1.- Eres un libre pensador. Duda de todo, pues al dudar estás pensando, y si piensas, estás vivo.
2.- La ignorancia es la negación de la luz. Vivir sin filosofar es pretender tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
3.- Estudia, busca e investiga, porque la “casualidad”, muchas veces, no es más que la ignorancia de las causas de los fenómenos.
4.- Obra de modo que la máxima de tu voluntad pueda ser en todo tiempo principio de una ley general para la sociedad.
5.- Tu mayor perfección es cumplir el deber por el deber.
6.- Esfuérzate y perfecciónate para que alcances una inteligencia equilibrada y un carácter justiciero. Quien posea estas incomparables virtudes será amado, admirado e incitará a que otros hombres cumplan con celo su mandato.
7.- La pereza es la negación de la vida. Sé el primero entre tus iguales, siendo el primero en iniciar los trabajos y el último en buscar reposo.
8.- Respeta las jerarquías, el orden en las tareas, la disciplina en la fraternidad.
9.- La libertad y la justicia, la civilización y el progreso, son fuerzas indestructibles que pueden padecer una eclipse momentánea, pero que imprimen rumbos a la evolución social. La verdadera historia de la humanidad es el progreso de la conciencia de libertad, de igualdad y de fraternidad.
10.- No olvides nunca la reserva, la discreción y el secreto, pues serás amo de tu silencio y esclavo de tus palabras.