INTRODUCCION
En primer lugar, deseo agradecer por la oportunidad que se me ha otorgado para presentar este trabajo sobre El Significado Esotérico de las Tres Calaveras.
La Calavera desde el origen del pensamiento y por tanto del mandamiento supremo, representa el avatar micro cósmico de Dios, siendo la matriz del espíritu, la inteligencia y el conocimiento. En numerosas leyendas europeas y asiáticas el cráneo es considerado como el homólogo de la bóveda celeste, como sucede en el Grimnismâl islandés donde el cráneo del gigante Ymir se convierte en la bóveda del cielo. La simbología de la calavera se une también a la de la cabeza como trofeo de guerra.
Se considera al cráneo como el trono de la fuerza vital del cuerpo y del espíritu. De ahí el deseo de muchas culturas de conservar para sí los cráneos de los muertos, en la creencia de que este acto les brindará el poder espiritual que sus poseedores tuvieron en vida. En sentido general, es también el emblema de la caducidad de la existencia, que aparece en ejemplos literarios como Hamlet o Fausto. Al ser lo que resta del ser vivo una vez muerto, igual que una concha de caracol, adquiere el sentido de vaso de la vida y del pensamiento. De ahí también la utilización de calaveras como receptáculo de la vida a su más alto nivel por los alquimistas en sus operaciones de transmutación.
Entre los masones, la calavera simboliza el ciclo iniciático: la muerte corporal preludio del renacimiento a un más alto nivel espiritual. La calavera adornada por dos tibias en forma de X es símbolo de la sumisión de la naturaleza bajo la influencia predominante del espíritu, y se considera símbolo de perfección espiritual.
DESARROLLO
Parta entrar en el tema, es importante hacer referencia a la Orden del Temple, también conocida como la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón, fue fundada en el siglo XII, entre el 1118 y el 1119 por nueve Caballeros liderados por Hugo de Payns, luego de la Primera Cruzada.
En esos tiempos convulsionados en el que primaban guerras por la fe fue necesario proteger por ejemplo a los cristianos que decidían peregrinar a Jerusalén luego de la conquista y con esta especial misión es que Payns y su grupo promovió la creación de esta orden que los sobreviviría y que se mantendría activa durante unos dos siglos.
Diez años después de su creación fue reconocida formalmente por la Iglesia Católica. Supieron difundirse y crecer en miembros muy rápidamente. También el éxito que tendrían las Cruzadas sería fundamental para aumentar la importancia de esta orden. Se distinguían por el uso de un manto blanco que tenía impresa una cruz roja. Sus miembros eran avezados militares, muy entrenados, dado la tarea que tenían como misión.
Aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, creció rápidamente en poder y miembros hasta convertirse en una institución venerada y odiada a partes iguales. La orden fue una de las primeras formas de préstamos monetarios que existieron, creando redes financieras y un sistema de préstamos que les enriqueció rápidamente. Además, se les encomendó la custodia de muchos objetos sagrados para que estuvieran protegidos de incursiones enemigas. La vertiente económica de los templarios fue una de las principales causas que la llevaron a su desaparición.
Jacques de Molay se unió a los Caballeros Templarios en 1265. Tras casi 30 años siendo un Templario, se convirtió en el Gran Maestre. Durante su mandato, el poder de los templarios creció aún más, lo que fue el principio del fin.
En sus primeros años al frente de la Orden, organizó múltiples expediciones contra los musulmanes y logró entrar en Jerusalén derrotando al Sultán de Egipto, Malej Nace. Su gran derrota personal vino en 1300 cuando fue derrotado al intentar recuperar la ciudad de Tartus, en la costa de Siria.
En 1307 el rey francés Felipe IV, harto de la dependencia económica que tenía hacia la orden por la gran suma de dinero que debía, decidió acabar con ellos. Se reunió con el papa Clemente V para emitir una bula papal por la cual se encomienda a todos los reyes cristianos de Europa, a detener a todos los caballeros templarios. Transcurrió poco tiempo hasta que la gran mayoría de los templarios fueran arrestados, torturados y quemados en la hoguera, acusados de herejía y sacrilegio entre otros motivos. En 1314, Jacques de Molay fue arrestado. Tras un intento fallido de fusión y sumisión de la orden al Rey Felipe IV, el Papa Clemente V presionado por el monarca francés, disuelve la orden. Jacques De Molay fue torturado durante días bajo la acusación de sacrilegio y herejía. A pesar de declararse culpable en un primer momento, se retractó más tarde.
