“Hace quince mil millones de años hubo una Gran Explosión. El Gran Sonido produjo el movimiento de las partículas primordiales y esta Gran Agitación devino en la formación del Universo”
Teoría del Big Bang
LA PALABRA PERDIDA Y LA MASONERÍA DEL SANTO REAL ARCO LA PALABRA
Todas las cosmogonías, tradiciones, religiones y mitos coinciden en que el Cosmos fue creado a partir de un sonido. Así en la Tradición Mosaica; en el Génesis Bíblico; Elohim; que etimológicamente significa Dios-Sonido-Tumulto; habla y en respuesta al sonido de su Voz todas las cosas aparecen. En la cosmogénesis Mazdea, el Dios Supremo Ahura Mazda crea el mundo pronunciando una Palabra compuesta de 21 silabas (las letras del alfabeto), que según el Zend Avesta (libro Sagrado Persa), esta Palabra, por contener en sí misma la Verdad, causa de todo, lleva consigo el efecto o poder creativo. En el Purana Vedico, Sarasvati; esposa de Brahma y Diosa de la Palabra; crea el Universo pronunciando correctamente las letras del Devanagari (conjunto de signos y caracteres de la lengua sánscrita). Y el Cuarto Evangelio afirma que la Palabra o Verbo es la energía que deviene al densificarse, en la poderosa materia prima de todo diciendo: “Todas las cosas por El fueron hechas” y “sin El nada de lo que está hecho fue hecho”. Agrega que el Logos; palabra griega que significa verbo y voz; es Theos, Dios Supremo cuya lengua es una espada de dos filos que dice “Yo soy el Alpha y Omega”, Aleph y Tau en lengua hebrea, principio y el fin de todas las cosas.
Parece ser que La Palabra Creadora emitida por la Energía del Supremo Hacedor fue una especie de ladrillo o piedra maravillosa que posee cualidades de cambio, multiplicación y adaptación según las necesidades y el orden predeterminados en una inmensa obra que la limitación humana no puede aprehender y comprender en su vastedad y menos en su totalidad.
Lingüísticamente la Palabra es la formalización de una idea, si es escrita se representa a través de un símbolo destinado a guardar su significado. Si es la manifestación de una idea pensada, es instrumento de creación que opera como vehículo para activar un elemento a través del cual se pueda concretar lo que ella inspira. Una idea no se concreta si no se manifiesta mediante la expresión verbal o escrita que especifique y determine lo que se va a llevar a cabo mediante la acción.
La Palabra Perdida, el Verbum Dimissum de todas las tradiciones, religiones y doctrinas filosóficas y gnósticas, o Palabra de Vida, sería entonces el impulso; de las fuentes inmateriales del cosmos; que crea cada partícula componente de este universo y la lleva a cumplir el trayecto evolutivo para desarrollar el Plan Universal. En resumen la Palabra vendría a ser la substancia del Poder del Espíritu Divino e instrumento de la Creación, el “espíritu que se hace carne y habita en nosotros”. O como explica la Alquimia, una única sustancia en el Universo, en la que los diversos elementos químicos son variaciones de su frecuencia vibratoria fundamental. La Física Cuántica se aproxima a esta constatación cuando reconoce a la materia y la energía como factores intercambiables y parte en busca de un solo origen para todas las interacciones del cosmos. En fin, hay innumerables referencias de la Palabra como materia-origen, tanto en los Misterios Antiguos, en los ritos religiosos y sagrados, en las prácticas ocultas como en el arte, en la literatura, en la filosofía y en la ciencia. La palabra se pierde muchas veces a partir de la Creación del Hombre y también aflora otras tantas en seres escogidos, cumpliendo como cita en su filosofía nuestra Augusta Orden, la ley natural de que: “no existe disgregación y caída sin su posterior regeneración y restauración y que no hay muerte sin posibilidad de resurrección”. En el mito Adámico se pierde la Palabra con la Caída y se recupera con Set, tercer hijo de Adán, cuando el Querubín que guarda la entrada del Paraíso, armado de una espada flamígera, permite su ingreso al Jardín y deja que tome dos semillas del árbol de la ciencia del bien y del mal y una del árbol de la vida para colocarlas en la boca de su padre Adán en el momento de su muerte, a fin de posibilitar a la raza humana, el Conocimiento y la Inmortalidad.
Así también se tienen referencias de que Caín, Enoc, Lamech y sus hijos Tubal Caín, Jabal, Jubal y Naamah inscriben la Palabra en los dos míticos pilares del Conocimiento Antediluviano que simbolizan hasta hoy, la transmisión del Poder Creativo mediante dos caminos, la Religión y la Gnosis, sabiduría preservada para después del Diluvio y transmitida a la posteridad por Noé, Abraham y Moisés, y luego por Salomón e Hiram Abiff.
