El viaje iniciático masónico es una historia altamente compleja y en la mayor parte del trayecto muy personal. Un largo camino que durará hasta mucho más allá de la muerte física, una experiencia y en diversas instancias, una forma de vida, en la que una persona se encuentra en situaciones hostiles o adversas que harán que su personalidad cambie radicalmente, después de que toma consciencia de sí mismo, de la realidad externa o de poseer una misión en la vida, y ve poco a poco como su carácter se trasmuta, espíritu, cuerpo, mente o experiencias diversas para lograr una mejora en su ser, después de lograr superar una serie de situaciones complejas y de superar muchos obstáculos, ve claramente cuál es su meta.
Este tipo de experiencias es muy común en las profundidades del inconsciente de todos, sólo que la mayoría de las personas viven desconectadas de sí mismas.
Historias populares en las que vemos envueltos al personaje en diversas peripecias, que, una vez superadas, harán que el personaje haya logrado concluir una etapa, la mayoría de las veces en este proceso aparece un extraño maestro, que es cruel y hasta alocado, pero que tiene la clave masónica para ahorrar tiempo en el camino, y tretas para desapegarlo de su falsa personalidad.
Es como si el Maestro Masón que aparece en el camino iniciático, aparentemente tratara a toda costa de disuadirlo de su intento, pero a la vez es una forma de reafirmar que el Iniciado haga El Camino por sí mismo, y sin la ayuda exterior, porque hay una advertencia clara: nadie llega a la Meta Iniciática arrastrado o apoyándose a cada paso en otros, cada quien llega a la Meta por su propio pie.
“La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el intento de un camino, el esbozo de un sendero.”
Hermann Hesse
Fuente: Secreto masónico