Desde el O.E.
Z.S.P.
DE ZOILO A FRED
(Homenaje al R.H. Frederick Jansenns escrito por el R.H. Zoilo Suárez Panique, cuando el R.H. Fred partió al O.E. Hoy ambos están ocupando su lugar en la Logia Celestial )
Intentar hacer un homenaje a Fred es una tarea difícil. Es tanto lo que él ha hecho en su paso por la vida, que cuesta resumir su labor en tan breves minutos.
Es incontrovertible que el mejor homenaje que podemos brindarle es esforzarnos por seguir su ejemplo. Por practicar en nuestras vidas todo aquello que el practicó en la suya y que nos legó como una manera de vivir con sencillez y simplicidad.
Cuando pensamos en Fred y lo imaginamos en la cotidianeidad masónica, nos abruma en primer lugar su SENCILLEZ. Comenzando por su forma de vestir, de hablar, de escribir, de pensar. Toda una lección de la sabiduría que encierra la sencillez.
De él hemos recibido palabras tranquilas, pero profundas respecto del objetivo de la masonería para nuestras vidas y para la humanidad. Pero no solo palabras sino también testimonios y en ellos él nos ha enseñado que SERVIR es la principal tarea no solo del Hermano Masón sino del Ser Humano. No se rehusó nunca a realizar una tarea encomendada, salvo aquellas que sabía que no estaban en el ámbito de sus capacidades. Y las desempeñaba con una prolijidad envidiable, con una pasión pocas veces vista pero sobre todo con la solvencia que la seriedad de la vida amerita.
Nos dejó el ejemplo de la innegociable CONGRUENCIA entre los pensamientos, palabras y acciones. En realidad el no necesitaba hablar de su pensamiento, sino que las acciones de su vida nos comunicaban los pensamientos de su mente y su corazón. Cuan él nos leía lo que con denuedo escribía en sus planchas, no hacía otra cosa que comunicarnos la forma en la que vivía.
La SERIEDAD con la que tomaba cada asunto de la Orden, es una instrucción digna de ser tomada en cuenta. Todos los asuntos eran importantes. Cada uno era atendido por él de acuerdo a ello y cada uno recibía el necesario esfuerzo que demandaba. Nunca dejó inconcluso algún tema asumido. Nunca hizo una tarea de manera superficial o irresponsable.
La AUSTERIDAD de su comportamiento, importaba la economía integral de sus manifestaciones. Austero, en sus palabras, austero en su escritura, austero en sus pensamientos, austero en sus expresiones y emociones. tristeza. Austero en la salud y en su larga adecuadamente los talentos que le fueron dados.
La SINCERIDAD que regulaba su vida, es otra faceta que nos ha dejado. Siempre decía las cosas a las personas en forma directa, sin durezas ni adornos, sin recortes ni aumentos, sin mitigaciones ni exageraciones, cuidando eso si, de no lastimar a nadie, pero sosteniendo que la verdad es lo único que hace crecer a las personas.
Finalmente Fred, en su paso por la vida nos deparó una gran lección de FRATERNIDAD. Compartió todo lo que él era con cada uno de nosotros que tuvimos el privilegio de conocerlo y recorrer el camino de la Masonería. Nos ofreció su vida completa, no retaceo nada. Lo que tenía lo daba, lo que sentía lo ofrendaba, lo que hacía lo disfrutaba. Y todo por su convencimiento de que el Amor Fraternal es el único camino hacía la felicidad de la Paz. Estaba convencido que la felicidad era la PAZ y no contento de haber encontrado ese convencimiento, trabajo cada minuto de su vida por ello.
Como lo dije, se podrían escribir muchísimas palabras acerca de Fred. Pero él, que era tan sencillo como una paloma, estará feliz en el Oriente Eterno, cuando vea que lo sencillo que el hizo es un ejemplo que nosotros tratamos de seguir. Ese el mejor homenaje a Fred.