Categorías

De la orden del Temple a la Masonería Templaria

Kt . Javier Lorgio Mizutani Solano

La masonería como tal tiene un origen perdido en la historia, hay tantas aseveraciones históricas sobre su origen, como autores masones y no masones existen. Algunos  ya se salen de algunos marcos  o márgenes creíbles,  para ir a situaciones totalmente extremas y obviamente no documentadas ni factibles de comprobación.

De la misma manera, la relación existente entre la masonería y la orden del temple, tiene diferentes enfoques e interpretaciones, dependiendo de quien haya efectuado la investigación del origen de estas órdenes y de su relación al inicio de las mismas.

Se presentaran en este trabajo, fragmentos  de las obras de varios autores al respecto de la masonería, de la orden del temple y de su relación.

Antecedentes históricos.

En el prologo a la  obra  EL OTRO IMPERIO CRISTIANO de  Eduardo R. Callaey, escribe Sergio Héctor Nunes….

 El siglo XVIII es, en sí mismo, una epopeya romántica en la que el hombre se despedía, de una era signada por las instituciones feudales, mientras que se preparaba para el advenimiento de un nuevo mundo con esperanzas de igualdad, tolerancia y progreso.

 La Masonería fue entonces una herramienta, un taller para las ideas y un faro que brilló en medio de la desazón y la desesperanza que producen los grandes cambios sociales. Desentrañar el verdadero rol de la Masonería en ésta y en otras etapas de la historia, sigue siendo un desafío reservado a los que están dispuestos a un esfuerzo muy particular.

En aquellas épocas, el movimiento estuardista   conformó una concepción propia de la Masonería que se desarrolló particularmente en Francia, introduciendo el sistema de los denominados «Grados Filosóficos» que, en distintas formas y estructuras, han llegado hasta nuestros días. Fue en el marco de esta masonería —con fuerte sesgo cristiano— que se produjo la restauración de antiguos modelos templarios

Al ingresar en el sinuoso campo de los posibles vínculos entre la Orden del Temple y la Francmasonería Estuardista, la obra de Callaey  pone al descubierto el importante rol de los masones en una etapa crucial de la historia de Europa, reafirmando que la masonería ha centrado su actividad en torno a la articulación social de un hombre con conciencia histórica.

Templarios y masones han sido frecuentemente vinculados por numerosos autores en un variado arco que va desde los ensayos más académicos hasta las novelas más inverosímiles, es común hallar en los libros de historia del Temple referencias al mito de su supervivencia en la francmasonería. Contrariamente es difícil encontrar un rito masónico que en sus grados superiores no haga algún tipo de referencia a la Orden de los Caballeros Templarios.

Sin embargo, muchos de los que negaban dicha relación no sabían cómo explicar, el hecho de que una sociedad que pretende perpetuar la tradición de los antiguos albañiles utilizara en sus ritos espadas, guantes, paramentos propios de la caballería y un sin fín de símbolos y términos provenientes de las órdenes religiosas surgidas en la Edad Media. Esto nos hace  comprender que ambas órdenes habían nacido de un tronco común y eran hijas de un mismo y vasto proyecto, aunque exista mucha reticencia aun en algunos círculos masónicos en cuanto a reconocer las raíces cristianas de la orden más combatida por los pontífices romanos.

Algunas palabras a cerca de la masonería.

La masonería se diferencia de muchas otras organizaciones filantrópicas,  por su carácter iniciático, esta capacidad de conferir la iniciación sumada a la educación gradual del perfeccionamiento del hombre, usando como método característico el simbolismo, le confirieron a la orden la capacidad de haber sobrevivido a otros dogmas e ideologías.

La masonería desarrollo un lenguaje simbólico  y la mayoría de estos símbolos provienen de la arquitectura y geometría sagrada; aunque  se difundieron a lo largo de Europa durante la edad media, junto con la actividad de las “guildas” de constructores de grandes catedrales y abadías, muchos de estos símbolos son antiguos y  aparecieron ya según algunos investigadores, en las ruinas de Pompeya.

A partir de siglo XVII estas corporaciones empezaron a admitir en su seno a hombres ajenos del oficio, se los llamo masones aceptados y la francmasonería comenzó a desarrollar temas provenientes de corrientes místicas y mágicas surgidas en el renacimiento tales como la cábala judía, la alquimia y el hermetismo; pero sin lugar a dudas la corriente que más impacto fue la de los r0sacruces.

