De origen latino, “amicitia”, con el significado de afecto, ternura y estima.
Su raíz proviene del «amor».
En la Masonería, el trato entre sus seguidores es el de «Hermano», que supone la existencia de una «amistad iniciática», es decir, todos aquellos que han pasado por la Iniciación, necesariamente reciben la facultad de poder amarse unos a otros.
Es común, especialmente en la correspondencia, que los masones comiencen con las palabras: «hermano y amigo», lo que demuestra que el amor fraternal y la amistad pueden existir en paralelo.
La amistad es importante en una mayor intimidad, en un afecto más profundo; la palabra, sin embargo, es parte del tratamiento fraterno; en resumen, cada hermano es un amigo.
La amistad es importante en un culto, es decir, debe cultivarse con muestras constantes de afecto y cariño.
En una familia numerosa como la Masonería, siempre hay grupos selectos; algunos Hermanos, con mayor atracción que otros, formándose un entrelazamiento más íntimo.
Sin embargo, en principio, la igualdad de trato no es necesaria: todos son iguales y dignos de ser Hermanos.
Breviário Maçônico / Rizzardo da Camino, – 6. Ed. – São Paulo. Madras, 2014, p. 47.