La Masonería como institución que trata de recopilar, conservar y preservar todo el Conocimiento Humano desde la más remota antigüedad, ha proporcionado mediante la Masonería Especulativa una forma perfecta al simbolismo de la Palabra, en la que esta es considerada como símbolo de la Verdad Divina y cuya búsqueda y posible Hallazgo es objetivo y propósito por el cual la Masonería misma existe.
EL SAGRADO REAL ARCO
Sabemos cómo Masones que la antigüedad de nuestra Orden es indiscutible. Tres mil años antes de Cristo, Ni Kua y Fu Shi padres de Shang Ti; fundador del Imperio Celeste; ostentaban como emblemas un compás y una escuadra. En Persia, Egipto, Grecia, Roma, en la Edad Media, el Renacimiento, en el Nuevo Mundo, en la Edad Moderna y sus descubrimientos científicos; así como en la actividad política y social; hay solidas pruebas de la influencia masónica, reveladas en sus jeroglíficos, leyendas, símbolos, historia y enseñanzas. Hasta hoy, sigue vigente, que fue Lorenzo Dermott, director y sostenedor del Gran Cisma de la Masonería en Inglaterra, quien estableció la Masonería del Real Arco en 1764, ayudado por el Ilustre Masón Andrés Miguel Ramsay, si bien se especifica que antes del cisma, el Real Arco era un grado complementario para enriquecer el tercer grado. Es interesante comentar que Dermott denominaba al Real Arco como “la medula de la Masonería” y que, aunque este Masón; antes y después de establecer este Capítulo; tenía muchos opositores debido a su especial temperamento y carácter, esta Logia sobrevivió. Da a pensar que Dermott fue al igual que cadamasón, solo un instrumento del GADU para transmitir a sus adeptos un antiquísimo Conocimiento. El Reverendo Jorge Oliver define el Real Arco como la cima y perfección de la Masonería Antigua. En resumen el verdadero simbolismo del Real Arco se funda en el descubrimiento de la Piedra Fundamental y de la Palabra Perdida.
LA LEYENDA
Entre las leyendas masónicas se destaca la del Real Arco que trata de la búsqueda de la Palabra Perdida después de la muerte del Maestro Hiram Abiff y su descubrimiento bajo una bóveda o arco por tres maestros que ayudaban a preparar el terreno para reconstruir el Templo de Jerusalén; bajo el mando de Zorobabel; tras su destrucción por los babilonios. Estos tres maestros que eran los mismos que se salvaron milagrosamente de los hornos crematorios de Nabucodonosor, son aquellos que durante las excavaciones de los cimientos del Templo destruido encuentran la piedra fundamental sobre la que estaba escrito el Nombre Inefable.
LA PIEDRA
La Masonería sabe que la Piedra, desde las más remotas épocas ha sido vista como la solidificación de la Vibración Creadora, símbolo de lo Inmutable y venerada por distintos pueblos y razas en pirámides, dólmenes, menhires, esculturas y Templos, emblemas de durabilidad y firmeza y que también simboliza al Ser como unidad contenedora de energía latente, factible de ser pulida o tallada.
La piedra fundamental o Eben Shatijah es la piedra colocada por Dios Altísimo en la fundación del mundo y a partir de la cual este se forma. Enoch construyo sobre esta Piedra el primer Templo. Miles de años después del Diluvio, el Sabio Salomón construyo sobre ella misma, el Templo del monte Moriah, quedando esta piedra entre los cimientos de Dan y Asher, marcando el lugar Sacratísimo, protegido por la Shekinah de Dios, donde descansaba el Arca conteniendo los Rollos de la Ley. Sobre esta piedra perfecta estaba escrita la Palabra, el Nombre Verdadero del Dios Viviente. Así, desde la antigüedad, esta Piedra grabada con la Palabra es reconocida en todas las Artes, Ciencias y Misterios, En la alquimia, el Lapide o lapida es una piedra trabajada y transformada en la que se graba una letra que indica el final de un proceso, y la habilita para pasar al siguiente. En la Mística es la sustancia en la que se corporiza la palabra, es la fuerza del Logos. Masónicamente se representa en la columna Bohaz (que significa literalmente: En él
la fuerza). Humanamente es la mente en la que se da forma al pensamiento.