Muchos autores creen firmemente que las ideas rosacruces trasplantadas a Inglaterra en el siglo XVII fueron el verdadero origen de la masonería especulativa.

Algunas palabras a cerca de la orden del temple.

La orden cisterciense creada por  Roberto de Molesmes, que nació en Troyes en 1029, ciudad donde también realizó su noviciado. Este benedictino se convirtió en un monje reformador al fundar la abadía de Cîteaux, cuna de una nueva orden religiosa que alcanzó todo su esplendor bajo el impulso de Bernardo de Clairaval.

El futuro “San Bernardo” estableció su abadía en Claraval, Aube, y convenció a nueve caballeros para ir a Jerusalén y defender la tumba de Cristo, amenazada por la expansión musulmana. El jefe al mando de este grupo se llamaba Hugo de Payns, quien instalado durante varios años en tierra santa, formó una compañía de caballeros cuya misión era proteger a los peregrinos. Esta milicia fue bautizada como la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y estableció su sede al pie del templo de Salomón.

Hugo de Payns fue el primer gran maestro de esta orden. La primera comandancia templaria en Occidente se creó en Payns, en el feudo de Hugo de Payns, a las puertas de Troyes.

En 1118 el rey Balduino II cedió parte del “Templum Salomonis”, a la naciente orden militar cuyos caballeros fueron llamados por ese motivo “Caballeros Templarios”, y crecieron rápidamente bajo la protección del monarca.

En un principio su organización fue similar a la del clero, observaban votos de pobreza castidad y obediencia y se encontraban sometidos a la autoridad del patriarca de Jerusalén.  En 1128 con el apoyo de San Bernardo, el líder más carismático e influyente de toda la cristiandad, el concilio de Troyes aprobó su regla y la orden quedo establecida en su doble condición de monástica y militar.

En los siguientes 2 siglos la fama de sus guerreros, su capacidad de organización, su poderío económico y su particular petulancia (según algunos datos históricos) la convirtieron en la más admirada y odiada milicia de todo el mundo cristiano.

Con la caída de Jerusalén se replegaron a sus castillos sobre la costa Palestina, luego debieron abandonar Tierra Santa y se constituyeron en la isla de Chipre, pero a principio del siglo XIV fueron acusados de herejía y practicas infamantes. El viernes 13 de octubre de 1307 todos los Templarios de Francia fueron apresados, siete años después el 18 de marzo de 1314 su último gran maestre Jacques De Molay junto a Godofredo de Charney fueron quemados.

Algunos autores sostienen  que es muy probable que los gremios deriven de la vinculación de los templarios con los cistercienses. Indican que dos eminentes abadías de la orden cisterciense, Pontigny y Claraval, están situadas a igual distancia del bosque de Othe.

En este bosque, trabajaban herreros que se organizaron en gremios y estaban vinculados con los condes de Champagne mediante un «deverium», o «deber», que protegía los secretos de su oficio. Este sería el origen de la expresión aún vigente de “compañero de deber”.

Los cistercienses participaron en la construcción de más de 250 catedrales, 35 000 iglesias, mil monasterios, además de puentes y plazas fortificadas por toda Europa.

Esta efervescencia constructora es el origen del gremio moderno y de la masonería, que después se convirtió en la francmasonería. Aunque no existe una relación formal entre los gremios y la francmasonería, esta última tomó prestada su simbología y muchos de sus integrantes fueron iniciados.

Del temple a la masonería templaria

En el rito escoses antiguo y aceptado, los últimos grados son considerados templarios. En el grado No  XVIII denominado caballero o príncipe rosacruz, se hace referencia a la orden de los  templarios y a Godofredo de Bouillon, líder de uno de los cuatro grandes ejércitos que conformaron la primera cruzada.

En el rito ingles se incluye al templarisno en sus altos grados, o grados complementarios, como otras instancias masónicas independientes del simbolismo.

