Ya casi hemos llegado al final del Hombre Dominante, después de un paseo por su individualidad que nos ha conducido por los pasillos de
- Su extravagante egolatría;
- La realidad impredecible y desequilibrante que crea ilusiones y destruye proyectos pero que impacta de diferente forma a las mentes humanas;
- Su vocación de servicio incrustada en su mente, más como mandato totalitario, que propensión o inclinación.
Un ser humano con esas características, hace andar su decisión de actuar contando con él, consigo mismo, con el único que lo entiende, sobre todos los demás que acusan diferentes grados de ineptitud.
Su mente, ya tiene formada la estructura de su pensamiento, demostrando que todo es VERDAD. La realidad y su interpretación es verdadera. Si algo no coincide, es porque la realidad oculta, pero su mente interpreta correctamente y por lo tanto es cierto. Si por cualquier circunstancia le demuestran una nueva y diferente comprensión o explicación, es errada, es una inducción al error, que no puede vencer o superar a su propia interpretación. Si hay un cambio, es porque el Hombre Dominante decide que es necesario.
En el momento oportuno y ante mentes crédulas expone, …¡¡ un verdadero placer por escucharse …!!, su VERDAD no encuentra objeciones de quienes lo escuchan, y si las hay responde con firmeza casi con reproche intimidante que elimina a futuro, cualquier repetición y más bien despierta admiración. ¡¡ Qué momento sublime para la humanidad, escuchar la VERDAD del Hombre Dominante!!!!!
Tiene al grupo, subyugado por su exposición. Es el momento de asegurar fidelidad y eso logra con instrucción. El conjunto ya tiene experiencia de los reproches intimidantes, así que no se arriesga a nuevas explosiones de advertencias, que progresivamente son más violentas e intimidatorias. Además, está en proceso de formación, la guardia, su guardia de protección personal, grupo de matonaje fanático, capaz de llegar a los extremos más inauditos, con solo la orden del Hombre Dominante.
Estos son los que cuidan la pureza de la disciplina dentro el grupo, que no es otra cosa que la obediencia obsecuente de cada uno de los adeptos, a la voz de aquel. Para no dejar duda del poder, hay la necesaria muestra de justicia con alguien escogido, quien será sometido a la develación de su conducta traidora, la aplicación del benevolente proceso interno, la demostración de la más monstruosa traición y finalmente la aplicación de la considerada pena que corresponde. No volverán a ver nunca jamás al condenado, averiguar es un riesgo que no están dispuestos a correr. Solo consideran que la justicia se cumplió.
Nadie desea esto para si mismo y su familia, así que no queda otra que ….el sometimiento. De ahí en adelante, es cuestión de tiempo atraer más adeptos que van acercándose, gracias a la acción de los fanáticos ya asegurados. Las nuevas incorporaciones, pasan inclusive por un proceso de selección ligero en los inicios y más exigente en cuanto la masa se amplía. El reclutamiento se produce, por los fanáticos iniciales y por la acción que el grupo desarrolla en la sociedad. Los medios son, la panfletería al inicio, para hacerse conocer, y luego, los actos de masas con elocuentes discursos que atacan los males que aquejan y expresando lo que a la gente le gusta escuchar. Inicia su acción pública en busca de expandir y agrandar su poder. Incursiona en la política. Aquí es donde aparecen las herramientas que utiliza para cautivar a su gente y atraer a los incautos. Algunas de ellas son:
El Engaño. Es una palabra, pero encierra una serie de modos y formas de inducir a alguien a tener por cierto aquello que no lo es. Crear ilusiones, dar a la mentira apariencia de verdad. Mediante tretas, conjunto de palabras, elocuencia, promesas y acciones simuladas, hace creer algo que no es verdad, da a la mentira apariencia de verdad. El engaño por lo tanto es la falta de verdad en lo que se dice, se piensa y se hace. Es una vinculación con la mentira, las trampas y las artimañas.
