equipo que consiga ocho rayas u ocho puntos. Es muy interesante la cosmovisión del juego, que aún hoy se conserva. En la versión de cadera, se golpea con ella porque representa la fertilidad del cuerpo y, según la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos, al usarla para darle movimiento a la pelota, se propicia la fecundidad de la tierra. La bola es la representación del Sol, y los jugadores representan al cosmos, a los planetas, y como estos no pueden chocar entre sí, si los jugadores llegan a chocar durante un partido, sería un punto para el equipo rival. Ya dijimos que la pelota estaba hecha de hule natural, de la ‘sangre o savia’ de un árbol, y por ello se considera que tiene vida. Una vez en movimiento la pelota, el jugador no puede quitarle la vida a esa pelota porque entonces es un punto que gana el otro equipo. Así, este deporte ancestral, cultural e histórico es revivido por la FEMUC, Ullama Mexihco Tenochtitlan y Teotlakollin-Xiuhuitziltin, que trabajan por revitalizar y dar visibilidad este sagrado juego.
Nace el Fútbol Moderno a partir de la Masonería
La excesiva violencia con que se jugaba el fútbol hizo que muchos aficionados protestaran. Por ejemplo, estudiantes de la Universidad de Cambridge se reunieron para alegar contra la rudeza del balompié. La mayoría se pronunció en contra de hacer zancadillas y patear las canillas del contrario. La reunión de Cambridge fue un intento por introducir orden en los reglamentos. En diciembre de 1863, meses después del encuentro, representantes de once clubes interesados en formar la primera liga se reunieron en la “Freemasons Tavern” para crear la primera Asociación de Fútbol. Aprovechando esta oportunidad, los representante de la Universidad de Cambridge participan de la reunión con el fin de extirpar la excesiva rudeza del fútbol. Fue entre cervezas y algarabía donde el rugby se separa definitivamente del fútbol. Luego de esta reunión ya no se podía pegar al adversario por debajo de la canilla y hacer zancadillas. Los férreos defensores del rugby que estaban en minoría se retiraron. El 8 de diciembre de 1863 es la fecha en que nace el fútbol moderno. En 1868 se prohíbe finalmente tomar el balón con las manos. El fútbol, con las reglas que se conocen en la actualidad, empieza a difundirse. Fue el inglés Charles Alcock el hombre al que se le atribuye la creación, en 1872, de la primera liga de fútbol del planeta. Quince clubes participaron y fue ganada por Wanderers. En 1872 se jugó el primer partido entre países. Jugaron las selecciones de Inglaterra y Escocia. Durante esta época nace una polémica, debido a que no existía la tradición de pagarle a los jugadores por practicar el fútbol.
La siguiente parada en este viaje por la historia de los precursores del fútbol moderno nos llevará hasta Asia, China. La obra ‘Estrategias de los Reinos Combatientes’, un clásico de la historiografía china que data del siglo III antes de nuestra era, ya menciona el Cuju, o Ts’u Chü. Cu significa patear en chino y ju, pelota hecha de cuero, así que Cuju significa “pateando una pelota”. La FIFA reconoció en 2004 a este deporte asiático como el precursor del fútbol actual. Es un juego que, durante más de 1500 años, practicaron en la antigua China, y que se importó a otros países como Corea, Japón y Vietnam. Había dos equipos, y jugaban con un balón de cuero relleno de plumas y pelo. Los jugadores debían sortear a los del equipo rival llevando la pelota con los pies, nunca con la mano, y el objetivo era meter el balón en alguna de las seis porterías del rival, con forma de media luna, que estaban situadas en los extremos del terreno de juego. Se inventó durante la dinastía Han, que duró hasta el siglo III de nuestra era, y tenía un fin militar: lo jugaban los soldados como modo de entrenamiento; pero se hizo tan popular entre la población que se empezó a practicar no solo en el seno del ejército; también quisieron jugar al Cuju las clases altas y los cortesanos.