Otras ramas y ritos de francmasonería hacen remontar sus orígenes a los caballeros templarios, como es el caso de la Orden  Real de Heredom  Kilwinning……..es conocida la leyenda que atribuye el origen de la masonería templaria a la participación de una escuadra de caballeros de aquella orden refugiados en escocia- se los menciona presentes en la famosa batalla de Bannockburn 1314, en la que el líder escoces Robert Bruce derrota a los ejércitos de Eduardo II de Inglaterra,  logrando la independencia de su país. En la misma leyenda y en agradecimiento, el monarca escoces les cede la torre de Kilwinning, contigua a la Abadía del mismo nombre. Allí los templarios fundarían una nueva orden ligada a la logia masónica que funcionaba en la abadía.

Queda así demostrado el vínculo por uno u otro lado, entre la masonería y la orden del temple, vinculo sostenido por la propia masonería.

Otros autores creen que esta relación se estableció recién en el siglo XVIII, El autor Andreas Beck se refiere a este siglo como el del declive del feudalismo, la incipiente disolución de las estructuras de poder del absolutismo, la ilustración y la ortodoxia, la secularización y el pietismo……esto dio origen a un intenso interés por los temas templarios, que volvieron a estar de moda.

Y hay quienes piensan que la introducción del templarismo en la masonería fue una aportación digitada por Roma y ejecutad por los Jesuitas. Y existe cierto consenso en cuanto a la participación de los jesuitas de Clermont, en la tarea de infiltración de las ideas tamplarias en la francmasonería, con el fin de introducir en ella elementos del pensamiento cristiano que acercaran a la iglesia a una institución que comenzaba a representar un serio problema para las políticas seculares de la corte de roma. En la ciudad de Clermont se ubicaría el epicentro de la supuesta conjura jesuita y del resurgimiento templario, al crearse el legendario Capitulo de Clermont, considerado como la base del futuro Rito Escoces Antiguo y Aceptado.

Otro punto de vista sobre la relación del temple con la masonería

La masonería esta ligada a los Reyes católicos Los Estuardo, enfrentados mortalmente con la protestante casa Hannover y no es posible comprender la historia de la francmasonería sin atender a los masones Jacobitas, cuya derrota militar sello el destino de la francmasonería moderna, ya que si hubiera triunfado la causa jacobita no hubiese tenido razón de ser la temprana excomunión de la francmasonería por parte de los pontífices romanos

Pero fuesen unos u otros, varios historiadores coinciden en que el punto de partida en cuestión, inicia con el famoso discurso del caballero escoces Michel de Ramsay en Paris 1737.  Hay quienes afirman que a partir de Ramsay comenzaron a proliferar en la francmasonería los temas esotéricos, la idea de un conocimiento antiguo y oculto y la existencia de un secreto guardado en el corazón de la fraternidad. ESTA afirmación es inexacta y siempre ha constituido una expresión de deseos de los sectores más agnósticos  de la francmasonería, que en el siglo XIX renegaron de sus orígenes  judeocristianos y de la espiritualidad masónica medieval. Baste ahora afirmar que ya un siglo antes de Ramsay, los rosacruces ingleses constituían un nutrido grupo dentro de las logias y que influían fuertemente en la masonería británica aun operativa.

Personajes como Robert Fludd (1574-1637), sindicado como el organizador de la francmasonería rosacruciana en Inglaterra.  Sir Francis Bacon (1561-1626), autor de La utopía masónica de la nueva Atlántida y Elías Ashmole, fundador de la orden del Templo de ¨Salomón, son algunos de los muchos rosacruces que introdujeron sus ideas en la francmasonería mucho antes de que los jacobitas constituyeran los altos grados en Francia.

El análisis del caso Ashmole es de gran importancia, puesto que se cree que sus escritos tuvieron profundo impacto en la organización moderna de la francmasonería inglesa y abrían sido utilizados por los propios Anderson y Desaguliers en la confección de los rituales  de la gran logia de Londres.

Otro punto de vista?

El proceso histórico que enmarca las cruzadas, coincide con el auge de las construcciones románticas y góticas. Razón por la cual podemos afirmas que los benedictinos, los masones laicos adscritos a los monasterios y los templarios coexistieron en la misma época bajo una regla similar y una organización de tal magnitud que resulta absurdo pensar que no hubiera un espíritu común.