Se ha probado múltiples veces su eficacia. Unas, la mayoría, en situaciones como la que describimos. Otras como un arte de la guerra, donde la estrategia tiene en el engaño un ardid, un factor de victoria. Para el caso, es notable el episodio del Caballo de Troya. Otro ejemplo, sucedió en la última gran guerra, el engaño del día y sitio del desembarco, era parte de la estrategia militar que al final resulto exitosa para un bando.
La ciencia y la cultura no son ajenos al engaño. Medicamentos, curas, vacunas, tratamientos, a lo largo de la historia han mostrado su ineficacia en salud, pero su excelencia en la acumulación de fortunas.
Las investigaciones y descubrimientos, igualmente han probado su eficacia pecuniaria en corto plazo, debido a la inmediata exploración y pesquisas que se desatan, ante el anuncio, que desbaratan la permanencia en el tiempo.
n el arte, el plagio ha sido desarrollado con distintos grados de éxito. Las religiones tampoco han estado libres del engaño. Este, no es un tema de fácil tratamiento, ni el momento apropiado para analizarlo, pero el descreimiento y la pérdida o reducción de la fe espiritual que es la consecuencia, afecta no solo en la creencia puesta en entredicho, sino en todas las demás por la duda que despierta el suceso en casa ajena, que puede ser replicado en la propia. Lo real, es que una de las causas de la perdida de fieles en las religiones, es la amarga comprobación del engaño, que afecta a la moral, ética y conducta de las personas, al descreimiento en el ser y la vida espiritual; la difusión del ateísmo y materialismo.
En la política, el engaño es donde más se ha utilizado y radicado. Esta generalizado, el engaño cruel, mal intencionado, el que se aprovecha de las condiciones de retraso, necesidad y pobreza de los pueblos. Aquí los líderes han explotado inescrupulosamente, sus sanos sentimientos, como el amor a la libertad, la igualdad social, la prosperidad común, la democracia. Han ofrecido estos anhelos, asegurando su inmediata vigencia y hasta garantizando la ejecución, poniendo al mundo entero de testigo. Al principio, era imposible dudar ante semejantes promesas y garantías. Sin embargo, la realidad cruda fue mantener y profundizar la pobreza e ignorancia de la gente; hundirla en la miseria hasta ponerla de rodillas, mientras el grupo dirigencial se estrena en la existencia privilegiada, cómoda y millonaria.
Acusan y culpan de la desgracia de la mayoría, a un enemigo, generalmente externo o muy poderoso; pero anuncian una heroica batalla contra el que se opone a la felicidad de los pobres, y así mantienen el engaño y la esperanza de la gente sumida en la miseria.
Como se puede apreciar, el engaño es un ardid de múltiples aplicaciones, y en todas se juega con la inocencia y buena fe de la gente. Ciertamente, el objetivo que se busca lograr, tiene mucho que ver en el juzgamiento de cada caso. “La mentira de buena fe o la piadosa” que evita un dolor físico o daño moral a personas; o la utilizada varias veces dentro la educación familiar con fines de crear hábitos en los menores, son una muestra de cuan arraigado está el engaño en la sociedad humana.
Sin excepción, el engaño no es una práctica buena. El manipuleo de las personas mediante la mentira es inaceptable. Es cierto que la conducta humana, por situaciones explicables e inexplicables, frecuentemente recurre a la falta de transparencia, ocultando los procedimientos adoptados para alcanzar los resultados.
La versión, “El fin justifica los medios” es la tesis de la inmoralidad, pues lo que en realidad se está haciendo, es demostrar que algo censurable, sea admisible y no parezca inaceptable. Cualquier medio es permitido, si con ello se logra lo requerido. En el siguiente título, tocaremos brevemente esta conducta. Finalmente, la frustración que deja el engaño en las victimas es permanente. Peor si los resultados son perjudiciales, dañinos y dolorosos.
El cinismo. Es un defecto sumamente negativo, que se refleja en la conducta desvergonzada al mentir, o al defender acciones deshonestas o condenables. Es un verdadero atentado contra la moral y la ética social de la sociedad, pero que sin embargo es muy aplicado en la práctica social. La degradación de la moralidad en la sociedad llega al máximo, cuando el defecto despierta la admiración de las masas. En ese punto, afirman los filósofos, no queda esperar nada de la gente, sino el desastre.