Hasta los emperadores se animaron a patear la pelota. De hecho, a menudo se jugaban partidos de Cuju dentro del recinto del palacio imperial. Posteriormente, durante la dinastía Tang (entre los siglos VII y X de nuestra era), la pelota rellena de plumas se sustituyó por otra llena de aire. Y aparecieron dos tipos distintos de portería: una de ellas se construía con postes de bambú y entre ellos, a unos 9 metros, se colocaba una red con un agujero, que era por donde había que colar la pelota. El otro tipo de portería solo constaba de un poste, que se situaba en el centro del campo. Hasta eruditos e intelectuales se interesaron por este juego de pelota; y cuando no eran demasiado hábiles en el manejo del balón, se conformaban con ir anotando los puntos que conseguía cada equipo. Este precursor del fútbol tuvo una época de esplendor durante la dinastía Song, entre los siglos X y XIII, de manera que todas las clases sociales terminaron practicándolo.
Surgieron equipos de profesionales, los jugadores eran muy populares entre la población, e incluso contaban con entrenadores y… ¡patrocinadores! Todo esto nos recuerda mucho al fútbol actual, ¿verdad? Ah, y también había equipos femeninos. Se sabe que durante la dinastía Ming, que gobernó en China entre los siglos XIV y XVII, el Cuju empezó a decaer, hasta que desapareció por completo. Aunque antes de eso influyó en que, hace 1400 años, durante al periodo Asuka, surgiera en Japón… el Kemari, que evolucionó como un deporte diferente al Cuju.
Así es: tenemos nuestro siguiente análisis en el país del Sol Naciente. Para que veáis cómo se jugaba al Kemari, os tenemos un fragmento de un partido. Si vamos un 4 de enero al Santuario de Shimogamo, en Kioto, podremos ver un encuentro de Kemari en vivo y en directo. Este deporte se juega en un campo de unos 15 metros cuadrados, y participan entre 6 y 12 jugadores. Lo que más distingue esta práctica deportiva del resto de juegos de pelota es que no es competitiva: no hay vencedores ni vencidos. Todos trabajan en equipo, pasándose la pelota con los pies, y el objetivo es evitar que la pelota llegue a tocar el suelo. Hay que ser muy habilidoso, ¿verdad? Porque además no deben doblar la rodilla a la hora de golpear el balón con el pie, deben mantenerla recta. De hecho, hay que mover lo menos posible la parte superior del cuerpo cuando se pega al balón. Es importante mostrar una buena técnica mientras golpeas la bola y se la pasas a otro jugador. Y aquí no tiene cabida quien abusa del juego individualista, ya sabéis, el típico chupón, morfón o traguilla, ya que después de dar tres toques a la pelota tienes que pasársela a un compañero. Los jugadores de Kemari, que reciben el nombre de mariashi, juegan con un balón llamado Mari, una pelota de cuero, rellena de serrín y de unos 25 centímetros de diámetro.
¿Y qué conseguían los mejores equipos y jugadores de este juego de pelota? El emperador los recompensaba con regalos y favores. Igual que sucedió con el Cuju chino, al principio jugaban al Kemari los nobles del país, y posteriormente, entre los siglos X al XVI, se extendió su práctica al resto de clases sociales. En 1903 el emperador Meiji fundó una asociación cuyo objetivo es evitar la desaparición de este deporte tradicional japonés, de forma que aún hoy se sigue jugando, como hemos visto, en ocasiones especiales como festivales y en templos y espacios sagrados de Japón. También se basa en el Cuju chino el espectacular Sepak Takraw, que surgió en el siglo XV y enseguida se popularizó en Tailandia y Malasia. Los jugadores formaban un círculo y daban patadas a un balón hecho de caña, lanzándosela unos a otros; y ese fue el formato que se mantuvo durante siglos. En Bangkok, se puede ver en los murales del templo Wat Phra Kaew, conocido como Templo del Buda de Esmeralda, al dios hindú Hánuman, que es un dios mono, jugando a este deporte con un grupo de monos. La versión moderna del Sepak Takraw surgió en Tailandia a principios del siglo XIX. En 1829 se redactaron las primeras reglas de esta práctica deportiva a nivel competitivo, y cuatro años más tarde introdujeron la red, que, como veis, es muy parecida a la del voleibol. Hoy, esta combinación de fútbol y voleibol es muy popular en Tailandia, Camboya, Malasia, Laos e Indonesia. Hay competiciones masculinas y también femeninas. En cada partido se enfrentan dos equipos, cada uno de ellos formado normalmente por tres jugadores, aunque también se juegan dobles e incluso con cuatro jugadores a cada lado de la cancha, que tiene las dimensiones de una pista en la que se jugaría un partido de dobles en bádminton.