LAS PIEDRAS DEL ARCO
Son piedras escogidas, labradas y cortadas de manera específica para que ajusten perfectamente unas con otras y que guarden la armonía de todo el conjunto. En la Arquitectura del Arco destaca sobre todo la piedra clave cuya disposición en su centro, lugar vital, análogo al del corazón en un organismo viviente, la hace reconocible como piedra equilibradora de las fuerzas que lo sostienen. El corte que le da la forma, más ancho arriba que bajo, simboliza el dominio de lo superior sobre lo inferior. Su forma ovoide la asemeja al Aura Humana.
El Santo Real Arco es un Arco simbólico compuesto por masones preparados, formados y pulidos a semejanza de piedras escogidas y talladas. El fin que se persigue es que cada miembro del Real Arco con trabajo de investigación constante en la búsqueda de la Verdad y ayudado con la comprensión del simbolismo del Capítulo llegue a obtener el
Conocimiento Trascendente o por lo menos encaminarse hacia él conformando entre todos un armonioso conjunto, a manera de un Arco arquitectónicamente perfecto.
LA PARTE OCULTA Y LA TRIPLE TAU
La triple Tau además de simbolizar todo lo descrito en el Ritual del Santo Real Arco resume en si todo lo que sigue a continuación. La Leyenda del descubrimiento de la Piedra Fundamental parece en realidad el relato de un proceso alquímico. Los tres maestros que logran salir indemnes del horno crematorio es acto indicador de que han culminado con éxito el triple proceso dentro del Atanor. Este triple proceso consiste en su fase primera en la ruina o disgregación de la materia prima, la fase segunda es la purificación o selección de dicha materia y el tercer paso es volver a unir (re-unir) los elementos purificados y escogidos. Y el descubrimiento de la Piedra fundamental seria el descubrimiento de la Summa Materia a partir de la cual todo se produce. Por otra parte los tres Templos: el de Enoch, debajo del monte Moriah, el de Salomón, construido sobre el anterior y por último el de Zorobabel construido sobre las ruinas del de Salomón, dan a pensar que se trata de la representación del Misterium Mágnum alquímico que consiste en la repetición de los procesos una y otra vez para purificar el lliaster (Materia Prima) hasta encontrar el Ocultum Lapide, que todo lo transforma. Los tres Templos también son indicadores del Triple Orden Divino en la dimensión de las formas densas: Infierno, Tierra y Cielo.
“Al que venciere, daré a comer del maná oculto y le daré una piedrita blanca, y en esta piedra un nuevo nombre escrito, el cual nadie conoce, sino el que la recibe” Apocalipsis Cap.2 vrs.17
La Masonería enseña que el objetivo del Iniciado cuando llega a determinado grado de preparación es encontrar La Palabra de Vida, que para él se conserva a través de las Edades y cuyo sonido y vibración desde la formación del mundo reverberan en su corazón y respiración. Descender a las entrañas del Monte de la Revelación (el Monte Moriah) es iniciar la búsqueda de la Verdad dentro de sí mismo. El verdadero Iniciado distingue perfectamente las tres
dimensiones en las que se mueve la humanidad y asimila la verdad en la Trinidad de su propio ser (Cuerpo, Mente y Espíritu). Se da cuenta que no solo existe el mundo de la materia, sino también el mundo luminoso del Espíritu que aunque no lo ve, lo percibe. Con el dominio de los instintos y condicionamientos básicos, va elevando su conciencia y se le van revelando las verdades que le conducirán al lugar donde se encuentra la piedra contenedora de la Energía Creadora que tiene una palabra, un símbolo que la identificará con él iniciado mismo, como un código de su génesis espiritual y le pondrá en contacto con los Mundos Superiores cuando en un acto de voluntad consciente se dé cuenta
de cómo utilizarla.
CONCLUSIONES
De nuestras investigaciones, concluimos que el Real Arco es un medio para elevar a sus miembros a un estrato de orden superior de conciencia. Su ritual eminentemente hebreo, lleva implícito su origen cabalístico y permite a quien quiera darse cuenta que la Palabra Perdida y de nuevo encontrada, contendría el principio triple que la Masonería atribuye al Principio Trinitario del GADU y que es simbolizado con la triple Tau.
La Palabra símbolo del Nombre del V y VDA se refiere a cada uno de nosotros, partículas infinitesimales del Cosmos, pero hechos a imagen y semejanza del Supremo Creador. Cuando percibamos su vibración, La Palabra que inicia la eternidad y propia existencia de Dios en nuestro Interior será el eslabón entre lo que sabemos y lo que presentimos, aun distante y todavía secreto, abriéndonos portales a realidades no alcanzadas hasta ese momento. Diremos entonces conscientemente “Eheyeh asher eheyeh” cuya traducción “Yo Soy el que Soy, Fue y Será” cobrara verdadero significado.
C. Günther Viktor Meyer Zimmermann
16 de Febrero del 2011