Cuando sea apropiado, la Logia necesita suspender sus trabajos ritualísticos. El Venerable Maestro determina que el Libro Sagrado se cierre, con la misma apertura ceremonial y los trabajos suspendidos.
Por error, hay Venerables que no proceden ritualísticamente y entienden que los momentos de Recreación pueden pasar dentro del templo.
Recreación significa descanso, libertad en el uso de la palabra, retirada del lugar y salida del templo.
Con el Libro Sagrado cerrado, todos deben, manteniendo el mismo respeto que la entrada, retirarse a la sala de Pasos Perdidos, donde pueden sentirse cómodos.
El templo es un lugar sagrado, ya que fue consagrado ritualísticamente.
No confunda este «sagrado» con un templo religioso; el masón cree que el Gran Arquitecto del Universo siempre está presente en el templo y, por lo tanto, lo adora, venera y lo respeta.
El templo es un lugar místico y ceremonioso.
El uso de un ritual y de una ritualística es razón suficiente para el Respeto y la Veneración; Dentro del templo debe haber silencio y ceremonia.
El masón lo sabe y mantiene la tradición a toda costa.