En el Sepak Takraw la pelota puede tocarse con pies, rodillas, hombros, pecho y cabeza; es decir, cualquier parte del cuerpo excepto manos y brazos. Cuando cualquiera de los dos equipos comete un error, el oponente suma un punto y realiza el siguiente servicio. Cada equipo tiene derecho, como en voleibol, a un máximo de tres toques; después deben lanzar el balón al otro lado de la red. Se juega en dos sets, aunque si al terminar están igualados se disputa un tercer set de desempate. Para ganar un set hay que sumar 21 puntos. El objetivo del Sepak Takraw es llegar a ser considerado deporte olímpico. Desde luego, no les falta espectacularidad.
Dejamos Asia para desplazarnos hasta el continente europeo. Aquí, comenzamos nuestro viaje con una parada en Grecia, y retrocederemos en el tiempo 4.000 años. Porque fue entonces cuando se empezó a practicar en territorio heleno un deporte de pelota llamado Episkyros, considerado por la FIFA como una de las primeras formas del fútbol. Lo practicaban en diversas zonas, incluida Esparta, donde este juego de contacto era particularmente violento. Ya en este otro comunicado sobre Leónidas os contamos cómo se las gastaban los espartanos… En aquel periodo el territorio griego estaba muy militarizado, por lo que esta actividad se basaba en el juego de equipo, la estrategia y en hacer una buena labor defensiva. El campo para jugar al Episkyros era rectangular: el centro lo marcaba una línea, llamada ‘skuros’, que separaba en el inicio a los 12 o 14 jugadores de cada equipo, que además tenían tras ellos sendas líneas. Unas fuentes señalan que la pelota estaba hecha de tiras de cuero cosidas alrededor de un núcleo de paja; otras, que se hacía a partir de una vejiga de cerdo.
Se desconocen las reglas exactas, pero se cree que podían usarse manos y pies para jugar la pelota y que en esa zona central del skuros era donde se conseguían puntos. También debían intentar lanzar la pelota por encima de las cabezas de los oponentes y empujar al equipo rival más allá de su línea de campo. Como veremos, muchos de estos deportes europeos tienen similitudes no solo con el fútbol, sino también con el rugby y el fútbol americano actuales, ya que los tres comparten orígenes.
El Episkyros también lo practicaban mujeres. Y de Grecia nos vamos a la península itálica, ya que los romanos importaron el juego del Episkyros con la forma de una nueva versión llamada Harpastum. Pero el juego no se detuvo en Roma, ya que en el año 43 después de Cristo, el emperador Claudio envió a sus legiones, comandadas por el general Aulo Plaucio, a la conquista de Britania. Y precisamente los reclutas y legionarios destacados allí jugaban al Harpastum, que les servía de entrenamiento para la batalla.
A menudo se enfrentaban los legionarios con sus instructores, y eran equipos formados por entre cuatro y seis personas. El campo era rectangular y estaba marcado con cuerdas. Consistía en llevar la pelota al otro extremo de la cancha sin permitir que tu rival te la quitara. Y se podía usar una gran violencia, eso sí, sin llegar a matar a tu rival. Así que podéis imaginar las batallas campales que se organizaban en el terreno de juego. Aúna elementos del rugby, el boxeo y hasta el kick-boxing. Se cree que se jugaba con una pelota dura y pequeña hecha de tiras de cuero enrolladas. Puntuabas si lograbas llevar la pelota hasta la línea que estaba situada detrás de tu contrincante, y en ese momento se ponía fin a cualquier pelea que hubiera entre los jugadores en liza. El objetivo de este ejercicio era que el legionario aprendiera a no actuar de forma individual, sino de forma coordinada con el resto del conjunto, algo esencial en la disciplina de las legiones. Pronto se hizo muy popular entre los miembros de los ejércitos de legionarios.