Del mismo modo que la historia de la francmasonería no se completa sin el movimiento clunicense, la historia del temple no se resuelve ni se explica sin el movimiento cisterciense, en ambos casos subyace el espíritu benedictino, la influencia de sus poderosos abades y una espiritualidad que excede el claustro para penetrar profundamente en lo secular. No pude evitarse aquí  el marco perfecto de la trilogía masónica de Sabiduría, Fuerza y Belleza, donde las abadías contenían la sabiduría, los castillos templarios la fuerza y las catedrales la belleza.  

La historia SEÑALA OTRA INFINIDAD de elementos en torno a estas relaciones, solo que algunos de ellos se omiten prudentemente y otros deliberadamente.  En primer término conviene recordar que más allá de cualquier misión secreta que pudiera asignársele, la historia de la orden de los caballeros templarios es una historia militar, pues su principal objeto fue la defensa de la tierra santa recuperada de los musulmanes.

La masonería cruzada proclamada por Ramsay que sería la masonería de la nobleza europea y en particular la Jacobita, reivindicaba Jerusalén y su mítico templo como la llama viva de la cristiandad.  Los esfuerzos por restaurar la caballería templaria NO PARECEN JUSTIFICARSE en una gesta “ROMÁNTICA”…..en ellos se empeñaron jefes militares como lord  Derwentwater y lord Kilmarnock; monarcas como Francisco Esteban Duque de Lorena y Corregente del imperio Absburgo; 14 príncipes reinantes reunidos en la Orden de la Estricta Observancia, fundada por el Barón Hund a instancias de los masones escoceses en el siglo XVIII y el propio emperador de Prusia. Por el contrario; constituyeron la elite política de su tiempo y la preocupación de reyes y papas. Algunos  murieron en los campos de batalla, otros bajo el hacha del verdugo; fueron exilados, perseguidos, a veces excomulgados, otros exaltados a la fama y la riqueza o abandonados en el destierro, la miseria y el escarnio. DEMASIADO, para constituir solo un entretenimiento de ricos como lo han sugerido livianamente tantos historiadores.

Entonces

Si la francmasonería de los Altos Grados, ancla su modelo en el prototipo del cruzado, expresado en la figura del templario. Si las logias operativas medievales son herederas de las logias benedictinas que “construyeron” una sociedad en la que la ciudad del hombre era el reflejo de Jerusalén, la ciudad de Dios; si en todos los casos la alegoría de la sociedad perfecta gira en torno al Templo de Jerusalén, centro neurálgico de todo el monoteísmo, estamos frente a un desafío que la ciencia histórica tarde o temprano habrá de abordar.

Esta necesidad de ubicar la trama histórica de la francmasonería dentro del escenario mayor de la historia general, ha sido frecuentemente mencionada. Es cierto que ha crecido el interés de algunos historiadores por el fenómeno masónico, en la medida que han descubierto en los archivos de las Grandes Logias, claves que descifran numerosos enigmas, sólo explicables a la luz del factor masónico. Sin embargo, y pese a los esfuerzos realizados por integrar la historia masónica a la historia general, aún existe una enorme tarea pendiente. «La masonería —dice Henri Tort-Nouguès— forma parte de la historia de los hombres. Sólo se puede comprender si, en primer lugar, se la sitúa en su contexto histórico, social y cultural…»

Por esta razón, se hace necesario distinguir, claramente, qué corresponde al marco histórico y qué a la tradición.

Entonces los orígenes de ambas órdenes, son distintos tanto en función como en objetivos, pero existen varios autores que de una u otra manera encuentran fines y fundamentos comunes además de relacionar el rol e indicar la existencia de nexos irrefutables entre ambas órdenes.

Javier Alvarado, catedrático de Historia de las Instituciones de la Universidad Nacional  (Madrid), sobre su obra Templarios y masones. Las claves de un enigma. Escribe:

la masonería se proclamó heredera del Temple y no de la Orden de Malta, pese a que ésta encajaba mejor en el perfil buscado por la masonería. En efecto, la Orden del Hospital (también llamada Orden de Malta) fue fundada décadas antes que la Orden del Temple. Los cruzados que fundaron el Temple estaban previamente al servicio de la Orden del Hospital y se alojaban en sus dependencias. Fue la propia Orden del Hospital la que le cedió las rentas para que se financiaran y diseñó su pendón. Suprimida la Orden del Temple, por decisión pontificia, en 1312, los bienes y el Tesoro-Archivo del Temple pasaron a la Orden del Hospital. Precisamente fueron caballeros de diversas órdenes militares, especialmente caballeros de Malta, los que crearon los primeros altos grados masónicos y consignaron en ellos ciertas leyendas masónicas, inspiradas en las leyendas de la fundación del Hospital de Jerusalén, introdujeron escenas rituales propias de la investidura de armas melitense y tachonaron sus rituales de reflexiones y exhortaciones morales y explicaciones simbólicas tomadas de los rituales de caballería. Por tanto, a ojos de cualquier avezado escritor del XVIII había base suficiente para afirmar que el carisma del Temple había sido heredado por la Orden de Malta. Tal vez por eso mismo, los documentos masónicos de la primera mitad del XVIII señalaron a la Orden de Malta como continuadora de la caballería masónica supuestamente creada por el rey persa Ciro, y destinada a servir de nexo entre Oriente y Occidente, o como Orden fundadora de la masonería moderna”.

El historiador francés Michel Lamy  en “LA OTRA HISTORIA DE LOS TEMPLARIOS” indica que los caballeros que quedaron en libertad, aun se reunían, y mantenían contacto entre sí, y resalta la idea de que por la edad que tenía entonces Jaques de Molay, tenía por fuerza que haberse planteado ya la necesidad de un sucesor, lo que justificaría la creencia en una trasmisión de la herencia templaria.

Menciona que diversas órdenes militares y monásticas de toda Europa e incluso hermandades laicas fueron herederos “oficiales” de la orden del temple. Muchos fueron los templarios que sobrevivieron, gran parte de ellos ingresaron en nuevas órdenes militares creadas exprofeso, como la orden Montesa en el reino de Aragón, y la de Cristo en Portugal. Pero independientemente de estas evidencias, lo que más controversia suscita es la posibilidad de una continuidad ininterrumpida y secreta de la tradición templaria hasta nuestros días. Últimamente se encontró un manuscrito en la biblioteca nacional de Madrid que indica que en el siglo XVII, cuando menos en España existía un Prior del Temple de nombre Fr. Pablo Ingles, que recibe de la reina doña María de Austria “doscientos ducados” por cuenta de la pensión que tiene situados sobre algunas rectorías y prioratos de la orden. Existía de la misma manera datos acerca de la masonería, basado en un detalle significativo, que indica que el traidor y delator Squieu de Floyran fue apuñalado por miembros de las “GUILDAS DE CONSTRUCTORES”, inmediatamente después del arresto del Gran Maestre Jacques de Molay y sus caballeros.

Y en esta misma línea se habla de la “carta Transmissionis” DE AUTENTICIDAD DUDOSA, donde se indica que el caballero Johannes Marcus Larmenius (el armenio) sucedió en la clandestinidad a De Molay.

Larmenius una vez posesionado como gran maestre, en su documento  indica “deseo y ordeno que los templarios escoceses DESERTORES  de la orden, sean maldecidos, y que ellos y los hermanos de San Juan de Jerusalen (se refiere a los hospitalarios) expoliadores de la propiedad de la orden de los caballeros, sean expulsados del círculo del Temple ahora y para siempre.

No tardó en aparecer una hipótesis contraria a esta carta, indicando que  la misma fue fraguada en el siglo XVIII por el duque Felipe De Orleans, quien se la habría encargado a un jesuita de nombre Monnati…..El duque de Orleans fue elegido Gran Maestre de los Templarios en 1705 en Versalles

La tradición de Larmenius califica a los templarios huidos a escocia como desertores, lo que hace pensar que si efectivamente la carta de transmisión fue una invención, se pretendía con ella deslegitimizar o arremeter contra la filiación escocesa.

En cualquier caso las dos tradiciones (Escocesa y la de Larmenius) habrían vuelto a ser unidas por el chevalier Ramsay

Los investigadores británicos Michael Baigent y Richard Leigh en “El templo y la Logia”, además del investigador norteamericano John J. Robinson indican aunque por diferentes caminos,  que la francmasonería tuvo sus orígenes en la herencia templaria.

Los primeros indican que la francmasonería tuvo su origen en los templarios refugiados en Escocia y que pasaron a Inglaterra en 1603, cuando ocupo el trono el rey escoses Jaime IV. En cambio Robinson indica que fue en Inglaterra donde se convirtieron en francmasones los templarios, llegando incluso a estar tras la insurrección campesina de 1381, donde se atacaron propiedades de la Iglesia y de los Hospitalarios, mientras se tuvo cuidado de no dañar las antiguas construcciones templarias.

