Mensaje de un ciudadano mexicano, hijo de inmigrantes japoneses en la Asamblea Legislativa de México con relación a valores de los ciudadanos. “Me siento muy honrado de hablar ante esta instancia legislativa, para decirles que soy hijo de inmigrantes japoneses que tuvieron la visión, la dicha de escoger este hermoso país y que con moldes japoneses me hicieron aquí en México. Soy de fabricación japonesa, pero orgullosamente hecho en México. Esto me dio la oportunidad de vivir en un hogar japonés con todas las costumbres y tradiciones japonesas, pero desarrollarme en el medio nacional. Somos empresarios desde hacen veinte años, y empezamos con una pequeña fábrica de inflables y pelotas de playa y con orgullo les puedo decir, que en mi juventud nos atrevimos a construir los cinco aros olímpicos de la Olimpiada de México, que eran una salvavidotas enormes de cinco metros de diámetro cada una, las cuales se inflaron con helio y que ese 12 de octubre de 1968 se soltaron en el todavía cielo azul de la ciudad de México y actualmente estamos dirigiendo la empresa Yakul que gracias al consumo de muchos de ustedes, estamos vendiendo mas de tres millones quinientos mil frasquitos diarios.
Pero miren para tener una empresa de calidad, una familia de calidad, una institución de calidad, un país de calidad, lo primero que tenemos que hacer es empezar con nosotros mismos y con nuestra gente, de ir formando hombres de calidad total. Y para ello se necesitan seguir cuatro pasos.
El primer paso es el BIEN SER, del ser puntuales, del ser honestos, del ser disciplinados, del ser trabajadores, del ser estudiosos. El segundo paso es el BIEN HACER, todo lo que hagas hazlo bien desde un principio. Si vas a levantarte, hazlo bien; si vas a bañarte, hazlo bien; si te vas a despedir de tu pareja, de tus hijos, hazlo bien, como si hoy fuera el último día que lo vas a poder hacer, abrázalos, bésalos, dales lo mejor de ti; si vas a trabajar hazlo bien; si vas a estudiar hazlo bien; si vas a jugar futbol, hazlo bien; y si en la noche van a hacer el amor, también háganlo bien.
Si las personas dan más de lo que reciben, a su esposa, a sus hijos, a su sociedad, van a sentir el tercer paso que es el BIENESTAR, es sinónimo de felicidad, y ojalá todos terminemos cada día y antes de entrar a descansar sintiendo este bienestar, que es sinónimo de felicidad, porque dimos lo mejor de nosotros todos los días a la sociedad y eso nos hace sentir un bienestar.
Las personas que siguen estos tres pasos, del bien ser, bien hacer y bienestar, tarde o temprano llegan a contar con el BIEN TENER. Por favor no busquemos el tener rápido y fácil, sin haberlo hecho bien y muchos menos sin sentirse bien, porque de eso, como ustedes bien lo saben, ya estamos llenos y ya no cabe otra persona más. Ahora, yo creo que la diferencia entre los empresarios y nuestra manera de ser en México con la de mis padres, está en el primer punto del bien ser. Miren el error que yo creo que tiene el sistema de educación pública y de muchas universidades, tanto públicas como privadas, es que solo damos formación de conocimiento, lo que nos hace falta es dar educación de valores, educación formativa. Por ejemplo en las escuelas japonesas no hay gente que haga el aseo, son los mismos chicos que hacen el aseo de su escuela, como lo hacemos también en el Liceo Mexicano Japonés de Educación Primaria aquí en México. Se les enseña como agarrar la escoba, como palanquear una escoba, como exprimir una jerga, como gastar menos agua, porque señores, la calidad empieza siempre desde la limpieza; la productividad empieza siempre desde la limpieza; la salud empieza siempre desde la limpieza; la ecología empieza siempre desde la limpieza.
Pero vean como educamos en nuestras escuelas, a los chicos que mas mal se han portado en la hora de recreo, la maestra les dice que ahora de “castigo” me van a recoger toda la basura del patio y hacen creer a los chicos que recoger basura es un castigo, que es de gente mala, y por eso que veamos como tenemos nuestras calles, nuestros parques, nuestros ríos que parecen drenajes, y como están nuestros caminos y nuestros bosques. Cuando debemos enseñar a nuestra juventud, a nuestros trabajadores, a nuestros hijos, que la virtud más noble que debe tener un ser humano es la limpieza.
También hablando del tiempo, les enseñan que cuando nosotros nacimos, que cuando ustedes nacieron, inmediatamente nuestros padres nos abrieron una cuenta corriente de medio millón, pero no de medio millón de dólares ni de medio millón de pesos. Nos abrieron una cuenta de medio millón de horas de vida, y que depende de cada uno de nosotros si estas horas las gastamos o las invertimos.
Desgraciadamente hay muchos chicos que solo gastan sus horas y el día solo tiene 24 horas que debemos siempre invertir, trabajando, leyendo, estudiando, como nos hace falta leer, leer…, observar y cuestionar. La vida es muy sabia, va a premiar con muy buenos dividendos a aquellos individuos que hayan sabido invertir su tiempo, pero también la vida es muy cruel y les va a cobrar muy fuertes intereses a aquellas personas que solo se hayan dedicado a gastar su tiempo.
Yo quiero platicarles lo que es el país de mis padres, Japón es del tamaño de Chihuahua y Aguas Calientes, nada más, en el cual viven 127 millones de japonesitos, de su territorio no sale una sola gota de petróleo. México nos da tres millones de barriles diarios a los mejores precios pero hay pobreza; es productor de automóviles, de electrónicos y de gran cantidad de productos que han invadido el mundo; el índice de longevidad más alto del mundo; el índice de criminalidad más bajo del mundo y el índice de ahorro per cápita más alto del mundo. Y para que un país sin recursos naturales pueda ser una gran potencia mundial se debe nada más y nada menos que a esta educación formativa.
Si todos y cada uno de nosotros hacemos una revolución interna, una evolución interna de dar más a lo que nos merecemos, tendremos todo lo necesario para ser una verdadera potencia mundial. También se nos enseña de que si no es tuyo, debe ser de alguien.
SAFO