En el siglo II Galeno, uno de los médicos más destacados de la antigüedad -razón por la que se designa con su nombre a todos los médicos de la actualidad–, redactó un tratado de apenas unas páginas en el que recomendaba practicar ejercicios con una pelota, ya que, a diferencia de la lucha o las carreras, esta práctica deportiva incluía una dimensión estratégica y conllevaba, según Galeno, un menor riesgo de sufrir lesiones. El Harpastum siguió evolucionando en la península itálica y se le considera el antecedente de un juego de pelota que se desarrolló en el siglo XVI, en pleno Renacimiento: el denominado Calcio Fiorentino. Este juego de pelota nació en la corte de los Medici, en Florencia, ideado por familias nobles. De hecho, fue un conde, Giovanni de’ Bardi, uno de los promotores del nacimiento de la ópera, quien publicó por primera vez las reglas oficiales del calcio, allá por 1580. Se jugaba en la Piazza Santa Croce, de Florencia. Se enfrentaban dos equipos de 27 jugadores, y 15 de ellos eran delanteros. Se podían usar pies y manos. Para marcar había que llevar el balón al otro extremo del campo, que estaba cubierto por arena y era de dimensiones parecidas a un campo de fútbol de hoy en día. Como su antecesor, era un deporte muy agresivo. Çon tantos jugadores en liza lógicamente necesitaban bastantes árbitros. Ocho en total: uno era el principal y había seis jueces de línea y lo que llamaban un maestro de campo. En un principio solo lo practicaban los nobles con dinero, y jugaban cada noche entre la epifanía y la cuaresma.
Se dice que los Médici eran asiduos de estos partidos. Y que los papas Clemente VII, León XI –ambos con sangre Médici– y Urbano VIII lo practicaron. Pronto, todos los jóvenes florentinos jugaban a este deporte en todas las calles y plazas de la localidad. Su partido más famoso se disputó el 17 de febrero de 1530, que fue el que inspiró la recreación que se hace en la actualidad. En aquella fecha los florentinos se encontraban asediados por las tropas del emperador Carlos V, que deseaba reinstaurar en el poder a los Médici, expulsados de Florencia tres años antes. El sitio de la ciudad, comandado por el aristócrata flamenco Filiberto de Chalôns, príncipe de Orange y virrey de Nápoles, se había iniciado el otoño anterior; y en febrero, los florentinos, pese a estar exhaustos y hambrientos, organizaron este partido…
Según unas fuentes, para distraerse del asedio que sufrían; según otras, como una forma de provocación contra las fuerzas de Carlos V, para demostrarle al emperador que no estaban dispuestos a dejar sus tradiciones y costumbres. El 3 de agosto de ese año fallecieron los líderes de aquella contienda: el propio Filiberto de Chalôns y el mejor capitán de Florencia, Francesco Ferruccio, quien, tras ser hecho prisionero, y pese a estar herido de gravedad, fue ejecutado a manos de su enemigo Fabrizio Maramaldo. Pocos días después, la República de Florencia terminó capitulando ante los españoles y los Médici recuperaron el poder. El Calcio Fiorentino se dejó de jugar en torno al siglo XVIII, pero regresó en 1930, para festejar el cuarto centenario del partido celebrado durante el asedio del emperador español, y hoy en día se sigue practicando. Podrán ver los tres partidos que se disputan cada año en la Piazza Santa Croce si visitáis Florencia en junio. La final se juega siempre en la tarde del 24 de junio, es decir, en San Juan, ya que es el patrón de la ciudad. Y se enfrentan los cuatro barrios históricos de Florencia, cada uno representado por los característicos colores de sus libreas. Hoy ya no se pueden dar golpes bajos ni patadas en la cabeza, pero… sí se permiten cabezazos, puñetazos, codazos… También es heredero del Harpastum romano el nuevo juego de pelota del que vamos a hablar: la Soule o Choule, palabra que viene del normando y significa “empujar”. Para ello, iniciamos viaje hasta el noroeste de… Francia, y pondremos el foco en Normandía y la antigua región de Picardía, donde en la Edad Medía confluían las culturas germano-romana, a través de los francos, y la escandinava. Por ello se cree que el origen de la soule, primo del rugby y el fútbol, también puede estar vinculado al knattleikr, un juego muy popular durante la Era Vikinga de Islandia y para el que se usaba una pelota dura que se golpeaba con un palo. Porque había dos modalidades de choule: la grande choule, que se juega con pies y manos, y la choule crosse, que se juega con palos.
