El caduceo de Hermes es un resumen del ser humano.
El bastón representa la columna vertebral, y las dos serpientes entrelazadas las dos corrientes que descienden de los dos hemisferios derecho e izquierdo del cerebro. En realidad, no se trata de dos serpientes enrolladas alrededor de la varita mágica, sino de una sola, que está polarizada.
El bastón representa siempre el principio masculino, y la serpiente, la espiral, el principio femenino que rodea el principio masculino para exaltar las potencias contenidas en él. El bastón es una expresión del plano mental, mientras que la serpiente polarizada en positivo y negativo, es una expresión del plano astral que es recorrido por dos corrientes: una ascendente y la otra descendente.
El caduceo de Hermes es pues un símbolo de los dos principios masculino (la varita) y femenino (la serpiente polarizada en positivo y negativo ya que el principio femenino está siempre expresado por ambos); representa al hombre con todas las facultades que debe desarrollar para manifestar el poder divino.