INTRODUCCIÓN AL TEMA
Asumo con humildad el pedido del M:E:Z: para que ponga a consideración del Capítulo el presente trabajo, el mismo que comenzaré recordando que la Palabra de Pase es la que se pronuncia al dar los toques y signos de reconocimiento en todos los grados masónicos y es la única que autoriza para poder penetrar en los templos masónicos, para poder tomar parte de los trabajos.
En la ceremonia de exaltación del S.A.R.J. el M.E.Z. expresa “ved quién pide ingreso y el Escriba Nemías pregunta ¿a quién tenéis ahí? El Guardia del Templo dice “son los HH. quienes han sido regularmente iniciados en la Francmasonería, ascendidos al Grado de Compañero, Masón y a su debido tiempo exaltados al sublime Grado de Maestro Masón en cuya capacidad se han ejercitado durante seis meses y más, y a quienes como premio a sus méritos, le han sido confiadas las palabras de pase que conducen a este Supremo Grado, al cual solicitan ser admitidos, y para cuya ceremonia se hallan debidamente preparados pregunta ¿cómo esperan obtener los privilegios de este Supremo Grado? Y el Guardia del Templo responde “Con la ayuda del Verdadero y Viviente Dios Altísimo, el auxilio conjunto del triángulo y del círculo y el beneficio de la palabra de pase”. El Escriba Nemías interroga nuevamente y dice ¿Poseen ellos las palabras de pase? Los candidatos responden: AMMI RUHAMAH
Esta es una palabra hebrea formada por las siguientes letras:
HE MEM HETH RESH YOD MEM AYIN
La referencia bíblica la encontramos en Oseas Capítulo 2 versículo 1: Entonces Dios dijo: Decid a vuestros hermanos AMMI (pueblo mío) y a sus hermanas RUHAMAH (ha obtenido misericordia)
Pronunciación: AMMI es pronunciado como AHMI (siendo la H pronunciada como una J aspirada)
RUHAMAH es pronunciado como RUAJMAH (siendo la H pronunciada como una j aspirada)
AMMI RHAMAH significa “mi pueblo ha encontrado misericordia” refiriéndose al pueblo de Israel que encuentra misericordia en Dios.
La dolorosa vida íntima de Oseas, provocada por la infidelidad de su esposa Gomer, es la que ilustra la infidelidad de Israel con Dios.
La nación de Israel, infiel e impenitente es desafiada por el profeta para que regrese a su hogar y a un Dios fiel.
Oseas proporciona un intenso ruego espiritual, profundamente consagrado a la tarea de salvar la nación pecadora, busca repetidamente, lograr la convicción y arrepentimiento del pueblo, a fin de que los escogidos de Dios se sientan obligados a retornar al hogar y hallar allí el amor, el perdón y la sanidad con fidelidad.
Oseas señala gráficamente los aspectos esenciales de la verdadera religión, trata con el pecado y sus trágicos resultados en la vida humana, el juicio destructivo y el inagotable amor con los tesoros indecibles para el hombre y la mujer, la verdadera naturaleza del arrepentimiento, la salvación cierta que sería proporcionada y el amplio perdón de Dios, para todos aquellos que se arrepientan genuinamente, con fe sincera.
Día tras día lanza su desafío personal penetrante y poderoso, a los recalcitrantes pecadores que deben volver a Dios. Jehová invita a su pueblo errante a retornar, le ofrece misericordia y perdón, la gracia es abundante, la salvación les espera.
En el Antiguo Testamento encontramos varias referencias a la misericordia de Dios, como en Salmos 36.5 “Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.” Tu justicia es como los montes de Dios, tus juicios, abismo grande, Oh Jehová al hombre y al animal conservas”.
En salmos 86.5 se lee: “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.”
En Salmos 86.15-16: Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad, mírame y ten misericordia de mi da tu poder a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva”.
Salmos 103.8: “Misericordioso y clemente es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia.”
La leyenda de un Grado del Escocismo dice que cuando Dios, en su infinita y eterna misericordia, concibió el propósito de la creación y formación del hombre, llamó a su presencia a los tres ministros siempre próximos a su trono: la Justicia, la Verdad y la Misericordia, preguntándoles: ¿Formamos al hombre?, la Justicia respondió: Oh, Dios: no lo formes porque profanará vuestros altares. Pero, la Misericordia, cayendo sobre sus rodillas y contemplando la soberana faz a través de sus lágrimas, exclamó: Oh, mi Dios!, hazlo y yo lo vigilaré caritativamente, siguiendo sus obscuros y tristes pasos al cruzar las sendas de la vida, y Dios hizo al hombre, exclamando: Oh, hombre, tu eres criatura de la Misericordia, anda y déjate guiar por tu hermana.