La primera mención escrita que hallamos de la soule data del siglo XII. Se jugaba en fiestas populares como Navidad, Semana Santa, Domingo de Ramos, Martes de Carnaval y Cuaresma. Y el juego, en el que participaban siempre dos equipos, podía enfrentar, por ejemplo, a dos pueblos vecinos, a campesinos contra comerciantes o a solteros frente a casados. Ambos equipos pugnaban por una pelota de cuero, rellena de heno o salvado. Se establecía un lugar u objeto en cada campo rival, la meta, que podía ser desde el pórtico de una iglesia hasta un simple madero colocado en el tronco de un árbol, y el objetivo era llevar el balón hasta ese pórtico o madero y golpearlo con la pelota. Ambos equipos se reunían frente a frente para retarse, y formaban la primera melé, como en el rugby, hasta que uno de los jugadores o jugadoras lograba sacar la pelota y avanzar terreno con ella, mientras era perseguido por sus compañeros y por sus rivales.
Estos, por supuesto, intentaban hacerle un placaje. Había mucho espacio para correr, porque no tenían un terreno de juego delimitado. Si, por ejemplo, se enfrentaban dos pueblos, todo el espacio que los separaba podía ser el campo para jugar: es decir, tenían que cruzar kilómetros de praderas, bosques, ríos… Hasta que uno de los equipos lograba llegar con la pelota a la meta y ganaba. El partido solía durar todo el día, e incluso se aplazaba para el día siguiente si ninguno de los equipos lograba llegar al objetivo del contrario.
Hubo épocas, como la del rey francés Carlos V, llamado el Sabio, en las que se prohibió porque se consideraba un juego demasiado violento; y también porque alejaba a los campesinos del entrenamiento con arco y ballesta, que resultaba más práctico si había que hacer frente a unos posibles invasores del reino. Hoy en día, se siguen celebrando partidos: por ejemplo, en Tricot, en la región de Alta Francia, cada lunes de Pascua se enfrentan los casados contra los solteros del pueblo: el primero que lanza la pelota por encima de la casa designada para cada equipo gana.
También en Vendôme, de la región Centro, celebran aún encuentros de soule. Para proseguir nuestro viaje, vamos a cruzar el Canal de la Mancha, y, en el tiempo, nos remontaremos también a la Edad Media. Allí nos espera el fútbol de carnaval o fútbol medieval inglés. Las primeras menciones de un deporte parecido al fútbol que podemos encontrar en las islas británicas datan del siglo XII, durante el reinado de Enrique II. El fútbol de carnaval se llamaba así porque se jugaba especialmente durante las fiestas de Carnaval, y era un descendiente directo de la soule -se cree que cuando los normandos, liderados por Guillermo el Conquistador, invadieron Inglaterra llevaron hasta allá este juego de pelota–. Como tal, también los dos equipos rivales tenían una meta a la que llevar la pelota para conseguir marcar. Pero en este caso eran sendas piedras de molino incrustadas en unos muros de piedra situados en el cauce de un río.