La predicación incansable. Cuando el Hombre Dominante asume el poder, adopta y somete a los gobernados a una diatriba permanente contra todo lo que se oponga a su acción. El Estado, que es él, es la solución a todos los problemas. De esta manera cualquiera sea la tendencia, tiene que crear un estado poderoso y dominante parecido a su personalidad. Los dictadores de cualquier color de plumaje, afirman que el Estado es la máxima expresión de moralidad pública y transparencia; el Estado es el bien común; lo que se oponga al estado es la degeneración ética y responsable de los males; lo privado es inhumano, egoísta, corruptor, asesino de la libertad. Crean la Idolatría del estado.
Victimismo. Exhiben ante cualquier reacción, el complejo de víctimas. Nunca aceptan la crítica y más bien culpan a otros, de los males de la sociedad. La dependencia, la pobreza y el subdesarrollo es completa responsabilidad de los ricos que explotan a los pobres. Estos están eximidos de toda responsabilidad de su suerte. La culpa completa de su retraso y pobreza, la tienen los otros, los ricos, los avanzados. Los que ponen la voluntad de progresar, son los culpables del retraso de los rezagados. Al respecto, un escritor latinoamericano desarrollo un libro fundado en esta tesis. Tuvo éxito, era la misma predica, pero escrita. Ese escritor, en el correr del tiempo, comprobando la verdadera realidad de los hechos, conociendo la conducta, ética y moral de los actores y observando los resultados reales en países del continente, se retractó de lo planteado y escrito en su obra. Tarde o temprano, las venas abiertas muestran que circula en ellas. Ahora el mercado y libre comercio es el mal, pero sin embargo países antes contrarios y enemigos de los mismos, los han admitido y aplicado y ahora, sus dirigentes se han convertido en los nuevos afortunados mundiales.
Paranoia Antineoliberal. Neoliberal nunca es definido, pero siempre es esgrimido como una condena a quien es crítico. Las políticas promercado, de libre decisión, son las culpables de todo mal. Proponen al estatismo centralista como solución.
No admiten que existan instituciones serias productivas para la población. Inmediatamente las desprestigian, acusan de los males y acosan impositivamente.
Pretensión democrática. La democracia es un término que manipulan y acomodan a sus intereses. La revolución armada que era la epopeya de la última mitad del pasado siglo, cedió paso a la democracia para obtener el poder centralizado y manipularlo, para reafirmar la tenencia indefinida del mismo. Con el cinismo del que hacen gala, un dirigente español populista expreso recientemente: “a falta de los fusiles de Mao, la batalla se gana con la hegemonía cultural y la destrucción de la institucionalidad burguesa”. Siguiendo la línea del italiano Gramsci, ahora plantean utilizar la cultura, para crear conciencia personal en el campo de batalla de la lucha política.
Obsesión igualitaria. Proclaman a rabiar la igualdad material. Imposible aceptar que el esfuerzo individual cree alguna diferencia. El avance debe ser al compás del rezagado, jamás de otra manera. Quien lo haga o pretenda hacerlo, formara parte de esa clase social acusada de ser la causante de todos los males contra la sociedad.
Hemos descrito en varios capítulos cortos al Hombre Dominante, el ser humano que en la actualidad sobresale por su liderazgo, arrogancia, desprecio, escaso saber y comprender, pero que surgió sorpresivamente en la realidad del mundo actual, como una paradoja que contrasta el mayor conocimiento, tecnología, desarrollo humano, científico y cultural. Las sociedades y sus líderes no actuaron al ritmo que se necesita y quedaron con diversos grados de desarrollo. Cómo, cuándo y dónde es que la Humanidad dejó estos rezagos históricos que deberían haber sido reducidos hace muchísimo tiempo, es importante entender, pero la urgencia ahora es la aceleración en el desarrollo de las sociedades. Aún queda tarea pasada pendiente y es imprescindible sea ejecutada. En la próxima y última parte trataremos de esto.
El Constructor