El accionar de una máquina implica poner en movimiento articulado una serie de elementos que la componen desde el más simple hasta el más complejo, que no siempre son perfectos pues tienden a dañarse u obstruirse según la complejidad de su desempeño que a su vez está relacionado con la dureza del material elegido en su construcción o la flexibilidad que requiera para un producto determinado hacia un resultado previamente diseñado que podrá ser utilizado por única vez o hasta su total desgaste debido a la fricción, manejo indebido, deterioro de sus componentes u otros imprevistos en su fabricación, lo que nos muestra la relatividad creada por el ser humano pese a los avances científicos. Lo que hoy es “perfecto” muy luego puede considerarse obsoleto ya que puede ser substituida casi inmediatamente por otra con mejores cualidades, pero aún así, ésta puede siempre ser mejorada y reemplazada por otra en una sucesión indeterminada que al hombre le sirve para aliviar su natural fuerza motriz.
El ser humano, hombre o mujer, también físicamente somos imperfectos y diferentes, similares pero no iguales, hay muchas razones por las que los científicos y la vida natural misma se encargaron de diferenciarnos al hombre de la mujer, unos son XY y otros XX, la estructura biológica de ambos difiere por las “funciones” naturales que cada ser debe desempeñar para la sobrevivencia y multiplicación de la humanidad, al igual que otros seres u organismos vivos.
Intentando una comparación con la maquinaria creada por el ser humano, desde su primera herramienta hasta la actual máquina cuántica, la humanidad también es imperfecta incluso en el momento de su gestación, podemos nacer deformes, sordos ,ciegos, mudos, tullidos, o no nacer … simplemente no somos perfectos , no hay “garantía” para nacer y ser perfectos.
Al transcurrir los años de vida que un ser puede alcanzar, éste ser aparentemente fuerte, puede estar sufriendo deterioros celulares visibles o silenciosos que van mermando su vida cotidiana, los músculos no reaccionan, se deteriora la visibilidad, los órganos se adormecen o mueren debido a que el caudal sanguíneo se ha contaminado o disminuyen en la cantidad y calidad requerida, para que el cuerpo humano creado a “semejanza” muera.
Pero no todo se entienda como tragedia o resignación, tenemos la bendición de poseer el cerebro, una sinapsis de neuronas y el alma alimentada por la consciencia, sin ellas al humano podría considerárselo como un ente, acá podemos considerar que sí fuimos creados a “imagen y semejanza” del Creador, por los cuales nos acercamos a la VERDAD.
El razonamiento nos permite diferenciar: el día de la noche, lo blanco de lo negro, lo bueno de lo malo, lo falso de lo cierto, lo fiel de lo infiel, el enfermo del sano, el rico del pobre, la crueldad, la humildad, y otros factores que han permitido crear virtudes sociales y morales, aplacando nuestra condición se seres “homínidos”.
El cerebro humano atesora infinitos conocimientos que contiene de lo que denominamos “futuro”, son miles de millones de neuronas que almacenan experiencias y aspiraciones, que están en constante “intercomunicación” a través de un sistema neuro-eléctrico llamado por la ciencia sinapsis que nos transporta hasta lo infinito de la creación.
La ciencia ha detectado “grupos” de neuronas con diferentes y especiales características, pero aún está muy distante de conocer, menos determinar el rol o función que desempeñan en el encéfalo, pues su vida propia no la entendemos aún del porqué de su excistencia cuando apenas hemos llegado a utilizar del 3,5 al 5% de su contenido cerebral.
Algo aún más misterioso se torna cuando nos referimos al alma. La mayoría de las entidades religiosas e iniciáticas emiten que el cuerpo físico del hombre es solamente una especie de receptáculo para un elemento trascendental que realmente “somos” y la denomina alma, intangible y perceptible para muchos.
Las sensaciones, captadas y asimiladas de buenas y/o malas son el alimento cotidiano para el alma, estas hacen que en sus muchas vidas,- reencarnación para algunos creyentes,- cada cuerpo adquiera conocimiento “material” y espiritual hasta alcanzar un grado de perfección y convertirse en espíritu y así, dicen, trascender a otro plano etéreo que lo conocemos en teoría. Aquel alimento está sintonizado constantemente por la consciencia “ubicado” etéreamente en algún sitio de nuestro cuerpo actual, que cuando este muere el alma se desprende y luego de ser “catalogado” retorna en otro cuerpo para continuar adquiriendo experiencia y conocimiento o elevarse a otro plano etéreo. La razón y el alma, simbolizadas en alguna entidad Iniciática por dos herramientas, se tornan en la instancia primaria de nuestro paso por el planeta Tierra siendo el motivo de nuestra vida. Algunos adoptan la vida netamente material y otros se dedican al cultivo espiritual. Por el “libre albedrío” respetaremos la decisión que tomen. Este aspecto es otro misterio en nuestra vida, la constante pugna entre el Bien y el Mal.
Algunos estudiosos de la existencia del ser humano intentan demostrar que el equilibrio entre la Razón y el Alma es la mejor actitud para lograr una paz interior y hay otros que dicen que “no todo lo correctamente elegido, es lo perfecto”. Sin embargo debemos tomar una actitud. Ante los avatares de la vida, el ser humano ha demostrado mediante diversas acciones, encontrar tranquilidad material y espiritual, espontáneamente, sin predeterminación alguna logrando convivencia cada vez más “pacífica”. Pero no es suficiente.
Hoy atravesamos un hito importante que está cambiando el “modus vivendi” de la humanidad, la cibernética se va imponiendo avasalladoramente y casi negativamente en todas las actividades de nuestro cotidiano vivir, vulnerando, o peor, ignorando la existencia de virtudes y valores que hacen la convivencia en paz que cada ser desea. Para los que detentan la sexalecencia es momento de actuar, poner en acción, en perfecto equilibro la escuadra y el compas que nos hacen seres de Tolerancia y Amor, viviendo en Paz Interior hasta introducirnos en la excistencia, que nos lleva a la Verdad. El momento de la ACCION ha llegado, no seamos indiferentes o conformistas, enfrentemos a lo nocivo y dejemos un legado a la generación actual y a las que sigan, cultivando buenos valores y virtudes en equilibrio perfecto que nos brinda el conocimiento.
AMPARTAPA