Para marcar, había que golpear la pelota contra esa piedra de molino. Por cierto, aunque la palabra gol nos llega del inglés, de ‘goal’, en realidad es de origen germánico, la lengua de sajones y normandos, y quiere decir “objetivo”, “meta”, “punto que se fija al final de una carrera”. El fútbol de carnaval se jugaba con un balón que pesaba bastante, así que era difícil de llevar. Como ocurría con la soule, lo practicaban grupos rivales, y los equipos estaban compuestos por muchas personas. También estaba permitido de todo en el juego, menos acabar con la vida del rival. Y debido a los altercados que provocaba y porque distraía al pueblo de practicar el tiro con arco para defender a su país, también en Inglaterra hubo momentos en los que se prohibió, como en la época de la guerra de los Cien Años.
De hecho, a los nobles no les gustaba nada este juego, que consideraban ordinario y rudo. Se cree que se siguió practicando hasta el siglo XVIII. Si quieren presenciar uno de estos encuentros en vivo y en directo, tenéis la opción de viajar a Ashbourne, en Derbyshire, donde todos los años, cada Martes de Carnaval y Miércoles de Ceniza, disputan el Royal Shrovetide Football Match. Se llama Royal desde 1928 porque ese año fue el rey Eduardo VII, hijo de la reina Victoria, quien hizo el saque de honor. Entre los periodos de prohibición y que el fútbol de carnaval fue perdiendo popularidad, los ingleses se decantaron en el siglo XIX por jugar en espacios más pequeños y con menos personas. Y fue en los colegios y universidades donde más se empezó a practicar el fútbol, pero ya como un deporte de caballeros y no del pueblo.
Sin embargo, cada centro educativo tenía unas normas diferentes acerca del terreno de juego –por ejemplo, hasta qué punto se podía dar patadas al rival o si estaba permitido coger el balón con la mano, como en el rugby–, así que, como podéis imaginar, surgían problemas cuando se enfrentaban entre ellos. De esta manera llegaron en 1848 las reglas de Cambridge, las primeras que estipulaban las normas para los partidos de fútbol y que dejaban claro que las manos solo podían utilizarse para detener el balón y dejarlo sobre el suelo para patearlo y que tampoco se permitía el juego brusco.
Pero fue quince años después, en 1863, cuando se considera que nació el fútbol moderno. El punto de inflexión fue la creación de la Asociación Inglesa de Fútbol, la FA por sus siglas en inglés. Fue entonces cuando se separaron definitivamente los caminos del rugby y el fútbol, y los miembros de la nueva organización redactaron las reglas, basándose en las de Cambridge, que son el origen de las que tenemos hoy en día. Así, por ejemplo, los Fútbolistas no podían correr con el balón en brazos o pasárselo a un compañero con la mano y tenían prohibido poner zancadillas y dar patadas a sus rivales. Por cierto, en los primeros años no existía la figura del árbitro; esta llegó en 1871.
Entre las 13 reglas, también se especificaba cuál debía ser la longitud y anchura del campo y que la portería eran dos postes verticales separados por 7,32 metros. Porque, efectivamente, las porterías al principio no tenían ni red ni travesaño rígido (unas veces había una cuerda tensada entre los dos postes, y otras ni eso). Ese tipo de portería provocaba que en ocasiones el balón pasara entre los postes a 10 metros de altura y se contabilizara como gol. No fue hasta dos décadas más tarde cuando se hizo obligatorio el travesaño, que debía estar a una altura de 2 metros y 34 centímetros.
¿Y por qué se incorporó la red? Porque muchas veces no tenían claro si el balón había pasado entre los tres palos o no. Solucionó el problema a finales del siglo XIX, en 1889, un ingeniero de Liverpool llamado John Alexander Brodie. Siempre dijo que ese fue su mejor invento. El primer equipo profesional del mundo se fundó en 1857, y fue el Sheffield F. C. Por cierto, estamos seguros de que tenemos a muchas mentes curiosas del continente americano viendo este comunicado , así que no está de más recordar que el club de fútbol americano más antiguo se fundó solo dos años más tarde que el Sheffield: se trata del Lima Cricket & Football Club, de Perú. Lo creó la comunidad británica que vivía en el país andino. Es el quinto equipo de fútbol más antiguo del mundo. En España, el más veterano es el Recreativo de Huelva, fundado en 1889. Si hablamos de la primera liga profesional, debemos viajar de regreso a Inglaterra, ya que allí se creó en 1888 la Football League de Inglaterra, en la que participaban 12 equipos.
