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NEC PLUS ULTRA 18°

Un nuevo ciclo empieza para el Masón Rosa Cruz, y nada más concordante con la realidad que experimentamos en nuestra masonería actual: “Empezamos a trabajar en la hora que el velo del templo se ha rasgado, en que el Sol se oscureció y las tinieblas se extendieron sobre la tierra, la estrella flamígera se eclipsó, los instrumentos de la Masonería fueron rotos y dispersos… la palabra tan poderosa en otros tiempos, ya no es capaz de convencer a los hombres quienes se han vuelto rebeldes a la razón, a la justicia y a la verdad. Los hombres que ya no escuchan más que la voz de sus pasiones y de sus apetitos”.[i] Son con esas palabras que empieza el llamado “nec plus ultra” de la masonería, el grado Rosa Cruz… el grado conocido como “a lo que más se puede llegar

Hace poco conmemoramos 300 años de la Masonería Especulativa –tal como la conocemos- y aun nos preguntamos si nuestra institución responde a la problemática de nuestros tiempos. O al menos, a la problemática de nuestra misma institución: ¿existirán en estos tiempos HH:. que hayan podido encarnar nuestros símbolos? ¿Cuántos de ellos, en nuestros cuerpos orgánicos actuales son masones ejemplares en templo, en sus casas o en sus oficios profanos? ¿Cuántos están decepcionados de la masonería? ¿Cuántos HH:. han pedido ayuda y apoyo a sus hermanos y no han recibido nada? ¿Cuántos de nuestros miembros hablan mal los unos de los otros? ¿existirá hermandad? ¿Dónde esta la masonería que ha libertado naciones y fundado grandes estados? ¿Es posible que podamos extender la cobertura que la Masonería nos brinda espiritualmente?

Vivimos tiempos que menos líderes masones desean representarnos… cada vez menos iniciados continúan su camino con nosotros y que cada vez menos maestros asumen a plenitud sus deberes y ejercen sus derechos masónicos. Ni que decir del número de HH:. que permanecen tan solo con la idea de escalar –como a de lugar- los 33 peldaños del Rito Escoces Antiguo y Aceptado, tan solo asistiendo al grado que su mandil representa y sin comprender que mientras más grados ostentamos, más responsabilidades juramentamos para con nuestros hermanos menores… No solo se ha perdido la palabra, sino además los toques y signos.

En este escenario palpable de aflicción, decaimiento y desesperación se encuentra el Rosa Cruz, inclusive hoy a 300 años de la Masonería Especulativa… aún presto para trabajar según aquella alegoría o historia que hace referencia a Christian Rosenkreutz, quien en el siglo XIV conformaría un grupo de personas con el fin de hacer reformas a la doctrina de aquel entonces en base a algunas promesas[ii], -que hoy nos inspiran como capitulo- de las cuales podemos relevar:

  • Cada miembro no tendrá otra ocupación que cuidar gratuitamente a los enfermos.
  • Ninguno de ellos llevara un habito especial, todos se vestirán conforme a los usos y costumbres de los países donde llegasen.
  • Se deben reunir anualmente, y en caso de inasistencia deben informar la excusa.
  • Cada miembro deberá encontrar alguien que pueda sucederle.

Con esas premisas, y ahondando en nuestra liturgia, se nos invita y proclama como Caballeros Rosacruces a la práctica de la caridad como una verdadera muestra del amor, del consejo sano, del fuego y calidez de nuestras relaciones con los demás, como a todo bien que se realice proveniente del crisol (cristo) bajo el lema “amad al prójimo como a vosotros mismos”; Se nos recuerda además que no podemos ser caritativos en todo momento ni en todas las ocasiones. Situación, que de igual manera pasa con la fe, que representa la luz de la libertad que resplandece nuestro espíritu, habrá momentos que, por circunstancias de este plano terrenal, perderemos temporalmente la fe y la caridad. Por ello, en contraposición, el Caballero Rosa Cruz jamás perderá la esperanza ya que es la fuerza que ayuda a operar las virtudes, el que pierde la esperanza vagará extraviado para siempre. Y tal como se nos recuerda en este grado: la esperanza también es el resultado de la caridad. Es así, que con estas breves enseñanzas, somos capaces de abordar teóricamente la problemática expuesta al inicio de esta columna.

Pero… ¿Cómo debemos actuar?

En lo personal, encuentro respuesta en nuestra joya. En la misma representamos al Caballero del Águila y del Pelicano, representamos a aquel que vuela en ascenso y descenso a voluntad al que posee un ojo preciso que puede inclusivamente ver directamente al sol (la verdad, la luz), quien encarna el poder –de influir en su entorno- y así como libertad de educarlo. Por otro lado, en el anverso de la joya, encontramos un pelícano, representado a la caridad misma, a las obras amorosas que realizamos por el bien de nuestros semejantes, a la regeneración de nosotros mismos por nuestros actos y sacrificios, en la cristificacion del hombre, etc. Así pues, HH:. Ccab:. mios nuestro entorno nos solicitara obrar con justicia y rectitud, cual águila…. Así como en otras ocasiones debemos cuidar, ser tolerantes, y hasta sangrar temporalmente para dar vida a nuestros ideales. La grandeza no se encuentra en la autoridad terrenal, sino se encuentra en la abnegación, en el servir y no ser servido.

Entonces… ¿Qué nos queda por hacer?

Ya nos los dice la cena mística:

“tomad y comed, y dad de comer a quien tiene hambre”

“tomad y bebed, y dad de beber a quien tiene sed”

No invitamos nuestro pan ni compartimos nuestro vino por mera simpatía… sino por  real entendimiento alquímico. Con el pan -transmutado por los 4 elementos- y el vino símbolo de sabiduría podemos llegar a encontrar y operar el impulso necesario para encontrar al hombre bueno dentro de sí mismo, y a partir de ello encontrar y reconocer al hombre bueno que habita en los demás… ¡Pax vobiscum!

La masonería, no puede decepcionarnos, el problema está que nosotros mismos nos decepcionamos, la masonería no se practica al interior de los templos, se practica fuera de los mismo, se nutre y fortalece en Templo. Hacer el bien por el bien mismo sencillamente hará que la naturaleza (nuestro entorno) se renueve por el fuego (nuestro trato con los demás). Masón es quien sirve, servir es el trabajo del G:. A:. D:. U:. por ello, concluyo que –para una conciencia trabajada- dudo que haya algo superior o más alla que las enseñanzas de este sublime grado.

Es mi palabra M:. S:. y Pod:. M:.

Cab:. Erik Mauricio Sotomayor Yevenes

Campamento de Cochabamba 26 de Agosto de 2017 e:. v:.

BIBLIOGRAFIA


[i] Liturgia del Grado XVIII – S:.C:. de SS:. GG:. II:. Gr:. XXXIII para el Estado Plurinacional de Bolivia

[ii] El Caballero Rosa Cruz – S:. C:. R:. C:. Bolivia N° 1 – 1998

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