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DIOS ES INFORMACIÓN

Juan 1, 1 es el primer versículo del Evangelio de Juan. La versión Reina-Valera 1960 del versículo lee: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.

RESUMEN:

Refiere una visión de la Información, como instancia generativa en toda la naturaleza, semántico-poiética, omnipresente, omniciente, omnipotente, que se resume en la expresión “Dios es información”, en el sentido que la información encarna divinidad creacionista en todo el cosmos. 

Palabras: Información, semántica, poiésis, generativo.

A MODO DE APERTURA REFLEXIVA:

Los principios recogidos en el Kybalión, sintetizan sabiduría sapiencial desde el fondo de la historia humana, fruto de una profunda observación de la naturaleza y el cosmos, vinculada a Hermes Trismegisto y el Dios Thoth de Egipto, señalado como creador de la alquimia y del sistema de creencias metafísicas que hoy conocemos como Hermetismo.

Los siete principios o axiomas del Hermetismo son categorías de pensamiento que encierran profundas abstracciones para comprender los procesos poiéticos observables en la natura y el cosmos.  Estos son:

  1. Mentalismo. El Todo es mente; el universo es mental. El Todo es el conjunto totalizador. Nada hay fuera del Todo.
  2. Correspondencia. Como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera. Este principio se manifiesta en los tres Grandes Planos: el Físico, el Mental y el Espiritual.
  3. Vibración. Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra.
  4. Polaridad. Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse.
  5. Ritmo. Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; el ritmo es la compensación.
  6. Causa y Efecto. Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte o azar no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley.
  7. Genero. El género existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; el género se manifiesta en todos los planos.

Estos principios funcionan como grandes categorías de pensamiento, que integran enfoques materialista, en la que todo es particula y materia, hechos sintetizados en el “Ver para creer”, de un positivismo desbordado; y, los enfoque idealistas, es decir de las ideas, en la que los planos mental y espiritualidad tienen su reconocimiento, en los que la onda y la energía, tienen presencia y vigencia. En coherencia con ese principio que enseña que en el universo todo es mental; que nada está inmóvil, todo es movimiento, todo es vibración, incluso aquello que parece inerte; todo es polaridad, es doble o tiene dos polos, todo tiene su opuesto, su semejante y antagónico complementario; todo fluye y refluye; todo tiene su avance y retroceso, en eterno equilibrio dinámico; en todo hay causalidad y efecto, hay múltiples planos de causalidad, pero nada escapa a las leyes del cosmos. 

Esos principios atávicos en la humanidad nos enseñan que: “Como es arriba, es abajo”; “Como es adento, es afuera”.  En este punto hay una definición que es capital, la que comunmente es pasada por alto, particularmente en la cultura judeo-cristiana-occidental, que enfatiza la materialidad, el cosismo o reificación. En efecto, se definen tres planos de existencia: el plano físico que tiene que ver con lo corporeo y biológico; el plano mental, que tiene que ver con la racio-emocionalidad y la actividad cerebral; y, el plano espiritual, vinculado al alma de cada ser.

Estas enseñanazas nos impulsan a: auscultar en la onto-meta-física para una mejor comprensión; la elevación del nivel de consciencia; y la interpretación de la realidad que nos toca percibir en el acto de ser y estar en el mundo, para seguir madurando mentalmente las interrogantes que la humanidad ha dejado a su progenie a lo largo de los siglos, entre el orden y el caos, el alfa y el omega, el principio y el fin. 

INFORMACIÓN, SEMÁNTICA Y POIÉTICA.

La filosofía nos enseña que, en el lenguaje las personas construyen la realidad, refieren sus percepciones, hablan de las cosas, generan coordinaciones, influenciadas por el entorno natural, o por sus propios procesos mentales, en un ethos (artificial o natural) gestionado por diversos tipos de intereses.

En el contexto de estos intereses se dan procesos de manipulación sico-neuro-mental-emocional, que configuran el saber, la forma de percibir la realidad o las creencias de las personas y las grandes audiencias, en todas las dimensiones del ser y estar en el mundo.  Esto es particularmente significativo en una sociedad que se ha volcado hacia un énfasis filosófico materialista, hacia el cosismo (reificación). En este contexto se impone el imperio de la materialidad, la primacia de las partes (separatismo) por sobre la unidad, en detrimento de otros planos como el espiritual, con una especie de ceguera anclada en el individualismo egoista, de un nihilismo que niega toda creencia o principio ético-moral, religioso, político o social, además de un sentido minimalista de la existencia humana y  del valor de todas las cosas; por otro lado, se agrega el enfoque  hedonista, que es la identificación del bien con el vuelco hacia el placer, especialmente el sensorial e inmediatista, que  no mide consecuencias.

La importancia del lenguaje en el ser humano es que estructura (o configura) su pensamiento, el conocimiento, la consciencia o percepción de la realidad, la racionalidad, la emocionalidad, la intuición, es decir, todos aquellos procesos poiéticos[1] que son lingüístico-semánticos. En el lenguaje, en sus diversas formas y tipos, surgen las preguntas y las respuestas; se define nuestra forma de ser y estar en el mundo; vivimos en el lenguaje y en nuestras coordinaciones, desde las que emerjen realidades, se generan los hechos y surgen las cosas.

UNA PERSPECTIVA MÁS AMPLIA.

En las últimas décadas, en el ámbito científico se despliega el informacionismo, una teoría de la información que va ampliando su escala. Refiere a la información que regula nuestras vidas, diminutos impulsos o cuantas de información, que definen las connotaciones físicas, síquicas, energéticas, etc.  Es un paradigma de la universalidad de la información, como una cuestión connatural a la naturaleza, el cosmos, en los seres vivos y los inertes, en el contexto que todos son vibracionales de acuerdo con lo planteado por la sabiduría sapiencial del Hermetismo.