De acuerdo a nuestro ritual, un gran crimen jurídico se había perpetrado. Nos ha vendido un traidor; hemos encontrado nuestro herodes, bajo la corona de un rey; a nuestro pilatos, bajo la tiara de un Papa.
El 13 de octubre de 1307, todos los Templarios de Francia, por denuncia de Esquin de Florian , fueron arrestados por orden de un príncipe que codiciaba sus bienes, siendo despojados de sus posesiones, arrastrados a la prisión y sometidos a un tormento.
Perecieron 25 de los nuestros en las torturas y 60 fueron arrojados a la hoguera; Clemente V, cómplice de Felipe el Hermoso, extendió esas medidas a toda la cristiandad, y arbitrariamente decreto la suspensión de la Orden.
En la segunda parte de la ceremonia de promoción al grado XXX, entre los sitiales del Gran Tesorero y Maestro de ceremonia se ubica el Sepulcro, donde se hallan tres calaveras.
La calavera del centro con casco Templario, está colocada sobre un almohadón cubierto con gasa negra; ciñe una corona de hojas de laurel y de siemprevivas. Supone ser la calavera de Jacques de Molay, condenado a la hoguera.
La calavera de la derecha, hacia el oriente con la Tiara Papal, supone ser la
de Clemente V.
La calavera de la izquierda, hacia el occidente con la Corona Real, representa a Felipe el Hermoso, y por ello ciñe una corona real, flordelisada.
En 1314, De Molay, último Gran Maestre de la Orden del Temple fue quemado vivo frente a la Catedral de Notre Dame, no sin antes lanzar una maldición:
«¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!».
Las palabras de Jacobo de Molay fueron profeticas, Felipe y Clemente fueron a responder por sus crímenes, en los plazos fijados por su victima.
En el plazo de un año, el papa Clemente V falleció. Meses más tarde lo hizo Felipe IV por un accidente de caza y su consejero real Guillermo de Nogaret envenenado.
La tumba de Clemente V fue violada en 1577 por los calvinistas,; la de Felipe el Hermoso, en 1793 por los jacobinos.
CONCLUSION
Entre los juramentos del grado más importantes se jura no someterse a ningún despotismo material, que abuse para oprimir o esclavizar a los hombres; a ningún despotismo intelectual o espiritual, que encadene la conciencia y oprima el pensamiento libre. También se jura honrar siempre a los mártires de la fe y de la libertad. Así como, combatir con las armas de la razón, la persuasión y el buen ejemplo al fanatismo, la superstición, la tiranía y la injusticia.
Finalmente, corresponde hacer mención al Pergamino de Chinon, un documento histórico, publicado por Étienne Baluze durante el siglo XVII, en la obra Vitae Paparum Avenionensis («La Vida de los Papas de Avignon»). Este documento se volvió famoso recientemente por el descubrimiento de la Doctora Barbara Frale, de que el Papa Clemente V tuvo la intención de absolver al último Gran Maestre Jacques de Molay, y los demás líderes de los Caballeros Templarios, en 1308, de las acusaciones hechas por la Inquisición.
El documento contiene la absolución impartida por Clemente V al último Gran Maestre del Templo, Jacques de Molay, y a los demás jefes de la Orden después de que estos últimos hicieran acto de penitencia y solicitaran el perdón de la Iglesia; tras la abjuración formal, obligatoria para todos aquellos sobre los que recayera la sospecha de herejía, los miembros del Estado Mayor templario serían reintegrados en la comunión católica y readmitidos para recibir los sacramentos.
Perteneciente a la primera fase del juicio contra los Templarios, cuando Clemente V todavía estaba convencido de poder garantizar la supervivencia de la orden religiosa y militar, el documento responde a la necesidad apostólica de eliminar de entre los frailes guerreros la infamia de la excomunión debido a sus declaraciones y confesiones «falsas» arrancadas bajo tortura al admitir que habían renegado de Jesucristo bajo la supervisión del inquisidor francés, siguiendo las órdenes de Felipe IV.
En fin, nuestro Gran Maestro, Jacobo de Molay, fue condenado al último suplicio, por haberse retractado de confesiones arrancadas por la violencia y la tortura. Sin embargo, rehabilitado por la posteridad, ha recibido los homenajes debidos a su vida ejemplar y a su heroísmo ante la muerte.
Juan Carlos Avila, 30°
Camp.·. de Cochabamba, 09 de diciembre de 2021 e.·.v.·.