¿QUÉ QUIERE DECIR MISERICORDIA?
Hay dos dimensiones fundamentales en el concepto de “misericordia”. El primero es el que se expresa en la palabra griega “eleos”, es decir la misericordia como actitud de compasión hacia la miseria del prójimo, un corazón atento a las necesidades de los demás.
Pero, junto a ésta surge otra acepción, ligada a la palabra judía “rahamim”, que tiene su raíz en el “regazo materno”, es decir, indica el amor materno de Dios.
En estas dos acepciones surge una idea fundamental que llena de esperanza el corazón humano, es decir, Dios está dispuesto a acogerte y a comenzar de nuevo contigo, independientemente de tu historia, de tu pasado, de su alejamiento e infidelidad.
Con frecuencia pensamos en Dios porque nos encontramos en algún problema. Pensamos en las cosas que podemos obtener con una oración y teniendo fe. Sin embargo, hay momentos en los cuales la grandeza de Dios tiene que se reconocida.
Alguna vez nos hemos preguntado ¿Dónde estaríamos sin la misericordia de Dios?, ¿Qué sería del hombre sin la gracia divina? EE. Y CC. el hombre no es merecedor de la misericordia de Dios, sin embargo la tiene.
Nuestra incapacidad de medir y comprender a Dios y nuestro limitado conocimiento nos llevan a decir lo mismo que dijo David: “Jehová, hasta los cielos es tu misericordia, tu verdad hasta las nubes. Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande”.
Sin duda alguna, estamos limitados por lo que nuestros ojos ven, sin embargo la misericordia de Dios, su amor y justicia no tienen fin.
SIGNIFICADO E IMPORTANCIA
Misericordia es la virtud que inclina el ánimo a tomar parte de las penas y miserias de nuestros semejante y a aliviarlas.
“Mi pueblo ha encontrado misericordia”, es una clara alusión al perdón. Sin el perdón de Dios el pueblo de Israel no hubiera vuelto de su destierro de Babilonia y menos reconstruido el Templo. Por lo que la palabra de pase en el Real Arco, denota la necesaria contrición que debe ofrecer el candidato antes de ingresar al Templo del Real Arco y solicitar su admisión como obrero de la reconstrucción del Templo.
Si analizamos la situación evolutiva del Maestro Masón, llegaremos a la conclusión de que se le puede considerar un hombre completo puesto que ha conocido el umbral de la verdad. Aunque según la leyenda no ha conocido la verdad misma, porque la Palabra está para él aún perdida. El Maestro Masón trabajó con los secretos sustitutos, es decir con elementos que le permiten transitar el camino del umbral espiritual casi instintivamente, pero para penetrar en el estudio iluminado de la espiritualidad requiere desarmarse de todo lo que conocía hasta ese momento, es decir deshacerse de todo su bagaje de conocimientos buenos y malos. Ponerse en condición de total humildad y contrito por sus faltas para hallar la misericordia que le permitirá seguir avanzando en su camino.
El Real Arco es el momento en el que la Palabra perdida es encontrada y con ella el poder de comunicarse con la Divinidad que habita en el interior de cada uno. Para conseguir esto el Maestro Masón debe demostrar su completo conocimiento y práctica de los cinco puntos de la Fraternidad, lo que le permitirá alcanzar el perdón Divino y la preparación para encontrar la Palabra perdida.
El descubrimiento de esta verdad, es el simbolismo esencial del Grado de Real Arco y la consagración del Maestro Masón que está en encontrar el conocimiento de la verdad, porque en Masonería nunca está por demás repetir que la Palabra Perdida es el símbolo de verdad, pero a medida de nuestras investigaciones que no están basadas precisamente en la ciencia o en la verdad de la historia, sino en el conocimiento de la naturaleza de Dios, que es esa Verdad que se encuentra en el Tetragrama sagrado o nombre omnipotente, comprende en su significación la existencia eterna: presente, pasado y futuro.”
“Mi pueblo” es decir yo mismo…”ha encontrado misericordia” he obtenido el perdón y me pongo en disposición de cuerpo, alma y espíritu para recibir la Palabra Perdida y trabajar en la Cámara espiritual de la existencia(Real Arco).
Por lo tanto AMMI RUHAMAH es la llave que permite el paso entre la completicidad del hombre y su perfección con todas las implicaciones morales y simbólicas.
EE.CC. y CC:., que el Verdadero y Viviente Dios Altísimo, nos complazca en morar dentro de cada uno de nosotros por la obediencia y fidelidad a la ley sagrada, que nos de su misericordia y derrame sus bendiciones por siempre.
Eusebio Moreira Torres