Se entiende la información como: una configuración que contiene definiciones de la forma y estructura particular de una cosa; que define y determina la disposición de las partes que componen esa unidad; una energía que fluye desde la más alta abstracción hasta el dato, actuando como una configuración endógena que gobierna los procesos en forma de diminutos e invisibles impulsos, impactando las estructuras, activándolas poiéticamente. Una concepción en la que ubicuos algoritmos recursivos de información, mantienen el sistema natural auto-organizado, y al romperse esa unidad cambiamos de estado o morimos, para volver a nacer, en un infinito ciclo re-generativo universal, en la que se alterna el orden y el caos, en el eterno equilibrio dinámico de procesos auto-poiéticos.

Emilia Currás, científica y filósofa española que impulsó el concepto informacionismo, señalaba que la información tiene la peculiaridad de hacer cambiar el estado de la materia, lo que le confiere una naturaleza comparable a la energía (1988), en un sentido poiético, auto-generativo, auto-organizativo, autosustentable.  

Los científicos e intelectuales, particularmente desde la astrofísica, la astronomía, la astrobiología, la astronáutica, astro-ingeniería y los que están en la carrera espacial, plantean un enfoque más elevado y amplio de estas ideas, se trata de una concepción más compleja de la información, la entienden como elemento esencial de la naturaleza, que esta en el cosmos, la que impacta sobre lo animado y lo inerte, todo es información. La información es todo, Dios es información.

En el simposio “God, Matter and information”, Dios, Materia e Información, desarrollado en el Consistorial Hall of Copenhagen University, entre el 17 y 19 de agosto del 2006, con el auspicio de la Fundación John Templeton y el Área de Investigación Prioritaria sobre religión de la Universidad de Copenhagen, se  encontraron los mejores científicos y teólogos de la época, en la que abordaron la posibilidad de Dios como fuente de información, para un mundo que se desarrolla por sí solo, auto-poiético, impulsado por esa información previa.  Cabe señalar que estas ideas no son nuevas, también hizo referencia a ellas el Platón de los Griegos, al mencionar la existencia de unos conceptos universales primigenios en la mente humana.

En el apasionante libro “Information and the Nature of Reality: From Physics to Metaphysics”, editado por Paul Davies (un visitante habitual al Observatorio Paranal y al Radiotelescopio de Chajnantor) quien junto con Niels Henrik Gregersen, recogieron las reflexiones de los científicos y teólogos que participaron en el simposium mencionado y que en los años sucesivos han señalado nuevos caminos a la ciencia y a la reflexión relacionada con la materia, la vida y la mente.  Estos promueven una reflexión respecto del papel fundamental que la Información juega en el cosmos y en nuestro mundo, abordan también el tema de la componente semántica de la Información: ubicua, omnipresente, omniciente, omnipotente, actuando como instancia de configuración en todo el cosmos, en las condiciones y estados vibracionales adecuados, sustenta la materia y la energía que se auto-organiza.  Como puede observarse esa definición de información es muy semejante a la que tradicionalmente se hace de Dios.

Estas ideas nos permiten relacionar la información, con la materia (masa) y la energía (onda).  Esta nueva visión de la Información, con enfoque semántico-poiético, motiva a retomar el Nuevo Testamento: “en el comienzo fue el verbo…..”, en relación con las referencias al Logos y al Verbo, a su sentido inmaterial, semántico y su relación con la mente, el conocimiento y la inteligencia, que cada ente decodifica en la elevación y amplitud de consciencia (vibracional) pertinente.

Nada es casualidad, todo en el cosmos es información, algoritmos recursivos y causales. Es muy complejo pensar que por azar se generó la vida. Para hacer comprensible una situación tal, que desde el caos surgió la vida humana en la forma y complejidad que la conocemos, es necesario entender que la secuencia lógica es que desde lo inerte y en ciertas circunstancias ideales se dan las condiciones para la vida, proceso en el que la información es fundamental por su impacto en la materia (partículas) y la energía vibracional (ondas) en un ambiente bioquímico favorable.

Lo inerte también es información, con un grado de organización compleja. A modo de ejemplo, cuando veo un cristal de cuarzo, repetido en perfección armónica inmutable en todo tiempo-espacio, digo allí está Dios, es la información que permite que ocurra ese milagro de causalidad y fractalidad recursiva.  Cualquier cristal mineral tiene una estructura y regularidad, un ordenamiento que construye estructuras, en algunos casos fractales, ordenados con la misma forma y secuencia, desde el aparente caos.  Cuando la materia y la energía, o las partículas y las ondas, se encuentran en frecuencias particulares, esas materias aparentemente inertes, en ciertas circunstancias físico-químicas producen la transmutación emergiendo formas básicas de estructuras organizadas, incluso en algunos casos estructuras orgánicas.  Aún me embarga la perplejidad cuando reflexiono en torno a mis lecturas y diálogos de Emilia Curras y Paul Davies, que con asombro me hacen repetir que: “Dios es información”.

[1] POIÉTICO: Adjetivo relativo a la producción. Los griegos distinguían dos tipos de acción: la praxis, que se caracteriza por ser una acción que no produce un objeto como resultado y es el obrar propio de la ética y la política. Por otro lado, estaría la poiesis, acción sujeta a reglas que produce un objeto como resultado. Sería la acción productora, creadora. A este tipo de acción está asociada la palabra «techné», de la cual derivan tanto la palabra «técnica» como «arte», ya que en la concepción griega, el arte estaba sujeto a reglas, bastaba con seguir un procedimiento establecido para crear una obra de arte. Poiético significa entonces productivo, creador, pero siempre sujeto a reglas. Bolulesie: Filosofía en Red.

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