¿Y cuándo se disputó el primer partido internacional de la historia?
Fue en 1870, en Londres, y enfrentó a Inglaterra contra Escocia, bajo las normas de la FA. Pero no se considera un encuentro oficial, ya que el equipo visitante estaba formado por jugadores con raíces escocesas que vivían en Londres. El primer partido internacional oficial que ambas selecciones disputaron se jugó en Glasgow, sobre un campo de cricket, en 1872, y ambos equipos empataron sin goles, y eso que los escoceses jugaron con ¡ocho delanteros! La FIFA, que surgió con el objetivo de unificar las normas y hacer del fútbol un deporte más atractivo, se fundó en 1904, y en un principio estuvo formada por siete naciones: Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Suiza, Francia y España (representada por el Real Madrid). El organismo se fue extendiendo por el Viejo Continente y, a partir de 1909, se sumaron también países no europeos: el primero fue Sudáfrica, seguido de Argentina en 1912, Canadá y Chile en 1913 y Estados Unidos en 1914. En 1930, cuando ya tenía 41 asociados, La FIFA organizó el primer campeonato del mundo, y la sede del evento deportivo fue Uruguay, que en los Juegos Olímpicos de París de 1924 se había alzado con el oro en la competición de fútbol. En este primer mundial la victoria fue para los anfitriones, que se impusieron por 4 a 2 a Argentina.
Y, ya de vuelta a la actualidad, no podemos poner fin a este comunicado sin mencionar el enorme potencial que vive en nuestros días el fútbol femenino. Ya habéis visto que en la historia del fútbol, de sus antecedentes, era habitual que las mujeres jugaran a muchos de los juegos de pelota. Y en el siglo XIX, cuando nació el fútbol moderno, también las mujeres estuvieron presentes: en 1894, la inglesa de 23 años Nettie Honeyball puso un anuncio en la prensa para buscar a otras jóvenes que quisieran jugar al fútbol. Treinta respondieron a su llamada, y así se fundó el primer club deportivo femenino conocido, el British Ladies Football Club, en el que Nettie fue jugadora. En una entrevista que le hicieron en el periódico ‘Daily Sketch’, dijo, y hay que recordar que vivía en una sociedad muy tradicional: “No hay nada de ridículo en el British Ladies Football Club.
Se Fundó la asociación (…) con la firme determinación de demostrarle al mundo que las mujeres no son las criaturas ‘ornamentales e inútiles’ que los hombres han imaginado”. Eso decía Nettie, que también defendía el papel de la mujer en la vida política y en el resto de la sociedad. Escandalizó a los lectores del periódico por sus palabras y, sobre todo, porque en la foto aparecía vestida con un uniforme masculino. Nettie fue una defensora de los derechos de la mujer, de su emancipación, y toda una pionera del fútbol femenino. Como podéis imaginar no se lo pusieron nada fácil. Pero esa historia merecería un comunicado entero.
La década de los 90 fue importante para el fútbol femenino, ya que se disputó la primera edición de la Copa del Mundo en China, en 1991, y a partir de Atlanta 96 el programa de los Juegos Olímpicos incorporó el torneo femenino de fútbol. Hoy se están batiendo récords de asistencia de público a los estadios en partidos femeninos y jugadoras actuales de la talla de la centrocampista española Alexia Putellas, la primera Fútbol ista de la historia en lograr el Balón de Oro dos veces consecutivas, la delantera australiana Sam Kerr, la centrocampista francesa Amandine Henry o la portera chilena Christiane Endler, entre otras muchas, tienen cada vez más reconocimiento a nivel mundial. Todas ellas han dejado claro que el fútbol no es cosa de hombres. Aún queda mucho camino por recorrer, pero están en ello. Solo tienen que seguir trabajando duro y nunca dejar de soñar con su meta, como dirían los ingleses, con su ‘goal’.¿Qué opinan de la historia masónica del fútbol?
Alcoseri

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