Otros puntos de vista sobre la relaciones del temple y la masonería, afirman que el caballero Pierre d’Aumont a la cabeza de 7 caballeros y del que se decía sucesor directo de Jacques de Molay, luego de ser nombrado Maestre de los Templarios en Escocia en 1313, habría velado los rituales templarios tras los símbolos de la masonería y habría hecho que los miembros del Temple escoses se hicieran pasar por masones libres. Obviamente hay detractores de ambas tradiciones.

En cualquier caso, parece que en 1361 la sede de la Orden habría sido establecida en Aberdeen para luego expandirse nuevamente por toda Europa bajo el velo de la Masonería.

En 1724 Ramsay propuso a la GLI un sistema que comprendía la adopción de tres grados superiores, Escoses, Novicio y Caballero del Templo, esta propuesta fue rechazada, sin embargo fue acogida en Francia, donde estos grados fueron los precursores de la gran cantidad de sistemas de toda índole que fueron apareciendo después.

Y como si no fuera ya variada y hasta pintoresca la tradición masónica, templaria y su interrelación, existe el dato de que el Rito de Memphis (fusionado desde 1908 con el de Misraim), se constituyó en Francia en el siglo XIX, su fundador Marconis de Negre, sostenía que los templarios antepasados directos de la masonería, habían recibido su doctrina esotérica en una hermandad oriental fundada por un sabio egipcio de nombre Ormus, sacerdote de Memphis, convertido al cristianismo por San Marcos…

En 1772 se disolvió en Francia la gran logia, fundándose posteriormente el gran Oriente de Francia, el cual no Acepto más que los tres grados simbólicos del rito Ingles.

A manera de unas entre comillas Conclusiones.-

Desde que la humanidad vivía en tribus,  desarrollo unos cultos al misterio y secreto; de un saber reservado al consejo de ancianos o brujos; los que poseían el significado de la existencia y eran temidos y respetados. Casi de la misma manera nacieron las cofradías, las órdenes y las sociedades secretas. Se desarrollaron las «iniciaciones» y los «ritos de pasaje» mediante los cuales el aspirante debía demostrar su capacidad y su mérito para integrar el estrecho círculo de los iniciados.  Esta «sensación» de que alguien controla y conspira detrás de la trama social proviene de aquel modelo atávico que permanece vivo en nuestro inconsciente.

Se necesitaría mucho más tiempo para revisar y analizar las muchas interpretaciones históricas acerca de la masonería, el temple y de su relación tan estrecha.

Una vez efectuada esta pequeña revisión solo cabe concluir lo siguiente:

La orden del temple tiene un origen claro y definido en la historia, como una orden monástica y militar, destinada a salvaguardar la tumba de Jesús el Cristo y proteger a los peregrinos a tierra santa. Su aspecto militar no tiene dudas, pero su aspecto monástico si podría verse muy influenciado por los aspectos Cristianos de las Abadías donde se generó la idea de su creación.

La orden masónica tiene un origen mucho más antiguo, basado siempre en las guildas de constructores, que mantenían en secreto sus conocimientos en relación a la arquitectura y a la geometría sagrada.

Posteriormente en el renacimiento y con la decaída de la construcción de grandes catedrales, esta masonería inicia la aceptación de personas no ligadas al oficio, siendo llamadas los aceptados, produciéndose entonces una transición de la masonería operativa a una especulativa, esto ocurre en una época también en la que la orden del temple fue destruida y sus miembros desperdigados por los confines del mundo.

Es en esta transición que la mayoría de  los autores se basan para indicar que la masonería se vio influenciada no solo por otras líneas filosófico espirituales  de variada índole, sino también por la orden del Temple.

Por eso la referencia al inicio mencionada de que es común hallar en los libros de historia del Temple referencias al mito de su supervivencia en la francmasonería. Contrariamente es difícil encontrar un rito masónico que en sus grados superiores no haga algún tipo de referencia a la Orden de los Caballeros Templarios.

Vistas:
1754
Categoría:
Templarios, KTP

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si deseas publicar un trabajo envíalo a esotomayor@alianzafraternal.org